28/9/11

Entre lo terrenal y lo divino

Poster El arbol de la vida 
Dir.: Terrence Malick
Int.: Brad Pitt, Jessica Chastain, Sean Penn, Hunter McCracken, Laramie Eppler, Tye Sheridan, Fiona Shaw
¿De qué va?: Jack es un niño que crece en una familia del medio-Oeste americano de los años 50 marcada por la severidad del padre en contraste con la candidez de la madre. En este entorno, Jack vivirá experiencias devastadoras hasta convertirse en un adulto perdido en una existencia vacía.

Reseña: En tiempos en los que parece que el ‘star-system’ está cada vez más en desuso, es curioso ver lo que pasa cuando una estrella de Hollywood tan famosa como Brad Pitt convierte con su presencia a una película minoritaria en una de masas, originando la incómoda situación de que converjan en una misma sala los espectadores que esperen encontrarse ante una película convencional con los seguidores de Terrence Malick, que como sabrán todos los que conozcan su corta filmografía de convencional no tiene nada. Como consecuencia directa, la película ha adquirido en menos de una semana una inmerecida fama de producto infumable, aunque tampoco seré yo quien diga que nos encontramos ante una obra maestra.

El arbol de la vida3 
No será porque le falten mimbres para ello, pues Malick tiene entre manos el potente drama de una familia con fuertes desequilibrios afectivos filmado con extrema sensibilidad y sutileza, reparando en los detalles de la Madre Naturaleza (una de las grandes obsesiones del director) y con una fotografía y una partitura compuesta por el siempre estupendo Alexandre Desplat brillantes. Sin embargo, las pretensiones de Malick van mucho más allá, pues la historia de esta familia es tan sólo el núcleo de algo mucho más grande que comprende desde la creación del universo hasta el fin de nuestros días en la Tierra, y pese a seguir contando con una fuerza visual descomunal no hace más que resentir el ritmo y la credibilidad del relato con pasajes excesivamente relamidos y soliloquios redundantes.

El arbol de la vida 
Brad Pitt demuestra que tiene algo más que madera de estrella, es un actor con mayúsculas que consigue fundirse con su personaje sin que su innegable atractivo físico se interponga en su interpretación. Tras La deuda, Jessica Chastain se confirma como una de las revelaciones del año, transmitiendo todo el amor y la dulzura que sólo puede proporcionar una madre, y los niños que encarnan a los hijos también están excelentes, aunque el menor de ellas desaparezca inexplicablemente entre el segundo y el tercer acto. Lástima de Sean Penn, que al parecer buena parte de su intervención se quedó en la sala de montaje y en la versión final se dedica exclusivamente a divagar sin rumbo fijo.

El arbol de la vida4 
Pese a que nunca llegué a comulgar con la creencia de Malick de que Dios es amor, eterno y su influencia llega incluso a los seres más primitivos, creo que El árbol de la vida es un filme muy interesante, de visionado denso e ínfulas muy pretenciosas que le restan calado dramático, pero muy bello y reflexivo. Una sentida interpretación de la vida y la muerte que calará en los corazones de los espectadores más ecologistas y espiritualistas, pero desgraciadamente, no me puedo incluir entre ellos.

6’5/10

27/9/11

El rincón de Chechu: V. O. S. E.

Seguro que les molesta cuando, en mitad de una frase que están ustedes diciendo, otra persona interrumpe y comienza a hablar, ya sea sobre el mismo tema o sobre otro que no tiene –y ahí es donde más duele- absolutamente nada que ver. La irritante costumbre de cortar al que se debería escuchar para decir, con toda la naturalidad del mundo, lo que nos dé la gana a nosotros mismos. La mala educación en su manifestación más habitual, más cotidiana, más desagradable. La costumbre egoísta y soez que tan arraigada está en nuestro país.

Y esto, aunque resulte extraño, no sólo se da en la vida. No lo tenemos que aguantar solamente en bares, en la calle, en nuestra casa o donde sea que estemos durante todo el maldito día. No. Aquí también –país de cine- tenemos que aguantarlo en las películas. Aquí también –como no podía ser de otra manera- la mala educación salpica el arte.

Micrófono
Sé que el doblaje no se realiza solamente en España. Sé que en Hispanoamérica también se hace; y también se hace, aunque no con tanta asiduidad y no en un porcentaje tan alto, en otros países europeos. Pero no me importa. Aquí, el primer ensayo data de 1932 por parte de la II República, y la posterior obligatoriedad la debemos al franquismo, cuando desde 1941 y para siempre, quiso potenciar la conciencia patriótica y la censura. Así que somos un territorio de gente que, por nuestro pasado y por nuestra sangre, no entiende ni habla otros idiomas; y todo lo que suena a distinto y a extranjero nos produce, sin remedio, una fuerte sensación de rechazo. O lo que es lo mismo: puro y simple miedo.

Poster Silencio de amorAyer fui al cine a ver Silencio de amor, cinta de Philippe Claudel, francés que antes de director fue novelista, y me quedó la amarga y vergonzosa sensación de haber asistido a un espectáculo de mediocridad, de obra estropeada por la estupidez y la incultura. Y es que resulta que Silencio de amor es una de esas películas en las que los distintos idiomas se mezclan y determinan profundamente el carácter de los personajes. Dos hermanos italianos que viven en Francia y que hablarán –supongo, vamos- francés con un marcado acento macarroni, y que gritan en su lengua madre cuando discuten. Sin embargo, yo me encontré ante un profesor de universidad y un exiliado político que pronunciaban en perfecto castellano, con acento perfectamente neutro, todas y cada una de sus palabras. Y me encontré también, pobre de mí, ante discusiones acaloradas en italiano con entonación española. O sea. Que los tíos hablaban español en Francia e italiano de vez en cuando. Como si fuesen –digo yo- dos madrileños en Estrasburgo jurando en la lengua de Dante, o Da Vinci, o Berlusconi, con acento de la meseta. Y para darse cuenta de eso -no se vayan a pensar- no me hizo falta ser un lumbrera, ni haber pisado siquiera Italia. Me hizo falta simplemente tener sentido común y sentido del ridículo. Así que sí, señores. Una película interesante, apoyada fuertemente en la variedad lingüística, se convirtió de pronto –voilà- en una estupidez que me dejó temblando; no sólo de hastío, sino de miedo.

Silencio de amor

Poster El resplandor Pero no hay que venir ahora a buscar ejemplos actuales, ni plurilingüísticos, ni nada de eso. Basta con revisitar algún que otro gran clásico, como por ejemplo El resplandor. Supongo que todos ustedes la han visto, y se han maravillado con el tono y el acojone visceral que produce Jack Nicholson en cada una de las escenas. Y que han sentido terror acompañando a Danny en su triciclo por los pasillos alfombrados del hotel. Y que también han intentado escapar, como Shelley Duvall, de un marido lunático que intenta alcanzarla en las escaleras. Lo que no sé es si han visto realmente la cinta de Kubrick o no, si se han dado cuenta de las verdaderas interpretaciones de los actores. Porque la versión doblada al castellano es, literalmente, una mierda. Desde el principio de la película uno cree que Jack Torrance es una especie de panoli, hablando como le habla al director del hotel en la segunda escena, y cree también que Tony –el niño que vive en la boca de su hijo- es un duendecillo resacoso con ganas de juerga. Además, tampoco sé si han apreciado la verdadera locura de Nicholson en la mentada escena de las escaleras, con esa forma en que llama a su mujer, medio cariñoso, medio desequilibrado, medio asesino, ‘light of my life’. Así que realmente no sé cuántos habrán visto la verdadera The Shining. Ni cuántos sabrán lo perfectas que son todas las interpretaciones y lo calculado que está el guion del maestro Stanley que, diabólico, sugerente, se merendó la novela de Stephen King.

El resplandor
Estos son los dos ejemplos que me entran así, a bote pronto, en la oscuridad de mi cuarto. Pero hay muchos más, infinidad de ellos, todos. El padrino, Casablanca, El señor de los anillos, Quemar después de leer, El rey pescador, cualquier película de Jeunet, de Kim Ki-duk, de Von Trier, de Atom Egoyan, de Martin Scorsese. Si es que en película doblada vemos la imagen, vemos el gesto, y escuchamos impostores. En cada una de ellas alguien ha robado algo y lo ha sustituido, con absoluta impunidad, por una falsificación. No me vale el ‘no se atiende a la imagen cuando se leen subtítulos’ porque yo, que no poseo una inteligencia superior a la media, estoy perfectamente acostumbrado a hacerlo. ¿Tendrá alguien las narices de decirme que no he contemplado en toda su magnitud El séptimo sello, o Persona, porque las he visto en sueco y subtituladas? ¿O que no sé lo que ha ocurrido en Lost, o en The Wire, o en Fullmetal Alchemist?

Darth Vader Por favor. Estamos en punto tan alto, tan sin retorno de vagancia y de enamoramiento de nuestro propio ombligo ignorante que no somos capaces de ver, ni de reconocer, atrocidades como puños. Me gustaría contemplar la cara de tantos actores a medias, que llegan al cine español mudos, cuando se diesen cuenta de que quien los dobla hace también, a tiempo parcial, anuncios de Hero Fruit 2day. O que inesperadamente traen a la memoria del espectador, desde el corazón de la Estrella de la Muerte, el desaparecido concurso de Antena 3 Alta Tensión. O que incitan a pensar, silabeando como silabean, que tienen algún problema de dicción porque lo que dicen no se corresponde con los movimientos de sus labios. O que nadie se cree sus historias porque un africano habla español con el acento de Apu en medio de la selva del Congo.

Apocalypto
En fin. Deberíamos aprender de 18 comidas, película galega de Jorge Coira que se rodó en castellano y en galego, con subtítulos cuando correspondía, porque es una película y refleja la realidad de un país en el que se hablan dos idiomas. Y deberíamos aprender también de Mel Gibson, de su Apocalypto y de su The Passion Of The Christ, rodadas en las lenguas antiguas en las que se desarrollaron las historias que cuentan. Pero qué le vamos a hacer. Aquí por no saber, no sabemos ni reconocer nuestra propia mediocridad. Debería venir alguien con cabeza, con ganas de mejorar y de extirpar tanta ignorancia, y meternos la versión original subtitulada con calzador, con fuerza, porque como dicen en mi tierra, ‘Se non queres caldo, toma dúas cuncas.’ Lo que viene siendo, traducción simultánea, ‘jódete y traga, chaval, que esto es bueno para ti. Y si no lo comes de mayor vas a ser débil, y caprichoso, y no vas a poder salir de casa.’ Lo que viene siendo finalmente, ahora ya sin metáforas, que no sabemos un puto idioma, que no encontramos trabajo en ninguna parte y que nos pudrimos, a gustito en nuestros sillones, escuchando realidades falsas y apreciando un cine impostado, lleno de contradicciones, que nos mantiene ignorantes y atolondrados a la cola de Europa, del mundo libre y de todo el universo. Carallo.

26/9/11

O.C: The French Connection (1971)

Poster The French Connection¿De qué va?: Dos policías de narcóticos de la ciudad de Nueva York,  Jimmy ‘Popeye’ Doyle y Buddy ‘Cloudi’ Russo, siguen la pista de una red de narcotráfico. La intuición del primero les lleva a investigar la presunta llegada de un cargamento de heroína proveniente de Marsella, organizado por el traficante francés Alain Charnier y su contacto americano, Sal Boca.

Reputación: The French Connection, cuyo título proviene de un plan urdido por mafiosos corsos para introducir droga en Estados Unidos durante la década de los 60 y 70, es una película dirigida por William Friedkin basada en un libro de Robin Moore que relata las experiencias reales de dos detectives del departamento de narcotráfico que, gracias a su innovador estilo realista y moderno, gozó de una gran popularidad en su época, alzándose como la gran triunfadora de la 44º edición de los Oscar con los premios a la mejor película, director, actor principal, guión adaptado y montaje, aunque son muchos los que piensan que ese año había otro filme mejor en la terna, La naranja mecánica. La película lanzó a la fama a su carismático protagonista, Gene Hackman, quien cuatro años después protagonizaría una secuela dirigida por John Frakenheimer. En lo que respecta a Friedkin, en 1973 rodó su película más popular, la terrorífica El exorcista, y aunque actualmente sigue en activo (tiene pendiente de estreno Killer Joe con Matthew McConaughey y Emile Hirsh) su carrera ha ido en declive con los años.

The French Connection
Comentario: The French Connection es uno de esos thrillers policiacos en los que tienes que estar muy atento a lo que ocurre desde el principio, quedarse con las caras de los personajes y sus nombres, porque aunque la trama nunca se torne excesivamente complicada no es de las que lo dejan todo masticado. Descubrimos la historia y a los personajes por los propios acontecimientos más que por los diálogos, sobre todo en lo que concierne al protagonista, Popeye Doyle, uno de esos tipos rudos y perseverantes que tanta simpatía generan. La película está rodada con un estilo documental que le aporta verismo aunque a veces se vuelva un tanto monótona, con demasiadas persecuciones, aunque sea precisamente la que se produce a través de unas vías de tren lo mejor del conjunto. Eso sí, tiene uno de los finales más abruptos que recuerdo haber visto.

Próximo visionado: La tumba de las luciérnagas (1988)

25/9/11

Sobre un bucle temporal, arcángeles y el apocalipsis

Brad Pitt- Brad Pitt ha estado en boca de todos a lo largo de esta semana por el  estreno en España de El árbol de la vida, pues el actor ha funcionado demasiado bien como reclamo de una película que no es tan comercial como se ha pretendido ver. En cualquier caso, el actor acaba de estrenar en Estados Unidos Moneyball, que está recibiendo críticas muy entusiastas, y ha recibido una oferta para protagonizar All You Need Is Kill, adaptación cinematográfica de un manga de Hiroshi Sakurazaka que será dirigido por Doug Liman (Caza a la espía), quien ha abandonado el que iba a ser su siguiente proyecto, Luna, por falta de financiación. El manga en cuestión versa sobre un soldado que entra en un bucle temporal que siempre finaliza con su muerte en medio de una invasión alienígena. En los próximos días se conocerá si Pitt acepta el papel de un largometraje cuyo estreno se producirá a lo largo del 2013.


- Jeremy Renner (The Town) protagonizará y producirá King of Heists, adaptación a la gran pantalla del libro de no ficción de J. North Conway que relata la vida de George Leslie, un arquitecto de buena apariencia que en realidad era el jefe de una banda de atracadores de bancos cuyo golpe más importante se llevó a cabo el 27 de Octubre de 1978, robando 3 millones de dólares de la Institución de Ahorro de Manhattan. Aún no cuenta con un director asociado al proyecto.

Jeremy Renner


- La quinta entrega de la saga Resident Evil que llevará como subtítulo Retribution contará en su reparto con muchos de los actores que han pasado por ella. Milla Jovovich, protagonista absoluta de la franquicia, se reencontrará con Sienna Guillory (RE Apocalipsis), Michelle Rodríguez (RE 1), Oded Fehr (RE Apocalipsis y Extinción), Colin Salmon (RE 1) y Boris Kodjoe (RE Ultratumba). La forma en la que volverán sus personajes es un misterio puesto que la mayoría de ellos pasaron a mejor vida, pero como dice James Cameron “en la ciencia ficción nadie muere”. Paul W.S. Anderson volverá a ponerse detrás de las cámaras, estando previsto el estreno para el 14 de Septiembre de 2012.

Resident Evil Retribution


- Varios meses después de que se anunciara que Bradley Cooper (Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia) encarnaría a Lucifer en Paradise Lost, adaptación del poema épico de John Milton que relata entre otras cosas la batalla épica entre los arcángeles Miguel y Lucifer cuando éste se rebela contra Dios, su reparto continúa completándose. Así pues, Benjamin Walker (Banderas de nuestros padres) y Casey Affleck (El demonio bajo la piel) encarnarán a los arcángeles Miguel y Gabriel respectivamente, el desconocido Aldo Quintino y Camilla Belle (Push) a Adán y Eva y Djimon Hounsou (Push) a Abdiel, el ángel del a muerte. En algunos sitios sitúan a Diego Boneta en el papel de Adán pero de momento vamos a fiarnos de Imdb. Alex Proyas (Señales del futuro) dirigirá esta superproducción que contará con espectaculares batallas de ángeles en 3D.

Paradise Lost


- Jason Bateman (Cómo acabar con tu jefe) y Olivia Wilde (Cowboys & Aliens) protagonizarán The Longest Week, comedia independiente que dirigirá el debutante Peter Glanz. La historia se centra en Conrad Valmont (Bateman), un millonario que lleva una vida ociosa en un prestigioso hotel de Manhattan que es propiedad de sus padres. Sin embargo, en el lapso de una semana acabará desahuciado, desheredado y enamorado (probablemente del personaje de Wilde). El presupuesto de la película es de unos escasos 5 millones de dólares y su rodaje comenzará en algún momento de los próximos tres meses.

Bateman & Wilde


- Seth Rogen (The Green Hornet) y su habitual colaborador Evan Goldberg debutarán como directores con The Apocalypse, una comedia que se basa en Jay and Seth vs. the Apocalypse, un cortometraje en formato de falso tráiler sobre dos colegas, Rogen y Jay Baruchel (El aprendiz de brujo) que se quedan atrapados en una casa mientras se avecina el Apocalipsis. James Franco (El origen del planeta de los simios) y Jonah Hill (Cyrus) también participarán en la cinta, que cuenta con la particularidad de que los cuatro actores protagonistas se interpretarán a sí mismos. El rodaje comenzará en Febrero de 2012 y si quieren hacerse una idea de por dónde irán los derroteros pueden ver el corto original pinchando aquí.

The Apocalypse

James Franco1- Seguimos con James Franco y su faceta como director, pues ha decidido  aparcar la adaptación cinematográfica de Meridiano de sangre para hacerse cargo de otra historia del mismo autor, Cormac McCarthy, que también se trasladará a la gran pantalla: Child of God (Hijo de Dios). La novela gira en torno a Lester Ballard, un individuo solitario e inadaptado que se dedica a merodear por un bosque intentando satisfacer su insaciable lujuria, incluyendo actos pedófilos y necrófilos. Se desconoce cuándo dará comienzo la producción, pero es probable que aún tarde un tiempo si tenemos en cuenta la apretada agenda del protagonista de 127 horas.


Isla Fisher- Isla Fisher (Confesiones de una compradora compulsiva) sustituye a  Amanda Seyfried en Now You See Me, pues ésta finalmente no llegó a un acuerdo con la productora. Jesse Eisenberg, Mélanie Laurent, Mark Ruffalo y Morgan Freeman son otros integrantes confirmados del reparto de este thriller que dirigirá Louis Leterrier (Furia de titanes) sobre un agente del FBI que intenta capturar a los Cuatro Jinetes, un grupo formado por los mejores magos del mundo que se dedican a atracar bancos mientras realizan sus espectáculos. Ruffalo y Laurent encarnarán a dos agentes del FBI, Eisenberg será el arrogante líder de la banda, Fisher una de sus integrantes y Freeman un antiguo ilusionista al que no le importa desvelar los trucos de sus compañeros de profesión.


- Thor 2 llegará a los cines el 26 de Julio de 2013 y parecer ser que Marvel quiere contar con la directora Patty Jenkins (Monster) para que releve a Kenneth Branagh en sus funciones como director. Chris Hemsworth, Natalie Portman y Anthony Hopkins repetirán en sus respectivos papeles en una secuela en la que el Dios del Trueno visitará nuevos mundos junto a Jane Foster, al tiempo que evoluciona la relación que mantiene con su padre Odín. El rodaje comenzará en Abril de 2012.

Thor


- Para acabar, el teaser de Los juegos del hambre. No le dedico un post en solitario porque es muy poquita cosa, pero el libro y Jennifer Lawrence merecen al menos un vistazo por aquí:

24/9/11

Menos lobos Caperucita…

Poster Caperucita roja

Se veía venir de lejos que el fenómeno Crepúsculo iba a traer consecuencias más allá de sus inevitables y cansinas continuaciones. Los ejecutivos de Hollywood creen ofrecer lo que el público joven demanda siguiendo la siguiente fórmula: triángulo amoroso imposible formado por una chica y dos chicos, a cada cual más guapo y peligroso (malas copias de James Dean), con elementos sobrenaturales de por medio pero en modo ‘light’, no vaya a ser que perdamos al público menor de edad, y para redondear añadimos una ambientación gótica y lúgubremente romántica para conquistar al sector emo.

Caperucita roja3
Así nace la nueva versión del cuento de Caperucita roja, que por si a alguien le quedaba alguna duda acerca de sus similitudes con Crepúsculo la encargada de dirigirla ha sido la misma directora de aquella, Catherine Hardwicke, que aunque sigue enfrascada en un cine destinado al público adolescente anda muy perdida tras sus interesantes comienzos con Thirteen y Los amos de Dogtown. En Caperucita roja hay escenas que parecen sacadas de la saga crepuscular, con mucho plano aéreo de las montañas y escenas románticas de postal aptas para cualquier público al que no se les atraganten de lo cursis que pueden llegar a ser.

Caperucita roja
Un Gary Oldman desmesurado e insoportable llega a una pequeña aldea para desenmascarar y aniquilar al hombre lobo que se esconde entre su ciudadanía. Hacer cábalas sobre la identidad del asesino es lo único que puede hacer llevadero una trama a la que le importa más si Caperucita se queda con su amor de toda la vida, de mirada sospechosa como el perro diabólico de Los Simpsons, o con su bonachón prometido de conveniencia, ambos luciendo las únicas camisetas de pico del pueblo (¡con el frío que debe hacer!). Poco nos importa el devenir de este embrollo porque los dos machos alfa parecen de cartón piedra, hay veces que ni se les distingue del decorado.

Caperucita roja2
Las referencias al cuento original están metidas con calzador y hasta provocan risa. Todo el atractivo que puede tener Amanda Seyfried como Caperucita se desaprovecha con una tensión sexual de educación primaria. Y Virginia Madsen y Julie Christie se pasean por ahí, matando el tiempo mientras esperan a que las llamen para un proyecto que esté a la altura de sus talentos. ¿Quieren una versión moderna de Caperucita roja que mole? Pues les recomiendo Freeway, con Reese Witherspoon y Keifer Sutherland, una versión libre y contemporánea del cuento que al menos es más cachonda, tiene mejores interpretaciones y no se toma tan en serio a sí misma como este Crepúsculo disfrazado con piel de lobo.

3’5/10

23/9/11

O.C: El gran dictador (1940)

Poster El gran dictador

¿De qué va?: Al final de la Primera Guerra Mundial un soldado del ejército de Tomania sufre un accidente y pierde la memoria, permaneciendo en un hospital durante 20 años. Al escaparse de allí, regresa a su ciudad, donde trabajaba como barbero, y descubre que el país ha sido tomado por el dictador Adenoid Hynkel, el cual ha iniciado una brutal discriminación contra los judíos.

Reputación: La primera película hablada de Charlie Chaplin fue toda una revolución, pues era una crítica abierta al fascismo y a Adolf Hitler que se empezó a rodar justo cuando la 2ª Guerra Mundial estalló. Pese a la gran presión a la que se vio sometido Chaplin a lo largo del rodaje, la película pudo completarse y se convirtió en la más taquillera del artista, teniendo como inesperado espectador al mismísimo Adolf Hitler, del que se dice que vio el filme en dos ocasiones pero que nunca se llegó a conocer su opinión sobre él. El éxito cosechado por El gran dictador, incluidas cinco nominaciones a los Oscar, no impidió que el Comité de Actividades Antiestadounidenses persiguiera a Chaplin por sus ideas progresistas, provocando que éste se exiliara de Estados Unidos. Como datos curiosos apuntar que la co-protagonsita, Paulette Goddard, fue la tercera esposa de Chaplin y que la película estuvo censurada en España durante el período franquista, estrenándose en 1976 tras la muerte de Franco.

El gran dictador
Comentario: La comedia es un asunto muy serio. Reírse hasta de lo peor que hay en el mundo es saludable pero hay que tener cuidado con no cruzar la línea que separa el humor del mal gusto, siempre que esa no sea la intención. Hacer una parodia del régimen dictatorial de Hitler en plena II Guerra Mundial es un acto kamikaze sin parangón, pero algo tendrá que tener que a Chaplin le salió redonda la jugada. Quizás sea porque su humor ‘slapstick’ no perdió vigor con la entrada del sonido y que hasta puede que Hitler se haya quedado hipnotizado con la escena en la que el dictador Hynkel juguetea con un globo terráqueo fantaseando con la idea de dominar el mundo. Lo cierto es que Chaplin logró su película más arriesgada y comprometida, la cual tras dos horas de muchas locuras y risas finaliza con un discurso tan reflexivo, apropiado y brillante que deja con la boca abierta. Jamás había gozado la sátira de un uso tan apropiado.

Próximo visionado: The French Connection (1971)

22/9/11

Tráiler de J. Edgar: Eastwood y DiCaprio para su consideración

J. EDGAR

Una de las películas que reúnen todas las condiciones para convertirse en fuerte aspirante a ganar un chorro de Oscars el próximo año es J. Edgar. En los últimos años parecía que la Academia estaba modernizándose premiando películas que en un principio no podían considerarse oscarizables, como Slumdog Millionaire, Infiltrados o En tierra hostil, pero con El discurso del rey hemos vuelto a las viejas costumbres, así que nunca se sabe.

J. Edgar es carne de estatuilla dorada por muchas razones: se trata del biopic del controvertido fundador del FBI, John Edgar Hoover, cuya carrera política estuvo salpicada por varios escándalos debido a su antisemitismo, su dudosa doble moral y la estrecha relación que mantuvo con su mano derecha, Clyde Tolson. El director es Clint Eastwood (Más allá de la vida), que a estas alturas no necesita carta de presentación, y la protagoniza Leonardo DiCaprio (Origen) que podría estar más cerca que nunca del Oscar que se la ha escapado hasta en tres ocasiones, más otras tantas que lo merecía sin ni siquiera estar nominado.

J. EDGAR

A DiCaprio lo acompañan Naomi Watts (Caza a la espía), otra que está tardando en recibir un Oscar, Armie Hammer (La red social), Judi Dench (Nine), Josh Lucas (El inocente), Jeffrey Donovan (El intercambio), Dermot Mulroney (Destellos de genio) y Ed Westwick (Gossip Girl). El guión ha corrido a cargo de Dustin Lance Blanck, ganador del Oscar por el libreto de Mi nombre es Harvey Milk. ¿Necesitan más motivos para asegurarse del potencial de la película? Pues echen un vistazo al tráiler, tan clásico como efectivo. Estreno en Estados Unidos el 9 de Noviembre, 27 de Enero en España:

21/9/11

Errores que no cicatrizan

Poster La deuda
Dir.: John Madden
Int.: Helen Mirren, Jessica Chastain, Sam Worthington, Marton Csokas, Tom Wilkinson, Ciarán Hinds, Jesper Christensen
¿De qué va?: En 1966 tres jóvenes agentes del Mossad cumplen con éxito su misión de localizar y capturar a un criminal de guerra nazi que acaba muerto. Treinta años después, los agentes son considerados como auténticos héroes, pero una noticia inesperada podría revelar detalles desconocidos de aquella misión.

Reputación: La deuda fue una de las películas que quedaron en el limbo cuando la en otros tiempos poderosa Miramax se fue a pique. El rodaje del filme finalizó hace dos años y si bien se ha estrenado sin grandes expectativas en un mes tan flojo para la taquilla como es Septiembre, ha conseguido ser una de las sorpresas de la temporada, con una muy buena aceptación de crítica y público. La razón de su éxito es simple: se trata de un thriller adulto, un género que en los últimos años se ha visto relegado en favor de entretenimientos destinados a la muchachada, que al fin y al cabo es el público más deseado por la industria.

La deuda3
Que yo recuerde, el anterior ejemplo que nos ha llegado de este tipo de cine americano adulto y refinado es La sombra del poder, la cual curiosamente comparte con La deuda a una de sus actrices, la gran Helen Mirren. Ambos son remakes, pero se sustentan por sí solos al ofrecer historias que combinan el drama con un suspense robusto y hábil que no tiene trampa ni cartón; sin recursos sacados de debajo de la manga para sorprender al público en la última escena. La deuda se vale de una narración a dos tiempos para contar más que una misión de captura que se complica el cómo afecta a los tres agentes lo que ocurre durante el tiempo que pasan en el piso franco y las secuelas que sufren a largo plazo. Como buen thriller que es no faltan las conversaciones esclarecedoras, las escenas de tensión y los giros oportunos para revelar que no todo es como parece.

La deuda
Debe ser difícil que dos actores interpreten a un mismo personaje durante bastante tiempo del metraje, ya que se debe crear cierta coherencia entre la encarnación joven y adulta. Afortunadamente, en La deuda brillan con luz propia las dos diferentes generaciones de actores que protagonizan el filme, estableciéndose conexiones entre ellos y con unas fabulosas Jessica Chastain y Helen Mirren en cabeza. Sam Worthington impresiona con su mejor interpretación desde que lo descubrimos en Avatar y tampoco se debe desdeñar a Jesper Christensen encarnando al temible Cirujano de Birkenau, un personaje tan patético como escalofriante.

La deuda2
La dirección de John Madden es eficiente pero demasiado academicista. La frialdad que envuelve toda la película es apropiada para la historia, pero de haberse tomado más riesgos le habría venido mejor porque todo, absolutamente todo, es cuanto menos correcto, pero nunca brillante. Lo bueno es que nadie se sentirá defraudado, pues La deuda es un thriller competente como pocos se han visto en los últimos años, pero le falta un golpe de efecto que la haga cautivar. El tiempo será quien dictamine si se trata de una película a recordar o uno de los entretenimientos más decentes y elegantes del 2011.

7’5/10

20/9/11

El rincón de Chechu: Bellas historias reales

Alguien me dijo una vez que lo más complicado del cine, lo más exigente para el autor, es conseguir el cambio radical en los ojos del espectador: hacerlo llorar en una escena, por ejemplo, y reír a carcajadas en la siguiente. Mezclar las emociones del que mira de tal forma, de un modo tan sutil pero tan duro, que no se dé cuenta de que, en medio de todo el torbellino melodramático de lo que está viendo, está viendo reflejada la propia vida porque la vida, a fin de cuentas, no es más que eso: una sucesión absurda y azarosa de dolores y alegrías.

A mí eso no suele ocurrirme; y si me ocurre, casi siempre es con el mismo. He llorado –ustedes conocen ya mi tendencia a la emoción- en muchas películas, y he reído –también mi gusto por la comedia- en otras. O me he sentido incómodo y descolocado, o me he quedado de piedra, o algún que otro director que más que cineasta es cirujano me ha hecho palidecer en el sofá mientras el mundo a mi alrededor se derrumbaba. Algo parecido a la experiencia que sufre uno cuando lee a Nietzsche: las gentes, las rutinas, la ciudad, se vuelven de pronto tan absurdas y mediocres que entran ganas de huir, de dar la vuelta y salir corriendo y no volver nunca más.

Pedro Almodovar 
Y ese autor que consigue hacerme llorar y reír, hacer que vea la vida –además no cualquier vida, sino la de esta España vulgar y ostentosa- metida directamente en la pantalla, es Pedro Almodóvar. No voy a decirles yo ahora quién es, a estas alturas, después de todo lo que ha logrado para él mismo y para el cine español; tampoco voy a repasar sus prometedores y turbios comienzos, ni voy a nombrarlo aquí, como se hace por todo el mundo, embajador del cine europeo. Voy a hacer tan sólo un pequeño repaso por sus mejores películas, e intentaré también de paso darle la atención que se merece porque, igual que en la vida, en el cine la envidia y la dentera son ley fundamental entre colegas y compañeros de gremio, y todos sabemos lo mal que se trata en España a los compadres que tienen talento, simplemente porque para los demás, desde el cómodo sillón de su casa o desde el anónimo ordenador en el que escriben, es imposible llegarles a la suela de los zapatos.

Poster MujeresLa primera cinta que recuerdo de Almodóvar es Mujeres al borde de un  ataque de nervios. Hace no mucho, cuando me perdía por las calles de la Gran Manzana y me temblaba el cuello de dolor por culpa de tanto mirar hacia arriba, descubrí en el teatro Belasco de Broadway el cartel de la película, que aunque estuviese en inglés guardaba esa rotulación y ese diseño asombrosos que caracterizan el cine del director manchego. No era un pase especial, ni era tampoco un ciclo de cine: era, sencillamente, su adaptación para el teatro. Y claro. En Broadway. Así que me quedé un ratito mirando el cartel. Froté mis párpados un par de veces. Volví a mirar. Y seguía allí. Y me volví un poco menos gruñón y me puse un poco más contento porque a fin de cuentas, en aquella América del fast food, sabían que en nuestro país no sólo hay toros. Sabían que, aparte de Todo sobre mi madre y el brutal guion de Hable con ella, había más: esa joya desternillante de la Maura y de Rossi de Palma, con esa iluminación imposible de los rojos y los azules, con esas hilarantes situaciones encadenadas y con ese toque femenino, psicológico, con esas ganas de mimar a la mujer que desborda Almodóvar en cada plano, con esa estética impecable y colorista que siempre pone al servicio de los personajes.

Carmen Maura 

Poster VolverPorque claro. Ahí está el resto. Él no sólo escribe historias rocambolescas y   naturales, graciosas, tristes, no sólo crea los personajes más ricos de todo el cine español. Él además coge todo esto y lo envuelve con arte. Lo plasma en la pantalla como quien saca una fotografía y la expone; y luego la gente lo ve y alucina por la sensación que transmite, por la belleza y la fuerza estética de lo que retrata. Recuerdo una calle mojada en Todo sobre mi madre, unas escaleras zigzagueando en líneas imposibles hacia arriba, un vestuario bizarro y colorido, espejo del corazón más profundo de la sexualidad tierna que se desprende en cada fotograma. Tengo en la mente grabada para siempre la camisa de Penélope Cruz en Volver, con esos cuadros chabacanos rojos y blancos contrastando el verde de la ramita que huele; el plano cenital que la muestra llorando en cama junto a su marido, mientras se oye cómo él se masturba a su lado porque ella no quiere hacer el amor; la forma en la que ella huele, por así decirlo, las esencias de su madre muerta mientras orina en el retrete; la mirada asquerosa y horrible del padrastro a la hija; la cara de Blanca Portillo y el patio interior de su casa; las escaleras oscuras; el blanco de las paredes; el pueblo; la tierra; el pasado; Volver.

Volver


Poster Hable con ellaPero nada más emocional, nada más genial y conmovedor que Hable con  ella. No en vano ganó el Oscar al mejor guion, y es que es, para mí, su obra maestra total, la mejor película que ha conseguido rodar jamás y, por supuesto, uno de los puntales artísticos españoles del siglo XXI. Dejando aparte la original, la perfecta historia –Rosario Flores de torera, Leonor Watling de bailarina en coma, Javier Cámara de enfermero encantador-, está la potencia visual de lo que cuenta. Sólo el comienzo, con los planos en movimiento del baile del teatro y el corte a las caras emocionadas de los dos protagonistas en el público, hace casi que lloremos. Luego están las imágenes del toreo y del ritual de vestirse para salir a la plaza, con las que consigue, gracias a la sensibilidad con la que están rodadas, convertir los toros en magia pura y arte sublimado, alejado del mundo, eterno. Y por último está Caetano Veloso cantando las palabras más emocionantes y contenidas de toda la historia del cine, en ese concierto privado lleno de gente sentada, observando cómo entona despacito, al son del contrabajo, Cucurrucucú Paloma, y cómo se va el protagonista porque llora y porque, igual que los espectadores, acaba con los pelos de punta. Escena esta última que tiene el honor, por cierto, de haber sido plagiada por Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona con ridículo resultado.

Hable con ella 

Poster La piel que habito Otras películas suyas, también buenas pero no tanto, son La mala educación, Los abrazos rotos y esta última, La piel que habito. La de los sacerdotes tiene escenas impecables, como la del niño cantando Moon River delante de los curas en la comida, y tiene también una estructura temporal envidiable, que ya quisieran para sí muchos directores del antes-después, del aquí es pasado-aquí es flashback-aquí es sueño, que tan de moda están últimamente. Los abrazos rotos es, desgraciadamente, una película rota. No es mala la idea, ni es mala, faltaría más, la fotografía; pero sí están mal algunos actores y, lo más importante, sí está mal la historia. Y por último La piel que habito, que he ido a ver hace unos días al cine, cargado de esperanzas, y que me ha dejado más bien frío y con una sensación amarga en el paladar, de no saber si Almodóvar quiere que nos riamos del ridículo de algunas escenas, o quiere transgredir más y ser si cabe más original y se ha pasado. De todas formas, y a pesar de la historia absurdísima e idiota, y del tratamiento no del todo acertado que le da el director a esta adaptación de novela, creo que Antonio Banderas está más elegante, calculador e imponente que nunca, creo que Elena Anaya es una preciosidad en primeros planos, y creo que Alberto Iglesias es el mejor compositor español de bandas sonoras.

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Así que ya ven. Llorando y riendo he llegado hasta aquí una semana más. Y es que como dije al principio, el cine de este director tan nuestro y tan talentoso es así: como la vida misma. Como la suya, como la mía, como la de ustedes: llena de altibajos, de momentos felices y momentos desagradables, dolorosos, ridículos. La cuestión es que él sabe plasmarla en películas y es un artista de la imagen, y un creador de historias y personajes nato. Porque ya me dirán, si Almodóvar cogiera alguna historia de nuestra vida para sus películas. Sería igual que en la realidad, sería triste y aburrida, exagerada y tierna, alegre, ridícula. Pero sería todo esto y más porque sería más bella que nunca, sería arte, y porque además, a diferencia de la vida, el cine nunca termina.

19/9/11

Sangre añeja remozada

Poster Noche de miedo 
Dir.: Craig Gillespie
Int.: Anton Yelchin, Colin Farrell, Imogen Poots, Toni Collette, David Tennant, Christopher Mintz-Plasse, Dave Franco
¿De qué va?: La idílica vida estudiantil de Charlie Brewster cambia completamente cuando un viejo amigo le asegura que su nuevo y misterioso vecino, Jerry, es en realidad un vampiro que está saciando su sed de sangre con la población de Las Vegas. Aunque al principio Charlie rehúsa de sus sospechas, con el paso de los días irá dándose cuenta de que algo no va bien en la casa de al lado.

Reseña: La mayoría de los remakes acaban resultando flojos e innecesarios por dos vías diferentes: los que se limitan a copiar punto por punto el esquema del original se vuelven aburridos e ineficaces (véase Psicosis como ejemplo extremo), mientras que los que se aventuran a introducir cambios suelen naufragar porque éstos suelen traicionar la esencia del original. Pero yo no seré el que sentencie que todos los remakes son malos pues hay una larga lista de títulos modernos que merecen la pena como The Ring, The Italian Job, Amanecer de los muertos o El tren de las 3:10 a la que ahora habría que sumar Noche de miedo.

Noche de miedo2 
La película original destacaba por su desenvoltura al aunar terror de serie B con comedia, una parodia de las películas de vampiros que en ningún momento se tomaba demasiado en serio a sí misma. El remake dirigido por Craig Gillespie mantiene el tono intacto acentuado un poco más el terror, y aunque el hilo argumental sea prácticamente el mismo se han introducido varios cambios que modernizan la historia, como el carácter del protagonista, Las Vegas como singular ubicación de la trama o la introducción de nuevas y trepidantes secuencias con un sabio manejo del suspense a través del espacio, como el rescate de la vecina o la persecución por carretera (atentos fans del original al cameo que se produce en dicha escena).

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Si acaso el único cambio a peor de este remedo es el que atañe al personaje de Peter Vincent, pues el mago de Las Vegas que interpreta David Tennant no tiene ni el encanto ni el carisma del actor de películas de terror venido a menos al que daba vida Roddy McDowall en la original. En cambio, Colin Farrell interpreta a un vampiro mucho más amenazador y salvaje que el que encarnó Chris Sarandon, un depredador despiadado que vuelve a conferirle a los vampiros ese carácter animal que se ha perdido en los últimos años con tanto chupasangres dócil, y por cierto, la película no desaprovecha la ocasión para darle una buena colleja a Crepúsculo, sumándose a la causa de Rumores y mentiras de que otro tipo de cine ‘teen’ es posible.

Noche de miedo 
Si a todo lo dicho añadimos que Anton Yelchin le otorga una nueva dimensión emocional al personaje protagonista y que aun sin haberla visto en 3D creo que pagar el extra podría no ser tal malgasto de dinero como de costumbre, solo me queda decir que estamos ante un remake más que decente que suple el encanto de serie B de bajo coste de la original con buen hacer, más diversión sin pretensiones y respeto a los orígenes. Así es como debería ser siempre el ‘copia y pega’ habitual de Hollywood.

7/10

17/9/11

O.C: Gilda (1946)

Poster Gilda

¿De qué va?: Johnny Farrell es un jugador de poca monta que llega a Buenos Aires. Allí conoce a Ballin Mundson, el propietario de un lujoso casino. El recién llegado termina convirtiéndose en la mano derecha de su anfitrión, sin embargo, la relación entre ambos hombres comenzará a resentirse cuando Mundson regresa de un viaje acompañado de Gilda, una mujer con la que se ha casado y que casualmente comparte un tórrido pasado con Farrell.

Reputación: Gilda supuso la consolidación como mito erótico de Rita Hayworth, quien durante la década de los años 1940 llegó a convertirse en la actriz mejor pagada de Hollywood. La escena en la que se quita un guante de forma insinuante mientras canta “Put the Blame on Me” y en la que Glenn Ford le propina una bofetada son los dos momentos más recordados del filme, que fue considerado como ‘gravemente peligroso’ por la Iglesia Católica española. Con Ford volvería a repetir en otras dos películas, Los amores de Carmen y La dama de Trinidad, que no obtuvieron los resultados esperados. Pese a ser el de Gilda el papel más importante de la vida de Hayworth, supuso también el declive de su carrera, pues jamás consiguió igualar el éxito que le reportó dicho filme con sus trabajos posteriores. En el terreno personal tampoco tuvo mucha suerte, pues se casó hasta en 5 ocasiones, llegando a declarar ante la prensa una frase que se haría célebre: “Todos los hombres que conozco se van a la cama con Gilda y se despiertan conmigo”.

Gilda
Comentario: Gilda no es sólo el retrato de una mujer tan exuberante como compleja, sino también uno de los grandes triángulos amorosos de la historia del cine, tanto es así que incluso muchos ven cierta atracción homosexual entre los dos hombres de la vida de Gilda. Otro de los puntos destacados del filme es la forma en la que está retratada la relación entre Gilda y Farrell, una mezcla de deseo, amor, incomprensión y odio, esta última plasmada en una gran frase del personaje de Hayworth que dice “Te odio tanto que buscaría mi propia perdición para arrastrarte conmigo”. Sin duda alguna, Rita Hayworth es el cuerpo y el alma de la película, dotando a su personaje de una combinación perfecta de fuerza y vulnerabilidad y acaparando toda la atención desde el primer plano en el que aparece. No me acaba de convencer la resolución del triángulo amoroso, pero ver a Rita Hayworth cantando “Put the Blame on Me” mientras toca la guitarra o bailando embutida en un glamuroso traje negro merece mucho la pena por ser el culmen de la sensualidad.

Próximo visionado: El gran dictador (1940)

13/9/11

El rincón de Chechu: Un país de cine

Claro que sí. Y nadie se salva. Ancianos, niños, adultos, jóvenes, mujeres y hombres, abuelos y abuelas, todos y cada uno de nosotros. Ustedes, el vecino, yo mismo mientras tecleo, ese de la moto que oigo pasar por la calle. Aquí cada uno a lo suyo pero todos juntitos hacia el mismo pozo de mierda. Hacia el mismo destino insolvente que nos hemos buscado, llevados por la misma demagogia barata que nos hace caer la babilla, encantados de habernos conocido porque somos mu salaos, muy echaos p’alante y muy de vivir en los bares. La alegría de la huerta y de Europa, campeones del mundo y no sé cuántas cosas más, que en el fondo importan literalmente una mierda.

Orgullo español

Premios Goya Y se estarán preguntado de qué coño va a hablar este tío hoy, si esto es un blog de cine y nada tiene que ver con lo idiotas que somos generalmente los españoles. Pero nada más lejos de la realidad. Exactamente de eso voy a hablarles hoy. De nuestro país de cine y de la cantidad ingente de dinero que se desperdicia en subvencionar la mediocridad y el ridículo. De la cantidad de basura que producimos todos con nuestros impuestos. Y de por qué lo hacemos tan mal. Pero antes de comenzar quisiera aclarar una cosa: no voy a dar un solo nombre propio ni voy a mencionar ninguna cinta. Dejaré que ustedes pongan las caras y los apellidos, los trajes de gala de Goya y los títulos estúpidos de las películas, el culo redondito y con muchas curvas, las tetas que botan descontroladas. Y es que hay para elegir: desgraciadamente, aquí falta de todo menos vulgaridad y mal gusto.

No podemos dejar en manos del mercado el futuro de un arte como el cine. En eso estaremos todos de acuerdo: qué sería de nosotros si las únicas películas que se produjeran fuesen las que más gente va a ver a las salas. No hay más que mirar a Hollywood o a las listas de las más taquilleras de lo que va de año. Pura y asombrosa mierda, espectáculo burdo y barato, encargado de evadir a los pobres peones –que somos todos- de sus rutinarias y aburridas vidas, de hacer que dejemos de pensar durante un par de horas, de recaudar el mayor número de billetes y en fin, de propagar mediocridad y conformismo de la misma forma que lo hace la literatura barata –y más vendida-, la televisión de ciertos canales –de casi todos- y la música de las discotecas molonas –la número uno, cómo no, en la radio más escuchada.

Euros
Pues el cine es exactamente lo mismo. Un arte. Una forma de belleza. Una expresión emocional superior a nosotros mismos, capaz de sobrevivirnos y de transmitir cultura, tradición, Historia, pasiones, enseñanzas. Capaz de hacer que esa chica que estamos empezando a conocer nos agarre fuerte del brazo y de pronto descubra, al salir de la sala, que nuestros ojos tienen un color diferente por la noche; o que esa madre añore la piel suave de su hijo cuando era un bebé, ahora que su hijo tiene ya cuarenta años y vive muy lejos de ella. Sin embargo, no todos somos iguales –gracias a Dios- y no todos tenemos la misma sensibilidad para la literatura o para la música, no todos exigimos la elegancia de un cantaor o la mágica invención de palabras que no significan nada pero nos hablan de sexo al oído. Así que para evitar la debacle total, el Estado vela por ciertos intereses culturales que puedan sacarnos de vez en cuando del fango ponzoñoso que es el panorama del cine como entretenimiento. Hasta aquí, de acuerdo. Todo va –como decimos en este país tan jocoso y coñón- de puta madre.

Cine
El problema viene cuando la pasta se reparte por amiguismo, por nombre y apellidos o simplemente a cambio de especias. Yo no sé si ustedes habrán visto mucho cine español de éste idiota, de éste que destruye a los adolescentes. Y tampoco sé si han visto mucho cine español de ése que arrebata, que destruye pero después reconstruye, que deleita con imágenes bellas y con historias reales y pausadas, piano, piano, que arrancan lágrimas y después sonrisas. O solamente lágrimas.

Ministerio de Cultura
El mercado cinematográfico –es así, aceptémoslo de una vez- necesita nutrirse de películas entretenidas, modernas, atractivas a todos los espectadores y no muy exigentes. Cintas, para que ustedes me entiendan, de zombis rodadas a cámara en mano, estilo documental y rompedor, o cintas de presos que se amotinan y la lían parda en una cárcel de Zamora, o de marcianitos verdes que viven en un planeta con nombre de número. Y a ésas, después de haber sido leídos y analizados sus guiones por expertos –no por ministros de cultura, ya me dirán- a ésas hay que ayudarlas con algo de dinero público porque van a funcionar y son buen cine de entretenimiento y es lo que la industria necesita para soportar el nicho de, digamos, películas más exigentes que atraen a menos público. Sin embargo aquí le damos la billetera a algunos directores que han perdido el talento –si es que alguna vez lo tuvieron- y que ya sólo saben mostrar, o más bien ensuciar sus obras con el sexo bajuno y asqueroso que impregna sus propias neuras, o con las historias estúpidas y faltas de coherencia de las que ellos mismos, y nadie más, quedan prendados, y que ellos mismos, y nadie más, pueden escribir con su varita mágica de cineastas eternos e incorruptibles. Aquí nos untamos solitos la vaselina y dejamos que los actores guapos y jóvenes, espejos de virtudes, gocen con nuestra pasividad y nuestra ignorante entrega a lo mediocre, que escritores sin nada que decir, que no han echado un polvo en su vida y que no se han drogado en su vida, nos cuenten historias de sexo y de yonquis y de cómo los jóvenes se revuelcan con sus profes en la misma pocilga.

Mario Casas
Pero qué carajo vamos a hacerle, ya me dirán, si todos tenemos la culpa y todos somos igual de estúpidos. Aquí, en este país, es mejor callarse y bajar a tomar unas cañas –pagadas, por cierto, con dinero que no tenemos- que salir a la calle de mala hostia y pegar un par de gritos que asusten para que nos dejen de tomar por gilipollas e ignorantes. De la misma forma que nos dejamos joder por los políticos y por la tele, por los bancos y por las modas, por el qué dirán y el no vaya a ser yo el rarito, nos dejamos joder por el cine y por quien controla la pasta que lo hace posible.

Pero qué iban a esperar. Cada país tiene el cine que se merece. Y en uno en que el periódico más vendido habla sólo de fútbol y la revista más leída de las tetas de la vecina, a ver qué coño de películas íbamos a subvencionar.