14/9/17

Terrores no tan infantiles

Poster It

Dir.: Andrés Muschietti
Int.: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Finn Wolfhard, Sophia Lillis, Jack Dylan Grazer, Jeremy Ray Taylor, Chosen Jacobs, Wyatt Oleff, Nicholas Hamilton
¿De qué va?: En el pequeño pueblo de Derry, la vida de una pandilla de niños conocida como ‘El club de los perdedores’ da un giro inesperado cuando descubren que el culpable de las recientes desapariciones de niños de la localidad es un siniestro payaso que se hace llamar Pennywise, y que ahora se ha fijado en ellos para hacer realidad sus peores temores.

Reseña: No sé de dónde surgió mi animadversión a los payasos, pero no me extrañaría que haya sido por culpa de It, la miniserie de 1990 que adaptó para la televisión la novela homónima de Stephen King. Lo curioso es que nunca llegué a verla, jamás me hubiese atrevido siendo un niño, pero ver a ese payaso diabólico en la carátula del VHS en el videoclub, en el centro comercial o donde fuese, me daba mucha grima y aprensión. Siendo ya un hombre “hecho y derecho” me atreví a leer la mastodóntica novela, y ahora nos llega su adaptación cinematográfica, centrada en la parte que corresponde a la infancia de los protagonistas para así abordar la trama con ellos de adultos en una secuela que ya es más realidad que hipótesis, debido al enorme éxito que ha tenido la película en su primer fin de semana en la cartelera. Que Tim Curry haya convertido al diabólico Pennywise en uno de los villanos más terroríficos del imaginario colectivo es sin duda una de las razones del fenómeno; la otra, el furor por los ‘revivals’ ochenteros que ha provocado Stranger Things, serie que, a su vez, bebe mucho de las fuentes literarias de King.

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Siempre nos quedará la duda sobre cómo hubiera sido It si la hubiese dirigido Cary Fukunaga, tal y como iba a ocurrir en un principio, pero al margen de eso, lo que nos ha llegado finalmente a los cines es una película de terror más que correcta en la que su director, Andrés Muschietti, presenta pasajes de terror no especialmente aterradores u originales, pero sí efectivos y bastante explícitos para tratarse de una cinta protagonizada por críos; la calificación R no sólo permite que la violencia sea muy gráfica, sino que los chavales puedan ser más naturales, sin coartar su malhablada libertad de expresión. Lo que realmente eleva a It es el excelente trabajo de fotografía realizado por el coreano Chung-Hoon Chung, el reparto y lo que cuenta, una durísima pero bella historia sobre el papel que juega la confrontación con los miedos en la aventura de crecer. El miedo a la muerte, a la pérdida, a los monstruos, al dolor… no son más que temores que adquirimos cuando el mundo de los adultos choca y contamina la inocencia propia de la niñez, y no hay poder más infalible para superarlo y/o sobrellevarlo que el de la amistad, honesta, comprensiva y libre de prejuicios, que se forja en edades tempranas.

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La fórmula es harto conocida pero infalible cuando se hace un trabajo de casting tan bueno como el que se hizo en Cuenta conmigo, Strangers Things o aquí, porque sí, la personalidad de los niños ya viene perfectamente definida en el guion, pero los jóvenes actores que les dan vida aportan un carisma, una empatía y una química conjunta que no se encuentra sobre el papel y que es muy difícil de lograr. Todos están geniales, aunque los roles más agradecidos sean los de Jaeden Leberher, Finn Wolfhard, Jack Dylan Grazer y Sophia Lillis, esta última una gran revelación con madera de estrella a la altura de Millie Bobby Brown, la icónica Eleven de la serie de Netflix. En cuanto a Bill Skarsgård, da la talla como Pennywise sin tener que imitar a Tim Curry. Su versión del payaso diabólico pierde sutilidad y socarronería respecto a la anterior, pero es mucho más desquiciada y monstruosa, lo que convierte sus esporádicas apariciones en un terrorífico placer culpable. En definitiva, un más que digno sucesor y el pasaporte perfecto para que el pequeño del clan Skarsgård se labre su propia carrera meteórica.

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Salvo por unos pasajes muy complicados de adaptar en una cinta comercial, la película de Muschietti se mantiene bastante fidedigna al relato de Stephen King, y tal vez sea esa literalidad lo que provoque, junto a los rutinarios sustos, la ausencia de innovación o sorpresa, porque estamos hablando de una novela y una miniserie que han tenido una influencia capital en el género fantástico y de terror. Pero en cualquier caso se trata de una película muy eficaz, con una gran historia que contar, estupendos protagonistas, un villano a la altura y secuencias tremendas, algunas por terroríficas y otras por la ternura y la simpatía que desprenden. Todo ello garantiza que volvamos para una segunda ronda en la que se completará un díptico sobre la amistad y el miedo como fuerzas contrapuestas pero necesarias para sobrevivir a las numerosas amenazas del mundo que nos rodea.

7’5/10

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