8/9/20

Tenet – Revoltijo de palíndromos


Dir.: Christopher Nolan
Int.: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Dimple Kapadia, Himesh Patel, Aaron Taylor-Johnson, Michael Caine, Clémence Poésy
¿De qué va?: En el mundo del espionaje internacional, un hombre prefiere morir antes que entregar a sus compañeros. Tras conseguir superar esta difícil prueba, tendrá una importante misión: evitar una nueva amenaza mucho más peligrosa que la tercera guerra mundial.

Reseña: Tras esa modélica y trepidante inmersión bélica que supuso Dunkerque (2017), se anunció que el siguiente proyecto de Christopher Nolan sería un revolucionario thriller de espionaje y ciencia ficción en la línea de Origen (2010), lo cual ya era una declaración de intenciones de que nos iba a volar la cabeza. Así, Tenet se estrena con un doble cometido: ofrecer un espectáculo de acción que se convierta en un fenómeno de masas como hizo el film protagonizado por Leonardo DiCaprio en su día, y proporcionar oxígeno a los cines cuya afluencia ha mermado entre medidas anti-COVID y escasez de estrenos importantes. A menos que se odie el cine de Nolan, uno acude a la sala del cine a ver Tenet tan encantado de apoyar a los blockbusters originales como entregado a pasárselo pipa… y por eso duele tanto que el nuevo juguetito del “visionario director” no esté a la altura de su reluciente aspecto.


Christopher Nolan va más allá en su obsesión con el tiempo articulando una trama en la que el tiempo progresivo y el regresivo convergen de una manera nunca vista. El principal problema es que no expone tan bien las normas por las que se rige esta realidad como sí lo hacía en 
Origen. La explicación inicial impartida por Clémence Poésy resulta deficiente, y la cosa va a peor según va añadiendo nuevos elementos e información a lo largo del metraje. Es complicado implicarse en lo que sucede en una película cuando no sabes bien ni el qué ni el cómo ni el por qué de lo que ocurre, menos aún si el componente emocional tampoco funciona. Da la impresión de que Nolan se ha esforzado tanto en el apartado de la ciencia ficción que para el componente emocional de la película ha tirado de manual de primero de guion, tirando de clichés tan trillados como el del villano ruso y la mujer en apuros cuya única preocupación es el bienestar de su hijo.

En cuanto al protagonista, se trata de un avatar de personalidad desconocida que ejerce de vagón de montaña rusa para el espectador. En estos casos, se requiere de un actor con el suficiente carisma como para rellenar los huecos del guion, y John David Washington está aún demasiado verde como para cumplir tal empresa, por muy bien que le sienten los trajes. Esto resulta más obvio cuando se le junta en pantalla con Robert Pattinson, que da empaque y magnetismo a un rol que funciona como un mecanismo más de la trama. Elizabeth Debicki hace lo que puede con un personaje bastante irritante y que no le supone ningún esfuerzo, mientras que Kenneth Branagh cumple aunque en ocasiones se pase de sobreactuado.

Tenet nos lo pone difíciles a los que hemos defendido el cine de Nolan hasta la fecha. La película está compuesta por una serie de espectaculares y ruidosos set-pieces de accción entrelazados por una trama expuesta de manera confusa, enarbolada por diálogos crípticos y engolados y una banda sonora compuesta por Ludwig Göransson intentando emular a Hans Zimmer; el resultado es una machacona partitura que se asemeja demasiado al ruido que hacen las obras de los vecinos que te despiertan por la mañana. Efectivamente, nunca hemos visto nada igual a la forma en la que Nolan juega aquí con el espacio-tiempo, pero el invento queda deslucido con una presentación tan endeble y confusa y, sobre todo, ante la falta de un "tótem emocional", como aquella peonza cuyo movimiento giratorio dejó hace una década a la audiencia mundial al filo de la butaca.

6/10

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