20/6/19

X-Men: Fénix oscura – Cenizas a las cenizas



Dir.: Simon Kingberg
Int.: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Sophie Turner, Nicholas Hoult, Tye Sheridan, Jessica Chastain, Kodi Smit-McPhee, Alexandra Shipp
¿De qué va?: Durante una misión de rescate de los X-Men en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esta fuerza no solo la ha hecho infinitamente más poderosa, sino también más inestable. Mientras lucha con la entidad que habita en su interior, Jean desata sus poderes de formas que no puede controlar ni comprender.

Reseña: La gran energía con la que arrancó X-Men: Primera generación (2011) se ha ido diluyendo con cada entrega posterior de la franquicia de los mutantes. Días del futuro pasado (2014) tenía que haber sido el final de la trilogía y no un episodio intermedio (tal y como confirmó Matthew Vaughn recientemente) y Apocalipsis (2016) tenía mucho problemas, pero sobre todo, que jamás transmitía la amenaza inminente de una hecatombe mundial. De igual modo, Fénix oscura no da la sensación de que nos encontremos ante el gran colofón de una saga iniciada hace ya casi 20 años, sino con un episodio intermedio, o un spin-off, que no tiene nada nuevo que contar.


Se supone que la idea era rehacer el arco del cómic de Fénix oscura que ya se llevó a la pantalla en X-Men: La decisión final (2006), con un resultado tan negativo que aprovecharon Días del futuro pasado para deshacer todo lo que sucede en ella. Pero puede que hubiese sido mejor contar con alguien nuevo en vez de con uno de los guionistas de aquella, Simon Kingberg, cuyas ganas de redimirse no se han traducido en un guion a la altura de las mejores entregas de una saga. La única novedad temática reside en poner en tela de juicio la egolatría de Charles Xavier (James McAvoy), el resto, más de lo mismo: la admiración de los humanos hacia los mutantes que se convierte en miedo cuando a uno de estos se le va la cabeza, el concepto de familia como la única salvación de la soledad mutante, que si se tiene o no se tiene propensión genética para la maldad…. Todos estos temas son plasmados en una historia que avanza de forma mecánica y caprichosa, con unas líneas de diálogo simplonas que parecen sacadas de primero de guion.


La desidia de buena parte del reparto tampoco ayuda demasiado, en especial la mostrada por Michael Fassbender y Jennifer Lawrence, esta última dando carpetazo a la delirante evolución que ha tenido el personaje de Mística debido a su creciente fama, radicalmente opuesta a las ganas de la actriz de pasarse tantas horas en la sala de maquillaje. También es una lástima que tras años siendo tentada a formar parte de una película de superhéroes, Jessica Chastain se haya decidido finalmente por esta, para dar vida a una villana inexpresiva e infrautilizada. La única que parece entregada a la causa es Sophie Turner intentando aprovechar la oportunidad para consolidarse fuera de Juego de tronos, pero todo le va a la contra, mientras que el resto del casting joven está ahí para dar vidilla a las secuencias de acción y poco más.


No es que X-Men: Fénix oscura sea mala, sino que causa indiferencia. Cuenta con una buena partitura de Hans Zimmer y no aburre (¡faltaría más!) pero tampoco provoca ninguna emoción ni genera especial interés por el devenir de los personajes, pese a que ya sean viejos conocidos. No justifica su existencia aunque, al tiempo que desarrolla la historia de Jean Grey, intente dar un cierre al arco de la relación entre Magneto y Charles Xavier, que comenzó en Primera generación y que tendría que haber sido la piedra angular de esta tetralogía, en vez de haberse quedado en segundo plano. Los mutantes de Fox se despiden en baja forma, a la espera de ver en qué forma son reinventados e integrados en el MCU, aunque no les vendría nada mal tomarse un buen tiempo de descanso.

5/10

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