¿De qué va?: Un premio de 5.000 de la lotería cambia para siempre la vida de un minero reconvertido en dentista y la de su mujer.
Reputación: Adaptación cinematográfica de la novela McTeague: Una historia de San Francisco (1899) de Frank Norris, a su vez inspirada en un homicidio que tuvo lugar en San Francisco. Su director, Eric von Stroheim, grabó más de 85 horas de metraje y se obsesionó con la exactitud durante el rodaje. Avaricia fue una de las primeras películas de la historia que se rodaron íntegramente en exteriores. El rodaje se prolongó durante dos años, de los cuales se emplearon dos meses para filmar la última escena en el Valle de la Muerte, donde muchos miembros del reparto y el equipo enfermaron. Stroheim utilizó técnicas de filmación sofisticadas para la época como la fotografía con profundidad de foco y la edición de montaje. Durante la filmación, la productora de la cinta, Goldwyn Company, se fusionó con Metro Pictures, poniendo al productor Irving Thalberg al frente de Avaricia. Stroheim y Thalberg ya se conocían de antes: el primero había sido despedido de Universal Pictures por orden de Thalberg debido a su temperamento y su costumbre de sobrepasar horarios y presupuestos.
La película finalizada ocupaba 42 bobinas, y Thalberg pidió a Stroheim que la redujera a 24. El director quería que Metro la estrenara en dos partes, a lo que el productor se negó en rotundo. Aun siendo reducida a 24 bovinas, el estudio no estaba del todo satisfecho con la duración, así que Stroheim le pasó la película a su amigo, el director Rex Ingram, quien a su vez se la dio a su montador, Grant Whytock. Este último redujo el film a 18 bobinas, eliminado por completo una subtrama. El estudio tuvo que estrenar en cines el montaje original por obligaciones contractuales, pero la versión definitiva contó con más recortes para que se quedara en las dos horas de metraje, algo que disgustó completamente a Stroheim. Avaricia fue un desastre de taquilla, pero con el tiempo se revalorizó como una de las mejores películas de todos los tiempos. Al no disponer de ninguna copia del montaje original de Stroheim, se realizó una versión reconstruida del mismo a partir de material de archivo y fotografías fijas de las escenas perdidas que se estrenó en 1999.
Comentario: Siendo yo alguien al que le da mucha pereza ponerse una película que sobrepase las dos horas de duración, dudo mucho que el montaje de cuatro horas de Avaricia me guste más que la versión que he podido ver en Filmin, y que no me transmite en absoluto la sensación de estar incompleta. Avaricia me ha parecido la película muda más moderna que he visto hasta la fecha, no solo por sus proezas técnicas y por no haber sido rodada en estudio, sino también porque su historia poco tiene que ver con las formas ingenuas y melodramáticas del cine mudo. Con imágenes poderosísimas influenciadas por el expresionismo alemán, como la de las manos con dedos afilados y alargados que se ciernen sobre el dinero, la película de Stroheim es un tratado descarnado del lado oscuro del ser humano; la corrupción del alma humana, el amor y la amistad por culpa de la codicia y al egoísmo, dos monstruos que se van haciendo más y más grandes hasta destrozar la vida de los tres protagonistas de la historia. Una película tan fascinante como la historia de su concepción.
"Regalitos así tengo miles, aunque a veces no sepa que son..." Titus (@titisiima_89) regresa a Hora de cotufas para un episodio en el que nos sinceramos sobre nuestra obsesión coleccionista y/o síndrome de Diógenes: cuándo empezamos a acumular cosas, cómo hemos vivido la evolución de formatos de nuestras videotecas, cuáles son nuestras posesiones más preciadas y mucho más. Todo con el propósito de entender por qué, al igual que Ariel, nos gusta acumular objetos relacionados con aquello que nos chifla.
Jojo Rabbit > Las niñas > Nunca, casi nunca, a veces, siempre > Diamantes en bruto > Soul > La estafa > Under the Skin > Verano del 85 > La mujer americana
Premio especial de los seguidores 1ºJojo Rabbit(42,3%) 2ºWolfwalkers (38,5%)
Mejor dirección Robert Eggers por El faro David Fincher por Mank Jonathan Glazer por Under the Skin Eliza Hittman por Nunca, casi nunca, a veces, siempre Ben & Joshua Salfdie por Diamantes en bruto
Mejor actor protagonista
Riz Ahmed por Sound of Metal
Anthony Hopkins por El padre
Hugh Jackman por La estafa
Gary Oldman por Mank
Robert Pattinson por El faro
Adam Sandler por Diamantes en bruto
Mejor actriz protagonista Morfydd Clark por Saint Maud Scarlett Johansson por Under the Skin Sienna Miller por La mujer americana Carey Mulligan por Lo que arde con el fuego Charlize Theron por El escándalo Renée Zellweger por Judy
Mejor actor de reparto
Sacha Baron Cohen por El juicio de los 7 de Chicago
Willem Dafoe por El faro
Bill Murray por On the Rocks
Paul Raci por Sound of Metal
Mark Rylance por El juicio de los 7 de Chicago
Alberto San Juan por Sentimental
Mejor actriz de reparto Olivia Colman por El padre Verónica Echegui por Explota, explota Christina Hendricks por La mujer americana Scarlett Johansson por Jojo Rabbit Amanda Seyfried por Mank Marisa Tomei por Frankie y El rey del barrio
Mejor guion original Ronald Bronstein, Ben Safdie y Joshua Safdie por Diamantes en bruto Pete Docter, Mike Jones y Kemp Powers por Soul Robert Eggers y Max Eggers por El faro Eliza Hittman por Nunca, casi nunca, a veces, siempre Aaron Sorkin por El juicio de los 7 de Chicago
Mejor guion adaptado Eleanor Catton por Emma. Cesc Gay por Sentimental François Ozon por Verano del 85 Taika Waititi por Jojo Rabbit Florizan Zeller y Christopher Hampton por El padre
Mejor montaje
Diamantes en bruto
El faro
El juicio de los 7 de Chicago
Mank
El padre
Mejor fotografía
JarinBlaschke por El faro
Roger Deakins por 1917
Dan Landin por Under the Skin
Eric Messerschmidt por Mank
Jörg Widmer por Una vida oculta
Mejor diseño de producción
1917
Explota explota
Emma.
Jojo Rabbit
Mank
Mejor vestuario
Emma.
Jojo Rabbit
Mank
Prom
Wonder Woman 1984
Mejor banda sonora
Mica Levi por Under the Skin
James Newton Howard por Una vida oculta
Trent Reznor, Atticus Ross y Jonathan Batiste por Soul
Isobel Waller-Bridge por Vita & Virginia
Isobel Waller Bridge y David Schweitzer por Emma.
Mejor canción original "Boss Bitch" de Aves de presa "Husavik" de Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga "Identical" de On the Rocks "Only the Young" de Miss Americana "Track 8" de Personal Assistant
Mejores efectos visuales 1917 Tenet Tyler Rake Under the Skin Wonder Woman 1984
Mejor película de habla no inglesa
Las niñas (España)
No creas que voy a gritar (Francia)
Solo nos queda bailar (Suecia)
Temblores (Guatemala)
Verano del 85 (Francia)
Mejor película de animación La invasión de los osos en Sicilia Onward Soul Las vidas de Marona Wolfwalkers
Mejor reparto
Emma.
Jojo Rabbit
El juicio de los 7 de Chicago
Mank
El padre
Mejor dirección novel
Autumn de Wilde por Emma.
Rose Glass por Saint Maud
Darius Marder por Sound of Metal
Pilar Palomero por Las niñas
Florian Zeller por El padre
Mejor actor revelación
Levan Gelbakhiani por Solo nos queda bailar
Roman Griffin Davis por Jojo Rabbit
Kelvin Harrison Jr. por Un momento en el tiempo y Personal Assitant
Jake Horowitz por The Vast of Night
Archie Yates por Jojo Rabbit
Mejor actriz revelación
Maria Bakalova por Borat, película film secuela
Andrea Fandos por Las niñas
Sidney Flanigan por Nunca, casi nunca, a veces, siempre
Marina Di Girolamo por Ema
Griselda Siciliani por Sentimental
Mejor escena
El baile de debutantes de Borat, película film secuela
El cuestionario de Nunca, casi nunca, a veces, siempre
El final de Saint Maud
El plano secuencia de Tyler Rake
La discoteca de Verano del 85
Premio especial ¿Tanto bombo para esto? Hillbilly: Una elegía rural Lucy in the sky Mulán Tenet
Recuento de premiados
El faro: Mejor película, actor de reparto y fotografía Jojo Rabbit: Premio especial de los seguidores, guion adaptado y actor revelación El juicio de los 7 de Chicago: Mejor guion original, montaje y reparto Mank: Mejor actriz de reparto y diseño de producción Las niñas: Mejor película de habla no inglesa y dirección novel Nunca, casi nunca, a veces, siempre: Mejor actriz revelación y escena Diamantes en bruto: Mejor dirección El padre: Mejor actor protagonista La mujer americana: Mejor actriz protagonista Emma.: Mejor vestuario Under the Skin: Mejor banda sonora Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga: Mejor canción Tenet: Mejores efectos visuales Soul: Mejor película de animación
Dir.: Clea DuVall Int.: Kristen Stewart, Mackenzie Davis, Alison Brie, Aubrey Plaza, Dan Levy, Mary Holland, Victor Garber, Mary Steenburgen ¿De qué va?: Los planes de una joven de proponer matrimonio a su novia durante la fiesta anual de vacaciones de su familia se van al traste cuando descubre que su pareja aún no ha salido del armario para sus conservadores padres.
Reseña: Las películas navideñas tienen una fecha de caducidad más corta que un yogurt. Aunque en algunas cadenas de televisión las empiezan a programar en noviembre, su consumo suele darse en un plazo de unos 25 días, pues aunque el período estival no termina en España hasta que llegan los Reyes, a nadie le apetece ver una película de esta temática tras la visita de Papá Noel. Tras cancelarse su estreno en cines españoles, La estación de la felicidad llegó en alquiler a plataformas digitales el 23 de diciembre, justo a tiempo para la Navidad pero con muy poco margen; sin saber cifras, apuesto lo que sea a que el número de alquileres dio un bajonazo tres días después de su lanzamiento. Igualmente, la película de Clea DuVall merece trascender más allá de la Navidad, o al menos ser recuperada el próximo diciembre.
La estación de la felicidad hace con el género navideño lo que Con amor, Simon (2018) hizo con el adolescente: llevar la temática LGTBIQ+, tan arraigada al cine independiente, al mainstream. Algo que a priori parece tan simple y fácil es, en realidad, la conquista de un territorio históricamente blanco, tradicional y conservador. Y por suerte, la película no es tan vergonzosa como la gran mayoría de las coetáneas que las cadenas de televisión programan en las tardes de sábado y domingo, gracias a un reparto de primera línea y un guion, escrito entre DuVall y Mary Holland, que vive la fantasía navideña sin ironías, desarrollando una trama de malentendidos y dobles sentidos de corte clásico pero con calado moderno y progresista, y que presta atención a los personajes y sus relaciones sin dejar nunca de ser divertido.
Lo que más me chirría del conjunto es que me cuesta desear que todo termine bien para la pareja protagonista dado el comportamiento tremendamente egoísta del personaje de Mackenzie Davis. Esto se agrava aún más cuando se presenta una maravillosa alternativa en forma de Aubrey Plaza, que quizás nunca fue contemplada como tal por Kristen Stewart, pero de cara a la galería salta a la vista quién es mejor material de novia para la muchacha... y con quien tiene más química también. Aunque para que una comedia romántica funcione es fundamental que anhelemos que la pareja protagonista acabe junta, cosa que La estación de la felicidad no termina de conseguir, la película se salva por el enorme encanto que desprende tanto su reparto (pese a todo seguiremos queriendo a Davis), como el conjunto en sí. Soy consciente de que no motiva ver una película navideña en enero, pero espero que no nos olvidemos de ella y que pueda formar parte de esa colección de clásicos navideños a los que recurrimos cada año para entrar en el familiar calor de esta señalada época.
¿De qué va?: En vísperas de su boda, un diplomático de vacaciones en el lago Annecy se reencuentra con una vieja amiga. A través de ella, conoce a dos hermanastras adolescentes, Laura y Claire. Mientras Laura intenta coquetear con él, su fantasía se centra en querer acariciar la rodilla de Claire.
Reputación: Quinta entrega de de la colección de Los Seis Cuentos Morales de Éric Rohmer. Fue su segunda película rodada en color pues, tal y como el propio Rohmer explicó, “la presencia del lago y de las montañas es más fuerte en color que en blanco y negro. Es una película que no me podía imaginar en blanco y negro”. El largometraje recibió numerosos reconocimientos a nivel internacional, entre los que se encuentra el premio Louis Delluc al mejor film francés del año, la Concha de Oro a la mejor película del Festival de San Sebastián de 1971 y la nominación al Globo de Oro a la mejor película extranjera.
Comentario: Si bien la premisa de un señor mayor detrás de dos adolescentes da bastante grima, Rohmer se las ingenia para que La rodilla de Claire no resulte problemática ni vista ahora (aunque también es probable que quien busque indignarse se indignará). Jérôme (Jean-Claude Brialy) empieza flirteando con Laura (Béatrice Romand) que resulta ser más espabilada de lo que él creía, pero termina obsesionándose con Claire (Laurence de Monaghan), una muchacha que está saliendo con un chico que salta a la vista que no la merece. La particular fascinación que siente Jérôme por la rodilla de la joven no es tanto un fetichismo como un propósito simbólico que alcanzar antes de su inminente boda, aunque la cámara de Rohmer enfoca la susodicha rodilla de tal manera que nosotros mismos también sentiremos atracción hacia ella. La película es una muestra más del don que tiene el cineasta francés para expresar los conflictos internos y anhelos de unos personajes fantásticos (mi favorita es la amiga escritora que ha perdido el interés por los hombres) a través de unos diálogos de precisión sentimental quirúrgica. Con el lago de Annecy como espectacular marco, La rodilla de Claire es, en definitiva, uno de los mejores cuentos de Rohmer.
Dir.: George C. Wolfe Int.: Viola Davis, Chadwick Boseman, Colman Domingo, Glynn Turman, Michael Potts, Jeremy Shamos ¿De qué va?: En 1927, se desatan las tensiones entre Ma Rainey, considerada la Reina del Blues, su agente y su productor, que quieren tener el control de su música. Durante este conflicto también se enfrenta a los miembros de la banda, sobre todo con su trompetista, Levee, un hombre ambicioso que quiere conseguir su propio nombre en la industria musical.
Reseña:Ma Rainey fue una de las primeras cantantes de blues que actuaron acompañadas de una orquesta de jazz. Sus éxitos la llevaron a ser conocida por el sobrenombre de “la madre del blues”, aunque sea una figura menos popular que algunas de sus sucesoras, como Billie Holliday. Ma Rainey’s Black Bottom es una pieza teatral de August Wilson que se ha reconvertido en película para Netflix y que se centra tanto en Ma Rainey como en Levee, un trompetista de su banda que no está basado en nadie real, a lo largo de una jornada de grabación en la que salen a relucir las secuelas que ha dejado la discriminación racial, de clase y de género en aquellos que la han sufrido de lleno. Un aparato discriminatorio contextualizado en los Estados Unidos de los años 20 y que, oh sorpresa, sigue siendo reconocible en la sociedad contemporánea; véase el la disputa legal que ha mantenido Taylor Swift por los derechos de sus canciones o la violencia policial hacia la comunidad afroamericana.
De August Wilson también era el texto original deFences (2016),pero Viola Davis no es lo único que tienen estas dos películas en común: tanto una como la otra arrastran una puesta en escena perezosa, con nula imaginación y muy deudora de sus orígenes teatrales. La labor como director de Goerge C. Wolf se limita a plantar la cámara delante de sus actores y confiar en que ellos hagan la magia, y lo hacen, por lo que consigue salvar los muebles. Es cierto que Chadwick Boseman realiza aquí la mejor interpretación de su tristemente interrumpida carrera, lo cual parece que le llevará a ganar un Oscar póstumo, ahora bien: la abundancia de monólogos exaltados del guion hacen que su interpretación sea mucho más teatral que cinematográfica. Solo alguna secuencia con un montaje con algo de ritmo hacen que se nos pase la sensación de que estamos asistiendo a teatro filmado.
Curiosamente, Boseman está más en “modo Viola Davis” que la propia Viola. Es decir, mientras que él realiza una interpretación más gritona y excesiva, Davis está más contenida de lo que su fuerte caracterización nos puede hacer creer y de lo que nos tiene acostumbrados. La oscarizada actriz está estupenda aunque queda relegada a un segundo plano en una película que, paradójicamente, se titula a propósito de su personaje. Otra de las rarezas de La madre del blues es que mantiene a sus dos protagonistas separados la mayor parte del tiempo, desaprovechando la oportunidad de generar un duelo actoral cara a cara entre ambos. Afortunadamente, La reina del blues no dura más de 90 minutos, lo cual evita que se convierta en un visionado pesado, pero más allá del lucimiento actoral de su pareja protagonista, no tiene mucho más, ni siquiera blues.
Dir.: Regina King Int.: Kingsley Ben-Adir, Eli Goree, Aldis Hodge, Leslie Odom Jr., Lance Reddick, Christian Magby, Joaquina Kalukango, Nicolette Robinson ¿De qué va?: Tras derrotar a Sonny Liston en 1964, Cassius Clay pasa una noche con Malcom X, Sam Cooke y Jim Brown en la que comparten sus pensamientos sobre sus responsabilidades como personas influyentes y sobre la lucha por las libertades civiles de la comunidad negra.
Reseña: En la estupendísima y muy recomendable miniserie Mrs. America (2020), se puede apreciar que, a diferencia de la férrea unidad de las conservadoras antifeministas, las mujeres que luchaban por la aprobación de la Enmienda de Igualdad de Derechos no siempre estaban de acuerdo con la forma en la que debían de actuar. Es algo que se puede ver a día de hoy en Twitter, la red social crispada por excelencia: de tanto en tanto, surgen debates en torno a la legitimidad activista de ciertas acciones: ¿fue la salida de armario de Pablo Alborán un acto de reivindicación LGTBIQ+? ¿Podemos considerar feminismo a los vestidos de Nochevieja de Cristina Pedroche? ¿Ayuda en algo que las estrellas de Hollywood salgan en un video exageradamente sobrio disculpándose por su responsabilidad en el racismo institucionalizado?
Tras convertirse en la reina indiscutible de la televisión norteamericana y ganar el Oscar, Regina King da el salto a la dirección con Una noche en Miami… adaptación cinematográfica de una pieza teatral de Kemp Powers que imagina un encuentro hipotético entre cuatro nombres propios de la comunidad afroamericana de los años 60: el activista Malcom X, el cantante Sam Cooke, el deportista Jim Brown y el boxeador Cassius Clay poco antes de rebautizarse como Muhammad Ali. Los cuatro se reúnen para celebrar la última victoria en el ring de Clay, pero en determinado momento de la noche, surge un conflicto entre ellos a cuenta el rol que desempeñan en la lucha contra la discriminación racial. ¿Es suficiente ocupar una posición social privilegiada normalmente reservada a los blancos? ¿Es necesario hacer un activismo explícito? ¿Son las posturas radicalizadas contraproducentes? ¿Hasta qué punto debe estar condicionada una figura pública por el efecto ejemplarizante que produce en el público?
Una noche en Miami… prefiere plantear preguntas a ofrecer respuestas, lo que la convierte en un estupendo ejercicio de reflexión que evita caer en los discursos, los monólogos y las frases lapidarias pese a su naturaleza teatral y a contar con personajes que se prestan a ello. No es tanto un acto de “humanizar” a esos cuatro iconos, sino de situarlos en un ambiente íntimo y privado donde puedan mostrar sus dudas, inseguridades y temores como hacemos cualquiera de nosotros al quedar con un amigo para contarnos nuestros problemas. La puesta en escena de Regina King es ágil y elegante, impidiendo que se le pueda atribuir la etiqueta de “teatro filmado”, destacando en la dirección de cuatro actores que en ningún momento son sobrepasados por la figura que representan. De ellos destacan Kingsley Ben-Adir como Malcolm X y Leslie Odom Jr. como Sam Cooke, pues también son los personajes con mayor peso dramático en el film.
Una noche en Miami… adolece de una introducción demasiado alargada, pues el conflicto no estalla hasta que ya ha transcurrido una hora de metraje. También deja la sensación de que hay temas y cuestiones importantes a los que no se les presta la atención que se merecen, como todo lo que tiene que ver con el personaje de Jim Brown, pero me gusta que sea una película que prefiera abrir debate que sentenciar verdades absolutas, además de ser tan humilde pese a la ambición inherente a la premisa. Regina King sigue sin dar ni un paso en falso en su estreno como directora, con un film muy propicio para los tiempos que corren. Una recomendación: cuando lleguen a su emotivo final no paren la película de inmediato y deléitense con Speak Now, la canción original que acompaña a los créditos y que debería ser una de las varias nominaciones que consiga la película en los próximos Oscar.