4/11/18

El milagro de la inocencia

Poster lazzaro Feliz


Dir.: Alice Rohrwacher
Int.: Adriano Tardiolo, Agnese Graziani, Luca Chikovani, Alba Rohrwacher, Sergi López, Natalino Balasso, Tommaso Ragno, Nicoletta Braschi
¿De qué va?: Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y que es controlada por la Marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca, son explotados y, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, el joven se hace amigo de Tancredi, el hijo de la Marquesa, cuando éste decide fingir su propio secuestro y permanecer en un escondite de Lazzaro.

Reseña: Los seres de una bondad férrea solo pueden encontrarse en los cuentos clásicos. El mundo es demasiado cínico, competitivo y abyecto como para permitir que la inocencia propia de la niñez sobreviva a la vida adulta. Con el paso del tiempo todos nos corrompemos, ya sea por iniciativa propia o por resultado de los golpes que da la vida. Todos menos Lazzaro, un joven campesino que es pura luz. Él representa el estrato más bajo de la escala de mando y poder por la que se rige La Inviolata, su aislada aldea: la Marquesa gobierna, sus lacayos vigilan por que se acaten sus órdenes, los granjeros trabajan en unas condiciones deplorables, y Lazzaro asume las labores más esforzadas y engorrosas que le adjudican estos últimos sin rechistar, con una sempiterna expresión serena y de paz dibujada en su rostro.

Lazzaro feliz1

Un buen día, conoce al hijo de la Marquesa, caprichoso, vicioso, egoísta, todo lo contrario a Lazzaro, pero entre ambos surge una amistad de la que uno se aprovecha para beneficio propio, mientras que el otro la asume con la curiosidad de encontrarse con alguien tan diferente al ambiente en que se ha criado. No es demasiado conveniente entrar en detalles de la trama del nuevo film de Alice Rohrwacher, pues aun sin ser una película en absoluto efectista, se reserva un giro hacia mitad del metraje que merece ser descubierto de forma natural. El salto narrativo con doble tirabuzón resulta tan loco como sutil, y emparenta directamente a la película con el realismo mágico de Buñuel, pero desprovisto del característico mordiente del director de Los olvidados (1950). Aunque  la película esté compuesta de dos partes muy diferenciadas, una rural, la otra urbana, ambas se retroalimentan para dar forma a una parábola espiritual sobre la viabilidad de la bondad en la sociedad.

Lazzaro feliz2

El debutante Adriano Tardiolo presta cuerpo y alma al taciturno y candoroso Lazzaro, quien, sin quererlo ni beberlo, emprende un viaje en el que ejercerá de mártir de los pecados de un mundo al que él parece no pertenecer. Rohrwacher filma con un estilo equilibrado que no cae ni en el feísmo ni en el barroquismo. No carga las tintas, ni juzga a los personajes, ni ejerce superioridad o adoctrinamiento moral. Hay espacio para la comedia, el drama, el conflicto de clases, la crítica social, las alegorías místicas, el humanismo y la picaresca, y nunca se pasa de rosca en nada. La película es tan rara avis como su protagonista, una de las mejores obras que ha producido la cinematografía italiana en lo que va de siglo y un pequeño prodigio artístico, aunque, a fin de cuentas, nos devuelva un reflejo de la condición humana en absoluto reconfortante.

8’5/10

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