13/2/20

El escándalo – En territorio facha y hostil



Dir.: Jay Roach
Int.: Charlize Theron, Nicole Kidman, Margot Robbie, John Lithgow, Kate McKinnon, Allison Janney, Mark Duplass, Connie Britton, Malcolm McDowell
¿De que va?: Al frente del canal de noticias Fox News está Roger Ailes, uno de los mejores productores televisivos de su generación, pero también un hombre cruel y autoritario, muy dado a hacer comentarios groseros y sexistas sobre sus empleadas. Cuando la presentadora y estrella televisiva Gretchen Carlson decida hablar, destapará todo un escándalo.

Reseña: ¿Se puede ser feminista y de derechas? Que yo no sepa responder a esa pregunta con propiedad tiene un pase, pero que El escándalo (Bombshell) tampoco lo tenga claro ya no tanto. La película de Jay Roach se basa en un antecedente al movimiento #MeToo, cuando en el año 2016, la periodista Gretchen Carlson denunció a Roger Ailes, presidente de Fox News, alegando que fue despedida por rechazar sus insinuaciones de carácter sexual. Sin embargo, la película no está centrada en la figura de Carlson ni en la de Ailes, sino en la de Megyn Kelly, periodista estrella de la cadena que había protagonizado un sonado encontronazo con Donald Trump durante la campaña presidencial y que asumió a posteriori un papel importante en la caída de Ailes. Como último vértice de la trama se encuentra Kayla Pospisil, un personaje inventado para la ocasión cuya trama representa la experiencia de muchísimas mujeres que fueron acosadas sexualmente en la empresa.


Que su guionista, Charles Raldolph, sea el mismo de La gran apuesta (2015) es evidente desde que la película arranca con Megyn Kelly rompiendo la cuarta pared para explicar cómo funcionan las cosas en Fox News. Afortunadamente, este recurso tan de moda de explicar a cámara cosas horribles de forma guay solo se vuelve a recuperar al final de la película, aunque el daño ya está hecho. El escándalo es rabiosamente entretenida, pero desaprovecha el potencial satírico de la propuesta por estar más preocupada en abordar con respeto el daño que se le hizo a estas mujeres y admirar su valentía al haber alzado la voz. Tanto es así, que para que resulte mas fácil empatizar con ellas, se pasa muy por encima por su carácter conservador y racista, reduciéndolo a aludir brevemente una polémica a cuenta de un Santa Claus negro y a un encontronazo de Gretchen Carlson con una desagradable detractora en un supermercado. La película hace una notable recreación del ambiente tóxico y sexista que se respiraba en Fox News, pero también blanquea a las ya de por sí blanquísimas periodistas que compartían su línea editorial.


Con ayuda del oscarizado trabajo de maquillaje y peluquería, Charlize Theron realiza una sorprendente y completa transformación en Megyn Kelly; se parece a ella, habla como ella y hasta eleva la figura de Kelly conviertiéndola en una presencia arrolladora. La caracterización de John Lithgow como Roger Ailes resulta más sobrecargada pero él está bien, y la película muestra una recreación de lo que se supone que era su ‘modus operandi’ a través del personaje de Margot Robbie. Ella está fantástica transmitiendo vulnerabilidad tanto en esa incómoda escena como en una posterior al teléfono. Sin embargo, su historia se queda en una explicación del acoso sexual promedio, y su personaje presenta una evolución un tanto forzada. Por su parte, la participación de Nicole Kidman es reducida, y se echa en falta conocer más de su personaje al ser de una importancia tan capital para la trama.


El escándalo está mejor interpretada que dirigida y escrita. El problema no es tanto que no haya sido una mujer quien se haya encargado de esas labores, pues si uno no lo sabe es complicado percatarse de ello durante el visionado, sino que pese a contener algunas escenas fuertecitas, la película es demasiado bienintencionada y superficial como para ir más allá de la mera recreación de los acontecimientos que narra, terminando como un alegato feminista de algo que, pese a que lleve intrínseca la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, no se haya gestado con esa intención en mente. Si la Megyn Kelly real rechaza de pleno el feminismo y Gretchen Carlson resulta ser una figura incómoda para el movimiento, que la película termine colocándolas como heroínas de la causa es un síntoma evidente de que la película, o bien tiene un problema de enfoque, o bien prefiere responder con un final made in Hollywood a algo que le viene grande.

6/10

No hay comentarios: