18/7/19

Mascotas 2 – Más animadas animaladas



Dir.: Chris Renaud
¿De qué va?: Max se enfrenta a un importante cambio en su vida cuando su dueña Katie no sólo se casa, sino que se convierte en madre por primera vez. En un viaje familiar al campo conoce a un perro granjero llamado Rooster, con el que aprende a dominar sus miedos. Mientras tanto, Gidget trata de recuperar el juguete favorito de Max de un apartamento repleto de gatos. Snowball, por otro lado, se embarca en una peligrosa misión para liberar a un tigre blanco de sus captores en un circo de animales.

Reseña: Illumination Entertainment continúa siendo un estudio que produce películas de animación que funcionan muy bien en taquilla, siguiendo los pasos de Dreamworks cuando sacaba secuelas de Shrek, Madagascar y Kung-Fu Panda como churros hasta que el público se hartó. Los creadores de Gru y los omnipresentes Minions no necesitan igualarse con Disney y Pixar para sacar éxitos, aunque estos se consuman tan rápido como se diluyen en nuestra memoria. Con sus más de 875 millones de dólares recaudados a nivel mundial, Mascotas se convirtió en una de las películas más taquilleras del 2016 y la más lucrativa de Illumination, así que la secuela era inevitable. Sin embargo, si por algún motivo al final no hubiese salido a la luz, lo más probable es que nadie la hubiese echado en falta.


Mascotas estaba bien para echarse unas risas pero funcionaba mejor como tira cómica que como largometraje, pues no terminaba de explotar su premisa “prestada” de Toy Story para contar qué pasa con nuestros animalitos cuando no hay nadie en casa para que los vigile. Si aquella giraba en torno a lo que ocurría cuando el perro protagonista, Max, tenía que compartir su espacio con otro can, la secuela arranca con lo que pasa con Max cuando tiene que compartir su espacio con un bebé. No obstante, el recién llegado no vuelve a despertar los celos en él, sino un sentimiento de sobreprotección desmedido que puede atribuirse a todos los padres primerizos. En esta ocasión el protagonismo está un tanto más repartido, pues la trama de Max avanza en paralelo a otras dos, protagonizadas por la perrita Gidget y el conejito Snowball, que acaban unificándose en el tramo final. Mascotas 2 saca partido de lo mejor de su precedente, los secundarios, aunque a unos los mima más que a otros; ojalá más minutos en pantalla para el carlino Mel.


Esta secuela es muy continuista en lo que se refiere a ofrecer lo mismo que la anterior pero de forma un poco más dinámica, aunque le sentaría mejor una trama que fuese más mundana, costumbrista, en vez de tirar por la acción desenfrenada y genérica. Entre sus novedades cuenta con una perrita con la inconfundible voz de Tiffany Hadish y a un perro pastor con las cuerdas vocales de Harrison Ford que le enseña a Max la lección que impera en el film acerca de no dejar que el miedo nos impida llevar una vida plena, y que si nos caemos, nos volvamos a levantar con la misma. En Mascotas 2 hay entretenimiento ligero, risas esporádicas, amor por los animales y buenos valores… siempre que pasemos por alto que el villano sea un director de circo llamado Serguéi de marcado acento ruso. Lo de dejar de perpetuar los estereotipos negativos de Europa del Este ya si eso lo dejamos para otra ocasión.

6/10

No hay comentarios: