18/12/17

Expiación por sangre

Poster Sacrificio Ciervo Sagrado

Dir.: Yorgos Lanthimos
Int.: Colin Farrell, Nicole Kidman, Barry Keoghan, Raffey Cassid, Sunny Suljic, Alicia Silverstone, Bill Camp
¿De qué va?: Steven es un cirujano que es forzado a hacer un inimaginable sacrificio después de que su vida empiece a venirse abajo, cuando el comportamiento de un adolescente que ha tomado bajo su protección se torna siniestro.

Reseña: Desde que se dio a conocer mundialmente con Canino (2009), Yorgos Lanthimos  ha establecido un estilo que no puede dar lugar a equívocos en el espectador que ya conoce algo de su cine. Su humor negrísimo, su ausencia de reparos a la hora de enseñarse con sus personajes o el carácter impávido que estos presentan ya es marca de la casa, y si ya has probado y no te ha gustado, dudo que si te vaya a gustar El sacrificio de un ciervo sagrado, pues lejos de depurar o subvertir su estilo, Lanthimos lo expande en busca de nuevas formas de incomodar y repugnar al espectador, así como de juguetear con el aspecto más vil, oscuro y retorcido de la condición humana.

Sacrificio_Ciervo_Sagrado3

Claro que ese tipo de personajes e interpretaciones que se basan en recitar un diálogo sin apenas transmitir alguna emoción eran más lógicos y tenían más sentido en Canino, por lo peculiar de la familia protagonista, y en Langosta (2015), por situarse en un futuro distópico en el que las relaciones interpersonales han sido completamente deshumanizadas. En el último film de Lanthimos chirría un poco que un matrimonio de médicos y sus hijos actúen de esa manera tan marciana y robótica, pero tiene un sentido, que no es otro que ponerles a continuación en una situación límite que se escapa a su control y raciocinio, de la mano de un chaval con intención de destrozar a esa familia de una forma tan cruel como enigmática. Lanthimos se inspira en la historia de la mitología griega que da título al film (eviten saber de ella para no comerse un buen spoiler) para formular una retorcida venganza por la que un hombre debe dejar a un lado todo aquello en lo que creía y pagar por sus pecados y errores de una forma primitiva, sí, pero justa siguiendo los cánones por los que se regía el mundo cuando Grecia aún actuaba como cuna de la civilización occidental.

Sacrificio_Ciervo_Sagrado2

Lanthimos logra una atmósfera insana, desasosegante y extraña recorriendo en travellings los interminables pasillos del hospital donde trascurre buena parte de la trama y acercándose a través de zooms a los personajes, acompañado de una música que crispa los nervios. Con una técnica que recuerda a Kubrick en El resplandor (1980) y una temática afín al Funny Games (1997) de Haneke (la destrucción de una familia de clase alta a través de la arbitrariedad de la violencia), el director griego moldea esta pesadilla que no está exenta de sus toques de humor negrísimo, aunque resultan más escasos que en sus trabajos precedentes. También goza de la complicidad de un reparto que da vida a unos personajes tan deliberadamente poco empáticos, empezando por un Colin Farrell soberbio, sobre todo cuando su personaje está ya prácticamente abatido y contra las cuerdas. A su lado, se encuentra Nicole Kidman en uno de esos arriesgados trabajos fuera de lo común que tanto le gusta interpretar como a nosotros disfrutar, pues son en los que siempre brilla más. Mención especial merece Barry Keoghan como el catalizador de los males a los que se enfrenta la pareja protagonista. El joven actor realiza una interpretación realmente inquietante, digna del niño diabólico de La profecía (1976).

The Killing of a Sacred Deer

El sacrificio de un ciervo sagrado es, a fin de cuentas, puro Lanthimos. Una película a la que el bienestar del espectador se la trae al pairo, que plantea muchas más preguntas de las que resuelve y que parte de situaciones ilógicas y surrealistas para poner en solfa la comodidad y la estabilidad alcanzada por la clase alta occidental, dispuesta a cualquier cosa para que eso no cambie. Tal vez nunca lleguemos a comprender las decisiones que toman los personajes del cine de Lanthimos, pero si somos honestos con nosotros mismos, descubrimos que ese comportamiento que nos causa tanta repugnancia no nos resulta tan poco familiar después de todo.

8/10

No hay comentarios: