28/6/18

Perdido entre dos Américas

Poster Nadie nos mira


Dir.: Julia Solomonoff
Int.: Guillermo Pfening, Rafael Ferro, Cristina Morrison, Marco Antonio Caponi, Paola Baldion, Mariana Anghileri, Ava Tracy, Ana Carolina Lima
¿De qué va?: Nico es un actor argentino que, debido a un desengaño amoroso, decide probar suerte en Nueva York. Pero pronto descubre que por su aspecto físico no encaja, ya que es demasiado caucásico para parecer latino, y tiene un acento demasiado cerrado para parecer estadounidense. Así que Nico termina trabajando como cuidador de Theo, un bebé al que va a quedar unido de forma inesperada.

Reseña: Algunos conocimos a la realizadora argentina Julia Solomonoff a través de El último verano de la Boyita (2009), una pequeña película que ofrecía una mirada íntima, cálida y distinta al fin de la inocencia y el despertar sexual. Han tenido que pasar casi 10 años desde entonces para que la directora presentase su siguiente trabajo cinematográfico (en este tiempo rodó una miniserie documental, Parana, biografia de un río). Con Nadie nos mira, Solomonoff vuelve a mostrarun punto de vista diferente de temas tan universales como la inmigración, el desengaño amoroso o la incapacidad humana de gestionar el fracaso.

Nadie nos mira

La película gira en torno a Nico, quien decide abandonar la serie de éxito que protagoniza en su Argentina natal para mudarse a Nueva York, en busca de lanzar su carrera como actor y de escapar de una relación tóxica. Sin embargo, Nico no tiene mucho éxito en las audiciones dado que es demasiado rubio para parecer latino, y tiene un acento demasiado marcado para dar el pego como americano nativo. Por ello, acepta cuidar al bebé de una amiga suya mientras espera que se le dé luz verde al proyecto soñado que nunca llega. Solomonoff retrata el día a día de Nico, y con él descubre una realidad sobre la inmigración que, ni cumple con las expectativas del sueño americano ni deriva en tragedia. Nico se pluriemplea, duerme en un sofá-cama, sale de fiesta de vez en cuando, pasa las tardes charlando en el parque con las otras niñeras latinas y se resiste a aceptar que Nueva York no está hecho para él. En cambio, intenta transmitir a sus allegados una impresión de éxito que no existe, y no todo es culpa del sistema, pues él se niega a asumir la realidad, a sopesar alternativas y, sobre todo, a desprenderse del bagaje que lleva arrastrando desde que abandonó Argentina.

Nadie nos mira2

Guillermo Pfening está esplendido dando vida a Nico a lo largo de esa huida hacia adelante, en la que acabará pagando su propia frustración alejando a todos los que le rodean, pues hay quienes no están dispuestos a esforzarse demasiado por alguien que parece tan condenado a ir a la deriva… salvo por ese bebé que le expresa un afecto incondicional. Para conocer más a Nico y descubrir si acaba encontrando su camino deberán descubrir esta notable película que cuenta con otros aciertos, como la natural forma en la que aborda la homosexualidad de su protagonista, o un puñado de interesantes observaciones como el cambio que ha experimentado la percepción de las lenguas extranjeras en un país históricamente acomodado a hablar únicamente su propia lengua, al contrario de otras cosas que permanecen arraigadas, como lo desechables que pueden ser para algunos padres aquellas personas que se han dedicado en cuerpo y alma a velar por sus hijos.

7’5/10

25/6/18

El chico de rosa

Poster Love Simon


Dir.: Greg Berlanti
Int.: Nick Robinson, Katherine Langford, Jennifer Garner, Josh Duhamel, Alexandra Shipp, Jorge Lendeborg Jr., Tony Hale, Logan Miller, Keiynan Lonsdale, Miles Heizer
¿De qué va?: Simon Spier  es un adolescente de 17 años que aparentemente lo tiene todo: un fiel y divertido grupo de amigos, padres comprensivos y un gran futuro por delante. Sin embargo, guarda un secreto en su interior que lo inquieta y lo angustia. Simon es gay, pero no se atreve a decírselo a nadie. Será cuando conozca por internet a un chico llamado Blue, y empiecen a intercambiar mensajes, cuando su vida cambiará por completo.

Reseña:Algunas de mis películas favoritas están hechas por hombres blancos heterosexuales y van sobre hombres blancos heterosexuales. Y ahora puedes verme e identificarte conmigo. No es tan difícil, yo lo he hecho durante toda mi vida”. Con estas palabras, el actor pakistaní Kumail Nanjiani describía en la última ceremonia de los Oscar por qué Hollywood ha empezado a dar visibilidad a colectivos que han estado históricamente marginados en la industria del entretenimiento, algo importante sobre todo de cara a acabar con prejuicios rancios que no contaminen a las nuevas generaciones. Hay que demostrar a los chavales que no les ocurre nada malo si no encajan dentro de la heteronorma blanca, y producir historias que den voz a sus conflictos y puntos de vista particulares. Por ello, Con amor, Simon, una película ‘mainstream’, para todos los públicos y con proyección internacional, debería marcarse como una las victorias del colectivo LGTBIQ al final de este año, y de las más significativas.

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Los personajes homosexuales tardaron demasiado en aparecer en el cine comercial para adolescentes, y cuando ocurrió, fue en forma de amigo gracioso de la protagonista o personaje secundario cuya salida del armario suponía un gag sorpresa al final del film. La televisión ha sido en este aspecto más abierta e incisiva a la hora de profundizar en el despertar sexual homosexual, como ocurrió en las pioneras Dawson crece y Buffy, cazavampiros. Con amor, Simon tiene un protagonista que desde el principio sabe que es gay, pero que está sumido en la soledad de no poder hablar con nadie del tema. No por miedo al rechazo, en absoluto, sino por miedo a mostrar su vulnerabilidad y a hacer una revelación que cambie el plácido ecosistema familiar y escolar en el que habita. En una de las mejores escenas de la película, Simon imagina cómo sería una salida del armario heterosexual de sus amigos, evidenciando lo incómodo y arcaico de este rito social. Esta normalización de la homosexualidad, sin obviar los conflictos que pueden generar entre los jóvenes que estén en proceso de auto-aceptación, y sin revertir el modelo a seguir en este tipo de producciones, es lo que hace de Con amor, Simon una película tan valiosa, aunque su transgresión se quede ahí y no vaya más allá.

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Tanto la película como su protagonista se anclan en un modelo de romanticismo monógamo que perpetúa el concepto de amor ingenuo de la comedia juvenil americana, con un acto final emparentado con esa pequeña joya del cine teen que es Nunca me han besado (1999), y no tengo nada claro que la ausencia de pluma del protagonista derribe estereotipos o sea un instrumento velado de heteronormatividad. Si bien es cierto que hay un personaje secundario homosexual amanerado, la película no le da rédito que se merece por ser el precursor, aquel que es acosado día tras día por ser diferente de forma más obvia. También cae en alguna que otra contradicción, como cuando Simon reclama su derecho a salir del armario delante de su familia y amigos bajo sus propis términos y condiciones, para pocos minutos después forzar a otra persona a que lo haga de la forma más cursi y mediática posible.

Love Simon

Sin embargo, Nick Robinson está realmente encantador como el desorientado Simon; sus padres, encarnados por Jennifer Garner y Josh Duhamel, son de la escuela moderna del los de Elio en Call Me By Your Name (2017); ninguno de los demás adolescentes resulta insoportable, ni siquiera Katherine Langford (la Hannah de Por 13 razones), y terminamos deseando un spin-off para la genial profesora de teatro (Natasha Rothwell) que intenta sacar adelante una versión escolar de Cabaret, una de las muchas y estupendas referencias culturales de la cinta. El film de Greg Berlanti es de esos cuyo valor social está por encima del artístico, y sí, tiene asperezas que necesitaban ser limadas, pero como pionera no está nada mal, y ojalá abriese el camino a una serie de películas enfocadas al gran público en las que sus héroes y heroínas sean visiblemente gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, etcétera, hasta que llegase el momento en el que los armarios desaparezcan por inservibles, tal y como le hubiese gustado al propio Simon.

7/10

21/6/18

Cuando zarpa el amor

Poster A la deriva


Dir.:
Baltasar Kormákur
Int.: Shailene Woodley, Sam Claflin, Grace Palmer, Jeffrey Thomas, Elizabeth Hawthorne
¿De qué va?: La pareja formada por Richard Sharp y Tami Oldham emprende un viaje de Tahití a San Diego en un yate, pero en medio del océano se ven sorprendidos por una de las mayores tormentas jamás registradas. Tras el paso del huracán, Tami tendrá que ponerse al mando para intentar sobrevivir a la deriva con la embarcación rota y  escasas provisiones.

Reseña: El islandés Baltasar Kormákur le ha cogido el gusto a llevar a la gran pantalla historias reales sobre personas corrientes luchando contra la adversidad y las fuerzas de la Naturaleza. Tres años después de Everest (2015) repite en Hollywood con A la deriva, en la que reemplaza una expedición atrapada en la montaña más alta del mundo por una pareja aislada en un barco destrozado por una enorme tormenta en alta mar, dejándoles incomunicados y sin maquinaria lejos de la costa y de las rutas navieras.

A la deriva

A la deriva intenta distanciarse de otras películas de temática similar, como Cuando todo está perdido (2013), acentuando el romance de la pareja protagonista y con un montaje que empieza después de la destrucción y que va alternando entre cómo Tami y Richard se conocieron con sus posteriores esfuerzos por sobrevivir y llegar a tierra firme. No obstante, el montaje alterno tiene un gran inconveniente, que no es otro que el descompensado interés entre sendas líneas temporales, pues resulta más sugestivo el relato post-naufragio que el romance entre dos personas que, curiosamente, ya llevaban una vida a la deriva antes de conocerse. Kormákur dirige con su habitual presteza, acompañando a los personajes con la cámara en todo momento para hacer algunas algarabías (el travelling recorriendo el navío al comienzo de la película, el salto al agua desde el acantilado, el hundimiento del barco…) pero le falta tensión y más sensación de peligro y desolación.

Sam Claflin and Shailene Woodley star in Adrift
Courtesy of STXfilms

Al menos, la película no se pierde entre demasiados personajes como ocurría en Everest, centrándose en una única pareja, formada por Shailene Woodley y Sam Claflin, lo cual brinda tiempo para indagar un poco en ellos, en que se desarrolle la química entre ambos y en permitirles realizar un par de esforzadas interpretaciones, sobre todo a ella, que es quien lleva la mayor parte del peso de la película. Con todo, A la deriva no pasa de la corrección, siendo una de esas producciones que confían en tener ganada la empatía del espectador desde el comienzo por basarse en una increíble historia real, descuidando los recursos fílmicos necesarios para que la platea viva la experiencia en primera persona y no como meros receptores de esas grandes historias con intenciones de inspirar que se olvidan poco después de abandonar la sala.

6/10

19/6/18

O.C: Malas Calles (1973)

Poster Malas calles¿De qué va?: En el Nueva York de principios de los años 70, Charlie es un joven italoamericano de 27 años que trata de ascender en la mafia de Nueva York, pero dicho ascenso se ve obstaculizado por su sentimiento de responsabilidad hacia su imprudente amigo, Johnny Boy.

Reputación: Se trata del inicio de la fructífera relación artística entre el director Martin Scorsese y el actor Robert De Niro. En total, la pareja artística ha colaborado en siete películas, y la octava, The Irishman, se encuentra actualmente en posproducción. La idea para Malas calles surgió de una conversación de Scorsese con Nick Cassavetes en el que este le instaba a rodar una película sobre su experiencia personal viviendo en el barrio conocido como Little Italy, en Nueva York, inspirándose asimismo en los problemas con la Ley de su tío Joe (the Bug) Scorsese para el personaje de Johnny Boy. El cineasta tuvo que sudar la gota gorda para conseguir los escasos 500.000 dólares que necesitaba para rodarla, y se gastó más o menos la mitad del presupuesto en conseguir los derechos de las canciones que suenan a lo largo del metraje. El innovador uso de grabación con cámara al hombre se debió en gran medida a que el limitado presupuesto de la producción impedía la utilización de travellings en el rodaje, que se llevó a cabo en 27 días, 6 en Nueva York y el resto en Los Ángeles, puesto que el equipo no se podía permitir más tiempo de rodaje en La Gran Manzana. A pesar de las buenas críticas y de la gran acogida que tuvo en el Festival de Cine de Nueva York, la película pasó desapercibida por la taquilla. Scorsese y el productor Jonathan Taplin le echaron la culpa a la escasa promoción realizada por Warner, a pesar de que el director se mostró satisfecho al tener al estudio como distribuidor, por considerar que estaba detrás de las mejores películas de gangsters de la historia. Sin embargo, Warner estaba más centrada en vender El exorcista, estrenada dos meses después.

Malas calles

Comentario: Malas calles es el embrión del estilo y los temas que Scorsese perfeccionaría y desarrollaría en películas posteriores: la criminalidad como pirámide alimentaria por la que ascender y adicción de la que se es imposible escapar, el peso de la religión, los bajos fondos de Nueva York presentados como una jungla de asfalto tan sucia como poética, la familia y la amistad como penitencia insalvable… Personalmente no le encuentro demasiado interés a la película más allá de su valor artístico como origen del gran director en el que se ha convertido Scorsese, dado que en ningún momento ni me engancha la historia ni conecto con los personajes, algo que sí me ocurrió con los dramas criminales de Scorsese que llegaron después como Taxi Driver (1976) o Uno de los nuestros (1990). Por ahora es la película que menos me ha gustado de su filmografía, pero por supuesto que su visionado resulta indispensable para completistas, fans del dúo Scorsese – De Niro y amantes del subgénero mafioso, que dicho sea de paso, nunca ha sido de mis favoritos ni mucho menos.

Próximo visionado: ¿Qué he hecho yo para merecer esto! (1984)

17/6/18

Linaje funesto

Poster Hereditary

Dir.: Ari Aster
Int.: Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Dowd
¿De qué va?: Tras la muerte de la matriarca de la familia Graham, Annie Graham tendrá que sobreponerse de la pérdida de una madre cuyos problemas mentales no le proporcionaron una infancia muy agradable. Muy pronto, los miembros de la familia comenzarán a percatarse de que la presencia de la abuela sigue entre ellos, y que está afectando sobre todo a la pequeña del clan, Charlie.

Reseña: El género de terror y fantástico ha servido como lanzadera de muchos cineastas novatos que han desarrollado a posteriori carreras exitosas y variadas, como ha sido el caso de los ya veteranos Sam Raimi, Peter Jackson y Steven Spielberg, o de los actualmente en boga J.A. Bayona y Fede Álvarez. Es muy probable que nos encontremos ante un nuevo nombre al que añadir a la lista, el de Ari Aster, que tras curtirse en el ámbito del cortometraje ha debutado en el largo con Hereditary, un drama familiar y sobrenatural que por lo pronto se perfila, junto a la radicalmente opuesta Lady Bird, como la ópera prima más sólida e imprescindible del año; también una de las más inolvidables pues, nos guste o no, algunas de sus imágenes son de las que nos vienen a la mente en el peor de los momentos: de noche, a oscuras y en completo silencio.

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El terror contenido en Hereditary poco tiene que ver con el de las producciones comerciales de hoy en día y mucho que ver con clásicos como El resplandor (1980), La semilla del diablo (1968) o Amenaza en la sombra (1973). Al igual que en todas ellas, asistimos a la bajada a los infiernos de los miembros de una familia, arrastrados por la paranoia, la demencia y sucesos paranormales de lo más extraños. No hay sustos huecos que se sostengan por un aumento del volumen de la música a traición, pues Aster encuentra medios más sutiles, perturbadores e innovadores para que el desasosiego y la intranquilidad reinen. Aun valiéndose de algunos recursos habituales del género, Aster les da un giro de tuerca para sembrar incertidumbre y sorpresas, al tiempo que ensancha las heridas abiertas de una familia marcada por la tragedia, los problemas psicológicos y la incomunicación, explorando las secuelas de la desesperación que todo esto puede ocasionar en unas mentes cada vez más frágiles y vulnerables.

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En este sentido, cabe destacar el brutal trabajo que realiza una felizmente recuperada Toni Collette, a la que hacía muchísimo que no veíamos tan bien, tirándose al precipicio y dándolo todo sin miedo al ridículo, lo cual, unido a ciertas situaciones extremas de la trama, puede provocar las risas de aquellos que solo van en busca de una película de sustos con la que pasar la tarde; procurad que un pase multitudinario en un multisalas no les arruine la experiencia de ver Hereditary en pantalla grande. Dicho esto, lo que hace Collette es como si Jack Nicholson hubiese interpretado el papel de Shelley Duvall en El resplandor y viceversa, una locura emocionalmente exigente que goza de la buena réplica de los demás miembros del reparto, todos en la misma (y desconcertante) página, includia Ann Dowd, que se está labrando una estupenda carrera basada en la destrucción de cualquier atisbo de humanidad (El cuento de la criada, The Leftovers, Compliance…).

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Hereditary es espeluznante, incómoda y  exigente. Las claves de lo que está ocurriendo en la historia se encuentran en los detalles, diseminados a lo largo de todo el metraje, y aquí no hay flashbacks oportunos que te refresquen la memoria para que puedas atar todos los cabos al final, lo cual la hace muy merecedora de un revisionado temprano. No obstante, tampoco es que haga falta darle un sentido a todo lo que se ha visto, porque las impactantes imágenes que genera bajo un tempo incomodísimo se sostienen por sí mismas. La carta de presentación de Ari Aster es un entramado hipnótico de tragedia familiar, enfermedades mentales y simbología demoníaca dirigido y escrito con maestría, llamado a convertirse en un clásico del género y fuel para las pesadillas de aquellos que nos dejemos engullir por ella.

8’5/10

14/6/18

Ligero peligro de extinción

Poster Jurassic World El reino caido


Dir.: J.A. Bayona
Int.: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Rafe Spall, Justice Smith, Daniella Pineda, Isabella Sermon, James Cromwell, Toby Jones, Geraldine Chaplin, Ted Levine
¿De qué va?: Cuatro años después de que el parque temático Jurassic World fuese destruido, un volcán de la Isla Nublar entra en erupción, por lo que Claire y Owen participarán en una operación de rescate de aquellos dinosaurios que aún permanecen allí, y evitar así que vuelvan a desaparecer de la faz de la Tierra.

Reseña: Era de esperar que, más temprano que tarde, Jurassic World (2015) disfrutase de una secuela, sobre todo si tenemos en cuenta que recaudó unos 600 millones de dólares más que la película madre, Parque Jurásico (1993), y en lo que se refiere a blockbusters, la rentabilidad es el barómetro que marca si la audiencia demanda o no una continuación. Lo que no resultó tan previsible fue que encomendaran tal empresa al español Juan Antonio Bayona (J.A. como diminutivo artístico), con ganas de desembarcar en Hollywood tras darse a conocer y demostrar su talento con su trilogía sobre la maternidad. Además, la película le brinda al director de Lo imposible (2012) la oportunidad de tener contacto directo con Steven Spielberg, cuyo estilo de hacer y entender el cine ha sido una influencia directa para el cineasta español, algo que se ve reflejado en cada plano de Jurassic World: El reino caído.

Jurassic World: Fallen Kingdom

En lo que más destaca la película es en el apartado visual, y esto es esencialmente gracias a Bayona y a su habilidad para componer imágenes poderosas, que pueden resultar tan hermosas como aterradoras. El guion, que no lo firma él, sino su predecesor, Colin Trevorrow, le otorga dos grandes escenarios, una isla asolada por un volcán en erupción y una mansión a lo Resident Evil, cuyas posibilidades exprime el director al máximo, o al menos, lo que le permite un guion muy, pero que muy perezoso. Tiene como concepto los dos escenarios mencionados y lanza la pregunta de si los dinosaurios merecen o no una segunda extinción, pero el debate se queda corto. La película es entretenidísima, faltaría más, y avanza a buen ritmo, quizás de forma demasiado acelerada como para que ocurra algo que no se quede únicamente en la superficie, por la que también transita la pareja protagonista; Chris Pratt y Bryce Dallas Howard siguen manteniendo una gran química, pero sus personajes son meros avatares, héroes de manual, exentos de aquella dinámica retro-romántica que tuvieron en el anterior film, y sin los zapatos de tacón que tanto caracterizaban al personaje de ella y que fueron objeto de una absurda polémica. ¿Te tragas sin rechistar que los dinosaurios pueden volver a la vida pero no que una mujer pueda correr por la selva y huir de un T-Rex en tacones?

Jurassic World3

El villano, el niño de turno, los secundarios graciosos, el insuficiente cameo de Jeff Goldblum… todo cumple con lo que debe tener una película de Jurassic Park sin cabida para las sorpresas, completamente ausentes de la ecuación si has visto el tráiler que circula por los cines y que te cuenta toda la película. El componente humano es tan limitado que algunas de las decisiones que toman los personajes son absurdas y amparadas por contorsiones del guion, y la relación más sólida establecida en el film es la que mantiene el protagonista, Owen, con Blue… el velociraptor amaestrado.  También hay un puñado de guiños nostálgicos a la película original y, en un ejercicio de elevada vagancia, recicla algunas ideas vistas en Jurassic World, que al menos era autoconsciente de su espíritu de ‘reboot’ y le sacaba partido para ironizar sobre la cadena de producción carente de ideas de la Meca del Cine.

Jurassic World2

La  flojera narrativa resulta más llevadera con Bayona orquestando la aventura y potenciando el terror, ausente en la saga desde El mundo perdido (1997). En el prólogo, en alguna escena suelta por la mitad del metraje y, sobre todo, durante el acto final, juega con las sombras, el sonido y la imagen para revitalizar el carácter pavoroso de estas criaturas, aunque sea una lástima que las nuevas especies sigan sin estar a la altura de las sensaciones que nos sigue causando el  Tyrannosaurus Rex y los velociraptores cuando estos aún eran depredadores implacables. La película acaba, cómo no, poniendo la vista en una tercera entrega con potencial para abandonar el esquema utilizado una y otra vez hasta ahora y traer vientos frescos a la saga… Aunque visto lo visto, quizás sea pedir demasiado.

6’5/10

11/6/18

Una pequeña ayuda

Poster Tully


Dir.: Jason Reitman
Int.: Charlize Theron, Mackenzie Davis, Ron Livingston, Mark Duplass, Asher Miles Fallica, Lia Frankland, Gameela Wright
¿De qué va?: Marlo es madre de tres hijos, entre ellos uno recién nacido. Su hermano se presta a pagarle los servicios de una niñera que la ayude con sus pequeños por la noche, y así es como entra en su vida Tully, una joven reflexiva y llena de sorpresas, con quien Marlo se mostrará reticente, aunque finalmente ambas crearán un fuerte vínculo.

Reseña: Si tuviera que hacer una lista de las películas más infravaloradas e incomprendidas de la última década, una de las primeras en incluir sería Young Adult (2011), una comedia negrísima con la que muy pocos empatizaron, quizás por el miedo a verse reflejados en su protagonista, una mujer que intenta llenar un vacío existencial tremendo a base de autoengaños y de revivir los sueños de la burbuja que fue su adolescencia. Tanto su director, Jason Reitman, como su guionista, Diablo Cody, no han conseguido estar tan inspirados desde entonces, no así su protagonista, Charlize Theron, que con su Imperator Furiosa de Max Max: Furia en la carretera (2015), nos dejó uno de los personajes más icónicos que nos ha dado el cine de acción. Siete años después, el trío ha vuelto a reunirse para Tully, película que aborda el drama de una madre en apuros desde una perspectiva íntima y profunda.

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Theron encarna a Marlo, una madre que hace malabarismos para hacerse cargo de sus tres hijos, uno de ellos recién nacido, mientras su marido (Ron Livingston) trabaja y juega a videojuegos hasta quedarse dormido. Exhausta, acepta el regalo ofrecido por su hermano (Mark Dupplass) de disfrutar de los servicios de una niñera que se haga cargo del bebé para que pueda dormir más por las noches. La niñera en cuesitón, Tully, encarnada por la siempre estupenda Mackenzie Davis, no es Mary Poppins ni falta que le hace, pues se presenta como un rayo de sol en una semana de lluvia para Marlo: cálida, curiosa, vivaz y amistosa. Al principio, Marlo se muestra recelosa, pero poco a poco irá abriéndose a ella, y su comportamiento irá cambiando conforme la relación se vuelve más íntima entre ellas. La película se revela como un estudio de personaje minucioso a través del cual se abordan cuestiones tan relevantes como la presión social a la que están sometidas las mujeres para ser féminas perfectas, madres perfectas y esposas perfectas, conceptos que parecen desfasados pero que lamentablemente siguen existiendo, aunque intenten pasar desapercibidos bajo un barniz de modernidad.

Tully

La contraposición entre Tully y Marlo también sirve para reflejar que, con los años, tendemos a resignarnos más ante los problemas que se nos presentan, así como a olvidar las grandes aspiraciones de la juventud, hasta llegar a un punto en el que nos vemos atrapados en una vida que no se corresponde con lo que aspirábamos a conseguir cuando nos veíamos con fuerzas para comernos el mundo. La desilusión de la vida adulta ya se ha abordado en numerosas películas, pero Tully consigue desmarcarse del resto con un giro de guion que confiere a la historia un tono mucho más amargo y triste que el aparente, a cambio de aceptar que hemos sido un poco engañados; pelín tramposo, pero justificado por todo lo que aporta al ya de por sí jugoso libreto obra de Diablo Cody, su trabajo más maduro hasta la fecha, sin perder esa mala baba y acidez que caracterizan su escritura. Jason Reitman también hace un estupendo trabajo de dirección, luciéndose en algunos montajes, como aquel que plasma la rutina diaria de Marlo, pero sobre todo facilitando que el guion y su estrella protagonista eleven la película.

Tully

A estas alturas, Charlize Theron no tiene que demostrar nada, ni tiene la necesidad de afearse o de engordar para recordarnos lo buena actriz que es, pero eso no quita que su interpretación en Tully merezca ser encumbrada como una de las mejores de su carrera. Porque más allá de las ojeras y los kilos de más, la sudafricana manifiesta a la perfección el agotamiento físico y psicológico de su personaje, el rencor que siente hacia el mundo, su insatisfacción personal, el amor a sus hijos y los efectos de la soledad y la tristeza en los que está sumida. El film se vale de métodos narrativos un tanto cuestionables para defender una tesis y un personaje que, por otra parte, son necesarios para derribar murallas y acabar con estigmas, y además, introduce una pequeña pero cariñosa reivindicación de la educación pública, tan necesaria como agradecida.

8/10

5/6/18

O.C: Entre tinieblas (1983)

Poster Entre tinieblas¿De qué va?: Yolanda Bell, joven cantante de boleros, se refugia en un convento dedicado a proteger a muchachas descarriadas tras la muerte de su novio por sobredosis de heroína. Yolanda se convierte rápidamente en la favorita de la Madre Superiora, que la admira por su arte, pero, cuando una ex amante de la monja que huye de la policía se refugia en el convento, las cosas se complican.

Reputación: Rodada en plena movida madrileña, fue la primera película de Pedro Almodóvar en contar con la figura del productor, en este caso Luis Calvo, que fue quien le encargó una película tras fundar una productora con el único propósito de sacar adelante proyectos en los que su mujer, Cristina Sánchez Pascual, pudiera lucirse como actriz. Tener por primera vez una productora detrás le brindó a Almodóvar la oportunidad de trabajar con medios adecuados, pues hasta entonces había rodado de manera independiente y “amateur”. La película fue rechazada por el comité organizador del Festival de Cannes por considerarla "sacrílega". En el Festival de Venecia sí fue aceptada, pero no en la sección oficial, y fue tachada de "blasfema y anti-católica" por buena parte de la audiencia. Se estrenó en Argentina con quince minutos de metraje recordados por decisión de la propia distribuidora, para no levantar ampollas entre la población católica. Almódovar le ofreció a Alicia Hermida el papel de Sor Rata de Callejón, pero su agenda no le permitió aceptarlo, así que el director se lo adjudicó a Chus Lampreave, que ya había sido fichada para un papel más pequeño. A partir de entonces, Almodóvar contaría con la actriz para roles secundarios en muchos de sus proyectos hasta que esta falleció, en el año 2016.

Entre tinieblas


Comentario: Película fundacional de Almodóvar, en la que se consolida el término de “chica Almódovar” con actrices que fueron recurrentes en su filmografía posterior, como Carmen Maura, Julieta Serrano, Marisa Paredes o Chus Lampreave, no así la que fue impuesta, Cristina Sánchez Pascual, el único punto débil de un sólido reparto femenino.  También fue el primer trabajo en el que el director manchego se metió en terreno religioso, escandalizando al personal por presentar un convento de monjas lesbianas, con deseos carnales y adicciones, pero con un fuerte deseo de ayudar al prójimo y al desamparado… ¿Acaso no hay sentimiento más cristiano que ese? Entre boleros, tigres, chutes de heroína y novelas románticas, se producen situaciones surrealistas e irónicas a través de las cuales nos iremos encariñando con este peculiar grupo de monjas en busca de su utilidad en una sociedad que avanza mucho más deprisa que la institución que las ampara. No es de los mejores trabajos de Almodóvar, pero va sobrada de candor y encanto.

Próximo visionado: Malas calles (1971)

4/6/18

Itinerario de estrenos de junio 2018

Estrenos_Junio


Jurassic World: El reino caído: J.A. Bayona (Un monstruo viene a verme) debuta en Hollywood con la secuela del reboot de Jurassic Park (1993), el cual ostenta el récord de ser la cuarta película más taquillera de la historia. Regresa la pareja protagonista, Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, y se incorporan Justice Smith (The Get Down), Rafe Spall (El ritual), James Cromwell (La promesa), Toby Jones (El muñeco de nieve) y Jeff Goldblum recuperando al icónico Ian Malcolm. La trama gira en torno a una operación para rescatar a los dinosaurios de una segunda extinción, ante la inminente erupción de un volcán en Isla Nublar. El embargo aún no permite que se publiquen reseñas sobre el film, aunque parece ser que de momento está gustando bastante.
Estreno: 7 de junio



¡Qué guapa soy!: Comedia diseñada para el lucimiento de la humorista Amy Schumer (Descontroladas), que encarna a una chica corriente e insegura que, tras darse un golpe, sufre un subidón de autoestima que le permite verse como la mujer más bella del planeta. Los guionistas Abby Kohn y Marc Silverstein (Mejor… solteras) firman su ópera prima, en la que también intervienen Michelle Williams (Todo el dinero del mundo), Tom Hopper (Juego de tronos), Emily Ratajkowski (Perdida), Busy Philips (El regalo) y Naomi Campbell. Las reseñas han sido regulares tirando a negativas.
Estreno: 15 de junio


Tully: El equipo de la muy infravalorada e incomprendida Young Adult (2011), es decir, el director Jason Reitman, la guionista Diablo Cody y la actriz Charlize Theron, vuelven a colaborar en esta película protagonizada por una madre de tres hijos que, desbordada, contratará a una niñera, encarnada por Mackenzie Davies (Blade Runner 2049), con la que acaba estableciendo una conexión especial. Críticas muy muy positivas que redimen a Reitman de sus últimos y decepcionantes trabajos (Una vida en tres días y Hombres, mujeres y niños).
Estreno: 22 de junio


Hereditary: Debut en largo del cortometrajista Ari Aster, que escribe y dirige este film de terror que gira en torno a una familia a la que le empiezan a pasar cosas extrañas después de que la abuela y matriarca fallezca y les deje en herencia su casa. Toni Collette (Código abierto), Gabriel Byrne (Los 33), Alex Wolff (Jumanji: Bienvenidos a la jungla) y Ann Dowd (El cuento de la criada) encabezan el reparto de la película, que se presentó en el pasado festival de Sundance generando un gran entusiasmo entre la crítica, que ya la ha definido como El exorcista (1973) de esta generación. Habrá que ver si está a la altura de tan altas expectativas.
Estreno: 22 de junio


Con amor, Simon: Adaptación cinematográfica de la novela homónima de Becky Albertalli sobre un joven de 16 años que oculta a su familia, amigos y compañeros de clase que es gay, hasta que un correo electrónico extraviado le obliga a hacer frente a su identidad. Greg Berlanti (Como la vida misma) dirige la película, protagonizada por Nick Robinson (La quinta ola), Jennifer Garner (Siete vidas, este gato es un peligro), Josh Duhamel (Transformers: El último caballero) y Katherine Langford (Por trece razones). La película ha tenido muy buena aceptación, sobre todo por tratarse de una película mainstream dirigida al público adolescente y protagonizada por un personaje homosexual.
Estreno: 22 de junio


Nadie nos mira: Julia Solomonoff (El último verano de la Boyita) dirige este drama centrado en Nico, un actor argentino que se muda a Nueva York con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades. Sin embargo, le cuesta conseguir papeles por ser demasiado rubio para parecer latino, pero con un acento demasiado marcado para pasar por estadounidense, así que termina trabajando como cuidador del bebé de una amiga, con el que acabará unido de forma inesperada. Guillermo Pfening (El médico alemán) ganó el premio a mejor actor en el Festival de Tribeca del año pasado por su interpretación estelar en este film, que ha obtenido críticas muy positivas. En breve habrá reseña.
Estreno: 22 de junio


En la playa de Chesil: Salto al cine de la novela homónima de Ian McEwan que versa sobre la incómoda luna de miel que acaba pasando una joven pareja inglesa de los años 60 cuando su idílico romance choca con problemas de índole sexual y social. Dominic Cooke (The Hollow Crown) dirige, mientras que Saoirse Ronan (Lady Bird) y Billy Howle (Dunkerque) protagonizan el film, que ha cosechado críticas positivas, pero no especialmente entusiastas.
Estreno: 29 de junio


A la deriva: Una pareja se hace a la mar con su velero, con la mala suerte de que acaban metidos de lleno en una de las mayores tormentas jamás registradas, la cual les conducirá a una situación de extremo peligro, con el navío roto, sin agua y sin comida. Baltasar Kormákur (Everest) dirige este drama de supervivencia protagonizado por Shailenne Woodley (Big Littles Lies) y Sam Claflin (Antes de ti) que se estrenó el fin de semana pasado en Estados Unidos con críticas mixtas y 11 millones de dólares recaudados.
Estreno: 29 de junio

1/6/18

Actor del mes: Chris Pratt

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Nombre completo: Christopher Michael Pratt

Fecha de nacimiento: 21 de junio de 1979

Lugar de nacimiento: Virginia, Minesota (EE.UU.)

Filmografía destacada:

Cowboy Ninja Viking (2019)
The Lego Movie 2: The Second Part (solo voz) (2019)
The Kid (2018)


Jurassic World: El reino caído
(2018)
Guardianes de la galaxia Vol. 2 (2017)
Passengers (2016)
Los siete magníficos (2016)
Jurassic World (2015)
Parks and Recreation (TV) (2009 – 2015)
Guardianes de la galaxia (2014)
La LEGO película (solo voz) (2014)
¡Menudo fenómeno! (2013)
Her (2013)
Movie 43 (2013)
La noche más oscura (2012)
Eternamente comprometidos (2012)
Dime con cuántos (2011)
10 years (2011)
Moneyball (2011)
Guerra de novias (2009)
Wanted (Se busca) (2008)
Everwood (TV) (2002 – 2006)


Méritos: Llega un punto en la carrera de todos los actores que consiguen triunfar en Hollywood en el que quieren demostrar que son más intérpretes que estrellas, rebajando sus salarios para participar en pequeñas producciones que les otorguen el reconocimiento de la crítica y de sus compañeros. No es el caso de Chris Pratt, o al menos no por ahora, pues desde que se puso en forma para convertirse en el nuevo héroe de acción del cine norteamericano parece muy cómodo encarnando una y otra vez el mismo rol de pícaro con alma de Peter Pan.

Bastante le costó salir de los roles que le agenciaban de secundario graciosete y gordito con los que, sin embargo, consiguió sus primeros fans, a través del entrañable Andy Dwyer, al que encarnó durante 7 años en la estupendísima Parks and Recreation. Los parones de la serie le permitieron encarnar roles secundarios en películas de directores como Spike Jonze (Her), Kathryn Bigelow (La noche más oscura) o Bennett Miller (Moneyball), pero no fue hasta que James Gunn apostó por él como el actor idóneo para liderar Guardianes de la galaxia que el gran público reparó en él. Un año más tarde llegaría su consagración como protagonista de Jurassic World, de la que este mes nos llega su secuela, El reino caído, bajo la dirección de Juan Antonio Bayona ,y con la que Pratt conseguirá su segundo taquillazo cómodo del año tras Vengadores: Infinity War. Más allá de dinosaurios y superhéroes, lo próximo para él será The Kid, western en torno a la figura de Billy el Niño, la secuela de La LEGO película (¡yay!) y la adaptación al cine del cómic Cowboy Ninja Viking, donde probará suerte en la taquilla sin una marca reconocida detrás que le respalde. Con tantas estrellas que intentan renegar de su condición, Hollywood necesita de gente como Chris Pratt que sigue sus reglas al pie de la letra y a la que no le interesa demostrar siempre lo buen y versátil actor que es. Ojalá todos conociéramos tan bien nuestras limitaciones y nos sacásemos tanto partido como hace él.


JurassicWorld


Extras:

Tráiler de Jurassic World: El reino caído

Entrevista sobre Jurassic World: El reino caído

Entrevista sobre Vengadores: Infinity War

Tomas falsas de Passengers

El reparto de Parks & Recreation canta “Bye, Bye Li’l Sebastian”