22/2/17

La vida no es una taza de Mr. Wonderful

Poster Manchester frente al mar

Dir.: Kenneth Lonergan
Int.: Casey Affleck, Lucas Hedges, Michelle Williams, Kyle Chandler, C.J. Wilson, Gretchen Mol, Tate Donovan, Matthew Broderick, Heather Burns
¿De qué va?: Lee Chandler es un solitario encargado de mantenimiento de varios edificios de Boston que se ve obligado a regresar a su pueblo natal cuando se entera de que su hermano ha fallecido. De pronto, Lee se verá obligado a enfrentarse a un pasado trágico que le llevó a separarse de su esposa, al tiempo que debe encargarse de su sobrino de 16 años.

Reseña: El mundo, la sociedad, nuestro entorno, nos inculca que debemos alcanzar la felicidad y agarrarla bien siempre que se nos intente escapar; de ahí que cierta marca de productos de regalo se haya hecho de oro por sus dibujos ‘cuquis’ y sus mensajes de alegría, ánimo y optimismo exacerbado. Pero lo cierto es que todos estamos en nuestro derecho de no ser felices, sin tener que dar explicaciones, sin necesitar ayuda, ni alguien que nos salve, porque en la vida pueden ocurrir auténticas salvajadas que acaban convirtiéndose en pesadas losas con las que tenemos que cargar, y no hay libreta ni taza ‘buenrollera’ capaz de arreglar eso.

Manchester frente al mar

Es lo que le ocurre a Lee, un hombre que se ha escondido bajo tierra, enfrascado en su rutina diaria y ajeno al mundo (ese plano recurrente quitando la nieve de la puerta de su casa) tras experimentar una de las peores cosas que le pueden ocurrir a alguien. En los primeros minutos de la cinta, presenciamos el contraste entre el Lee del presente con el del pasado, una persona radicalmente opuesta al individuo taciturno y violento en el que se ha convertido. No tardaremos mucho en descubrir la razón de ese cambio a través de un flashback que alterna el descubrimiento realizado por el espectador con el que hace el propio Lee respecto al testamento de su hermano, en una larga secuencia punteada de forma atronadora por una música que enfatiza el carácter de tragedia griega de la situación. Afortunadamente, una vez que la película despacha los antecedentes, la historia gana enteros al centrarse en la relación entre el protagonista y su sobrino, que de tantos años que han pasado desde que el primero se marchó, apenas se conocen.

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En ver de tirar de manual de tópicos, el libreto de Kenneth Lonergan construye una relación honesta, simpática y veraz entre un hombre y su sobrino, ambos con las mismas dificultades para procesar el dolor por la pérdida según los estándares que la sociedad se ha autoimpuesto, pero es esa “ineptitud emocional” lo que termina por crear un vínculo especial entre ellos, que cuando llega el final de la historia resulta prácticamente palpable, y sin necesidad de definirlo en palabras. La interpretación de Casey Affleck es más loable de lo que podría parecer, no sólo por la dificultad añadida de la contención del personaje, sino porque consigue que el espectador se ponga de su parte a pesar de lo arisca que resulta su personalidad, mientras que Lucas Hedges le da siempre la réplica perfecta con una interesante mezcla de chulería y fragilidad. Tampoco es desdeñable la contraposición que se establece entre Lee y su ex-mujer, a la que da vida Michelle Williams, una participación pequeña pero valiosa a la hora de exponer una forma diferente (¿y efectiva?) de sobrellevar el duelo y pasar página.

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La dirección de Lonergan es convencional y pragmática, probablemente porque es consciente de que toda la fuerza de la película radica en su guion, en el retrato de sus personajes heridos y de las relaciones cómplices que se establecen entre ellos. Las gotas de patetismo y humor negro que emergen en las situaciones menos apropiadas son paradójicamente propicias, no para quitar hierro al asunto, sino para acentuar el retorcido sentido del humor que tiene el universo cuando se dedica a trastear con nuestras miserias. Manchester frente al mar no es reconfortante, pero sí muy valiosa dado su nulo interés de aleccionar acerca cómo afrontar las grandes putadas de la vida: se hace lo que buenamente se puede y a seguir para adelante.

8/10

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