27/10/19

Retrato de una mujer en llamas – Recuerdos del affaire



Dir.: Céline Sciamma
Int.: Noémie Merlant, Adèle Haenel, Luàna Bajrami, Valeria Golino
¿De qué va?: Bretaña francesa, 1770. Marianne es una pintora que debe realizar el retrato matrimonial de Héloïse, una joven que acaba de dejar el convento. Héloïse no acepta su destino como mujer casada y se niega a posar, por lo que Marianne debe trabajar en secreto. Para ello, se hace pasar por dama de compañía, para así observarla de día y pintarla de noche. Su relación se vuelve más intensa a medida que comparten juntas los últimos momentos de libertad de Héloïse.

Reseña: En Brokeback Mountain (2005), Ennis del Mar conservaba una foto y una camisa como souvenir de la gran historia de amor de su vida. El retrato de una mujer en llamas es lo que atesora Marianne como recuerdo del suyo y en torno a lo que gira la nueva película de la directora Céline Sciarmma. Se trata del romance entre dos mujeres del siglo XVIII, algo evidentemente prohibido y con nulas esperanzas de tener un final feliz, pero eso no supone un impedimento para que la directora posibilite que Marianne y Héloïse experimenten libremente la atracción, el deseo, la agitación y el desconsuelo de vivir un apasionado y breve affaire.


Marianne recibe el encargo de hacer un retrato de Heloïse en secreto, pues esta se niega a posar para el cuadro que sellará su destino. Por ello, Marianne se hace pasar por una dama de compañía, y aprovecha los paseos que realiza con la esquiva Heloïse para reparar en sus facciones de cara a plasmarlas en su lienzo por la noche. Es así, a través de miradas furtivas y la atención por los detalles, la forma en la que se cocina a fuego lento la atracción que surge entre ambas. La química es tan grande que resulta un tanto frustrante que la contención impere durante buena parte del relato. Sin embargo, las circunstancias provocan que se cree un escenario único en el que la sororidad y el ansia de libertad derriban las barreras sociales, y que tanto las dos protagonistas como la criada se cuiden las unas a las otras y puedan ser ellas mismas por primera vez.


La temática pictórica está presente en forma y fondo en Retrato de una mujer en llamas. Explora la complejidad de plasmar la verdad de un individuo en un lienzo al tiempo que la composición de cada plano aporta tanta belleza como información sobre la historia y los personajes. No hay banda sonora, lo cual hace más especiales los momentos acompañados por música diegética, como el mágico momento en el que se produce la imagen que da título al film. Tanto Noémie Merlant como Adèle Haenel están en estado de gracia encarnando a Marianne y Héloïse respectivamente, dos interpretaciones profundamente viscerales que consiguen que vivamos su romance con la misma y creciente emoción que impregna el desarrollo de la película.


Retrato de una mujer en llamas es una de las películas más bonitas e inteligentes del año. En dos horas encapsula perfectamente la turbación del enamoramiento, la culminación del romance y la aflicción de la separación. Es clásica a la par de moderna, y se vale del mito de Eurídice y Orfeo para definir el recuerdo, la imagen atemporal de la persona amada, como el souvenir más valioso del amor, culminando en un final que cuando parecía perfecto se supera con un epílogo más emocionante y hermoso si cabe.

8’5/10

24/10/19

O.C: Bella de día (1967)

¿De qué va?: Sévérine es una joven casada con el doctor Pierre Serizy, un atractivo cirujano con el que tiene muy poca relación íntima. Debido a esa carencia afectiva, fantasías como la dominación o el sadomasoquismo se dan cita en la vida de la mujer, que decide llevar una doble vida y empezar a frecuentar una casa de citas donde acaba por ejercer la prostitución.

Reputación: Adaptación cinematográfica de la novela Belle de Jour de Joseph Kessel, publicada en 1928. El título hace referencia a un eufemismo francés para referirse a una prostituta, además de tratarse del nombre de una planta, el dondiego de día, cuyas flores solo se abren en horas diurnas. Escéptico ante las posibilidades cinematográficas del relato, su director, Luis Buñuel, accedió a dirigirla con la condición de tener el control absoluto de la producción. Él siempre prefería adaptar novelas que consideraba malas que a las buenas, pues le otorgaban un amplio margen de mejora. Para el papel protagonista, los productores, los hermanos Hakim, escogieron a Catherine Deneuve, quien tiempo después declaró haber sido muy infeliz durante el rodaje por la falta de comunicación con el resto del equipo (algo promovido por el propio Buñuel) y por haberse sentido más expuesta de lo que ella había permitido en primer lugar. Sin embargo, volvió a colaborar con el director en Tristana (1970) y acabaría convirtiéndose en amiga y musa del encargado de vestuario: Yves Saint Laurent.


La película ganó el León de Oro del Festival de Venecia y fue el mayor éxito comercial de la carrera de Buñuel, aunque debido a su polémico contenido, no llegó a estrenarse en España hasta el año 1975, tres meses antes de la muerte Franco. Martin Scorsese, gran fan del film al igual que Alfred Hitchcock, logró reestrenarla con éxito en Estados Unidos en 1995. El director portugués Manoel de Oliveira realizó una secuela no oficial, Belle Toujours (2006), que imagina un reencuentro tardío de los protagonistas de la película, pero no contó con la participación de Deneuve.


Comentario: Bella de día tiene un planteamiento incendiario: la idea de que una mujer casada y bien posicionada sienta pulsiones sadomasoquistas y las canalice trabajando como prostituta. Buñuel no está tan interesado en el origen de ese oscuro deseo como en convertirlo en el epicentro de una historia en el que la línea que separa la realidad de la fantasía se vuelve cada vez más difusa. Los conflictos que surgen a raíz de la decisión de Sévérine con un joven gángster y un repulsivo amigo de su marido sirven para conducir la historia a un final abierto y satisfactorio, pero son lo de menos; la belleza y el misterio de Catherine Deneuve, el vestuario de Yves Saint-Laurent, el característico onirismo buñueliano y el prostíbulo y tanto lo que se ve como lo que se deja a la imaginación de lo que ocurre allí, son las principales virtudes del film.

Próximo visionado: El hombre que ríe (1928)

23/10/19

Zombieland: Mata y remata – La familia que aniquila zombies unida…



Dir.: Ruben Fleischer
Int.: Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone, Abigail Breslin, Rosario Dawson, Zoey Deutch, Avan Jogia, Luke Wilson, Thomas Middleditch
¿De qué va?: Columbus, Tallahassee, Wichita y Little Rock se mudan al corazón de los Estados Unidos mientras se enfrentan a zombis evolucionados, a otros supervivientes y a los roces y problemas que surgen a raíz de la familia que han improvisado.

Reseña: Bienvenidos a Zombieland llegó a los cines en 2009 en pleno furor zombie, un año antes del inicio del fenómeno televisivo de The Walking Dead y cinco después de la comedia de muertos vivientes por excelencia, Zombies Party (2004). Como la deseada secuela nunca llegaba a cobrar forma, se rodó en 2013 un piloto para Amazon basado en la película que no logró convertirse en serie porque no gustó a nadie. Su principal error fue creer que actores de tres al cuarto podrían estar a la altura de lo que hizo el estelar reparto del film original. Pero pese al tiempo transcurrido, a la buena salud de la carrera de casi todo el cuarteto protagonista y a que ya nadie la esperaba demasiado, Ruben Fleischer ha podido sacar adelante la secuela una década después del estreno de Bienvenidos a Zombieland.


La película arranca con los protagonistas instalándose en la Casa Blanca. Aunque a priori parezca que su situación es idílica, pronto empezarán a aflorar los problemas de haber pasado demasiado tiempo juntos en un mundo post-apocalíptico: ansias de independencia, soledad sentimental, miedo a la rutina y al compromiso… Cuando el conflicto estalla y el grupo se resquebraja, comienza una aventura que introduce nuevos personajes, nuevas clases de zombies y nuevas formas de explotar los mejores gags el film original. El argumento es una excusa sencilla para poner contexto a la acción y a la comedia, mientras que el aprendizaje que van a realizar los personajes sobre sí mismos y su particular familia es tan simple como el mecanismo de un chupete.


Entre alguna que otra virguería visual, humor meta y casquería, Woody Harrelson y Jesse Eisenberg vuelven a ser excelentes conductores de la película, mientras que Emma Stone parece disfrutar de unas vacaciones de roles mucho más exigentes y la participación de Abigail Breslin va acorde con sus limitaciones. Lo verdaderamente sorprendente de esta secuela es que el cuarteto protagonista sea eclipsado por una actriz menos popular en un rol secundario: Zoey Deutch interpreta a un cliché rosa de super-pija-mega-tonta con un desparpajo y una gracia inauditas. Por ahí también está Rosario Dawson, que tiene el don de hacer que todo en lo que participe mole mucho más, pero Deutch es la verdadera estrella de la película porque siempre que está ella en escena el nivel de risas aumenta considerablemente.


Zombieland: Mata y remata es una secuela que cumple a rajatabla la norma del “más de lo mismo”. Gustará a buena parte de los fans del film original pero no ofrece nada nuevo más allá de incrementar el reparto de reglas de Columbus y las excentricidades de Tallhasse, reciclar y expandir gags (algunos complicados de pillar fuera de Estados Unidos), y deleitarnos con creativas y violentas formas de acabar con los muertos vivientes. Y claro, Zoey Deutch, que de verdad que es lo más divertido y memorable de una película que, en general, se limita a dejarse ver.

6/10

21/10/19

Diecisiete – Derecho a ser rescatado



Dir.: Daniel Sánchez Arévalo
Int.: Biel Montoro, Nacho Sánchez, Itsaso Arana, Lola Cordón, Iñigo Aranburu, Kandido Uranga
¿De qué va?: Héctor tiene 17 años, y lleva dos interno en un centro de menores. Un día, se anima a participar en una terapia de reinserción con perros y conoce a una perra tan apocada y esquiva como él. Héctor y su perro, a la que llama Oveja, establecen un vínculo muy especial. Claro que, al cabo de unos meses, Oveja no aparece porque por fin ha sido adoptada. Héctor decidirá entonces escaparse, para ir en busca de su perro con la ayuda de su hermano Ismael.

Reseña: Han pasado seis años desde La gran familia española (2013), el último largometraje estrenado de Daniel Sánchez Arévalo, y ya nos hacía falta que volviese a rodar. Porque sus comedias, deconstrucciones del macho alfa español, agridulces pero tiernas, suponen un oasis entre ese humor regionalista que tan bien funciona en la taquilla española. Y por fin ha regresado, de la mano de Netflix, con Diecisiete, una película que retrotrae a la sencillez y al descubrimiento de nuevos y prometedores rostros de su ópera prima, AzulOscuroCasiNegro (2006), y en la que, al igual que en todo su cine, el drama no es algo en lo que regodearse, sino una oportunidad de recuperar lazos rotos y dar nuevas oportunidades a la vida.


La película tiene ingredientes mas que necesarios para construir una ‘feel good movie’ de manual: un viaje por carretera de dos hermanos que no logran entenderse, perros recogidos, delitos cometidos siempre por una buena causa, un regreso al pueblo de la infancia y una abuela con la cabeza ida. Pero en vez de limitarse a explotar su vertiente lacrimógena, se esfuerza por crear una narración que resulta profundamente empática, divertida y emotiva sin forzar los resortes dramáticos, o al menos, sin que nos demos cuenta ni nos moleste. En los primeros veinte minutos de la película ya le hemos cogido cariño al chaval protagonista, Héctor, y hasta puede que hayamos soltado alguna lágrima en la hermosa secuencia en la que se ve cómo evoluciona su relación con Oveja, el perro por el que se escapará de la institución en la que está internado para ir a buscarlo. El joven que lo interpreta, Biel Montoro está magnífico, al igual que su hermano de la ficción, Nacho Sánchez, haciendo suyo un papel que parece hecho a la medida de Quim Gutiérrez, actor fetiche de Sánchez Arévalo.


En Diecisiete hay mucho amor hacia los perros, hacia los hermanos, hacia los abuelos y hacia Cantabria, cuyos paisajes naturales ejercen de espectacular escenario de la historia. También hay miedo a hacerse mayor, a la muerte, a ser excluido y a no estar a la altura ni de las circunstancias ni de las personas a las que queremos. Podría haber salido algo empalagoso y autocompasivo, pero en cambio, Sanchez Arévalo eleva el cine amable y de buenos sentimientos al haber sabido tocar las teclas precisas para construir una película luminosa, entrañable y optimista capaz de desarmar hasta al espectador más escéptico. Es un tipo de película que, en realidad, escasea bastante: aquella que puedes recomendar a cualquiera, sin importar gustos, género, edad o procedencia, sin miedo a recibir represalias.

8/10

19/10/19

O.C: Diez negritos (1945)

¿De qué va?: Diez personas son invitadas un fin de semana a una isla por un misterioso personaje. Cuando llegan a la isla, su anfitrión no está en ella, pero sí una cinta con una acusación de asesinato y muchas sospechas…

Reputación: Primera adaptación cinematográfica de la novela Ten Little Niggers de Agatha Christie, cuyo título se cambió posteriormente por And Then There Were None al considerarse ofensivo en Estados Unidos y otros países; Reino Unido fue el único país de habla inglesa en el que el film se estrenó bajo el título original de la novela. Se ha descubierto que la premisa de la historia está inspirada en una  pieza teatral poco conocida de Owen Davis titulada The Ninth Guest, que también fue llevada al cine en 1934 y que versa sobre un grupo de personas que son reunidas por un anónimo que las va asesinando una a una. La adaptación de Diez negritos es bastante fiel a su referente literario, pero el final es el que la propia Christie escribió para su adaptación teatral; uno que infunde más optimismo a la audiencia de tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Al no haberse renovado la licencia de copyright, la película es de dominio público, por lo que cualquiera puede duplicar y vender una copia del film. Por eso, muchas de las ediciones de la película que hay en el mercado tienen una edición y una calidad extremadamente pobres.


Comentario: La primera de muchas adaptaciones al cine y la televisión de una de las novelas más populares de Agatha Christie contiene toda la esencia de ese atractivo misterio que ha enganchado a todas las generaciones, y que ha influenciado enormemente a multitud de historias de terror y de suspense. De hecho, es considerado por muchos como el auténtico primer slasher de la historia, siempre que se obvie su olvidado “referente”, The Ninth Guest. La película está dirigida con elegancia por René Clair y bien interpretada por su elenco, pero tiene un tono familiar, incluso cómico, que va a la contra de la tensión que debería generar la trama, concluyendo en un desenlace menos potente que el de la novela. Probablemente no sea la mejor adaptación que se haya hecho, pero sí que es la más clásica tanto para lo bueno como para lo malo. 

Próximo visionado: Bella de día (1967)

16/10/19

Día de lluvia en Nueva York – Cuento de otoño



Dir.: Woody Allen
Int.: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Diego Luna, Jude Law, Liev Schreiber, Cherry Jones, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall
¿De qué va?: Gatsby y Ashleigh son una joven pareja de universitarios que se dispone a pasar un fin de semana en la ciudad de Nueva York. Ella va a entrevistar a un reconocido cineasta que pasa por un momento de crisis creativa, mientras que Gatsby se reencontrará por casualidad con Chan, la hermana pequeña de una ex-novia.

Reseña: Al final de Midnight in Paris (2011), Owen Wilson y Léa Seydoux conectan al descubrir que a los dos les gusta más la capital parisina cuando llueve. La lluvia vuelve a funcionar como elemento romántico en el último film de Woody Allen, puesto que para su joven protagonista, Gatsby, un aguacero otoñal forma parte de un conjunto de pequeños placeres que, a diferencia de tanto su generación como la clase alta neoyorkina de la que proviene, él sí que sabe apreciar. Gatsby, al igual que el personaje de Wilson en Midnight in Paris, es un nostálgico de épocas pretéritas que ni siquiera ha vivido, algo muy característico de aquellas privilegiados a los que nunca les ha faltado de nada y aún así se quejan por todo.


Gatsby es el personaje que probablemente hubiese interpretado Allen de joven, el protagonista por excelencia de su filmografía: intelectual, ególatra, neurótico, excéntrico y sentimentalmente confundido. Sin embargo, en esta ocasión se enfatiza bastante que es un crío consentido que no aprecia la inmensa suerte de haber nacido en una familia acomodada, gracias a su encuentro con Chan (una increíblemente carismática Selena Gomez) que le tiene calado y le habla con desarmante franqueza. Al tiempo que Gatsby va dando tumbos por la Gran Manzana, su novia, Ashleigh, vive una inesperada aventura al dejarse llevar por una serie de encuentros e incidentes con un director, un guionista y una estrella de Hollywood que encuentran en la joven la frescura y la ingenuidad ausente en sus vidas y carreras desde hace tiempo.


A través de esas dos tramas paralelas, se construye la comedia de Woody Allen más efectiva desde Midnight in Paris. El humor funciona como un tiro en la historia de Ashleigh gracias en buena medida a Elle Fanning presumiendo de vis cómica como no lo había hecho hasta ahora. Por su parte, Timothée Chalamet conduce con confianza una trama en la que los gags se alternan con el romance y la melancolía, forjando una gran química con Selena Gomez y protagonizando grandes momentos, como cuando interpreta Everything Happens to Me de Chet Baker al piano. Muchos actores repudian ahora a Woody Allen, pero el cineasta neyorkino siempre ha sabido sacar lo mejor de ellos en papeles que les sientan como un guante, si bien es verdad que en cuarenta años no ha variado nada con los arquetipos sobre los que se rigen sus personajes.


Es probable que si Día de lluvia en Nueva York se hubiese estrenado hace un año no hubiese tenido tan buena acogida como está teniendo ahora. La ruptura de la tradicional cita anual con Woody Allen ha hecho que el reencuentro con su cine haya sido como un cálido regreso al hogar tras una larga ausencia, tal y como le ocurre a Gatsby al redescubrir Nueva York tras haberse marchado renegando de ella. Por cierto que la Gran Manzana nunca se ha visto tan hermosa en la filmografía de Allen; la culpa la tiene Vittorio Storaro, que consigue concentrar la esencia del otoño en unas estampas de la ciudad grises y ocres, iluminadas por los rayos de sol que se cuelan entre los nubarrones que pueblan un fin de semana de enredos y romance como solo ocurre en un tipo de películas que ya no se hace.

8/10

15/10/19

Paradise Hills – Las doncellas perfectas




Dir.: Alice Waddington
Int.: Emma Roberts, Milla Jovovich, Eiza González, Awkwafina, Danielle Macdonald, Jeremy Irvine, Arnaud Valois
¿De qué va?: En una extraña isla se encuentra Paradise Hills, una residencia de lujo a la que las familias acomodadas mandan a sus hijas para que sean entrenadas y educadas para ser mujeres perfectas. La joven Uma es enviada a este internado en el que pretenden moldear su personalidad, pero quiere seguir siendo fiel a sí misma, y pronto descubrirá que la residencia oculta un turbio secreto.

Reseña: Tenemos muchos motivos para sentirnos orgullosos del cine fantástico y de terror que se hace en España: grandes películas, grandes directores, atraemos estrellas de Hollywood, hemos sido objeto de remakes (ninguno que haya conseguido superar al original) y tenemos en Sitges uno de los festivales de género más prestigiosos e importantes a nivel mundial. Precisamente, en la sección a competición de este festival participó Paradise Hills, ópera prima de la directora bilbaína de 29 años Alice Waddington, que se rodó entre Barcelona y Gran Canaria en inglés y con un reparto internacional. Se trata de una fábula distópica que gira en torno a una institución donde chicas rebeldes son enviadas para ser dóciles y cumplir con lo que sus familias esperan de ellas. Podría definirse como una versión “Young Adult” de  Las esposas de Stepford (1975,) pero no es la única referencia que se puede encontrar en la película.


Desde los clásicos Disney hasta El cuento de la criada, pasando por los videoclips multicolores de Katy Perry y por Black Mirror, Waddington bebe de muchas fuentes para construir una fábula deliberadamente kitsch, con un cuidado vestuario que convierte a sus protagonistas en princesas encadenadas, y un diseño de producción barroco con detalles futuristas. Paradise Hills entra fácil por los ojos… pero no tanto por los oídos. El guion escrito por Nacho Vigalondo y Brian DeLeeuw es sumamente básico, con resortes primitivos para hacer avanzar la trama y líneas de diálogo burdas que son recitadas sin demasiada convicción por Emma Roberts y sus compañeras. Hay una subtrama romántica con Jeremy Irvine que da bastante vergüencita ajena y se descuida la descripción del internado donde se desarrolla el film, apostándose todo por un misterio que se resuelve de forma atropellada y confusa. Bien por reunir en su elenco a una nueva y diversa generación de actrices como Eiza González, Awkwafina y Danielle Macdonald; mal por reducir sus personajes a un par de adjetivos y a ser meras comparsas del de Roberts.


Al margen de la dirección artística, lo mejor del conjunto es una Milla Jovovich que encuentra el punto perfecto de mamarrachismo que necesita su personaje, una mezcla imposible de señorita Rottenmeier y Hiedra venenosa. La película toca temas que deberían calar en la audiencia joven como pueden ser la obsesión por el culto al cuerpo y la belleza, la explotación de la clase baja, el temor a que el futuro nos aguarde un regreso a la Edad Media y la importancia de la liberación femenina. Pero no dejan de ser ideas que en su mayoría no terminan de desarrollarse ni de encajar con la recargada imaginería visual. Con todo, no descartemos que acabe convirtiéndose en film de culto, y no deja de ser una carta de presentación lo bastante llamativa como para que prestemos atención a lo próximo que nos llegue de su directora.

5/10

14/10/19

O.C: Vinieron de dentro de… (1975)

¿De qué va?: Un científico que está realizando experimentos con una nueva forma de trasplantes orgánicos mata a una mujer residente en un complejo de apartamentos e inmediatamente después se suicida. La investigación de ambas muertes conduce a un descubrimiento espeluznante: un parásito que originalmente había sido creado por el científico como parte de su experimento ha escapado del lugar y se encuentra recorriendo el edificio en busca de un huésped.

Reputacion: Tras rodar dos películas y haber trabajado en televisión, David Cronenberg decide que quiere centrarse en el cine, y en 1973 termina el guion de su siguiente proyecto, titulado Orgy of the Blood Parasites (La orgía de los parásitos de la sangre). Pese a buscar financiación en Estados Unidos, es su Canadá total la que finalmente pone dinero para poder rodarla. Se estrenó bajo el título Shivers (Escalofríos), aunque en Estados Unidos se comercializó bajo el nombre They Came from Within, del que sale su título español. Se rodó en 14 días con 200.000 dólares y con un equipo técnico cualificado que tenía a Ivan Reitman (Los Cazafantasmas) a cargo de la música y de la producción, una mejoría considerable respecto a las anteriores películas de Cronenberg, para las que había recurrido a amigos y compañeros de la universidad. La película funcionó bien en taquilla, pero pese a ganar el premio a mejor dirección del Festival de Sitges, recibió críticas terribles. El periodista canadiense Robert Fuldord la atacó a través de un artículo para una revista nacional titulado "You Should Know How Bad this Movie Is: You Paid for It” (Deberías saber lo mala que es esta película: Has pagado por ella), en relación a las ayudas públicas con las que se había costeado parte del film. El artículo tuvo tanta repercusión que no solo dificultó la búsqueda de financiación de los proyectos posteriores de Cronenberg, sino que propició que éste perdiera su apartamento de Toronto.


Comentario: David Cronenberg se ha convertido en uno de los directores más interesantes y subversivos de la industria cinematográfica global, pero como muchos otros, necesitó de tiempo y práctica para perfeccionar su estilo. Su tercera pelicula, Vinieron de dentro de…, forma parte de ese aprendizaje y… no es buena. Tiene un prólogo prometedor e inquietante mostrando diapositivas de los apartamentos de lujo en los que se va a desarrollar la acción y un argumento que parece una variante sexual de La invasión de los ladrones de cuerpos (1956). Sin embargo, en el apartado técnico es cutre, los actores son terribles, el suspense está mal manejado y ni siquiera es lo bastante disparatada como para ser divertida. Pero que no quepa duda de que en esta revolución sexual asquerosilla se atisban destellos de genio por parte de su director que se avivaron en posteriores y mejores películas, como es el caso de La mosca (1986).

Próximo visionado: Diez negritos (1945)

12/10/19

Pequeñas mentiras para estar juntos – Amistad duradera



Dir.: Guillaume Canet
Int.: François Cluzet, Marion Cotillard, Gilles Lellouche, Laurent Lafitte, Benoît Magimel, Pascale Arbillot, Clémentine Baert, Valérie Bonneton, José Garcia
¿De qué va?: Siete años después de la muerte de Ludo, sus amigos se reencuentran de nuevo en la casa de verano de Max para darle una sorpresa de cumpleaños que éste no recibe nada bien al estar pasando por una mala época.

Reseña: En la primavera de 2011 llegó a los cines españoles Pequeñas mentiras sin importancia bajo el eslogan de “la película del año en Francia”, que no deja de ser una variante de ese chiste recurrente en el que se ha convertido la frase promocional de “la comedia francesa del año”. La película destacó por la habilidad de su director y guionista, Guillaume Canet, de alternar drama y comedia al contar lo que ocurría con un grupo de amigos cuando se iban de vacaciones a la playa pese a que uno de ellos se encontrase grave en el hospital tras sufrir un accidente de tráfico. Inmadurez, inseguridades, miedo al compromiso y demás estigmas de la crisis de la mediana edad se daban cita en un film que, pese a durar dos horas y media, entraba muy fácil y concluía con un lacrimógeno final. Nueve años después de su exitoso estreno galo, nos llega su secuela, titulada Pequeñas mentiras para estar juntos (Nous finirons ensemble). Puede que nadie la pidiese, pero cualquier fan de la película original la acogerá con los brazos abiertos.


Toda la banda original está de vuelta y aún así, parece que la cosa no fluye durante los primeros minutos. Probablemente sea algo deliberado, porque poco después descubriremos que se han producido más desencuentros que encuentros entre ellos durante los últimos años. Igualmente, Max (François Cluzet), el atento anfitrión, no recibe con alegría a sus amigos porque esconde un secreto que no quiere compartir con ellos. Las mentiras, verdades a medias, rencores y confabulaciones vuelven a marcar la dinámica de esta cuadrilla, que esta vez además tiene que descubrir si la amistad que les une sigue siendo sincera y valiosa pese a las distancias físicas y emocionales que les separan. Tras superar la incomodidad inicial, la película no tarda en encauzar la comedia y el drama con tanto tino como su precedente, con el impulso de un elenco cómplice y con química que genera ese sentimiento familiar que se produce en los reencuentros con viejos amigos en los que parece que no ha pasado el tiempo.


No obstante, aunque Canet ha conferido de una evolución inesperada pero coherente a la mayoría de los personajes, no resuelve la mayoría de las tramas de forma satisfactoria. Mientras unas se quedan en el aire, otras, como la de Marion Cotillard, se valen de situaciones forzadas para provocar un desenlace obvio al que se podría haber llegado de una manera más honesta y menos “peliculera”. Con todo, Canet ha conseguido sacar adelante una continuación de su mayor éxito profesional como director que no se siente ni gratuita ni hueca de contenido. Continúa profesando amor por sus personajes y por los actores que los interpretan mientras se aborda la crisis de una mediana edad más madura, volviendo a celebrar la amistad como bálsamo de todos los golpes que da la vida.

7/10

10/10/19

Joker – El rey bufón



Dir.:
Todd Phillips
Int.: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen, Shea Whigham, Bill Camp, Glenn Flescher, Leigh Gill
¿De que va?: En la ciudad de Gotham, Arthur Fleck es un aspirante a comediante con problemas mentales que se embarca en una espiral de revolución y crímenes sangrientos. Este camino lo pone cara a cara con su álter ego: "Joker".

Reseña: El ruido mediático puede ocasionar que no pensemos la cosas con claridad. La cantidad de titulares generados durante el último mes a raíz del paso triunfal de Joker por el Festival de Venecia ha sido abrumadora: discusiones sobre si es o no una película de superhéroes, su director, Todd Phillips, declarando que la corrección política ha acabado con sus ganas de hacer comedia (ugh), asociaciones americanas de víctimas de tiroteos alertando de los peligros de la película, más declaraciones absurdas de Phillips… En estos casos uno puede llegar al visionado sin haberse comido ningún spoiler pero exhausto, con el deseo último de descubrir al fin a qué viene tanto jaleo, pero sobre todo de poder pasar a otra cosa. Porque sí, es probable que estemos ante la película favorita del año para medio planeta, y es muy buena, pero cuidado con el hype, que siempre nos juega malas pasadas.


Todd Phillips tiene una intención clara con Joker, y que al comienzo de la película aparezca el logo clásico de Warner es toda una declaración de intenciones: traer de vuelta el thriller urbano que tuvo su auge en la década de los 70. Para ello cuenta con dos grandes referentes: Taxi Driver (1976) y El rey de la comedia (1982), ambas dirigidas por Martin Scorsese, el mismo que hace poco declaró que las películas de Marvel no eran cine auténtico. Joker es, en esencia, una historia de orígenes de uno de los supervillanos más importantes de la cultura popular contada en clave de drama psicológico. Arthur no es un loco espontáneo por haberse caído en un tanque de productos químicos, sino una persona con un trastorno mental agravado por un entorno dañino y violento que le menosprecia y le da la espalda. La película narra el descenso a la locura de Arthur en su intento por crecerse en un mundo caótico, y esto se produce  a través de una serie de tragedias, traumas y carencias tremendistas que le emparenta directamente con Precious (2009), pues aquella muchacha también acarreaba con todos los males del mundo sobre sus hombros.


Joker es valiente porque, a diferencia de todos los spin-off centrados en villanos, jamás intenta redimir al personaje ni defender sus actos. Sí que se genera cierta empatía al tratarse de una víctima del sistema y de que todo lo veamos a través del prisma de Arthur, pero en ningún momento se inclina a apoyar sus acciones o incita más a iniciar una revolución que otras películas que abordan agitaciones sociales. Si bien Gotham no recupera el icónico estilo gótico que le infundió Tim Burton, sí que se ha hecho un gran trabajo de ambientación. Casi se puede oler la basura tirada por las calles de Gotham, de la misma forma en la que se percibe la crispación y el malestar de una ciudad que tan solo necesita de un detonante para implosionar… y ese detonante cobra la forma del Joker, que se convierte sin buscarlo en un símbolo de la lucha contra el sistema.


Y qué se podrá decir que no se haya dicho ya sobre lo que hace una bestia parda de la interpretación como Joaquin Phoenix con este personaje. Extremadamente delgado, retorciendo su cuerpo como si se tratase de una marioneta, y con esa risa histérica e incómoda que se reproduce hasta la saciedad, Phoenix construye un Joker distinto a todos los que conocemos, lo saca de su rol de archienemigo de Batman para hacerlo suyo y logra una simbiosis perfecta tal y como se puede ver en la mejor escena del conjunto, la del baile en el baño, en la que también destacan los otros grandes valores del film: la fotografía de Lawrence Sher, la partitura compuesta por Hildur Guðnadóttir y la dirección de Phillips. El resto de personajes son meramente funcionales, siendo el más destacable Robert De Niro. Lástima que se introduzcan algunos flashbacks explicativos que no hacen más que subrayar obviedades y, sobre todo, que al final me haya quedado con la duda de si Joker es algo más que la suma de sus referencias aplicada a un villano extrapolado del tebeo donde ha crecido. Que no queda duda de que es un film notable gracias en gran medida a su factura y su protagonista, pero su supuesto carácter revolucionario no es más que una reproducción fidedigna de un tipo de cine que se hacía hace cuarenta años.

8/10

9/10/19

O.C: ¡Jo, que noche! (1985)

¿De qué va?: Paul Hackett trabaja como programador en una compañía de informática de Nueva York. Una noche, después de finalizar su jornada laboral, conoce en un bar a una joven que le invita  a su apartamento en el Soho. En el camino, Paul se verá inmerso en una espiral de contratiempos y coincidencias, perdido en un extraño barrio y perseguido por algunos de sus extraños habitantes. Entre miedo y asombro, la noche de Paul se convertirá en una auténtica locura.

Reputación: Martin Scorsese planteó ¡Jo, qué noche! (After Hours) como una parodia del estilo de Alfred Hitchcock. Los elaborados movimientos de cámara emulan las secuencias de Marnie, la ladrona (1964), mientras que la partitura de Howard Shore recrea el estilo de uno de los colaboradores más habituales de Hitchcock, Bernard Herrmann. Tim Burton fue la segunda opción para dirigir el film después de que los productores viesen Vincent (1982). Sin embargo, la agenda de Scorsese quedó libre cuando la producción de La última tentación de Cristo (1988) se retrasó, así que Burton se retiró del proyecto alegando que no quería entrometerse en el camino de Scorsese. El guion es de Joseph Minion, que lo presentó como su tesis para la Escuela de Cine de Columbia, calificada con una 'A' por el director yugoslavo Dusan Makavejev. Scorsese le pidió a su actor protagonista, Griffin Dune, que se abstuviera de mantener relaciones sexuales y de dormir durante el rodaje para conseguir de él un sentimiento de paranoia más realista. La película recaudó poco más de 10 millones de dólares en Estados Unidos. A pesar de no ser bien recibida por el público, recibió buenas críticas y le proporcionó a Scorsese el premio a mejor director del Festival de Cannes.


Comentario: La película más marciana de la filmografía de Scorsese es una suerte de Alicia en el país de las maravillas en la que Alicia es un ejecutivo gris, la madriguera donde se mete el Nueva York nocturno, y el conejo blanco que persigue una atractiva y misteriosa joven. A lo largo de su periplo, Paul se cruza con una galería de personajes con conductas a cada cual más errática y excéntrica que lo conducen a experimentar una serie de catastróficas y delirantes desdichas. Griffin Dune esta estupendo como el ¿cuerdo? en un mundo de locos que se rige por su propia lógica interna en este sueño febril surrealista, absurdo y muy, muy divertido.

Próximo visionado: Vinieron de dentro de… (1975)

7/10/19

Noche de bodas – La liebre y los galgos



Dir.: Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett
Int.: Samara Weaving, Adam Brody, Mark O’Brien, Henry Czerny, Andie McDowell, Melanie Scrofano, Kristian Bruun, Nicky Guadagni
¿De qué va?: Durante su noche de bodas, una novia recibe una extraña invitación de la rica y excéntrica familia de su marido. Todo toma un giro siniestro cuando la obligan a participar en una tradición ancestral, que se convierte en un juego letal en el que tendrá que luchar por su supervivencia.

Reseña: Es fácil odiar a los ricos y privilegiados. Repudiamos el afán por exhibirse, la altivez, el sentimiento de superioridad y la cuna de oro donde muchos han nacido. Pero al mismo tiempo, sentimos cierta fascinación hacia sus rituales sociales, sus excesos y al lujo del que están rodeados. Leemos sobre sus miserias en la prensa y no podemos evitar jactarnos de aquellos que caen en picado después de haberlo tenido todo. Mi abuelo solía decir que “la gente rica es el demonio”; una expresión un tanto exagerada como cualquier muestra de sabiduría del refranero popular, pero que no deja de evidenciar el escepticismo que siempre ha sentido la clase obrera hacia la alta. Esta lucha de clases está presente en Noche de bodas (Ready or Not), una comedia negrísima con todos los ingredientes para convertirse en película de culto.


Tras un perturbador prólogo, el film dirigido a cuatro manos por Matt Bettinelly-Olipn y Tyler Gillett arranca en las horas previas a la boda entre Grace y Alex. Se da la situación de que Alex pertenece al clan Le Domas, que ha sustentado su imperio económico en la industria de los juegos de mesa a lo largo de varias generaciones. También tienen una peculiar tradición: en la noche de bodas, el recién llegado a la familia debe sacar una carta de una máquina en la que se indica el juego al que todos los miembros deberán jugar. A la pobre de Grace le tocará un juego a vida o muerte que emparenta la película con el estupendo slasher Tú eres el siguiente(2011), y si bien ambas revierten el rol de víctima que siempre se le ha adjudicado a la ‘final girl’, Noche de bodas no intenta infundir miedo ni se preocupa por generar sustos, lo cual puede decepcionar a aquellos que busquen una propuesta de terror al uso.


Pero aquellos que consigan entrar en el juego que propone el film se encontrarán con una sátira divertidísima con tanta mala uva como socarronería. El guion viene co-escrito por Ryan Murphy (American Horror Story), notándose su impronta tanto al sacar tiempo para desarrollar las personalidades de cada personaje en el caos que no tarda en generarse como en la caricaturización en la que cae alguno de ellos. No obstante, si bien es genial que se recupere  para la ocasión a Adam Brody y a Andy McDowell en un rol muy diferente al que estamos acostumbrados a verla, la película pertenece a Samara Weaving, la desafortunada novia. La actriz australiana, que ya demostró lo bien que se le da aunar comedia y terror en The Babysitter (2017), nos conquista progresivamente a lo largo del metraje gracias al cursillo acelerado de empoderamiento al que su personaje debe someterse si quiere sobrevivir a su noche de bodas, armada con lo que buenamente puede agarrar, con sus Converses amarillas, y con una personalidad irresistible con la que consigue que nos preocupemos seriamente de que se mantenga con vida… porque nos encantaría llevárnosla de fiesta a celebrarlo.


En resumidas cuentas, Noche de bodas parte de la preocupación sobre cómo encajar en la familia política para desarrollar a posteriori una jornada de caza que se vuelve en contra del depredador, quien a su vez sufre un miedo atroz a caerse del eslabón más alto de la cadena alimenticia. La película hace sufrir a las clases privilegiadas, le da material a Samara Weaving para que nunca más la confundamos con Margot Robbie y construye una trama tensa llena de giros y humor absurdo que no explota hasta culminar en un impactante clímax difícilmente superable. Te quedarás con ganas de echar otra partida.

7’5/10

3/10/19

Mientras dure la guerra – La brecha hispánica



Dir.: Alejandro Amenábar
Int.: Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego, Carlos Serrano-Clark, Patricia López Arnaiz, Inma Cuevas, Tito Valverde, Nathalie Poza, Mireia Rey
¿De qué va?: Salamanca, 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno apoya la rebelión militar con la esperanza de resolver la caótica situación del país. Mientras tanto, el general Franco suma sus tropas al levantamiento, aspirando en secreto a tomar el mando de la guerra. Cuando el conflicto se torna sangriento y algunos de sus amigos son encarcelados, Unamuno se cuestiona su posición inicial.

Reseña: Es horrible empezar una crítica citando a un amigo, mi querido Luis Ogando, que a su vez hacía alusión a algo que leyó en un artículo, pero en este caso, conviene hacerlo para dejar claro algo fundamental desde el principio: es muy probable que el joven Alejandro Amenábar, el que revolucionó el cine español y de género con Tesis (1996), Abre los ojos (1997) y Los otros (2001) ya no exista. Esa época ya terminó. Ahora tenemos a un Amenábar maduro, que se decanta por géneros cinematográficos más clásicos como el melodrama (Mar adentro, 2004) o el cine histórico (Ágora, 2009), y que cuando intenta volver a sus orígenes (Regresión, 2015) le sale el tiro por la culata, porque ya no es el de antaño. A todos nos pasa: con la edad, perdemos facultades y adquirimos otras. Amenábar ha perdido capacidad para sorprender pero es probable que haya ganado aptitud para cautivar al gran público con historias que a priori no tienen elementos que puedan interesarles. Pasó con Ágora y vuelve a pasar con Mientras dure la guerra.


La película cuenta básicamente lo que se resume en el párrafo de la wikipedia de Miguel de Unamuno sobre la Guerra Civil, de su apoyo inicial a la rebelión militar para poco después arrepentirse por ello al ver todas las atrocidades que estaba cometiendo dicho bando, incluso en su círculo más cercano. No profundiza demasiado en las contradicciones del filósofo pero es un retrato limpio y correcto acerca de cómo una de las personas más sabias del país se equivoca y se debate entre sucumbir al miedo o dar un paso al frente. De forma paralela, se muestra la llegada de Franco al mando militar, y cómo con la ayuda del general Millán-Astray se convierte en la máxima autoridad del bando sublevado. Es muy interesante la forma en la que está retratado Franco en el film, pues no está caricaturizado como sí lo está Millán-Astray (Eduard Fernández), aunque habría que ver si este último era así de esperpéntico en la vida real. El Franco al que encarna con eficacia Santi Prego es en apariencia un “pobre diablo”, tal y como lo define Unamuno en un momento dado, pero a través de pequeños detalles y gestos se entrevé que en realidad es una persona taimada y ávida de poder, y que cuando al fin lo consiga no lo va a soltar; a las pruebas me remito…


Volviendo a Unamuno, el recto de la Universidad de Salamanca cobra vida a través de Karra Elejalde haciendo uno de esos ejercicios de interpretación en los que el actor hace suyo al personaje real al que encarna en vez de desaparecer en él, lo cual, en muchas ocasiones es mas interesante que dejarse llevar por las prótesis y la sobreactuación. Aquí hay mucho maquillaje, pero no resulta tan artificial como en otros muchos biopics. A pesar de su terquedad, el Unamuno de Elejalde resulta empático, cercano y hasta entrañable, y en el esperado clímax del film, aquel en el que Unamuno dio su famoso discurso y sobre el que toda la película está construida, el actor convence liderando el momento más emocionante del conjunto.


Alejandro Amenábar sigue siendo un gran contador de historias, y aunque técnicamente siempre resulte impecable, le pueden los recursos narrativos de brocha gorda: música rimbombante, flashbacks de juventud, intentos de emotividad manidos… Pero puede que eso le funcione a la hora de conectar con su público, y poder así transmitirles ese mensaje de entendimiento y diálogo que sobrevuela la película y que hoy en día se necesita aplicar en una España más fracturada que nunca. El problema es que al ser tan correcta, tan mansa, no deja poso, y así, el espacio para la reflexión se queda demasiado corto, con lo cual el film resulta menos memorable de lo que debería ser para lo necesario que es.

6’5/10

2/10/19

Itinerario de estrenos de octubre 2019



Joker: Todd Philips (Juego de armas) dirige y co-escribe esta película que se inspira en el archienemigo de Batman para contar la historia de Arthur Fleck, un aspirante a comediante ignorado por la sociedad que, a raíz de una serie de acontecimientos trágicos, empezará a ver el mundo de otra manera. Joaquin Phoenix (Los hermanos Sisters) tiene un pasaporte directo al Oscar por su encarnación del Joker en este film, muy buen recibido por la crítica, y ganador del León de Oro a mejor película del pasado Festival de Venecia. Completan el reparto Robert De Niro (Joy), Zazie Beetz (Deadpool 2) y Frances Conroy (American Horror Story).
Estreno: 4 de octubre




Día de lluvia en Nueva York: Con un año de retraso llega el último film de Woody Allen (Wonder Wheel), guardado en un cajón por su productora, Amazon, tras la mala prensa generada por el director a raíz del movimiento #MeToo. Timothée Chalamet (Beautiful Boy), Elle Fanning (Teen Spirit), Selena Gomez (Los muertos no mueren), Jude Law (Capitana Marvel), Diego Luna (Narcos: México), Rebecca Hall (Holmes & Watson) y Liev Schreiber (La quinta ola) encabezan el reparto de la película, que gira en torno a una joven pareja que viaja un fin de semana a Nueva York, donde se enfrentarán al mal tiempo y a una serie de aventuras que podrá a prueba su relación. La recepción crítica está siendo bastante dispar, aunque en general parece que no estamos ante de uno de los mejores trabajos del director, pero tampoco de los peores.
Estreno: 11 de octubre



Noche de bodas: Comedia negra sobre una mujer que, en su noche de bodas, debe participar en una tradición ancestral de la adinerada familia de su marido y que acaba convirtiéndose en una lucha a muerte por su supervivencia. Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin (El heredero del diablo) dirigen el film, protagonizado por Samara Weaving (Tres anuncios en las afueras), Adam Brody (¡Shazam!) y Andie MacDowell (Héroes en el infierno) entre otros. Podrá verse en el Festival de Sitges, marco perfecto para una cinta divertidísima y sangrienta, con una tremenda interpretación a cargo de Weaving. En breve, reseña.
Estreno: 11 de octubre



Paradise Hills: La bilbaína Alice Waddington dirige este film que ha contado con la participación de Nacho Vigalondo (Colossal) en el guion y que se ambienta en un futuro donde las familias adineradas mandan a sus hijas a un internado para que las conviertan en las esposas perfectas. Sin embargo, con la llegada de una nueva residente, un plan de fuga se pone en marcha. Emma Roberts (American Horror Story), Milla Jovovich (Hellboy), Awkwafina (Ocean’s 8), Danielle Macdonald (Creedme), Eiza González (Baby Driver) y Jeremy Irvine (Mamma Mia: Una y otra vez) conforman el reparto internacional de esta producción española, que se filmó entre Barcelona y Gran Canaria, y que ha recibido críticas mayoritariamente regulares tirando a negativas.
Estreno: 11 de octubre



Zombieland: Mata y remata: Diez años después del estreno de Bienvenidos a Zombieland llega su secuela, que vuelve a estar dirigida por Ruben Fleischer y a contar con su cuarteto protagonista: Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone y Abigail Breslin. Rosario Dawson (Alguien especial), Zoey Dutch (Cómo deshacerte de tu jefe) y Luke Wilson (Qué fue de Brad) son algunos de los fichajes realizados para esta continuación en la que los protagonistas tendrán que sobrevivir tanto a hordas de muertos vivientes como a las rencillas que surgen en su convivencia.
Estreno: 18 de octubre



Parásitos: Corea del Sur ganó por primera vez la Palma de Oro del Festival de Cannes gracias a este film de Bong Joon-ho (Okja) que versa sobre lo que ocurre cuando los destinos dos familias de estratos sociales muy opuestos se entrecruzan Parece que es de esos casos en los que cuanto menos se sepa de antemano sobre el argumento mejor, así que lo único que diremos es que se trata de uno de los films con mejores críticas de lo que va de año y es que es muy probable que sea la próxima ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa si Pedro Almodóvar y su Dolor y gloria no se lo impiden.
Estreno: 25 de octubre



Secretos de Estado: Thriller basado en la historia de Katherine Gun, una traductora británica que se enfrentó a una condena a prisión al filtrar un e-mail clasificado sobre una operación de espionajes a miembros de las Naciones Unidas para forzar la participación en la Guerra de Irak. Gavid Hood (Espias desde el cielo) dirige la película protagonizada por Keira Knightley (El día que vendrá), Matt Smith (The Crown) y Ralph Fiennes (El bailarín). Las criticas han sido correctas.
Estreno: 25 de octubre



La oveja Shaun. La película: Granjaguedón: Nueva aventura cinematográfica de Shaun y su panda de ovejitas creadas por Aardman Animations. En esta ocasión, una adorable extraterrestre de asombrosos poderes aterriza en la granja, y Shaun hará todo lo posible para que su nueva amiga no sea capturada por una siniestra organización. Richard Starzak, uno de los co-directores de la anterior película, dirige en solitario esta secuela que promete muchas referencias a E.T. el extraterrestre (1982).
Estreno: 31 de octubre



La trinchera infinita: El triplete de directores vascos integrado por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga (Handía, Loreak) vuelve a la carga con esta historia en la que, al estallar la Guerra Civil, un hombre en peligro de muerte se esconde con la ayuda de su mujer en un agujero cavado en su propia casa. Pero lo que parecía un escondite provisional, acabará alargándose durante varias décadas. Antonio de la Torre (El Reino) y Belén Cuesta (Litus) protagonizan una de las películas más aclamadas del recién finalizado Festival de San Sebastián, donde se llevó cuatro premios: mejor dirección, guion, el Irizar al cine vasco y el Feroz Zinemaldia concedido por la crítica.
Estreno: 31 de octubre



1/10/19

Actor del mes: Timothée Chalamet



Nombre completo: Timothée Hal Chalamet

Fecha de nacimiento: 27 de diciembre de 1995

Lugar de nacimiento: New York City, New York (EE.UU.)

Filmografía destacada:

The French Dispatch (2020)
Dune (2020)
Little Women (2019)

The King (2019)
Día de lluvia en Nueva York (2019)
Beautiful Boy (2018)
Hostiles (2017)
Lady Bird (2017)
Hot Summer Nights (2017)
Call Me By Your Name (2017)
Miss Stevens (2016)
Navidades, ¿bien o en familia? (2015)
El paraíso perdido (2015)
Interstellar (2014)
Hombres, mujeres & niños (2014)
Homeland (Serie de TV) (2012)


Méritos: Puede que estemos ante el primer caso en la historia de este blog en el que un actor es homenajeado por una película de la que reniega. Timothée Chalamet estrena en España Día de lluvia en Nueva York, el último film de Woody Allen, pero el sueldo que recibió lo donó, al igual que algunos de sus compañeros de reparto, al movimiento #MeToo cuando éste se encontraba en auge. La reivindicación feminista propició que muchos se tomaran en serio las acusaciones de abuso sexual hechas por Dylan Farrow, aunque Allen fuese exculpado de ellas en su momento. Día de lluvia en Nueva York tendría que haberse estrenado hace un año, pero permanece inédita en Estados Unidos después de que Amazon la metiera en un cajón al no sentarle bien a la compañía unas declaraciones de Allen sobre el #MeToo, aunque sí que llegará a los cines europeos a lo largo de este otoño. Paradójicamente, la interpretación de Chalamet está recibiendo muy buenas críticas.

Habrá que ver si le preguntan a Chalamet sobre el film y qué contestará en las entrevistas que concederá en los próximos meses por otras dos películas que sí promocionará: The King y Little Women. La primera es una producción de Netflix donde da vida al rey Enrique V y que tendrá un estreno en cines minoritario el próximo 18 de octubre, para luego poder verse de forma global en la plataforma de streaming a partir del 1 de noviembre. La segunda es una nueva versión de Mujercitas que dirige Greta Gerwig, con la que ya trabajó en Lady Bird, y que llegará a los cines por Navidad. La carrera de Chalamet ha ido viento en popa desde que tanto la crítica como el público se rindiera a sus pies gracias a su interpretación en Call Me By Your Name; su Elio es uno de esos personajes que marcan carreras y las lanzan directas al estrellato. No hay más que ver sus últimos proyectos: Dune y The French Dispatch, lo nuevo de Denis Villeneuve (Blade Runner 2049) y Wes Anderson (Isla de perros) respectivamente. Y ojo, que está saliendo con la también en alza Lily-Rose Depp. Con 23 primaveras que tiene, ojalá que el éxito no se le suba a la cabeza.



Extras:

Tráiler de Día de lluvia en Nueva York

Tráiler de The King

Tráiler de Little Women

Entrevista sobre Beautiful Boy

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