17/7/18

O.C: La mosca (1986)

Poster The Fly¿De qué va?: Un científico se utiliza a sí mismo como cobaya en la realización de un experimento de teletransportación que ha desarrollado. La prueba es un éxito, pero empieza a sufrir unos extraños cambios en su cuerpo. Pronto se dará cuenta de que una mosca también ha sido expuesta a la máquina a la misma vez que él…

Reputación: David Cronenberg dirigió y co-escribió esta adaptación cinematográfica de un relato de George Langelaan publicado en la revista Playboy en 1957 que ya había sido llevado al cine, en un film de 1958 dirigido por Kurt Neumann. Cronenberg estuvo a punto de no dirigir el film, pues iba a hacerse cargo de Desafío total (1990), pero finalmente lo aceptó al darse cuenta de las diferencias creativas que tenía con el productor Dino De Laurentis, y después de que el director contratado en su lugar, Robert Bierman, sufriese una tragedia familiar al comienzo de la producción que le hizo abandonar. Jeff Goldblum fue la primera elección de Cronenberg para el rol protagonista, pero encontró oposición tanto en el estudio, que no lo consideraba suficientemente mediático, como en el encargado de los efectos especiales y maquillaje, Chris Walas, pues este consideraba que sería complicado trabajar el maquillaje en el rostro del actor. Más adelante, fue Goldblum quien tuvo que convencer a Cronenberg de que le hiciera una prueba a su entonces novia, Geena Davis, para el otro rol protagonista, ya que el director no quería trabajar con una pareja real, pero quedó encantado tras la lectura de guion de la actriz. Con un presupuesto de 15 millones de dólares, La mosca recaudó 60,6 millones en todo el mundo, suficientes beneficios como para dar luz verde a una secuela estrenada dos años después y de la que se encargó  Chris Walas, que había ganado el Oscar al mejor maquillaje por la primera parte, pero la película fue un fracaso tanto de crítica como de público. Curiosamente, el asqueroso vómito de la mosca estaba hecho de miel, huevos y leche.

La mosca


Comentario: Cronenberg se saca un doctorado en repugnancia con este thriller centrado en la degradación física y psicológica de su protagonista, pasando por diferentes estados de descomposición y enajenación hasta llegar a un clímax terrorífico. El carisma innato de Jeff Goldblum y la empatía de Geena Davis aportan el gancho emocional, haciéndonos sufrir junto a ellos en la pesadilla en la que están inmersos. El director se vale de elementos mínimos, tres personajes y unos pocos escenarios, para articular una historia que ejerce como triste metáfora de las enfermedades terminales, la desesperación de los series queridos, el miedo al contagio, la putrefacción a la que puede llegar lo que era un cuerpo perfecto y la pérdida de la identidad y de la razón. La película indaga con interés en aspectos turbios de la condición humana, aunque al final lo que quede en el recuerdo sean esas delirantes y repulsivas imágenes, lo cual hará que los más aprensivos se queden con eso y olviden todo lo demás, lo cual es una pena, pero es un riesgo que Cronenberg abraza con viscosidad y sin miramientos.

Próximo visionado: Ultimátum a la Tierra (1951)

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