3/12/15

Qué verde era mi valle jurásico

Poster El viaje de Arlo

Dir.: Peter Sohn
¿De qué va?: En un mundo en el que el meteorito que acabó con los dinosaurios jamás chocó contra la tierra, un joven Apatosaurus llamado Arlo entabla amistad con un humano y juntos emprenderán un viaje de regreso a casa lleno de peligros en los que Arlo aprende a enfrentarse a sus temores y descubre de todo lo que es capaz.

Reseña: La crisis creativa que sufrió El viaje de Arlo (The Good Dinosaur) durante su desarrollo, con cambio de director incluido, provocó que nos quedásemos sin película de Pixar el año pasado por primera vez en nueve años, y en consecuencia, nos brindó una ración doble para el 2015. Con Del revés todavía muy presente, recién editada en formato doméstico y empezando a recoger los primeros premios de los muchos que ganará esta temporada, el principal hándicap al que se enfrenta El viaje de Arlo es precisamente evitar las comparaciones y hacerse notar pese a la imagen que proyecta de ser la hermana pequeña y modesta de aquella. En cierta manera lo es, pero eso no debería restarle mérito de los muchos que tiene.

El viaje de Arlo2

La película parte de una premisa ingeniosa, cómo sería el mundo si los dinosaurios fuesen la especie evolucionada en vez de los humanos, para desarrollar una narración tan clásica que se emparenta con el western a través de una trama que comienza como una tragicomedia rural para luego convertirse en un viaje iniciático, donde los majestuosos paisajes naturales son tanto objeto de asombro y admiración como medio a través del cual el protagonista aprenderá a valerse por sí mismo para poder hacer el camino de retorno al hogar, todo ello a ritmo de música folk y con la inestimable ayuda de su mascota, aliado y amigo, un niño salvaje que, en la línea de WALL-E, es capaz de expresar cualquier emoción con la mirada y sin pronunciar palabra alguna.

El viaje de Arlo3

Los hiperrealistas y gigantescos paisajes marcan un nuevo logro artístico del estudio de animación, con especial atención a los cambios climáticos, y en contraste con el diseño “animado” de los personajes. El viaje de Arlo carece del derroche de imaginación implícito en las mejores obras de Pixar; no juega en su misma liga pero es mejor que las más prescindibles, como Brave o Cars 2, porque suple su falta de originalidad con brío técnico, diversión, simpatía y mucha ternura. No es tan infantil e ingenua como parece dado su sombrío enfoque sobre la selección natural y la pirámide alimenticia y, si bien Del revés nos decía que la tristeza es fundamental para sobrevivir, El viaje de Arlo nos enseña que hay que saber afrontar otra de aquellas emociones humanizadas, el miedo, para que en vez de paralizarnos nos ayude a crecer, madurar y superar los obstáculos que se nos presentan a lo largo de la vida. Pixar, una vez más, ofreciendo sabios consejos a niños y adultos en un formato irresistible.

7’5/10

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