27/10/19

Retrato de una mujer en llamas – Recuerdos del affaire



Dir.: Céline Sciamma
Int.: Noémie Merlant, Adèle Haenel, Luàna Bajrami, Valeria Golino
¿De qué va?: Bretaña francesa, 1770. Marianne es una pintora que debe realizar el retrato matrimonial de Héloïse, una joven que acaba de dejar el convento. Héloïse no acepta su destino como mujer casada y se niega a posar, por lo que Marianne debe trabajar en secreto. Para ello, se hace pasar por dama de compañía, para así observarla de día y pintarla de noche. Su relación se vuelve más intensa a medida que comparten juntas los últimos momentos de libertad de Héloïse.

Reseña: En Brokeback Mountain (2005), Ennis del Mar conservaba una foto y una camisa como souvenir de la gran historia de amor de su vida. El retrato de una mujer en llamas es lo que atesora Marianne como recuerdo del suyo y en torno a lo que gira la nueva película de la directora Céline Sciarmma. Se trata del romance entre dos mujeres del siglo XVIII, algo evidentemente prohibido y con nulas esperanzas de tener un final feliz, pero eso no supone un impedimento para que la directora posibilite que Marianne y Héloïse experimenten libremente la atracción, el deseo, la agitación y el desconsuelo de vivir un apasionado y breve affaire.


Marianne recibe el encargo de hacer un retrato de Heloïse en secreto, pues esta se niega a posar para el cuadro que sellará su destino. Por ello, Marianne se hace pasar por una dama de compañía, y aprovecha los paseos que realiza con la esquiva Heloïse para reparar en sus facciones de cara a plasmarlas en su lienzo por la noche. Es así, a través de miradas furtivas y la atención por los detalles, la forma en la que se cocina a fuego lento la atracción que surge entre ambas. La química es tan grande que resulta un tanto frustrante que la contención impere durante buena parte del relato. Sin embargo, las circunstancias provocan que se cree un escenario único en el que la sororidad y el ansia de libertad derriban las barreras sociales, y que tanto las dos protagonistas como la criada se cuiden las unas a las otras y puedan ser ellas mismas por primera vez.


La temática pictórica está presente en forma y fondo en Retrato de una mujer en llamas. Explora la complejidad de plasmar la verdad de un individuo en un lienzo al tiempo que la composición de cada plano aporta tanta belleza como información sobre la historia y los personajes. No hay banda sonora, lo cual hace más especiales los momentos acompañados por música diegética, como el mágico momento en el que se produce la imagen que da título al film. Tanto Noémie Merlant como Adèle Haenel están en estado de gracia encarnando a Marianne y Héloïse respectivamente, dos interpretaciones profundamente viscerales que consiguen que vivamos su romance con la misma y creciente emoción que impregna el desarrollo de la película.


Retrato de una mujer en llamas es una de las películas más bonitas e inteligentes del año. En dos horas encapsula perfectamente la turbación del enamoramiento, la culminación del romance y la aflicción de la separación. Es clásica a la par de moderna, y se vale del mito de Eurídice y Orfeo para definir el recuerdo, la imagen atemporal de la persona amada, como el souvenir más valioso del amor, culminando en un final que cuando parecía perfecto se supera con un epílogo más emocionante y hermoso si cabe.

8’5/10

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