26/9/17

Trajes y licores sin destilar

Poster Kingsman_Circulo_Oro

Dir.: Matthew Vaughn
Int.: Taron Egerton, Colin Firth, Mark Strong, Julianne Moore, Pedro Pascal, Halle Berry, Channing Tatum, Jeff Bridges, Edward Holcroft, Hanna Alström, Michael Gambon, Sophie Cookson
¿De qué va?: Cuando el cuartel general de los Kingsman es destruido, Eggsy y Merlin descubrirán la existencia de una organización homóloga estadounidense conocida como Statesman. A pesar de sus diferencias, ambas agencias de espías tendrán que aprender a colaborar para hacer frente a Poppy, una megalómana villana que ha puesto en marcha un maquiavélico plan que atenta contra la vida de millones de personas en el mundo.

Reseña: El artículo que le dediqué en su momento a Kingsman: Servicio secreto fue básicamente apología de Matthew Vaughn y de su pericia a la hora de articular blockbusters a base de violencia, mala leche y cariño y atención por sus personajes. Pues algo habrá visto en los espías británicos que no vio ni en los mutantes ni en los superhéroes aficionados, pues a pesar de haber dejado en otras manos las continuaciones de X-Men: Primera generación y de Kick-Ass, Vaughn sí que se ha lanzado a rodar la primera continuación de su carrera, la cual, pese a basarse una vez más en los personajes de la novela gráfica de Mark Millar, cuenta una historia completamente original, ideada por él junto a su colaboradora habitual, la guionista Jane Goldman, y sustentada sobre la premisa de qué pasaría si los Kingsman, tan británicos ellos, tuviesen un equivalente yanqui y se viesen obligados a trabajar con ellos.

Kingsman

Para que eso ocurra, Vaughn y Goldman hacen volar por los aires todo lo construido en la primera parte (tal vez de forma precipitada) y planta a los protagonistas en Estados Unidos, trayendo de vuelta a un personaje que dábamos por desaparecido. Tal resurrección no es lo que más chirría de un conjunto que, pese a seguir siendo muy entretenido, parece más preocupado en superar las cotas de locura alcanzadas por su predecesora que en desarrollar una historia con algo de lógica y coherencia en paralelo a una evolución interesante de los personajes. Las secuencias de acción continúan siendo espectaculares y estilizadas, pero no resultan tan sorprendentes, genuinas o arriesgadas como aquel tiroteo en la iglesia o aquellos fuegos artificiales explota-cabezas. Más grande no siempre quiere decir mejor, y este es un perfecto ejemplo de ello.

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Por otra parte, hay demasiados personajes y demasiadas estrellas en el reparto, y aunque la película alcance unas excesivas dos horas y veinte de duración, algunos de ellos tienen una presencia prácticamente testimonial, como es el caso de Jeff Bridges, Channing Tatum y Halle Berry, pobremente aprovechados bajo la promesa de una mayor y mejor participación en la hipotética tercera entrega. Al menos, Taron Egerton sigue cargando con gran peso de la película con carisma, elegancia y ‘flow’, aunque su arco argumental no sea tan interesante como en el anterior film; de igual forma, el arco del personaje de Colin Firth no termina de cuajar, y es resuelto antes de tiempo. Lo mejor, Julianne Moore como la peculiar Poppy, una psicópata fanática de los años 50 que resulta amenazante y sanguinaria sin borrar la sonrisa de su cara. Bueno, y también el muy sonado cameo de la película, mejor insertado en la acción que la mitad de los actores supuestamente principales.

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Para alguien como yo que considera a Matthew Vaughn como uno de los mejores directores del cine comercial contemporáneo, Kingsman: El círculo de oro supone una ligera decepción. Si bien Vaughn sigue dirigiendo con el estilo y la habilidad que le caracterizan, esta secuela se pasa de frenada sin tan siquiera igualar las cotas alcanzadas por su predecesora. Repite los esquemas que convirtieron Servicio secreto en un éxito, lectura crítica incluida (en este caso, la conveniencia de las tragedias como beneficio político) pero toda la locura orquestada no va hacia ninguna parte ni resulta especialmente memorable y, peor aún, no exprime las posibilidades del choque cultural entre espías británicos y norteamericanos. Quizás lo dejen para esa tercera entrega con la que comprobaremos si esto sólo ha sido un pequeño traspiés o si Vaughn, en el caso de que siga a bordo, ya está condenado a repetirse sin nada nuevo que ofrecer. Esperemos que sea lo primero.

6/10

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