29/9/18

El robot metió la mano

Poster Upgrade


Dir.:
Leigh Whannell
Int.: Logan Marshall-Green, Betty Gabriel, Harrison Gilbertson, Simon Maiden, Benedict Hardie, Melanie Vallejo
¿De qué va?: En un futuro cercano, la tecnología controla prácticamente todos los aspectos de nuestra vida. Pero cuando el mundo del tecnófobo Grey da un revés trágico, su único esperanza para hallar venganza es un chip informático experimental que es implantado en su cuerpo y que responde al nombre de Stem.

Reseña: Leigh Whannell acudió a la presentación de su película, Upgrade (Ilimitado), en Motel X, el Festival de Cine de Terror de Lisboa. Allí contó que cuando propuso a Jasom Blum, propietario de la productora en alza Blumhouse (Déjame salir, Insidious, The Purge…), financiarle su particular versión de Terminator, este le puso como condición presentarle un proyecto que se pudiese rodar con el presupuesto estándar que manejan para sus producciones: 5 millones de dólares. Por lo que, según cuenta Whannell, tuvo que abaratar las escenas de acción desde el guion, pasando en una escena de enfrentar al protagonista con cuatro enemigos a dos, después uno y, finalmente, a situarlo en una habitación vacía. Cierto o no, fue un buen chascarrillo con el que Whannell bromeó sobre la modestia de una propuesta que en ningún momento se siente barata ni vulgar.

Upgrade2

Partiendo de un recurso tan manido como la búsqueda de venganza por la muerte de un ser querido, la mejor baza de Upgrade radica  en el conflicto que se le presenta al protagonista: un tipo vintage que desprecia los avances tecnológicos, debe asumir que una inteligencia artificial es tanto su tabla de salvación como su mejor aliado en su vendetta particular. Para colmo, la IA es como un super ordenador sabelotodo que solo puede oír él y que es capaz de tomar el control de su cuerpo, convirtiéndolo en un arma letal. No hay muchas escenas de acción, probablemente por las limitaciones presupuestarias, pero las que hay son esmeradas y vistosas. Los movimientos de cámara y las coreografías resultan orgánicas, acordes con la naturaleza a medio camino entre lo humano y lo robótico del protagonista. El resto lo pone Logan Marshall-Green, que tras impresionar en The Invitation (2015), vuelve a realizar una interpretación fantástica y esforzada que debería darle reconocimiento más allá de su tremendo parecido con Tom Hardy; no hay más que ver el recital físico y tragicómico que realiza en la primera escena de acción, la mejor y más bestia del conjunto.

Upgrade

Whannell no tiene demasiado que aportar al debate sobre los peligros de los avances tecnológicos que no se haya dicho ya. Sin embargo, ofrece algo fresco, perturbador y violento en su justa medida. Hacia el tramo final del film tropieza en lugares comunes del género, pero lo arregla bastante con un desenlace potente y satisfactorio. Así pues, Upgrade se libera de cualquier complejo que pueda sentir hacia Terminator o Tom Hardy para erigirse como un thriller que abraza la serie B en la que se enmarca con simpatía, ingenio y desparpajo. Y sin pasarse de los 5 millones de dólares.

7/10

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