9/4/18

Para ustedes, jugadores

Poster Ready Player One


Dir.: Steven Spielberg
Int.: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Lena Waithe, Win Morisaki, Philip Zhao, Mark Rylance, Simon Pegg, T.J. Miller, Hannah John-Kamen
¿De qué va?: En el año 2045, la mayoría de la población mundial vive hacinada en torres formadas por autocaravanas y se evade en un juego de realidad virtual llamado OASIS. También es el caso de Wade Watts, un joven que se lanza a la carrera para desentrañar un rompecabezas, basado en la cultura popular de los años 80 e ideado por el difunto creador de OASIS, que concederá al ganador toda su fortuna y el control sobre su obra.

Reseña: Muchas películas han intentado reproducir sin éxito lo que se siente a los mandos de una consola. Se quedan en la pirotecnia y los continuos desafíos a la física, pero el espectador permanece impasible en la butaca, sin tomar el control de la acción como lo hace en un videojuego. La esencia del videojuego reside en la oportunidad que ofrece al jugador de convertirse en alguien radicalmente distinto, con habilidades únicas, permitiéndole explorar un entorno fantástico y protagonizar su propia historia, o dicho en otras palabras, evasión pura y dura. Ha tenido que llegar el contador de historias por excelencia, el Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg, para reivindicar un arte generalmente despreciado.

Ready Player One3

Con Ready Player One, Spielberg no solo rinde tributo a la experiencia que ofrece una videoconsola, sino a la cultura pop a la que él mismo ha contribuido enormemente. En cierta manera, se autohomenajea, brindando una aventura con los mismos ingredientes utilizados en el cine juvenil de los 80, en la línea de E.T., el extraterrestre: un grupo de chavales corrientes se embarca en una aventura alucinante donde se enfrentan a una poderosa y malévola corporación dirigida por adultos que ya han olvidado la integridad e inocencia de la niñez. Ya que la moda por la nostalgia hacia aquella década ha pegado fuerte, era necesario que uno de sus principales artífices aportara su visión, y Spielberg lo hace a través de la figura del creador de OASIS, la realidad virtual en la que se ambienta el grueso de la historia. Halliday, encarnado por Mark Rylance, es el fantasma de un hombre que tuvo una vida cargada de éxitos, pero también de arrepentimientos y tribulaciones a partir del momento en el que factores económicos, empresariales e interpersonales empezaron a interponerse ante su sencillo anhelo de crear mundos.

READY PLAYER ONE

En medio de todo el barullo y los efectos digitales, Spielberg reivindica la autoría del creador de aquellas películas, videojuegos, libros, series de televisión, cómics y demás que consiguen despertar tanta pasión alrededor del mundo, a través de sentidos y sorprendentes homenajes materializados en la búsqueda del tesoro en la que se ven envueltos los jóvenes héroes, sin obviar que el villano, el ávido empresario encarnado por Ben Mendelsohn, es una parte indispensable de la ecuación, pues no deja de ser un fanboy más al que le han podido las ansias de monetizarlo todo, como cualquier ejecutivo de Hollywood que se precie. Ready Player One no deja de ser una historia sobre la lucha entre el bien y el mal, con todos los ‘tics’ del cine de Spielberg, tales como el uso y abuso de lens flares, el humor blanquísimo, la emotividad que estalla en el tercer acto o un sentido de la espectacularidad sin parangón y con una técnica pulidísima aunque el descontrol impere en la pantalla, caso de esa loquísima carrera a lo Mario Kart del principio del film.

READY PLAYER ONE

Quizás la película no se convierta en un clásico de la cultura popular como todo aquello a lo que homenajea, tal vez porque sus héroes protagonistas, pese a ser efectivos, no son lo suficientemente singulares y carismáticos como para enamorarse de ellos; uno se acuerda más de la ingesta cantidad de detalles y guiños frikis que pueblan la película, aunque muchos sólo podrían resultar perceptibles a través de varios revisionados. En definitiva, lo que podría haber sido fácilmente un blockbuster de usar y tirar se convierte en una película con un discurso sólido y contundente que rompe una lanza a favor de cosas que normalmente no son veneradas o tomadas en serio fuera de la celebración de una Comic-Con. Esto es una exaltación del orgullo friki y de sus placeres que ni el más hater puede ser capaz de repeler.

8/10

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