31/8/14

O.C: El club de los poetas muertos (1989)

Poster El club de los poetas muertos

¿De qué va?: En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del Carpe Diem y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños gracias a un excéntrico profesor que despierta sus mentes a través de métodos poco convencionales.

Reputación: El guionista Tom Schulman escribió el guión de El club de los poetas muertos basándose en su experiencia en la escuela para chicos en la que estudió, la Academia Montgomery Bell, y en su profesor Samuel F. Pickering Jr. De hecho, tiempo después de que se estrenara la película, recibió llamadas de sus antiguos compañeros preguntando si algunos de los personajes estaban basados en ellos. En un principio Jeff Kanew iba a dirigir la película y Liam Neeson era el principal candidato para el papel protagonista. Cuando la dirección del proyecto pasó a Peter Weir, fue éste quien escogió a Robin Williams, quien reconoció años más tarde que aceptó el papel porque vio en Kealing al profesor que siempre quiso tener. Weir decidió rodar la película en orden cronológico, a pesar de los inconvenientes que ocasionaría en la producción, para poder así reflejar mejor el sentimiento de camaradería entre los jóvenes y su creciente admiración a Kealing. Aunque la película nunca llegó al nº1 del box office norteamericano consiguió acumular 96 millones de dólares en el país y cerca de 235 millones en todo el mundo. El club de los poetas muertos pasó a ser un gran referente de la cultura popular, siendo homenajeada o mencionada en numerosas películas y series de televisión, e incluso goza de un inconfesable remake en clave femenina, La sonrisa de Mona Lisa.  Fue nominada a cuatro Oscar, mejor película, director, actor protagonista y guión original, de los cuales únicamente ganó este último.

El club de los poetas muertos

Comentario: El club de los poetas muertos es una de esas películas que tienen más valor por el impacto que han tenido en la sociedad y la cultura popular que por su valor cinematográfico en sí. Sin grandes alardes narrativos, ha dejado huella en espectadores de todas las generaciones gracias a sus ideales, a su espíritu subversivo e independiente, a su forma de acercar la literatura y la poesía a los jóvenes sin resultar forzada y a la simpatía que despiertan sus actores, tanto los más jóvenes (con Ethan Hawke ya apuntando maneras) como Robin Williams, en una de sus interpretaciones más comedidas y memorables. La forma en la que voy a terminar esta entrada es la más tópica posible, pero no puedo evitarlo, en homenaje a Williams:

¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán! Nuestro temeroso viaje esta hecho;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta,
el premio que buscamos está ganado;
el puerto está cerca, escucho las campanas, todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla, el barco severo y desafiante:


Próximo visionado:
Tener y no tener (1944)

30/8/14

El amor en tiempos de cáncer

Poster Bajo la misma estrella

Dir.: Josh Boone
Int.: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Natt Wolff, Laura Dern, Sam Trammell, Willem Dafoe, Lotte Verbeek
¿De qué va?: A pesar de que un milagro médico ha conseguido reducir su tumor y concederle unos años más de vida, Hazel siempre se ha considerado una enferme terminal. Sin embargo, cuando Gus entra a formar parte de su grupo de ayuda para enfermos de cáncer juvenil, la vida de Hazel cambia por completo.

Reseña: Hay bastantes películas que tratan el tema del cáncer, pero pocas se atreven a girar en torno a él. En este sentido, la televisión le ha tomado la delantera al cine, pues se ha integrado en las tramas de un gran número de series y con resultados más certeros y valientes, como la estupendísima The Big C. Con Bajo la misma estrella, precediendo al remake de Pulseras rojas que empezará a emitirse este otoño en la televisión americana, se abre el camino para que se hable sin tapujos del cáncer juvenil, no desde el punto de vista del adulto consternado sentado junto a la cama, sino desde la del propio niño o adolescente que tiene que lidiar tanto con la enfermedad como con las cosas típicas de su edad, como enamorarse por primera vez.

Bajo la misma estrella

Basada en un popular best-seller juvenil y dirigida por Josh Boone (responsable de Un invierno en la playa, uno de las mejores ‘feel-good movies’ del año pasado), la película cuenta la historia de amor entre una chica gravemente enferma y un chico cuyo cáncer está en remisión. Su conexión no radica tanto en la empatía mutua como en el que al estar juntos se sienten como dos personas normales que no requieren una atención especial. La muerte siempre está al acecho, pero han aprendido a vivir con ella, y juntos la amargura se convierte en ánimo de vivir. En ningún momento la película se compadece de ellos, en cambio, les hace pasar por situaciones realmente duras y crueles. Son chavales, evidentemente hay algo de la típica arrogancia adolescente, pero su relación resulta mucho menos pueril y cursi que la de Crepúsculo, sin ir más lejos.

Bajo la misma estrella4

Resulta insólito ver a la protagonista de una película de Hollywood con un tubo en la nariz durante la mayor parte del metraje.  Otorga credibilidad a la ya de por sí absolutamente genuina interpretación de Shailene Woodley, el auténtico corazón de la película. La actriz, tan natural y cercana como siempre, es la fuente de la emoción que transmite el conjunto. Los momentos más emotivos, en los que no podemos evitar que se nos caiga la lágrima, se deben prácticamente a ella. Tiene una gran química con Ansel Elgort, que derrocha un torrente de carisma, y también crea una relación creíble con sus padres de la ficción, Laura Dern y Sam Trammell, quienes por suerte no encarnan a los cansinos progenitores sobreprotectores y cortos de miras, sino a unos más modernos que permiten que la historia no se desvíe por tramas manidas.

Bajo la misma estrella2

Bajo la misma estrella me recuerda un poco a Criadas y señoras. Ambas son adaptaciones de exitosos best-sellers sobre temas muy emocionales que están diseñadas hasta el más mínimo detalle para satisfacer tanto al gran público como a los fans de la novela, y lo cierto es que lo consiguen gracias al esfuerzo del equipo que tienen detrás, que no espera que la reputación del material original haga todo el trabajo. El problema de muchas adaptaciones es que la emoción se queda a medio camino entre las páginas y el celuloide, pero este no es el caso de Bajo la misma estrella. Es inteligente, divertida, sincera, emotiva, sensible (que no sensiblera) y su mensaje cala hondo: si te ha tocado una vida de mierda, no te autocompadezcas y exprímela hasta el último momento.

7’5/10

28/8/14

La chica de ojos calidoscópicos

Poster Lucy

Dir.: Luc Besson
Int.: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Min-sik Choi, Amr Waked, Analeigh Tipton, Pilou Asbæk, Julian Rhind-Tutt
¿De qué va?: Lucy es una joven obligada a ejercer de mula cuya capacidad cerebral alcanza de forma progresiva cotas sobrehumanas cuando la bolsa de drogas que lleva en su estómago se rompe y entra en contacto con su cuerpo. Entonces, se convierte en una máquina de matar y adquiere una memoria prodigiosa y otras habilidades inalcanzables para una persona normal.

¿De qué va?: La teoría de que el ser humano sólo aprovecha el 10% de su cerebro ha sido totalmente refutada desde hace tiempo. ¿Pero qué sería del cine de acción y ciencia ficción si no tomara ideas de falsedades científicas? Un auténtico muermo. A Luc Besson, que ya había jugueteado con la naturaleza de la Humanidad en El quinto elemento, tuvo que haberle gustado El árbol de la vida, pero quizás le pareció demasiado densa y compleja para su gusto, y por eso ha decidido hacer esta versión que sin duda será más del gusto de aquellos que no pudieron aguantar la película de Terrence Malick hasta el final.

Lucy2

¿Y qué tiene que ver El árbol de la vida con Lucy, se preguntarán? Pues que Besson introduce numerosas imágenes de la naturaleza (paisajes, animales, ritos culturales, catástrofes naturales…) para respaldar la meteórica evolución que experimenta la protagonista de la historia, una joven que, envuelta en una pesadilla, pasa de tener un cociente intelectual medio a ser una figura sobrenatural capaz de hacer todo lo inimaginable y más. Dado que la muchacha es prácticamente invencible, Besson se ventila la parte de la venganza en una escena y le adjudica un objetivo más “intelectual” de lo que cabría esperar, por lo que a pesar de que la película no encaje demasiado en el género de acción (más bien en el thriller), el director se guarda un par de pasajes de conducción trepidante y ensalada de tiros para que la propuesta no resulte demasiado didáctica.

Lucy3

Para aportar atractivo a su loca historia, Besson encuentra a su mejor aliada en la figura de Scarlett Johansson, completamente creíble tanto en las escenas más dramáticas y tensas, siendo una chica aterrorizada, como cuando se convierte en una superdotada sin emociones. La Johansson está en el mejor momento de su carrera desde que la descubriésemos en Lost in Translation, combinando cine comercial e independiente con atino, y el éxito taquillero de Lucy da fe de ello. En lo que respecta a Morgan Freeman, me remito a un capítulo de South Park en el que dicen que cuando el actor aparece para explicar algo se gana una peca más. Pues aquí se limita a ganarse una más y cobrar el cheque oportuno. Suficiente. La presencia de Min-sik Choi, protagonista de Oldboy, es agradecida, pero tanto su personaje como sus secuaces son tan planos y simples como un folio en blanco.

Lucy

Lucy es muy entretenida y aunque puede que se tome demasiado en serio, especialmente en un último acto demasiado psicotrópico, cuenta con unas dosis de humor absurdo que no le vienen nada mal para restarle trascendencia al asunto. Pero dado que la película no sobrepasa la hora y media de metraje y la presencia de Scarlett Johansson es absolutamente magnética, no hay que buscarle demasiado las cosquillas a este pasatiempo veraniego que nos pondrá a funcionar, si no todas, alguna que otra neurona.

6/10

26/8/14

Emmys 2014: El legado de Heisenberg

Breaking Bad

No me gustan los Emmy. Los Oscar de la televisión me parecen unos premios concedidos por un grupo de conservadores que en contadas ocasiones se atreven a salirse de su propia norma; siempre votan a sus cuatro vacas sagradas, y como no nominen a una serie desde su primer año, difícil será que aparezca en las próximas ediciones. El ninguneo a Hannibal, incluso en los apartados técnicos, me parece inaudito. Por todo esto, dediqué una entrada a los Emmy por primera vez en el 2012 y el año pasado hasta se me olvidó hacerlo, pero en esta ocasión me apetece comentar varias cosas de los premios que se entregaron anoche.

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Para empezar hay que hablar del triunfo de Breaking Bad, que se despide por todo lo alto con cinco premios (mejor drama, actor protagonista y de reparto, actriz de reparto y mejor guión) y que trajo la consecuente debacle de True Detective, que tan sólo se llevó mejor dirección por el sobresaliente trabajo de Cary Fukunaga. Fue tanto el amor que recibió True Detective a principios de este año que sus responsables creyeron que podría arrasar en la categoría reina, serie dramática, en vez de la de miniserie, tal y como tenía que haber sido, pero ni siquiera la estrella de Matthew McConaughey pudo con Bryan Cranston y el temible Walter White. En el apartado de comedia, Modern Family ganó mejor serie por quinto año consecutivo, aunque la gran parte de vaticinios apuntaba a que Orange Is the New Black podía acabar con su racha. En los apartados interpretativos, Jim Parsons ganó su cuarto Emmy por dar vida al irritante Sheldon Cooper en The Big Bang Theory y Julia Louis-Dreyfuss su segundo Emmy por Veep, previo morreo con Bryan Cranston. Lo que dije antes, vacas sagradas.

503306661TT00122_66th_AnnuaLa sorpresa me la he llevado con el premio de Julianna Marguelis a mejor actriz de drama por The Good Wife. Y no porque no se lo merezca, sino porque la competencia era dura y a pesar de la que la serie se encuentra en plena forma no fue nominada en la categoría de mejor drama. The Good Wife es una de las mejores series de la actualidad y su quinta temporada es brutal, así que merece este galardón y muchos más.

Otra a la que nunca le sobrarán reconocimientos es Allison Janney, que este año se ha llevado dos: mejor actriz invitada en drama por Masters of Sex (otra serie que merecía más cariño) y mejor actriz de reparto en comedia por Mom, una sitcom en la que da vida a la alocada madre de Anna Faris y que, sin ser nada del otro mundo, resulta muy divertida por el tándem que forman estas jabatas de la comedia. Janney ya acumula 6 Emmys en su estantería y está a la espera del papel que la lleve a ganar un Oscar. Su presencia, incluso en segundo plano, siempre es agradecida y arrolladora (véase El camino de vuelta, Amor y letras, Criadas y señoras, American Beauty, Juno y muchísimas más).

Allison Janney

Fargo aprovechó la ausencia de True Detective en el apartado de miniserie, ganando en la categoría principal y en dirección. Como era de esperar, The Normal Heart ganó el premio a mejor telefilm aunque ninguno de sus ilustres intérpretes fue galardonado, en beneficio de Benedict Cumberbatch y Martin Freeman por Sherlock y Jessica Lange y Kathy Bates por American Horror Story: Coven. Merecidos los de estas dos, aunque me habría gustado más que Angela Bassett hubiese ganado. Les dejo con la lista de ganadores principales, esperando que al menos los Emmy sirvan para que les pique el gusanillo y descubran alguna gran serie que se estén perdiendo, como me pasa a mí con Juego de tronos:

Mejor drama
Breaking Bad
Downton Abbey
Juego de Tronos
House of Cards
Mad Men
True Detective

Mejor actor principal de drama
Bryan Cranston , Breaking Bad
Jeff Daniels, The Newsroom
Jon Hamm, Mad Men
Woody Harrelson, True Detective
Matthew McConaughey, True Detective
Kevin Spacey, House of Cards

Mejor actriz principal de drama
Lizzy Caplan, Masters of Sex
Claire Danes, Homeland
Michelle Dockery, Downton Abbey
Julianna Margulies, The Good Wife
Kerry Washington, Scandal
Robin Wright, House of cards

Mejor actor secundario de drama
Aaron Paul, Breaking Bad
Jim Carter, Downton Abbey
Peter Dinklage, Game of Thrones
Mandy Patinkin, Homeland
Jon Voight, Ray Donovan
Joash Charles, The Good Wife

Mejor actriz secundaria de drama
Anna Gunn, Breaking Bad
Maggie Smith, Downton Abbey
Joanne Froggatt, Downton Abbey
Lena Headey, Game of Thrones
Christina Hendricks, Mad Men
Christine Baranski, The Good Wife

Mejor guión de drama
Breaking Bad ("Felina" - Vince Gilligan)
Breaking Bad ("Ozymandias" - Moira Walley-Beckett)
Game of Thrones ("The Children" - David Benioff & D.B. Weiss)
House of Cards ("Chapter 14" -Beau Willimon)
True Detective ("The Secret Fate of All Life" - Nic Pizzolatto)

Mejor dirección de drama
Boardwalk Empire ("Farewell Daddy Blues" - Tim Van Patten)
Breaking Bad ("Felina" - Vince Gilligan)
Downton Abbey ("Episode 1" - David Evans)
Game of Thrones ("The Watchers on the Wall" - Neil Marshall)
House of Cards ("Chapter 14" - Carl Franklin)
True Detective ("Who Goes There" - Cary Joji Fukunaga)

Mejor comedia
The Big Bang Theory
Louie
Modern Family
Orange is the New Black
Silicon Valley
Veep

Mejor actor principal de comedia
Louis C.K., Louie
Don Cheadle, House of Lies
Ricky Gervais, Derek
Matt Leblanc, Episodes
William H. Macy, Shameless
Jim Parsons, The Big Bang Theory

Mejor actriz principal de comedia
Lena Dunham, Girls
Edie Falco, Nurse Jackie
Julia Louis-Dreyfus, Veep
Melissa McCarthy , Mike & Molly
Amy Poelher, Parks & Recreation
Taylor Schilling, Orange is the New Black

Mejor actor secundario de comedia
Andre Braugher, Brooklyn-Nine-Nine
Adam Driver, Girls
Jesse Tyler Ferguson , Modern Family
Ty Burrel, Modern Family
Fred Armisen , Portlandia
Tony Hale, Veep

Mejor actriz secundaria de comedia
Julie Bowen, Modern Family
Allison Janney, Mom
Kate Mulgrew, Orange is the New Black
Kate McKinnon, Saturday Night Live
Mayim Bialik, The Big Bang Theory
Anna Chlusmky, Veep

Mejor guión de comedia
Episodes ("Episode 305" - David Crane & Jeffrey Klarik)
Louie ("So Did the Fat Lady" - Louis C.K.)
Orange Is the New Black ("I Wasn't Ready (Pilot)" - Liz Friedman & Jenji Kohan)
Silicon Valley ("Optimal Tip-to-Tip Efficiency" - Alec Berg)
Veep ("Special Relationship" - Simon Blackwell & Tony Roche & Armando Iannucci)

Mejor dirección de comedia
Episodes ("Episode 309" - Iain B. MacDonald)
Glee ("100" - Paris Barclay)
Louie ("Elevator, Part 6" - Louis C.K.)
Modern Family ("Vegas" - Gail Mancuso)
Orange Is the New Black ("Lesbian Request Denied" - Jodie Foster)
Silicon Valley ("Minimum Viable Product" - Mike Judge)

Mejor miniserie
American Horror Story: Coven
Fargo
Treme
The White Queen
Bonnie & Clyde
Luther

Mejor tv-movie
Killing Kennedy
Muhammad Ali's Greatest Fight
The Normal Heart
The Trip To Bountiful
Sherlock: His Last Vow

Mejor actriz principal en tv-movie o miniserie
Jessica Lange, American Horror Story: Coven
Sarah Paulson, American Horror Story: Coven
Helena Bonham Carter, Burton & Taylor
Minnie Driver, Return to Zero
Kristen Wiif, The Spoils of Babylon
Cicely Tyson, The Trip to Bountiful

Mejor actor principal en tv-movie o miniserie
Chiwetel Ejiofor, Dancing on the Edge
Martin Freeman, Fargo
Billy Bob Thornton, Fargo
Idris Elba, Luther
Mark Ruffalo, The Normal Heart
Benedict Cumberbatch. Sherlock: His Last Vow

Mejor actor de reparto en tv-movie o miniserie
Colin Hanks, Fargo
Jim Parsons, The Normal Heart
Joe Mantello, The Normal Heart
Aldred Molina, The Normal Heart
Matt Bomer, The Normal Heart
Martin Freeman, Sherlock: His last vow

Mejor actriz de reparto en tv movie o miniserie
Frances Conroy, American Horror Story: Coven
Kathy Bates, American Horror Story: Coven
Angela Bassett, American Horror Story: Coven
Allison Tolman, Fargo
Ellen Burstyn, Flowers in the Attic
Julia Roberts, The Normal Heart

21/8/14

Década de cambios

Poster Mad Men

Creador: Matthew Weiner
Int.: Jon Hamm, Elisabeth Moss, Vincent Kartheiser, January Jones, Christina Hendricks, John Slattery, Robert Morse, Rich Sommer, Aaron Stanton, Kiernan Shipka
Emisión: 2007 – 2015, AMC y Canal +
7 temporadas

Ha llegado el momento de hablar de Mad Men. ¿Por qué ahora? Pues porque por primera vez desde que comencé a verla me he puesto al día con la emisión americana, a falta de que emitan la segunda mitad de su última temporada el año que viene. Yo es que soy muy lento viendo series, prefiero ver muchas simultáneamente antes que pegarme atracones de capítulos en una única sesión. Además, Mad Men es una de esas series que es mejor digerir con lentitud, saboreándolas, para cogerle el gusto y adentrase gradualmente en el particular mundo al que nos teletransporta: la sociedad neoyorkina de los año 60, recreada con sumo estilo y atención al detalle; decorados, vestidos, peinados, marcas, mobiliario… Todo encaja como un gran y glamuroso puzzle retro.

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Mad Men no es una serie fácil, no es de esas que te enganchan desde el primer capítulo. De hecho, la primera temporada se puede entender más bien como un reto de perseverancia, no lo pone nada fácil. Pero como se ha demostrado con otras grandes series como The Good Wife o Breaking Bad, las series que en principio resultan ásperas y luego van creciendo con cada temporada son mejores que las que empiezan con una temporada genial y descarrilan a partir de la segunda o la tercera, como pasó con Héroes o Gossip Girl. La serie va mejorando y enganchando cada vez más con cada nueva temporada, y es curioso porque justo cuando los Emmy la empezaron a dejar de lado, en torno a la cuarta temporada, es cuando considero que la serie alcanza su cénit, pues a partir de entonces es más divertida, fluida y se atreve a experimentar, o lo que es lo mismo, resulta menos academicista.

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Mad Men es, ante todo, una serie de personajes, y éstos nunca dejan de progresar, de evolucionar, y estos cambios a su vez representan la transformación de la sociedad americana y mundial durante los años 60. Sin ir más lejos (y entrando en ligeros spoilers), los personajes femeninos, en especial Peggy Olson (Elisabeth Moss) son el reflejo del cambio que se produjo en la población femenina, pasando de secretarias cuya máxima aspiración era contraer matrimonio y dejar de trabajar para cuidar de los niños a ser mujeres independientes en puestos de gran responsabilidad. O Don Draper (Jon Hamm), el ‘Mad Man’ por excelencia, que empieza la serie siendo una figura ejemplar, pues todos los hombres quieren ser como él y todas las mujeres quieren llevárselo al catre, y en la última temporada es alguien al que ya nadie quiere tener sentado a su mesa. Demasiado alcohol, egolatría y mentiras de por medio.

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Mad Men cuenta con una estupenda galería de personajes, encarnados por una no menos espléndida cantera de intérpretes. Jon Hamm y Elisabeth Moss son los dos grandes tótems de la serie, sus personajes son los más ricos en matices y la evolución de su relación es meteórica. Ambos protagonizan en solitario el que para mí es uno de los mejores capítulos de la serie, o al menos, el primero que me viene a la mente: The Suitcase, el séptimo capítulo de la cuarta temporada. Episodios como ese, de una emoción tan íntima, son los que hacen que Mad Men reafirme su lugar en el panteón televisivo.

Mad Men3

Pero en cuanto a personajes de la serie, tengo otras dos debilidades: Joan (Christina Hendricks) y Betty (January Jones). La primera, por ser una voluptuosa y escultural mujer que trasciende su propio arquetipo con suma elegancia y encanto. Me refugio en ella cuando Betty no está presente, pues sus apariciones en las últimas temporadas han sido más esporádicas. Desde el principio, Betty fue mi personaje favorito porque es una mujer desesperada de los años 60 en toda regla: ex-modelo reconvertida en ama de casa, reprime sus emociones, mira para otro lado y cuando quiere dejar de ser mujer florero para ser algo más no es tomada en serio, ni siquiera por sus propios hijos. Incluso pasa por una etapa “voluminosa” en la que pierde aquello que le ha abierto todas las puertas, su físico. Betty es fabulosa en todos los sentidos, incluso en la manera que tiene de coger el cigarrillo.

Mad Men

Poster Mad Men2Los interesados en el mundo de la publicidad encontrarán una gran fuente de información en la serie, pues en ella también se recoge la evolución que ha experimentado el sector, tanto en formatos (el boom de la televisión) como en contenidos y manteras de atraer a los consumidores, así como los tejemanejes de las firmas publicitarias para birlarse firmas y clientes. Reconozco que me he perdido en varias ocasiones entre tanta campaña, empresa y producto a anunciar, pero siempre se mantiene un buen equilibro con las tramas personales de cada personaje y ambas se retroalimentan, pues la serie va precisamente de eso, de construir una imagen de cara a la galería perfecta que no siempre concuerda con la realidad. AMC ha repetido la jugada que ya hizo con Breaking Bad, partiendo a la mitad la última temporada, por lo que los últimos 7 capítulos los veremos en el 2015. Una estrategia exasperante para los fans pero que le servirá a la cadena para prolongar lo máximo posible la serie que la situó en el mapa de la competitiva televisión americana. Mad Men es tanto un hito televisivo como el retrato, complejo y minucioso, de una época, y de las artimañas del ser humano para orquestar un esplendoroso escaparate alrededor de él y esconder la basura debajo la alfombra.

19/8/14

¿Te gusta conducir?

Poster Locke

Dir.: Steven Knight
Int.: Tom Hardy, Olivia Colman, Ruth Wilson, Tom Holland, Andrew Scott, Ben Daniels
¿De qué va?: Ivan Locke ha trabajado duro para construirse una buena vida. Esta noche esa vida se derrumbará a su alrededor. En la víspera de su mayor reto laboral, Ivan recibe una llamada telefónica que desencadena una serie de acontecimientos que le darán la vuelta a su familia, a su trabajo y a todo su mundo.

Reseña: Hace cuatro años, Rodrigo Cortés realizó con Buried un prodigio técnico y narrativo con tan solo un actor en pantalla en un único y claustrofóbico espacio, aunque también es verdad que La cabina de Antonio Mercero sentó precedente décadas atrás. Locke cuenta con los mismos  ingredientes, pero cambiando a Ryan Ryenolds por Tom Hardy y el ataúd de madera por un BMW. Casi que mejor. Además, la vida del segundo no pende de un hilo, aunque sí que da un giro de 180º en los escasos 85 minutos que dura la película.

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Aunque lo pueda parecer a primera vista, Locke no es un thriller, sino un drama. El misterio sobre qué le ocurre a este hombre y hacia dónde se dirige se resuelve muy pronto, así que el suspense no es lo primordial para su director, Steven Knight. Sin entrar en spoilers, la película gira en torno a la toma de decisiones cruciales, y cómo éstas, ya sean correctas o erróneas, pueden destrozar nuestras vidas y las de los que nos rodean, a pesar de que asumamos toda la responsabilidad y afrontemos la realidad sin cortapisas. Durante todo el trayecto nocturno del que se compone la cinta, Locke realiza una serie de llamadas en las que recibe una buena tanda de guantazos (¿inmerecidos?) que recibe estoicamente al volante de su coche, siendo consciente de que está circulando por una autopista en la que ya es imposible cambiar de dirección.

Locke3

Las llamadas se alternan y fluyen con interés y buen ritmo, escalando progresivamente en una tensión que finalmente se escurre en los últimos minutos. No obstante, la mayor hazaña de la película la realiza Tom Hardy dando una lección de templanza interpretativa. En vez de tirar por la vía fácil y efectista de la reacción exagerada, el actor opta por la sobriedad y por mostrar las diferentes emociones de su personaje a través de cambios sutiles en el tono de voz, en los ojos y en el lenguaje facial para dar vida a un tipo bastante antipático pero humano, tanto para lo bueno  como para lo malo. Una interpretación excelente y perfectamente replicada por los actores que se encuentran a la otra línea del teléfono y que se sienten como si estuvieran en el asiento del copiloto.

Locke

Las únicas conversaciones que están fuera de lugar son las que mantiene el protagonista con un fantasma de su pasado que él ubica en el asiento trasero del coche. Está ahí para dar cuenta de las motivaciones de Locke, aunque en realidad no haga falta porque ya las descubrimos en los diálogos que mantiene con el resto de personajes. Eso y un final correcto pero parco de garra son los principales puntos débiles de una película que demuestra que no hacen falta muchos recursos para contar grandes historias; con tan solo un buen actor en una historia que indague en las contradicciones humanas ya es más que suficiente.

7’5/10

17/8/14

Las distinguidas miserias humanas

Poster Las dos caras de enero

Dir.: Hossein Amini
Int.: Viggo Mortensen, Kirsten Dunst, Oscar Isaac, Daisy Bevan, David Warshofsky, Yigit Özsener, Omiros Poulakis
¿De qué va?: En 1962, una glamurosa pareja americana formada por el carismático Chester y la joven y bella Colette, conoce en medio de una visita a la Acrópolis a un joven estadounidense que trabaja como guía turístico, lo cual aprovecha para estafar a las turistas ricas. Atraído por la belleza de Collette y por el dinero y la sofisticación de Chester, Rydal acepta una invitación a cenar, lo que le lleva a implicarse cada vez más en unos acontecimientos siniestros de los que no podrá liberarse.

Reseña: Si Drive era un revival del cine urbano y noir de los 80, la ópera prima de su guionista, Hossein Amini, es otro viaje al pasado, al thriller  del Hollywood clásico en el que las relaciones entre los personajes, esencialmente manipulativas, son el motor de la acción. No en vano, la novela en la que se ha basado Amini es de Patricia Highsmith, autora de dos obras negrísimas, Extraños en un tren y El talento de Mr. Ripley, que también han sido llevadas a la gran pantalla . Esta última es la referencia más cercana a Las dos caras de enero, no sólo porque la dirección de Amini se asemeje bastante a la del fallecido Anthony Minguella, sino porque ambas abordan el crimen y los bajos instintos del ser humano en un ambiente foráneo, pulcro, y aristocrático.

Las dos caras de enero2

Los dos protagonistas masculinos de la historia son delincuentes, pero a diferente escala. Mientras uno se conforma con el dinero que le pueda sacar a los crédulos turistas que visitan Grecia, el otro estafa grandes sumas de dinero a ricachones americanos. Un crimen les obliga a realizar una escapada juntos en la que las reminiscencias paternofiliales y el triángulo amoroso que se forma con la esposa del segundo conduce a la desconfianza, las mentiras y las tensiones entre los tres individuos, hasta que la situación explota y se desencadena la tragedia. Amini hila fino el tejido de las relaciones entre sus personajes hasta ese momento clave que se produce a mitad de película, pero a partir de entonces la trama toma caminos más convencionales y la película acaba perdiendo fuelle.

Las dos caras de enero

Afortunadamente, el filme cuenta con tres pilares fundamentales que sostienen férreamente la historia con su magnetismo y hábiles interpretaciones. Viggo Mortensen, Oscar Isaac y Kirsten Dunst conforman un trío protagonista tan atractivo como potente, manejándose perfectamente en la ambigüedad, las inseguridades y los conflictos tanto internos como externos de sus roles. Amini los viste de punta en blanco, los filma rodeados de la cálida belleza de los paisajes griegos (en contraste con la oscuridad latente en sus personajes) y recurre a la infalible partitura de Alberto Iglesias para redondear un trabajo al que tal vez le haya faltado imprimir un sello personal, pero que en definitiva supone un notable y sumamente elegante thriller de suspense dramático.

7/10

15/8/14

Un Happy Meal al año no hace daño

Poster Chef

Dir.: Jon Favreau
Int.: Jon Favreau, Sofia Vergara, John Leguizamo, Bobby Cannavale, Scarlett Johansson, Dustin Hoffman, Oliver Platt, Robert Downey Jr.
¿De qué va?: Carl Casper es un chef que pierde su trabajo en un restaurante tras una disputa con su exigente propietario y un crítico culinario. Sin ninguna oferta de trabajo sobre la mesa y con su reputación por lo suelos, Carl trata de recuperar su creatividad y pasión por la cocina emprendiendo un proyecto de comida en un camión, al tiempo que intenta reconectar con su familia.

Reseña: Jon Favreau, actor y ocasional realizador, dio el pelotazo con Iron Man, el origen del posterior estrellato de Robert Downey Jr. y el germen del universo cinematográfico de Marvel tal y como hoy lo conocemos. Años más tarde dirigió una secuela poco inspirada y se desentendió de la franquicia, en calidad de director, para realizar otro blockbuster, Cowboys & Aliens, que tampoco cumplió las expectativas. Con #Chef, Favreau nos viene a decir que las presiones y el control que ejercen los grandes estudios impiden a los cineastas dar una visión íntegra del filme que quieren rodar, mientras que los críticos, cuya repercusión se ha expandido gracias a las redes sociales, no siempre valoran el enorme esfuerzo grupal que hay detrás de cada película.

CHEF

Y es que no hace falta ser un lince para desentrañar la metáfora de la película y establecer paralelismos entre el afable y obcecado chef al que da vida Favreau en la ficción con su faceta como director en la vida real. El primer plato del menú que supone #Chef se compone básicamente de eso, de las tiranteces entre el artista y el empresario y de los peligros que acarrean las redes sociales, donde el más mínimo descuido puede ser capturado para tu vergüenza personal y el disfrute de miles de internautas. Para el segundo plato, Favreau se mete de lleno en el terreno de la ‘feel-good movie’ y nos deleita a base de sonrisas cómplices, bocadillos cubanos, ritmos latinos y la vuelta a la tortilla en el tema de las redes sociales, mostrando sus muchas cualidades y utilidades. El postre viene en forma de epílogo apresurado y complaciente.

CHEF

Jon Favreau interpreta con gran naturalidad al protagonista de la fábula, rodeándose de buenos actores y colegas de profesión. Lo de Robert Downey Jr. y Scarlett Johansson se entiende más como un favor en forma de cameo que un interés real por el proyecto en sí, y lo mismo también se podría decir de la participación de Dustin Hoffman y Bobby Cannavale. Los únicos secundarios con bastante presencia en pantalla son John Leguizamo y Sofia Vergara, pero dado que sus personajes no van más allá de ser el colega y la ex-mujer comprensiva del protagonista respectivamente, no tienen mucho que hacer más allá de pasárselo bien y tener una sempiterna sonrisa en la cara. Uno de los temas principales de la trama es la relación padre e hijo entre el chef y su hijo, interpretado por Emjay Anthony,  y aunque no empalaga, tampoco ofrece nada que no hayamos visto ya en películas previas sobre niños desentendidos por sus progenitores.

CHEF

#Chef consigue hacernos salivar con los deliciosos platos que muestra (hasta un simple sándwich de queso luce magnífico)  y que pasemos un rato muy agradable, pero el conjunto no pasa de ser un entretenimiento correcto, porque tras resolver la mayor parte de los conflictos y temas a mitad de película, la hora restante resulta poco más que una tierna road-movie, sin mucha chicha, en la que se ensalzan más que nada las maravillas de la tecnología móvil moderna. Al menos, a Fravreau se le nota feliz y a gusto al tener control absoluto de lo que está rodando, sin la presión de tener una producción de gran envergadura entre manos. Bien por él, pero a ver qué tal le va ahora cuando se ponga a trabajar con la nueva versión de El libro de la selva de Disney…

6/10

12/8/14

O.C: El caso de Thomas Crown (1968)

Poster El caso de Thomas Crown¿De qué va?: Thomas Crown, un millonario de Boston, se aburre de la vida que lleva. Para huir de la rutina, prepara el robo a un banco perfecto. Para ello, reúne a un grupo de delincuentes, deposita tres millones de dólares en un banco suizo y da el golpe sin dejar pistas. De esclarecer el caso se ocupará una intuitiva investigadora que contrata  la compañía de seguros.

Reputación: Thriller romántico protagonizado por Steve McQueen, quien llegó a afirmar que fue su película favorita de todas las que rodó, y Faye Dunaway, quien entró en el proyecto cuando el estudio rechazó a Eva Marie Saint, la favorita del director, Norman Jewison, por considerarla demasiado mayor (tenía 44 años). Sean Connery  rechazó el papel protagonista, decisión de la que se arrepintió posteriormente. El uso de la separación de pantallas para mostrar varias acciones simultáneas y que han caracterizado a la serie 24 se inspiró en las películas de la Expo 67 In the Labyrinth y A Place to Stand. La película tuvo un éxito moderado en taquilla, con unos ingresos de 14 millones de dólares sobre un presupuesto de 4’3 millones. Las críticas fueron mixtas y ganó el Oscar a mejor canción original por The Windmills of Your Mind. Su banda sonora también recibió una nominación. En 1999 se produjo un remake protagonizado por Pierce Brosnan y Renee Russo que funcionó mejor en taquilla. Hace años se planeó una secuela, The Topkapi Affair, que no ha llegado a materializarse.

El caso de Thomas Crown

Comentario: El caso de Thomas Crown es un thriller entretenido, muy bien conducido por McQueen y Dunaway, pero que nunca termina por rematar la jugada. Se queda en la simple corrección aunque despunte en algunos aspectos, como el montaje, la elegancia imperante o lo interesante que resulta que la investigadora se aproxime a Crown de forma completamente honesta, sin la falsa identidad de turno y sin ocultar sus intenciones. Si hay una escena que merezca la pena destacar, esa es la de la partida de ajedrez, cargada de tensión y simbología sexual. Lástima que desemboque en un beso tan incómodo y poco creíble, y eso que, al parecer, repitieron la toma durante varios días de rodaje.

Próximo visionado: El club de los poetas muertos (1989)

11/8/14

Ventajas de ser un marginado espacial

Poster Guardians of the Galaxy

Dir.: James Gunn
Int.: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Vin Diesel, Bradley Cooper, Lee Pace, Michael Rooker, Karen Gillan, John C. Reilly, Glenn Close
¿De qué va?: En algún lugar del espacio profundo, un ladrón humano, una asesina de piel verde, un maníaco descomunal, un mapache parlante y un árbol humanoide unen fuerzas para localizar un poderoso orbe antes de que el malvado Ronan El Acusador ponga sus viles manos en él.

Reseña: Me gustan los cómics pero no leo demasiados ni estoy muy puesto en la materia (me pierdo entre tantos universos alternativos). Quizás sea esa la razón por la que no tenía ni idea de quiénes eran los Guardianes de la Galaxia antes de que se anunciara la película, y como yo, muchos más que al menos sí que teníamos una idea de quién era Iron Man antes de que Robert Downey Jr. lo pusiera en la palestra. Ante la ignorancia general, Marvel tenía mucha más libertad y menos presión a la hora de abordar su salto al cine que cuando reunieron a sus superhéroes más icónicos en Los Vengadores, concediéndole la batuta a un director, James Gunn, cuyas películas se mueven entre lo bizarro y lo grotesco (Super es estupenda, por cierto). Pues ha sido esa libertad, la que por otra parte no ha tenido Edgar Wright en su malogrado acercamiento a Ant-Man, la que convierte a Guardianes de la Galaxia en una película única, diferente y muy, pero que muy disfrutable.

Guardians of the Galaxy2

La película forma parte del Universo Marvel pero, salvo por un personaje, no tiene ninguna conexión, ni referencia, ni guiño a ningún superhéroe de la marca. No sabemos si esta independencia continuará en su anunciada continuación, pero lo que es ahora le viene de perlas para presentar cómodamente a los personajes y la particular galaxia en la que habitan. Una galaxia saturada de colores y chispazos kitsch, tomando como claro referente la ciencia ficción de los años 80 y las novelas pulp, con una banda sonora de conocidos clásicos ochenteros que le viene como anillo al dedo en cada situación. El ritmo es enloquecido y va a saco y las presentaciones de los personajes y explicaciones  van de la mano con la acción, provocando que las dos horas que dura la película se pasen volando, sin tiempos muertos que valga.

Guardians of the Galaxy3

Los Guardianes de la Galaxia son como El Club de los Cinco, unos perdedores y unos marginados, y es por ello por lo que no se toman tan en serio a sí mismos como sus primos lejanos, Los Vengadores, y el sentido del humor es atrevido y está siempre presente. La evolución de la relación entre sus integrantes es previsible pero muy disfrutable y rica en matices. El reparto se muestra totalmente entregado a la locura, incluso Glenn Close y John C. Reilly en sendos roles testimoniales para aportar pedigrí, pero si habría que destacar a alguien ese es Chris Pratt, quien deslumbra en su gran primer papel protagonista, desplegando todo su carisma y haciendo lo que mejor sabe hacer: el ganso, pero sin pasarse de rosca. Si les conquista, no se lo pueden perder en la serie Parks and Recreation. El villano, encarnado por Lee Pace, impone mucho, y Bradley Cooper  realiza un trabajo fantástico prestando su voz a Rocket, quien forma junto a Groot (uno de los personajes digitales más entrañables que jamás se han realizado), un dúo irrepetible.

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Más que una película de superhéroes, Guardianes de la Galaxia es una space opera sorprendente, fresca, hilarante, emotiva y sumamente divertida. Marvel ha arriesgado más que nunca y la jugada le ha salido redonda, pues complacerá a los fans del cómic (me imagino), al tiempo que conseguirá legiones de nuevos seguidores, dejándonos a unos y a otros con ganas de más. Asimismo, James Gunn por fin encauza todo su talento (se marca un buen número de planazos) y Chris Pratt es lanzado al estrellato. Todos salimos ganando. Eso sí, les advierto que la escena al final de los créditos no tiene nada que ver con la secuela de Los Vengadores, sino con un personaje célebre de los 80 que no todos reconocerán.

8’5/10

10/8/14

Crisis de lógica

Poster Magic in the Moonlight

Dir.: Woody Allen
Int.: Colin Firth, Emma Stone, Hamish Linklater, Simon McBurney, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos
¿De qué va?: En los años 20, un mago inglés viaja a la Costa Azul de Francia para desenmascarar a una joven médium que, al parecer, se está aprovechando de una adinerada familia que confía ciegamente en sus poderes místicos.

Reseña: El ritmo de trabajo de una película al año que lleva Woody Allen es tan riguroso como extenuante. No seré yo quien me queje, pues habrá un gran vacío en mi cinefilia cuando el neoyorkino ya no sea capaz de continuarlo, pero tal vez sea porque los genios también necesitan vacaciones que en los últimos años ha habido una tendencia de alternar obras sobresalientes y menores. Hagamos un repaso: Si la cosa funciona –> Conocerás al hombre de tus sueños –> Midnight in Paris –> A Roma con amor –> Blue Jasmine. Pues respetando este patrón, Magia a la luz de la luna no forma parte de la liga de las mejores películas de Allen, pero al menos es mejor que Conocerás al hombre de tus sueños y A Roma con amor.

Magic in the Moonlight

El filme tiene tiene los ingredientes más conocidos de la fórmula alleniana: ambiente aristocrático, un protagonista neurótico, escéptico y mordaz; una joven que lo embauca con su belleza y encanto; algún que otro personaje panoli; diálogos rápidos y respuestas ocurrentes… Nada que ningún fan o detractor del cineasta no conozca ya de sobra, y todo ambientado en el cálido e incomparable marco de la costa francesa, aprovechado al máximo por el director de fotografía Darius Khondji para resaltar el azul del mar, el verde de la arboleda y los rayos de sol que se reflejan en el cabello de Emma Stone. Todo es cándido en una película que se reserva las únicas gotas de amargura para su tema de estudio, que ya había sido tocado en Conocerás al hombre de tus sueños: Somos más felices cuanto más ignorantes somos. La fe, el espiritismo y la religión no son más que mecanismos de autodefensa que nos ayudan a sobrevivir en un mundo despiadado en el que estamos condenados a la pesadumbre si nos atenemos siempre a la razón.

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Colin Firth aporta la característica elegancia y flema británica al personaje de Woody Allen por antonomasia: cínico, neurótico y con una respuesta aguda ante todo. Firth se adueña del rol y lo interpreta con gracia, bordando una difícil escena en la que da un monólogo clave en la trama. En cuanto a Emma Stone, la chica se muestra sumamente radiante y cautivadora. La atracción que ejerce sobre el resto de personajes se contagia al público y al propio Allen, que ha vuelto a contar con ella para su próxima película. Los secundarios, comparsas de la pareja central, están correctos, destacando Eileen Atkins y Hamish Linklater, pero desaprovecha a dos personajes con mucho potencial como son los de Marcia Gay Harden y Jackie Weaver.

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Magia a la luz de la luna es una comedia ligera de Woody Allen de cajón: se ve con una sonrisa en la cara, produce varias carcajadas, posee cierta carga reflexiva y, como nunca me cansaré de repetir, resulta superior a la media de películas que se estrenan hoy en día. Si hubiese terminado 10 minutos antes habría sido mucho más potente, pero, al fin y al cabo, son las merecidas vacaciones en la Riviera francesa del director tras el ‘tour de force’ que fue Blue Jasmine. Si la tendencia continúa su curso, la película que estrenará el año que viene con Joaquin Phoenix y Emma Stone será una nueva muestra de su genio a toda máquina.

7/10

8/8/14

Albergues españoles, muñecas rusas y puzzles chinos

La trilogía de Antes del amanecer expone las edades del amor a través de los encuentros de una pareja en diferentes ciudades europeas y con un intervalo de tiempo entre cada una de casi una década, pero Richard Linklater no es el único que ha hecho algo semejante. El francés Cédric Klaplisch ha realizado un proyecto similar, pero sin contar con la misma repercusión que la del periplo amoroso de Jesse y Celine. L’auberge espagnole (Una casa de locos), Les poupées russes (Las muñecas rusas) y la recientemente estrenada Casse-tête chinois (Nueva vida en Nueva York) son los títulos de este tríptico cinematográfico sobre cómo vivimos y experimentamos el amor a los 20, a los 30 y a los 40.

Romain Duris


Poster Una casa de locosTodo empezó en el año 2002, con un estudiante francés de económicas llamado Xavier (Romain Duris) que descubre el programa Erasmus (por aquel entonces poco conocido) y decide marcharse un año a Barcelona por consejo de un amigo de su padre, para obtener una especialización que le abra las puertas de su contratación, aunque lo que de verdad quiera él es ser escritor. Por suerte, sus experiencias vividas en un piso compartido con otros estudiantes extranjeros le dan material suficiente como para escribir su primera novela.

Una casa de locos

Una casa de locos ha sido la película más exitosa de la trilogía, al menos en España, y eso que en el doblaje se pierde buena parte de la coherencia y la gracia de contar con personajes de diferentes nacionalidades intentando hablar español. Además, dio fama al programa Erasmus, asentando el precedente del temor a que las relaciones amorosas se vayan al garete cuando tu novio/a se marcha a estudiar a otro país. La película es ligera y muy divertida, no todo el que habrá hecho un Erasmus se sentirá identificado (aunque lo que muestra no es muy diferente de muchas realidades), pero hay situaciones de la convivencia en piso compartido y la crisis personal que se sufre a mitad de la carrera que son auténticas, y todo está envuelto en la melancolía prematura que se siente cuando estás viviendo una experiencia que sabes que jamás se volverá a repetir.  Y el sentir que va siendo hora de empezar a convertirse en un adulto.


Poster Las muñecas rusasY de eso último va Las muñecas rusas, estrenada tres años después de Una casa de locos pero ambientada cinco después, y en la que nos encontramos a Xavier a punto de cumplir los 30 y ya convertido en escritor, aunque ni su vida amorosa ni la profesional marchan todo lo bien que desearía. Para salir adelante, se ve obligado a aceptar trabajos mediocres, como adaptaciones televisivas de novelas rosas o biografías de celebrities, y hace tiempo que no mantiene una relación sentimental estable. Pero por avatares del destino, Xavier tiene que viajar a Londres y trabajar con Wendy (Kelly Reilly), su compañera británica en el piso de Barcelona, y su situación se vuelve tan complicada como interesante.

Las muñecas rusas

Las muñecas rusas no contó con el mismo éxito de Una casa de locos pero a mí me parece la mejor de la trilogía. Quizás sea por una cuestión personal, pues es la película que más se ajusta a mi actual período vital, pero me interesaron todas las reflexiones e idas y venidas de su protagonista, con el que también me sentí identificado en varias ocasiones. Las metáforas y reacciones que se pasan por su cabeza, presentes en toda la saga, son más certeras e imaginativas que nunca, y los dardos que lanza al mercado laboral y los ejecutivos cinematográficos van cargados de veneno. Es larga, poco más de dos horas, y a punto está de perderse en sus numerosas subtramas, pero Klaplisch nunca pierde el norte y gracias a su hábil montaje (otra marca de la casa) lleva a buen puerto esta historia sobre la cruda llegada al mundo adulto y el empezar a asumir las responsabilidades propias de la edad.

Poster Nueva vida en Nueva YorkEntre Las muñecas rusas y Nueva vida en Nueva York (nefasta traducción de Casse-tête chinois) han pasado 8 años, así que nos reencontramos con Xavier en plena madurez, casado y con dos hijos. Pero su situación vuelve a ser inestable cuando su mujer decide separarse de él e irse con los niños a Nueva York, por lo que decide seguirles hasta la Gran Manzana para estar cerca de ellos. Además, su amiga Isabelle (Cécile de France) desde los tiempos del Erasmus, le pide que le done sus espermatozoides para empezar una familia con su novia.

Nueva vida en Nueva York2

Nueva vida en Nueva York tiene varias similitudes con Antes del anochecer al plantear un interrogante en el amor para toda la vida, pero lo hace de una forma mucho más ligera. Klaplisch acierta al enfocar Nueva York desde un ángulo urbano y a pie, con el encanto de la ciudad intacto pero sin el glamour con el que muchas veces va asociado, y el conflicto central de nuestro querido Xavier se soluciona con un “las cosas son más sencillas de lo que parecen”. Resulta más candorosa y menos amarga de lo que debería pero tiene apuntes muy interesantes, como que una relación amorosa puede funcionar aunque haya fracasado antes, puesto que nuestras prioridades, actitudes y sentimientos cambian con los años, y que por el contrario, hay cosas que se repiten a cualquier edad (véase la trama de la infidelidad comparada con la de Una casa de locos). También resulta muy interesante ver la evolución de los personajes de Duris, Tatou y De France respecto a las anteriores películas. Lamentablemente, el de Reilly da un bajón respecto a su participación en la segunda parte, pues no tiene ningún momento con el que lucirse como en aquella conmovedora escena que protagonizaba en una estación de tren.

Nueva vida en Nueva York

Para terminar, tres conclusiones que he sacado tras la retrospectiva de la trilogía: 1. Romain Duris mejora con el paso del tiempo. 2. Los años no pasan por Audrey Tatou. y 3. Los años sí que pasan para el resto de los mortales; nos hacemos mayores, pero nada es para siempre. La vueltas de la vida nos pueden llevar por caminos insólitos e inesperados, y aunque no todo vaya como habíamos planeado, podemos sorprendernos a nosotros mismos siendo felices, porque todo se reduce a encontrarse bien con uno mismo, con lo que hacemos y con los que nos rodean. Ese es el mensaje global de estas tres películas, o al menos, el que un humilde espectador ha extraído del periplo vital y sentimental de Xavier.

7/10