12/8/14

O.C: El caso de Thomas Crown (1968)

Poster El caso de Thomas Crown¿De qué va?: Thomas Crown, un millonario de Boston, se aburre de la vida que lleva. Para huir de la rutina, prepara el robo a un banco perfecto. Para ello, reúne a un grupo de delincuentes, deposita tres millones de dólares en un banco suizo y da el golpe sin dejar pistas. De esclarecer el caso se ocupará una intuitiva investigadora que contrata  la compañía de seguros.

Reputación: Thriller romántico protagonizado por Steve McQueen, quien llegó a afirmar que fue su película favorita de todas las que rodó, y Faye Dunaway, quien entró en el proyecto cuando el estudio rechazó a Eva Marie Saint, la favorita del director, Norman Jewison, por considerarla demasiado mayor (tenía 44 años). Sean Connery  rechazó el papel protagonista, decisión de la que se arrepintió posteriormente. El uso de la separación de pantallas para mostrar varias acciones simultáneas y que han caracterizado a la serie 24 se inspiró en las películas de la Expo 67 In the Labyrinth y A Place to Stand. La película tuvo un éxito moderado en taquilla, con unos ingresos de 14 millones de dólares sobre un presupuesto de 4’3 millones. Las críticas fueron mixtas y ganó el Oscar a mejor canción original por The Windmills of Your Mind. Su banda sonora también recibió una nominación. En 1999 se produjo un remake protagonizado por Pierce Brosnan y Renee Russo que funcionó mejor en taquilla. Hace años se planeó una secuela, The Topkapi Affair, que no ha llegado a materializarse.

El caso de Thomas Crown

Comentario: El caso de Thomas Crown es un thriller entretenido, muy bien conducido por McQueen y Dunaway, pero que nunca termina por rematar la jugada. Se queda en la simple corrección aunque despunte en algunos aspectos, como el montaje, la elegancia imperante o lo interesante que resulta que la investigadora se aproxime a Crown de forma completamente honesta, sin la falsa identidad de turno y sin ocultar sus intenciones. Si hay una escena que merezca la pena destacar, esa es la de la partida de ajedrez, cargada de tensión y simbología sexual. Lástima que desemboque en un beso tan incómodo y poco creíble, y eso que, al parecer, repitieron la toma durante varios días de rodaje.

Próximo visionado: El club de los poetas muertos (1989)

No hay comentarios: