6/2/14

El amor en la nube

Poster Her

Dir.: Spike Jonze
Int.: Joaquin Phoenix, Amy Adams, Rooney Mara, Olivia Wilde, Scarlett Johansson, Chris Pratt
¿De qué va?: En un futuro cercano, Theodore, un escritor solitario, adquiere un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial y diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Para
sorpresa de Theodore, se crea una relación romántica entre él y la voz femenina del sistema operativo.

Reseña: En el gran mediometraje I’m Here, Spike Jonze contaba una historia de amor entre dos robots, dejando entrever que se trata de un sentimiento universal, no exclusivo de los seres humanos. Dicho romance, a medio camino entre la realidad y la fantasía, y entre la ciencia ficción y el drama romántico, es el cimiento en el que se erige Her, que va mucho más allá y nos plantea si una relación amorosa entre un hombre y el sistema operativo que controla todos sus dispositivos electrónicos puede ser posible. De entrada sonará disparatado, pero si miramos a nuestro alrededor, podría ser el siguiente paso natural en nuestra escalada de dependencia a la tecnología.

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Personas que van caminado por la calle con la cabeza agachada, mirando a su móvil, y hablando por un auricular como las que aparecen en la película ya vemos hoy en día en cualquier ciudad del primer mundo. Y un trabajo como el del protagonista, escritor por encargo de cartas personales a mano, tampoco resulta muy descabellado en un mundo en el que tenemos demasiadas cosas que hacer como para perder tiempo escribiendo cartas de amor o de agradecimiento con tinta y papel. Pero ese servicio es viable, porque nos gusta la sensación de autenticidad, aquello que apela a nuestros sentimientos primarios, aunque no sea real. Spike Jonze no hace una oda del uso y abuso de la tecnología ni una crítica de la misma, sino que opta por el más difícil todavía: hacer una reflexión sobre el amor y las relaciones, lo que hace que nos enamoremos, las causas de que una relación no funcione, la dependencia afectiva, la felicidad que produce, la infelicidad… En fin, todo lo que acarrea compartir la vida con alguien… incluso cuando ese alguien sea un programa de ordenador.

HER

Que una relación tan inverosímil resulte creíble e incluso manifiesta es gracias no sólo al magnífico guión de Spike Jonze, sino al trabajo interpretativo de Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson. Él está en un registro radicalmente opuesto al que nos tiene acostumbrados en los últimos años: cercano, dulce, tierno, con la mirada taciturna de alguien que ha sufrido mucho y que ha encontrado la forma de volver a experimentar la felicidad y el amor. Y la labor de Johansson es sumamente encomiable, porque valiéndose tan sólo de su personalísima voz compone un personaje que se siente como si estuviera presente en la habitación, que experimenta por primera vez un gran abanico de sentimientos sin abandonar nunca su naturaleza artificial. Es una pena que su trabajo desaparezca en las versiones dobladas. Como apoyo y espejo de Theodore tenemos a una encantadora Amy Adams, mientras que Olivia Wilde protagoniza un pequeño pero muy significativo capítulo de la película que nos ayuda a conocer mejor al protagonista y el mundo en el que vive. Por último, Rooney Mara ejerce como el fantasma del amor malogrado, aquel que nos atormenta con lo que fue, con lo que podía haber sido y con el por qué finalmente no lo fue.

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Her debería erigirse como la gran historia de amor del siglo XXI, porque habla de nosotros, de cómo somos e interactuamos y hacia dónde vamos, en un tono cálido (maravilloso trabajo de fotografía) y moderno, pero también melancólico, descorazonador y optimista, todo al mismo tiempo. Todos los elementos de la película están sumamente cuidados para aportar numerosas lecturas que enriquecen el mensaje, mientras que la banda sonora de Arcade Fire supone un inmejorable acompañamiento de una historia que plantea muchas cuestiones y nos deja momentos de una gran belleza, como esa despedida en clave de metáfora narrativa. Una película trascendental que supone un enorme placer para la vista, el oído y el corazón.

9’5/10

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