31/12/20

Robert Pattinson y Gal Gadot, actor y actriz del 2020


El futuro hombre murciélago y la actual mujer maravilla, o lo que es lo mismo, Robert Pattinson y Gal Gadot, han sido elegidos como el actor y la actriz del año por los seguidores y visitantes casuales de El otro fanboy, en dos votaciones de comportamiento muy dispar. También he de decir que este año ha habido una participación mucho más alta que en ediciones anteriores, por lo que estoy tan sorprendido como agradecido. He aquí el resultado de la votación:

En los 11 años que se lleva realizando esta votación anual, nadie había conseguido un resultado tan contundente como el de Robert Pattinson. 73,9% de los votos han ido para él, otorgándole una mayoría absoluta que no sé si deberá al estupendo año que ha tenido gracias a El faro, Tenet y El diablo a todas horas, o porque la competencia escogida no ha sido la mejor. La medalla de plata va para la representación española, David Verdaguer (11,6%), mientras que la de bronce ha sido para Hugh Jackman (7,2%).

La votación de las actrices ha estado mucho más reñida. Dakota Johnson empezó con fuerza pero dejó de recibir apoyos muy pronto, hasta quedarse en cuarta posición con un 13,9%. Gal Gadot ha ido en cabeza la mayor parte del tiempo aunque el sorpasso por parte de Anya Taylor-Joy parecía una posibilidad: la protagoniza de la serie revelación del año, Gambito de dama, se ha quedado tres votos por detrás de Gadot, siendo sus porcentajes 30,6% y 34,7% respectivamente. La actriz israelí ha estado muy presente este año pese a haber estrenado solo un film debido a la campaña promocional que antecedía cada fecha de estreno de Wonder Woman 1984 antes de que se volviese a retrasar. Ana de Armas ha quedado en un bastante digno tercer lugar (15,3%), por lo que es de suponer que le habría ido mucho mejor de haberse estrenado Sin tiempo para morir y el resto de sus películas cuyos lanzamientos se han retrasado debido a la pandemia.

¿Y qué le depara el 2021 a nuestros coronados intérpretes? Aún tendremos que esperar hasta el 2022 para poder ver a Robert Pattinson enfundado en el traje de Batman, y salvo por Waiting for the Barbarians, que aún no ha llegado a España, no tiene ningún estreno pendiente. Cuando termine el rodaje de The Batman, Pattinson volverá a ponerse bajo las órdenes de Claire Denis tras High Life en The Stars at Noon, que estará co-protagonizada por Margaret Qualley. En lo que respecta a Gal Gadot, la volveremos a ver en Muerte en el Nilo, la nueva aventura del Poirot de Kenneth Branagh, que tiene fecha de estreno  para el próximo mes de septiembre tras cancelarse su lanzamiento para hace unas semanas. También estará en Red Notice, comedia de acción de Netflix con Dwayne Johnson y Ryan Reynolds, y, obviamente, en el Justice League Director’s Cut de Zack Snyder, reconvertida en miniserie. También tiene unos cuantos proyectos pendientes de rodaje, por lo que no le faltará trabajo a nuestra amazona favorita.

Y eso es todo amigos. De nuevo gracias por la entusiasta participación. En unos días espero volver a contar con ustedes para elegir la mejor película del 2020, y mañana mismo ya tendremos a la primera actriz que participará en la encuesta del año que viene. ¡Feliz entrada al 2021 a todos!

Ganadores 2019: Joaquin Phoenix & Florence Pugh

Ganadores 2018: Ethan Hawke & Claire Foy

Ganadores 2017: Adam Driver & Nicole Kidman

Ganadores 2016: Leonardo DiCaprio & Isabelle Huppert

Ganadores 2015: Michael Fassbender & Julianne Moore

Ganadores 2014: Philip Seymor Hoffman & Jessica Chastain

Ganadores 2013: Joaquin Phoenix & Emma Watson

Ganadores 2012: Michael Fassbender & Anne Hathaway

Ganadores 2011: Ryan Gosling & Natalie Portman

Ganadores 2010: Leonardo DiCaprio & Marion Cotillard

Ganadores 2009: Brad Pitt & Rachel Weisz


30/12/20

Soul – ¡Qué bello es vivir!



Dir.:
Pete Docter, Kemp Powers
¿De qué va?: Joe Gardner es un maestro de música cuya verdadera pasión es tocar jazz. Pero, cuando le llega la oportunidad que lleva buscando toda su vida, sufre un accidente que le trasporta a un lugar donde se ve obligado a pensar qué significa realmente tener alma.

Reseña: Las dos tazas de Pixar que hemos tenido en el 2020 son la prueba irrefutable de que el estudio de animación sigue en plena forma pese a que en los últimos años estaba presentando un cuadro clínico de “secuelitis”. Su brío para confeccionar historias siempre articuladas por un gran y palpitante corazón se aprecia tanto en Onward como en Soul, siendo las dos muy diferentes entre sí. Mientras la primera era una road movie a través de la cual se redescubría el amor fraternal, Soul es un viaje casi metafísico que crea un escenario y unos personajes que dan forma a cuestiones intangibles como el alma o la vocación.  Obviamente, Soul es hermana espiritual de Del revés (Inside Out, 2015) con la que comparte a uno de sus progenitores, Pete Docter.

De entrada, Soul no las tiene todas consigo. Al meterse en jardines bastante complejos, dedica buena parte de su primer acto a explicar el funcionamiento del mundo espiritual que nos presenta. Su nudo da un giro de 180% y parece mutar en una película que transita caminos más reconocibles, y ya en el último acto descubrimos la estructura circular del relato y su auténtico mensaje, que no tiene nada que ver con el que se intuía que iba a ser al comienzo. Lo que a priori parece una película sobre la aceptación de la muerte y que va dando tumbos es en realidad un film de desarrollo totalmente impredecible, con el que es complicado vaticinar qué nos depara en la siguiente secuencia, y que termina revelándose como una celebración de la vida y de sus pequeños placeres.

Porque si Del revés nos demostraba lo importante que es la tristeza en el crecimiento y el desarrollo personal, Soul hace lo mismo con el fracaso. El capitalismo nos tiene tan obcecados en alcanzar el éxito profesional que creemos que una vida no es tan plena si no lo alcanzamos. Hay quien dice que Pixar se ha olvidado de que sus películas son consumidas por niños, y yo pienso que ojalá hubiese crecido viendo un producto audiovisual que me hablase directamente de cuestiones que se vuelven sumamente problemáticas en la madurez, al ser consideradas tabú por la sociedad. Y todo esto viene integrado como es habitual con un trabajo de animación exquisito, con influencias de estilos pictóricos como el cubismo y el expresionismo, con una entrañable galería de personajes y una banda sonora estupenda que conjuga el jazz de Jon Batiste con los sonidos electrónicos de la dupla imprescindible y camaleónica formada por Trent Reznor y Atticus Finch.

Lo malo de Soul es que sale perdiendo en la odiosa pero un tanto inevitable comparación con Del revés y que nos hayan privado de poder disfrutarla en el espacio para el que fue concebida, la sala de cine, algo que resulta más doloroso aún si esperamos hasta el final de los créditos. Que Pixar haya dejado el listón tan alto y que cada lanzamiento suyo sea un acontecimiento ha provocado que sus detractores se hayan multiplicado, y aunque personalmente pienso que no se da el reconocimiento que merecen estudios de animación más humildes pero que producen auténticas joyitas, no veo por ningún lado el supuesto desgate de Pixar ni que sus ambiciones narrativas jueguen en su contra, más bien al contrario: Soul es una película imprevisible, divertida, y profundamente humanista que convierte cuestiones abstractas en una emotiva aventura accesible para un público de todas las edades. Puede que a algunos les parezca más de lo mismo porque nos han malacostumbrado a que parezca fácil lo que en realidad no lo es en absoluto.

8’5/10

28/12/20

Hora de cotufas – 1x05 – Nicole Kidman



¿Por qué hay que seguir reivindicando a Nicole Kidman si es leyenda viva de Hollywood? Adry Hilton (@AdryHilton) nos acompaña en este episodio de Hora de cotufas en el que repasamos la trayectoria de la actriz australiana, sus películas que más nos gustan, las que menos, su historial de premios, sus últimos estrenos (The Prom y The Undoing), y mucho más, en un intento de honrar su figura y romper todas las lanzas a su favor que sean necesarias. ¡Nicole faraona!

Disponible en ivoox y Spotify.

27/12/20

Wolfwalkers – Sueño de una noche de otoño

 

Dir.: Tom Moore, Ross Stewart
¿De qué va?: En una época de superstición y magia, cuando los lobos son vistos como demoníacos y la naturaleza como un mal que hay que domesticar, una joven cazadora aprendiz, Robyn, llega a Irlanda con su padre para acabar con la última manada. Pero cuando Robyn salva a una salvaje nativa, Mebh, su amistad la lleva a descubrir el mundo de los Wolfwalkers.

Reseña: Cartoon Saloon es un estudio de animación irlandés que, junto con Aardman y Laika, supone uno de los grandes bastiones de la animación artesanal de la actualidad. Suyas son El secreto del libro de Kells (2004), La canción del mar (2014) y El pan de la guerra (2017), todas laureadas por la crítica y nominadas al Oscar a mejor película de animación, pero aun siendo historias perfectas para niños, no terminan de salir del nicho cinéfilo que las recibe con los brazos abiertos. Tal vez esto cambie con su último trabajo, Wolfwalkers, que es distribuida por Apple+, aunque es difícil saberlo con la poca promoción que hace la plataforma de streaming con sus películas originales.

Wolfwalkers no parte de ningún material previo, pero tiene maneras de cuento tradicional, de relato sacado del folclore celta. Ambientada en el siglo XVII, se centra en la cruzada de un pueblo contra una manada de lobos, y en cómo la hija del hombre que ha sido contratado para acabar con ellos experimenta una transformación que le permite conocer a las “bestias”. La idea de empatizar a través de la conversión en aquello que temes no es precisamente nueva (Disney ha recurrido a ella en varias ocasiones) pero está tan bien implantada en Wolfwalkers, dotada de una mitología propia, que su falta de originalidad no supone en absoluto una molestia. La narración es limpia, sencilla y, como todo lo que hace Cartoon Saloon, va dirigida a los niños pero sin tratarlos como idiotas, siendo cruel y oscura en su justa medida.

Lo que convierte a Wolfwalkers en una auténtica joya es sobre todo su fastuosa animación. El estudio irlandés se supera a sí mismo yendo más allá con las 2D, haciendo gala del trazo a lápiz, con escenarios ricos en detalles y fondos planos mostrados desde una perspectiva cenital que le otorga al film un aspecto de tapiz medieval. La paleta de colores, con ocres y verdes predominantes, hacen que el bosque donde habitan los lobos sea un otoño bucólico, en contraste con los tonos grisáceos de la villa. En definitiva, Wolfwalkers es una película que deslumbra al tiempo que brinda un mensaje positivo sobre la empatía, la amistad, la importancia de escuchar y el respeto a la naturaleza. Uno de los frutos más tiernos y bonitos de la cosecha cinematográfica del año.

8/10

26/12/20

O.C: Navidades negras (1974)

¿De qué va?: Las chicas de una fraternidad son aterrorizadas por un extraño que realiza llamadas telefónicas amenazantes y que las empieza a asesinar durante las vacaciones de Navidad.

Reputación: Inspirado en la leyenda urbana de la niñera y el hombre de arriba, así como en una serie de asesinatos que tuvo lugar durante la temporada navideña de 1943 en el barrio de Westbound en Montreal, Roy Moore escribió el guion de Navidades negras bajo el título Stop Me. Los productores del film contrataron a Timothy Bond para que reescribiera el libreto y le diese un contexto universitario. El director, Bob Clark, también hizo alteraciones en los diálogos, añadió notas de humor y cambió tanto las escenas de muertes para que fueran menos gráficas y más sutiles como el título por Black Christmas (aunque para su estreno norteamericano se cambió por Silent Night, Evil Night). Clark consideraba que los universitarios no habían sido bien retratados en el cine americano, por lo que se propuso capturar su “astucia”. Navidades negras es recordada como uno de los primeros slasher de la historia, estrenándose el mismo año que La matanza de Texas (1974). Fue una inspiración directa para La noche de Halloween (1978) de John Carpenter, aunque Clark la considera más un thriller psicológico que un slasher propiamente dicho. Aunque la respuesta inicial del público y la crítica fue bastante negativa, acabó convirtiéndose en una película de culto. Hubo varios intentos de rodar una secuela que se fueron al traste cuando Bob Clark falleció junto a su hijo de 22 años en un accidente de tráfico en el año 2007. Sí que se hicieron dos remakes: Negra navidad (2006) y Navidad sangrienta (2019).

Comentario: Había visto el remake de 2006 y la verdad es que poco tiene que ver con la película original, pues hace explícito lo que en aquella era sugerente, esto es, las muertes y la identidad y las motivaciones del asesino. El film de Clark apenas tiene sustos y no resulta tan asqueroso como su primer remedo, y ni falta que le hace, pues resulta mucho más inquietante con esas llamadas telefónicas que probablemente hayan inspirado a Kevin Williamson a la hora de escribir el guion de Scream (1996). También posee cierto sentido del humor, presente sobre todo en el estado de embriaguez perpetua de un par de sus personajes, y las chicas protagonistas están bien definidas, alejadas del cliché de las tontas víctimas potenciales, por lo que terminamos preocupándonos por el destino que les aguarda.  Conviene destacar asimismo su desenlace, tan valiente como perturbador al dejar varios cabos sueltos. En definitiva, Navidades negras es el remedio perfecto para bajar los altos índices de azúcar provocados por otros clásicos navideños.

Próximo visionado: Madame de… (1953)

25/12/20

Wonder Woman 1984 – Creerás que una mujer puede volar



Dir.: Patty Jenkins
Int.: Gal Gadot, Chris Pine, Kristen Wiig, Pedro Pascal, Robin Wright, Connie Nielsen, Lilly Aspell
¿De qué va?: Son los años 80 y Diana Prince echa en falta a compañeros del pasado. Su vida tomará un giro inesperado cuando entabla amistad con la arqueóloga Barbara Minerva y conoce a Max Lord, un empresario petrolero que anda en busca de un misterioso artefacto antiguo.

Reseña: Entre la Primera Guerra Mundial ganada por los aliados gracias a la participación de Wonder Woman y la invasión extraterrestre a la que se enfrentó la Liga de la Justicia, transcurrió un siglo en el que la princesa amazona vivió entre humanos y sin que el tiempo mellara en su cutis perfecto. En vez de situar su segunda aventura en solitario tras todos estos acontecimientos, Patty Jenkins ha optado por volver atrás, hasta la década de los 80, para proseguir con la formación de Diana Prince, que tras quedarse horrorizada en la Gran Guerra por los crímenes cometidos, recobró la esperanza gracias al sacrificio de su querido Steve Trevor. La década de los 80 es una época mucho más optimista y luminosa, pero que también marcó el inicio de un capitalismo salvaje que llevó el sueño americano a una nueva máxima: mereces tener todo lo que quieras.

En vez de valerse de la ambientación ochentera para recrearse en la nostalgia como hacen tantos otros, Jenkins toma el espíritu del cine familiar y de aventuras de la época para dar forma a una película de superhéroes en la que lo primordial no es la acción, sino la capacidad de asombro y el componente emocional. No hay prácticamente nada de la gravedad del cine de superhéroes de la escuela de Zack Snyder, pero sí de la candidez, el carácter lúdico y la épica romántica de Superman (1978) y Spider-Man (2002) y sus respectivas secuelas, siendo la banda sonora compuesta por Hans Zimmer el acompañamiento perfecto para recuperar esas sensaciones. Las secuencias de acción son las que tienen que ser, no hay ninguna que esté de más, y la única en la que no se ve casi nada está hecha así para ocultar un trabajo de CGI un tanto cuestionable. Ahora la amazona se vale más de su látigo de la verdad para combatir, pero se echan en falta las peleas a espada de la primera entrega.

En lo que sí ha mejorado WW 1984 respecto a su antecesora es en el apartado de los villanos. Kristen Wiig y Pedro Pascal van sobrados de carismas, sus interpretaciones son juguetonas, caricaturas en su justa medida, del estilo de Lex Luthor de Gene Hackman y de la Catwoman de Michelle Pfeiffer, y el guion dedica bastante tiempo a la evolución de ambos. No obstante, la película pertenece a Gal Gadot. Seguimos sin tener claro qué tal le irá en su carrera al margen de Wonder Woman, pero lo cierto es que se crece en el personaje, lo ha hecho suyo, y sigue siendo algo tan digno de admiración como cuando la vimos corriendo por las trincheras; ya ni le hace falta enfundarse la armadura de amazona para que nos la creamos. Además, se las han ingeniado para traer de vuelta a Chris Pine, y con él, la maravillosa química que tiene con Gadot. Lástima que en esta ocasión pasemos muy poco tiempo en Themyscira, aunque el hogar de las amazonas ejerce de escenario del vibrante prólogo del film.

Wonder Woman 1984 es una secuela que rompe con casi todo lo que caracterizaba a su predecesora para convertirse en una película única. Su principal problema es que quiere abarcar tanto y ser tan minuciosa que el metraje se dilata demasiado, y es incapaz de que algunos de los resortes de la trama resulten un tanto confusos. Quizás se quede un peldaño detrás de la anterior aventura en solitario de la princesa amazona, pero consigue consolidarse como una de las sagas de superhéroes más refrescantes de la actualidad, algo que queda demostrado en su clímax, más emocional que aparatoso, y que lanza un mensaje muy apropiado para los tiempos que corren sobre la solidaridad y la pérdida. Ahora más que nunca, Wonder Woman se erige como la superheroína que necesitamos.

7’5/10

24/12/20

El padre – Perderse en uno mismo


Dir: Florian Zeller
Int.: Anthony Hopkins, Olivia Colman, Imogen Poots, Olivia Williams, Rufus Sewell, Mark Gatiss
¿De qué va?: Anthony es un hombre que a sus 80 años rechaza toda la ayuda que su hija le ofrece. A medida que intenta dar sentido a sus cambiantes circunstancias, comienza a dudar de sus seres queridos, de su propia mente e incluso de su propia realidad.

Reseña: Es jodido ver cómo alguien a quien quieres desaparece delante de ti. Me van a permitir la expresión malsonante porque solo se me ocurren palabras del estilo para definirlo. Muchos tenemos que pasar por el trance de tener a un pariente cercano que padece un trastorno cognitivo, pero nunca estamos lo suficientemente preparados para el momento en el que esa persona sea incapaz de reconocernos. También resulta complicado imaginar cómo debe ser estar en el otro lado y que todos tus recuerdos, conocimientos e ideas se conviertan en una amalgama inclasificable. El padre (The Father), ópera prima de Florian Zeller basada en su propia obra teatral, es probablemente la película que mejor ha transmitido lo que debe ser sufrir en primera persona una enfermedad de este tipo.

El padre al que hace alusión el título es el de Anne, Anthony, un anciano de 80 años que vive solo y cuyas cuidadoras no suelen durar demasiado. Anne empieza a plantearse ingresarlo en una residencia, pues la situación es cada vez más insostenible y ella ya no puede hacerse cargo. Si bien empezamos el film acompañando a Anne, pronto pasamos al punto de vista de Anthony, y El padre deja de ser un drama familiar para mutar en un thriller paranoico. Empiezan a suceder cosas extrañas e inexplicables entre las cuatro paredes del piso en el que reside Anthony, una amplia vivienda de mobiliario y decoración de lujo que acaba convirtiéndose en el claustrofóbico laberinto que se está adueñando de su mente.


El padre es una experiencia cinematográfica profundamente inmersiva. Transmite perfectamente el amplio rango de emociones que siente el protagonista a través de un Anthony Hopkins pletórico, capaz de pasar de la afabilidad a la crueldad absoluta en la misma escena y de forma magistral. También exhibe una vulnerabilidad que rompe el corazón como si se tratase de nuestro propio padre. Aunque la película se centre en Anthony y asistamos a casi toda la historia a través de sus ojos, Zeller también presta atención a cómo Anne, su hija, asiste a su progresivo deterioro mental. Olivia Colman está a la altura de Hopkins transmitiendo el dolor que siente cuando su progenitor la desprecia, no la reconoce u olvida cosas importantes. En roles pequeños pero significativos destaca una luminosa Imogen Poots dando vida a la nueva cuidadora de Anthony y Olivia Williams en un rol que es preferible no desvelar.


El padre es un potente drama familiar con maneras de thriller psicológico. Si hay que ponerle algún pero, se torna un tanto repetitiva hacia el final, pero como el metraje apenas sobrepasa la hora y media de duración, no supone una gran molestia. La inmejorable carta de presentación de Florian Zeller trae consigo una de las interpretaciones más memorables de la carrera de Anthony Hopkins (palabras mayores), y supone un brutal ejercicio de empatía bidireccional: el cine siendo tanto un medio para entender y experimentar lo desconocido como un espejo en el que poder vernos reflejados.

8/10

Esta reseña se publicó originalmente en Cinemagavia

22/12/20

O.C: La aventura (1960)

¿De qué va?: Anna, su novio y su amiga Claudia deciden hacer un crucero por las islas sicilianas. De repente, Anna desaparece y nadie vuelve a saber nada de ella. Tanto su novio, Sandro, como su amiga la buscan desesperadamente, pero sin éxito. Durante la búsqueda, Claudia conoce a Sandro y comienzan un idilio.

Reseña: Primera parte de la conocida como trilogía de la incomunicación de Michelangelo Antonioni. Toda la parte que transcurre en una isla tenía que haberse rodado en tres semanas y acabó prolongándose hasta cuatro meses. Al llegar a la localización, el equipo de rodaje se encontró con dificultades en forma de mosquitos, ratas y reptiles, además de un clima inesperadamente frío. Una semana después de empezar la filmación, la compañía productora de La aventura entró en bancarrota, dejando al equipo escasos de provisiones de comida y agua. Antonioni tenía una gran reserva de celuloide y consiguió que todos trabajasen gratis hasta que consiguió financiación para la película. Debido a unas condiciones peligrosas del mar, el equipo técnico y el reparto se vio obligado a pasar tres días en las rocas de la isla Lisca Bianca sin comida ni mantas. La actriz Lea Massari desarrolló una afección cardiaca tras pasar demasiado tiempo nadando en el mar Mediterráneo para la filmación, y fue rápidamente trasladada a un hospital de Roma donde estuvo varios días en coma.

La aventura tuvo una dura acogida durante su primera proyección en el Festival de Cannes de 1960. El pase estuvo lleno de risas y abucheos, lo que provocó que Antonioni y la actriz protagonista, Monica Vitti, huyeran de la sala, con esta última sollozando. Sin embargo, una segunda proyección dio un giro completo a la percepción del film, con cineastas y críticos describiéndola como la mejor película que se había proyectado en esa edición. Finalmente, La aventura se alzó con el Premio del Jurado, convirtió a Monica Vitti en una estrella internacional y fue alabada internacionalmente, siendo una habitual de los rankings que recogen las mejores películas de la historia.


Comentario:
Nunca había visto visto una película de Antonioni, y le había cogido un poco de manía porque una profesora del Máster de Cinematografía estaba obsesionada con él, sin conseguir que me interesara por su cine. Pero La aventura me ha encantado. Lo que comienza como un intrigante desvanecimiento se convierte de forma natural en un romance entre el marido y la mejor amiga de la desaparecida que está maldito desde el comienzo por lo que resulta evidente. Cada plano de esta película es para enmarcar y Monica Vitti es guapísima y está espectacular cuanto más sufre de remordimiento. El vacío de las vidas de la clase acomodada y los intentos desesperados por rellenarlo de cualquier cosa es el epicentro de esta trama en la que también se indaga en la adicción por desear y ser deseado, con la isla rocosa y la arquitectura de las villas italianas como escenarios perfectos para que pululen estas solitarias almas en pena. ¡Y qué final! Estoy deseoso por continuar con la trilogía de la incomunicación.

Próximo visionado: Navidades negras (1974)

21/12/20

Nieva en Benidorm – Costa blanca grisácea


Dir.: Isabel Coixet
Int.: Timothy Spall, Sarita Choudhury, Carmen Machi, Pedro Casablanc, Ana Torrent
¿De qué va?: Peter Riordan es un hombre solitario obsesionado con los fenómenos meteorológicos que ha trabajado toda su vida en un banco de Manchester. Cuando le dan la jubilación anticipada decide visitar a su hermano, Daniel, que vive en Benidorm. Pero a su llegada a la ciudad, descubre que ha desaparecido, siendo la única pista el club de burlesque del que era propietario.

Reseña: Durante los años 60, Benidorm ejerció de plató cinematográfico de muchísimas comedias protagonizadas por estrellas de la época como Manolo Escobar, José Luis López Vázquez o Gracita Morales. En las dos siguientes décadas pegó un bajón del que se recuperaría en los 2000, y aunque es verdad que son muchas las películas ambientadas en la ciudad, da la impresión de que hasta ahora no se había hecho ninguna película potente que aprovechase su idiosincrasia, la misma por la que si buscas la palabra “Benidorm” en Google, aparece “Is Benidorm that bad?” como una de las preguntas más realizadas por los internautas.  Nieva en Benidorm de Isabel Coixet llega con sensaciones de querer ser la película definitiva sobre la ciudad, pero pese a tener mimbres para ello, el resultado ha salido un poco rana.

Coixet se vale de la figura de un británico gris prejubilado que llega a Benidorm en busca de su hermano para mostrarnos las maravillas de la ciudad. Así, Benidorm es retratada como una suerte de “spring break” para extranjeros de cierta edad, un mundo aparte hecho para su disfrute cuyo encanto reside en su decadencia kitsch. Sin embargo, esto solo lo podemos apreciar a través de los paseos que hace el protagonista, Peter, pues la trama va por derroteros más intensos: por un lado, la investigación del desvanecimiento de su hermano, y por el otro, la relación que se establece entre Peter y Alex, socia del bar de burlesque que regentaba el desaparecido. Lo más destacable de todo esto es el romance maduro, alentado por la química y el buen hacer de Timothy Spall y una supersexy Sarita Choudhury, y que funciona como contraposición del amor millennial que retrató Coixet en la estupenda Foodie Love, pero el resto es bastante cargante.

La desaparición del hermano y su correspondiente resolución no tiene ninguna chicha, la obsesión de Peter por la meteorología solo sirve para titular cada episodio en el que se divide la trama, cuyo ritmo es bastante plomizo por decantarse por la intensidad en vez de dejarse contagiar por el “petardeo” propio de la ciudad. Aparte de la pareja protagonista, los únicos personajes con algo de relevancia son la inverosímil policía que recita a Sylvia Plath a la que da vida Carmen Machi (escucharla hablando en inglés resulta impagable, eso sí), y Lucy, una silenciosa Ana Torrent cuya misteriosa presencia resulta forzada y confusa, sin que el desenlace ayude en absoluto. Nieva en Benidorm juega a ser un thriller, un drama sobre la soledad, una historia de amor y un retrato de uno de los enclaves más pintorescos de España, pero se queda a medio camino y no termina de despuntar en ninguno de sus frentes. Lamentablemente, no será de los títulos más memorables de la irregular pero siempre interesante carrera de Isabel Coixet.

4’5/10

18/12/20

The Prom – Purpurina para todes


Dir.:
Ryan Murphy
Int.: Meryl Streep, James Corden, Nicole Kidman, Kerry Washington, Keegan-Michael Key, Andrew Rannells, Jo Ellen Pellman, Ariana DeBose
¿De qué va?: Después de que en un instituto conservador de Indiana se prohíba que las parejas del mismo sexo acudan al baile de graduación, un grupo de excéntricas estrellas de Broadway intentará lavar su imagen mostrando su apoyo a dos estudiantes lesbianas.

Reseña: Ryan Murphy es una de las figuras más relevantes e influyentes de la televisión americana, lo que ha llevado a que Netflix lo fiche para que desarrolle proyectos para ellos por una cifra astronómica. No sabemos si les salen las cuentas con las series que ha lanzado hasta la fecha, pero sí que le han permitido realizar su tercera película como director tras las bastante olvidables Recortes de mi vida (2006) y Come, reza, ama (2010). Basada en el musical de Broadway homónimo, The Prom recupera la faceta festiva y reivindicativa que exhibió Murphy en Glee, aquella serie que empezó tan bien y que terminó de forma tan inane por esa manía de estirar las series hasta que ya no interesen a nadie.

Al igual que Glee, The Prom va de más a menos. Arranca fuertísima presentando a esa pandilla de estrellas venidas a menos que se embarcan en una causa social para volver a estar en el candelero. Por tanto, viajan cargados de superioridad moral y mucho brilli-brilli hasta el pueblo cateto en el que hay un instituto que prefiere suspender el baile de graduación antes que dejar que dos chicas acudan a él como pareja. La sátira funciona estupendamente, pero tras alcanzar la trama un determinado punto de inflexión, la película empieza a abrazar lo moñas y se prolonga demasiado. Jamás pensé que llegaría a decir esto de un musical pero… le sobran canciones. Hay unas cuantas que son bastante prescindibles y que podrían haberse quedado fuera en pos de agilizar un segundo acto que se torna demasiado denso para lo básica que es la historia y lo obvio que es hacia dónde quiere llegar.

Murphy tiene mucha más personalidad como guionista que como director, aunque algunos números musicales resultan vistosos y están bien filmados. Destaca It’s Not About Me, en el que se demuestra que aunque ya suene a disco rayado colmar en alabanzas a Meryl Streep, lo cierto es que es una gozada verla en cualquier cosa que haga, por muy chorra que sea, y aquí se nota que lo ha disfrutado. Lo mismo podría decirse de Nicole Kidman, que si bien está muy desaprovechada en The Prom, se muestra siempre cándida y divertida aunque esté relegada a un segundo plano, y su número musical en homenaje a Bob Fosse es de lo mejor del conjunto. Se ha criticado mucho la interpretación de James Corden; a mí particularmente no me molesta, pero sí que es verdad que ha tomado todos los gestos y la forma de hablar de Ross Mathews (jurado de RuPaul’s Drag Race) y que cuando tiene que ponerse emotivo no llega. Quienes sí enternecen son tanto la debutante Jo Ellen Pellman dando vida a la chica lesbiana que revoluciona el instituto como Keegan-Michael Key como el director de este último amante de los musicales.


Si bien es cierto que The Prom contiene bastante munición para todo aquel al que no le gusten la obra de Ryan Murphy, es un musical lo suficientemente divertido, alegre y luminoso como para que todo aficionado al género le dé una oportunidad. Su reivindicación LGBTIQ+ parece tardía y demasiado blandita pero, particularmente, me gusta que recupere la tradición de esos musicales ingenuos que te hacían creer que alguien podía cambiar sus opiniones y creencias a través de una canción. Sin embargo, The Prom es tan “murphyniana” que dudo que esa magia pueda surtir efecto en sus detractores, o que incluso se siga hablando de la película en las próximas semanas.

6’5/10

17/12/20

O.C: Mi hermosa lavandería (1985)

¿De qué va?: Cuando el tío de Omar, un joven de origen paquistaní que ahora vive en Londres, decide dejar de trabajar en la lavandería familiar, el joven tomará el relevo y empezará a dirigirla. Para ello contará con la ayuda de Johnny, un antiguo compañero de clase que se ha convertido en un hooligan sin aspiraciones en la vida con el que acabará surgiendo una relación íntima.

Reputación: Originalmente rodada en 16 mm y con un presupuesto muy pequeño (600.000 libras) para Channel 4, Mi hermosa lavandería recibió tan buena acogida de la crítica en el Festival de Cine de Edimburgo que fue distribuida en cines y se convirtió eventualmente en un éxito internacional. La película fue la primera colaboración de Stephen Frears con el director de fotografía Oliver Stapleton, afianzándose poco después como uno de los colaboradores más estrechos del director. Gary Oldman fue la primera opción para el papel de Johnny. Tras rechazarlo, el rol recayó en Daniel Day-Lewis, quien empezó a darse a conocer en Estados Unidos tras estrenar allí Mi hermosa lavandería y Una habitación con vistas (1985) al mismo tiempo, siendo los personajes que interpreta en las dos muy diferentes entre sí. El film consiguió una nominación al Oscar a mejor guion original, pero que fue a parar a Woody Allen por Hannah y sus hermanas (1986). Se ha adaptado en varias ocasiones para el teatro, mientras que en enero del 2018 se anunció un proyecto de remake en serie de televisión co-escrito y protagonizado por Kumail Nanjiani.


Comentario: Le tenía muchas ganas a Mi hermosa lavandería y me ha dejado más frío que otra cosa. No veo que cuente nada especialmente interesante sobre la comunidad pakistaní de Reino Unido, ni sobre la clase obrera, ni sobre nada. También siento que la historia de amor está tan desaprovechada como la propia lavandería que da título al film, y que Gordon Warnecke y Daniel Day-Lewis no tienen demasiada química, aunque hay un momento íntimo entre los dos con champagne de por medio que tiene una pasión de la que carece el resto del conjunto. No es un desastre en absoluto pero me motiva mucho más la imagen de un Day-Lewis quinqui y gay trabajando en una lavandería que el argumento real de esta película.

Próximo visionado: La aventura (1960)

16/12/20

El arte de volver – Desarraigo millennial



Dir.:
Pedro Collantes
Int.: Macarena García, Nacho Sánchez, Ingrid García-Jonsson, Mireia Oriol,  Celso Bugallo, Luka Peroš
¿De qué va?: Noemí es una joven actriz que vuelve a casa para presentarse a un casting tras seis años viviendo en Nueva York. Durante las primeras 24 horas en Madrid, tendrá una serie de encuentros que le harán descubrir cómo ha cambiado todo desde que se marchó.

Reseña: Muchos tomamos la decisión de irnos lejos de casa, ya sea por necesidad laboral, porque la “isla” en la que vivimos se nos queda pequeña, por estar con alguien, etcétera. Pero una vez lo hemos conseguido, puede que nos asalten las dudas: ¿He hecho bien? ¿Estoy mejor ahora que antes? ¿Supone una derrota querer regresar? Este confuso estado de ánimo  tan característico del emigrante cobra forma de película en el debut cinematográfico de Pedro Collantes. El arte de volver se ambienta en las primeras 24 horas que pasa Noemí de vuelta a su Madrid natal tras haberse ido a Nueva York hace seis años en busca de mejores oportunidades para su carrera de actriz.

Si bien normalmente Madrid es el destino soñado, en El arte de volver ejerce de pueblo de provincias del que se huye pero que luego se recuerda con nostalgia. Hacer las Américas no le ha ido demasiado bien a Noemí, que vuelve a España con la excusa de presentarse a un casting para una serie con una temática que tiene mucho que ver con su actual estado emocional.  El arte de volver se puede dividir fácilmente en los diferentes encuentros que tiene Noemí con algunos de sus amigos y familiares. Son secuencias largas y bastante independientes entre sí que se toman su tiempo para exponer la relación de Noemí con esa persona en cuestión antes de que todas las emociones del reencuentro salgan a relucir: confesiones, reproches, revelaciones, acercamientos, distanciamientos… Esas 24 horas le van a servir a Noemí para darse cuenta de que tanto sus prioridades como las personas que creía conocer han cambiado, y ya no hay vuelta atrás.

Hay buenos diálogos y reflexiones en el guion de Pedro Collantes, pero en ocasiones también se le nota el artificio y el trazo forzado para conducir la narración hacia donde le interesa. A su favor tiene una interpretación estelar de Macarena García, que no había estado tan bien desde que la descubrimos en Blancanieves (2012). Capta y transmite muy bien el caos emocional en el que está inmerso su personaje, sin miedo a abrazar sus aristas menos amables; cuenta asimismo con una buena réplica por parte de Celso Bugallo, Ingrid García-Johnsson y Nacho Sánchez entre otros. El trabajo de García no es tan memorable como aquel con el que ganó el Goya a mejor actriz revelación, pero le sirve para demostrar que puede interpretar papeles más dramáticos y complejos que los que ha conseguido hasta la fecha.

El arte de volver arrastra algunos tics y defectos propios de director debutante, pero tiene suficientes virtudes como para esperar grandes cosas del futuro profesional de Pedro Collantes. Su ópera prima aborda una temática que se remonta al monomito del viaje circular del héroe adaptado al punto de vista millennial. Al fin y al cabo, es una generación que ha sufrido de lleno dos crisis económicas, que conoce de primera mano el tener que marcharse del país en busca de trabajo y, en resumidas cuentas, ha sufrido las consecuencias del desarraigo. La película plantea preguntas y no todas son respondidas, porque cuando se trata de saber si se ha hecho bien en irse o volver, lo normal es que nunca se sepa si se ha hecho lo correcto.

7/10

Esta reseña se publicó originalmente en Cinemagavia

15/12/20

Cómo sobrevivir en un mundo material – Ka-ching!


Dir.: Miranda July
Int.: Evan Rachel Wood, Debra Winger, Richard Jenkins, Gina Rodríguez, Da'Vine Joy Randolph
¿De qué va?: Dos estafadores han pasado 26 años entrenando a su única hija para estafar y robar en todo momento. Durante un atraco desesperado y apresuradamente concebido, convencen a una chica a la que acaban de conocer para que se una a ellos, provocando que todo su mundo se ponga patas arriba.

Reseña: Una chica realiza una serie de movimientos gimnásticos y milimétricos para colarse en una oficina de correos sin ser vista. Paradójicamente, el botín conseguido no está a la altura de la ejecución… Así empieza Cómo sobrevivir en un mundo material (Kajillionaire), la nueva película dirigida y escrita por Miranda July. Desde el principio ya nos está mostrando que esta no es una película de estafadores tradicional, siendo la propia vida de la familia protagonista una parodia del género. Sus timos parecen orquestados por un quinceañero, y lo que ganan ni siquiera les da para pagar el alquiler de la maltrecha oficina en la que viven.

Sin embargo, la estafa más importante de la película reside en la labor como padres de los progenitores de la protagonista, Old Dolio. En una de las primeras escenas ya vemos que la joven acarrea una importante carencia de afecto por haber sido tratada durante toda su vida como una socia en vez de como una hija. Pero Old Dolio empezará a salir de la caverna en la que ha vivido durante toda su vida de la mano de Melanie, una chica puertorriqueña con la que el clan se alía para realizar nuevos timos y que es casi la única persona normal de la película. Miranda July no estrenaba película como directora desde El futuro (2011), hace casi diez años; pertenece a esa corriente del cine indie norteamericano con sello Sundance en el que los personajes deben ser a cada cual más estrambótico y marciano, y es algo que persiste en Cómo sobrevivir en un mundo material. ¿Aporta algo que el casero de la familia tenga una condición que le hace hablar siempre emocionado y entre lágrimas? No, pero ahí está.

La naturaleza estrafalaria de los protagonistas es justificada tanto por su comportamiento errático y estrafalario como por el buen hacer de una Eva Rachel Wood con voz de ultratumba, por una felizmente recuperada Debra Winger y por el siempre eficaz Richard Jenkins, aunque a mí particularmente quien más me ha gustado es Gina Rodríguez, encantadora como catalizador moral de Old Dolio y roca a la que aferrarnos entre tanta rareza. La película tiene un ritmo un tanto irregular, afectado por un primer acto demasiado alargado, pero su recta final es estupenda y tiene un par de secuencias muy potentes: aquella en la que los protagonistas se ven obligados a representar una dinámica familiar tradicional y otra en la que Old Dolio y Melanie se quedan completamente a oscuras. Aunque desde los primeros minutos podemos intuir las intenciones de Miranda July, Cómo sobrevivir en un mundo material propone un viaje peculiar y fascinante que merece la pena experimentar.

7/10

14/12/20

Hora de cotufas – 1x04 – Navidades confinadas


Con la que nos está cayendo, estas Navidades piden peli, manta y cotufas más que nunca. No hay problema: con la ayuda de Rashide Emen (@RashEmen), te traemos un listado variadito de películas navideñas para sobrellevar estas fiestas. ¡Aprovecha para darle esquinazo a tu cuñado y quédate en casa viendo un clásico navideño!

Películas comentadas: https://boxd.it/aqa1c

Disponible en ivoox y Spotify.

12/12/20

O.C: Los inútiles (1953)

¿De qué va?: Un grupo de amigos que vive en una ciudad italiana a las orillas del Adriático se pasa la vida en el bar holgazaneando con el único propósito de no dar un palo al agua. Fausto, el más mujeriego de la pandilla, pronto experimentará un cambio radical en su vida.

Reputación: En 1952,  Federico Fellini tenía problemas para dar luz verde a la producción de La strada debido a que el guion era imposible de clasificar en ningún género y a que su anterior película, El jeque blanco (1952), había sido un fracaso crítico y comercial. El productor Lorenzo Pegoraro le sugirió que en su lugar hiciese una comedia, y así fue como nació Los inútiles,  a raíz de los recuerdos de la adolescencia de Fellini y de sus dos co-guionistas recurrentes, Tullio Pinelli y Ennio Flaiano, junto a otros recuerdos inventados. Los distribuidores interesados en la película pidieron cambiar su título, I Vitelloni (algo así como “los bueyes”) por creer que sería incomprensible para el gran público, a lo que Fellini se negó en rotundo, habiéndolo escogido por ser el calificativo que le dedicó una señora en señal de desaprobación ante una de sus bromas. El éxito de Los inútiles, que fue nominada al Oscar a mejor guion y se llevó el León de Plata del Festival de Venecia, permitió que Fellini pudiese rodar La strada. Fellini tenía la intención de continuar la historia del protagonista en una película que se titularía Moraldo in the City; nunca llegó a realizarse, pero el guion fue publicado en inglés y algunos aspectos de la historia sirvieron de inspiración para La Dolce Vita (1960). Stanley Kubrick incluyó Los inútiles en su lista de sus 10 películas favoritas.

Comentario: Duele comprobar el paralelismo que existe entre los inútiles de Fellini con la generación perdida que nos hemos comido de lleno dos crisis. Si bien las circunstancias no son las mismas, y los primeros no hacen nada con sus vidas por pura desidia, sí que hay algo reconocible y que se siente muy actual en esos jóvenes adultos que se quedan en su pueblo sin expectativas de ningún tipo. Pero de repente, uno de ellos, Fausto, debe asumir una responsabilidad que intenta cumplir sin renunciar a su libertad, lo cual, como era de esperar, le sale regular. El relato coral acaba centrándose demasiado en este personaje, quedando el protagonista, Moraldo, en un segundo plano, ejerciendo de álter ego del director y de observador de las desaprovechadas vidas de sus colegas. Los inútiles es otra gran obra de Fellini, una melancólica mirada a todo lo que debió dejar atrás para poder convertirse en el legendario cineasta que estaba llamado a ser.

Próximo visionado: Mi hermosa lavandería (1985)

10/12/20

Sound of Metal – Interferencias



Dir.: Darius Marder
Int.: Riz Ahmed, Olivia Cooke, Paul Raci, Lauren Ridloff, Mathieu Amalric
¿De qué va?: Un batería empieza a perder la audición y tiene que enfrentarse a un futuro que estará lleno de silencio.

Reseña: Perder aquello que te permite hacer lo que más te gusta, aquello sobre lo que has construido toda tu existencia, tiene que ser una de las mayores putadas que te puede hacer la vida. Es de esas experiencias que no puedes entender del todo si no las sufres en primera persona, pero la potente ópera prima de Darius Marder, Sound of Metal, ofrece una aproximación que se siente auténtica y honesta. Lo hace a través de la historia de Ruben, un joven batería que pierde la audición de forma drástica. Las circunstancias le obligan a interrumpir la gira de la banda que tiene montada con su novia para integrarse en una comunidad donde aprenderá a amoldarse a su nueva situación.

Sound of Metal versa sobre la capacidad adaptativa del ser humano. Sí, somos el animal que mejor se aclimata a ecosistemas radicalmente opuestos, pero… ¿a qué precio? ¿Acaso no volveríamos al lugar en el que fuimos felices si pudiéramos? Ruben aprende el lenguaje de signos y se convierte en un miembro destacado de la comunidad que lo acoge, pero añora su vida pasada y piensa en someterse a una operación que le dará unos implantes para recuperar la audición. Sin embargo, es posible que él ya no sea la misma persona que era, de la misma forma que su novia, a la que no ve desde que se unió a su nuevo hogar, tampoco lo sea. Una pérdida importante siempre escuece a primeras, pero con el tiempo, se aprende a vivir sin ella, porque, al tiempo que nos adaptamos, construimos una nueva realidad en la que poder acomodarnos, por mucho que echemos de menos la anterior.


El film de Marder se convierte en una experiencia tremendamente inmersiva que te hace vivir el drama de su protagonista en primerísima persona a través de una fantástica utilización del sonido. Empieza atronadora, continúa reparando en los pequeños detalles (el goteo de una cafetera, el viento…) y prosigue con los pitidos, zumbidos y demás interferencias que anteceden a la pérdida absoluta de la audición. Es un trabajo pormenorizado y que complementa a la perfección la interpretación de Riz Ahmed, que está fantástico. Sin caer nunca en la autocompasión, clava cada momento de ira, frustración y desconcierto que experimenta su personaje, así como todo el proceso de asimilación por el que debe pasar. Olivia Cooke tiene un papel menor como su novia pero está muy bien, aunque si hay que destacar un trabajo secundario es el de Paul Raci como el mentor de Ruben, siendo la última escena en la que interviene devastadora.


En un año en el que, pese a los numerosos retrasos, hemos tenido un buen puñado de grandes óperas primas, la de Darius Marder resuena como una de las más sólidas y contundentes. Sound of Metal es un relato intimista que resulta tremendamente empático sin necesidad de recurrir a las típicas trampas melodramáticas. Es triste a la par de esperanzadora, contribuye a conocer un poco mejor al colectivo de personas sordas y concluye con uno de los finales más sencillos y hermosos del cine reciente. Recomiendo si es posible verla con auriculares, para aprovechar al máximo la enriquecedora experiencia sonora que contiene.

8/10

8/12/20

Mulán – Reflejo desvirtuado



Dir.: Niki Caro
Int.: Liu Yifei, Jet Li, Tzi Ma, Donnie Ye, Gong Li, Jason Scott Lee, Yoson An, Rosalind Chao
¿De qué va?: Cuando China es atacada por invasores del norte, el Emperador decide formar un ejército compuesto por un varón de cada familia. Es entonces cuando Mulán se hace pasar por un guerrero, para evitar que su anciano padre tenga que ir al frente. Así, disfrazada de hombre, logra ocupar su puesto y marchar a la guerra, donde luchará valientemente junto al ejército imperial.

Reseña: Tras unos meses en los que solo podía verse pagando 21,99 euros y teniendo suscripción en Disney+, Mulán ya se puede comprar en formato físico y ver en la susodicha plataforma sin coste extra. Hasta que Disney anuncie sus planes de lanzamiento futuros más allá de Soul, que llegará al catálogo de Disney+ sin cargo extra por Navidad, no sabremos con certeza si la todopoderosa compañía ha quedado contenta con el experimento. Finalmente, Mulán ha sido una película de la que se ha hablado mucho más por su accidentado lanzamiento que por sí misma, y una vez vista, se entiendo perfectamente, pues tampoco hay mucho de lo que hablar.

Hasta ahora hemos visto dos formas de hacer live-actions de clásicos Disney: calcando al original o intentando diferenciarse del mismo. Mulán pertenece a este segundo grupo y, además, es la que más ha intentado prescindir de todo lo “infantil” de su antecesora, con las canciones tan solo presentes de forma instrumental, pero sin renunciar a ser un espectáculo para toda la familia. Para mí, El libro de la selva (2016) sigue siendo el remake modélico, pues conserva las mejores cualidades del original y son complementadas con ideas nuevas. Lamentablemente, no es el caso de Mulán, pues todo aquello que la hacía un gran clásico Disney es sustituido por otras cosas que resultan ser peores. Y no, que hayan cambiado a Mushu por un ave fénix aleatorio no es lo único que ha ido en detrimento.

Mulán ya no es una chica normal y corriente que acaba demostrando que puede someterse con éxito al mismo entrenamiento que los hombres y ser más astuta que estos. Ahora es una chica que tiene un don desde su nacimiento, una gran energía “ch'i”, que la dota de una gran destreza natural. Por tanto, el conflicto de Mulán mientras se entrena no reside en esforzarse por convertirse en una guerrera, sino en tener que aprovechar su poder en vez de ocultarlo para no llamar la atención. Ha pasado de ser una chica corriente y un tanto kamikaze que se crece ante la adversidad con la que es fácil identificarse a ser una superheroína cuyo principal problema es que sus poderes no son legitimados por la sociedad, lo cual convierte a la película en un alegato feminista perezoso en la línea de aquello que dijeron Sigourney Weaver, Gal Gadot y Brie Larson en la ceremonia de los Oscar de que “todas las mujeres son superhéroes”; un lema tan bonito como vacío de contenido.


En el proceso de adaptación han extirpado a Mulán, tanto la película como el personaje, de cualquier atisbo de humor y de personalidad, por lo que el film es exageradamente sobrio, y también un pelín aburrido. Curiosamente, el personaje de la bruja no es en absoluto un mal añadido, aunque la función que ejerce en la narración sea evidente desde su misma presentación. Niki Caro dirige con el piloto automático, que es el mismo estado en el que terminamos viendo la película ante la ausencia absoluta de emoción y de vida del conjunto, por mucha acción voladora y espectacular decorado en CGI que tenga. Todos ya hemos asumido que los live-action de Disney son un trámite para hacer caja y sacar rédito de sus clásicos animados, pero con títulos como Mulán da la impresión de que tienen tan claro que les va a ir bien hagan lo que hagan que ya ni se preocupan por ofrecer algo diferente o mínimante destacable.

4’5/10