19/12/19

Fin de siglo – Antes no, ahora tal vez



Dir.: Lucio Castro
Int.: Juan Barberini, Ramón Pujol, Mia Maestro
¿De qué va?: Dos hombres se encuentran por casualidad en Barcelona. Lo que parece un encuentro de una noche entre dos extraños se convierte en una relación épica que abarca décadas y en la que el tiempo y el espacio se niegan a jugar según las reglas conocidas.

Reseña: Hace unas décadas, para tener sexo casual, los gays tenían que ir a algún bar, a un parque, o al baño de un centro comercial o de una estación de autobuses. Ahora, basta con descargar una aplicación en el móvil y deslizar el dedo por la pantalla para encontrarlo a pocos metros, aunque también los hay que siguen prefiriendo el método analógico. Las formas en las que nos relacionamos han evolucionado, y con él, el abanico de opciones se ha ampliado, de modo que ahora es tan lícito que una pareja homosexual forme una familia con hijos (pese a quien le pese) que haya quien decida permanecer soltero de por vida. La ópera prima del argentino Lucio Castro, Fin de siglo, es el encuentro entre dos hombres en una Barcelona que ejerce de escenario y testigo de cómo han cambiado las relaciones homosexuales en cuestión de 20 años.


La película arranca rememorando Weekend (2011), con el encuentro sexual entre dos hombres que no se conocen y que podría dar pie a algo menos casual de lo esperado. Sin embargo, en cierto momento se produce un corte abrupto que nos lleva a otro punto de la historia, iniciándose la película por derroteros ambivalentes entre la realidad y la imaginación al más puro estilo del cine de Hong Sang-soo. No es la única similitud con las películas del director coreano: apenas hay tres personajes en el relato y las conversaciones más importantes suelen producirse con comida mediante y animadas por el alcohol. Esta irrupción temporal y narrativa constata esos cambios de los que hablábamos en el anterior párrafo, como la disipación del miedo a contraer ETS, la reducción del alarmismo y la desinformación sexual, o los encuentros instantáneos a través del móvil. No obstante hay algo que permanece igual: el fantasma de la soledad, haya o no haya sido invocado.


Juan Barberini y Ramón Pujol se conocen, follan, conversan, pasean, se vuelven a conocer y transitan por diferentes realidades en una película cuya ambigüedad narrativa acaba por eclipsar al retrato generacional, que ya tenía suficiente chicha como para justificar el film por sí solo. A Castro le puede la preocupación por subrayar la condición autoral de su propuesta, con esos planos arbitrarios de la ciudad condal o cierta cita literaria sobreimpresa en la imagen, pero en definitiva, Fin de siglo resulta una interesante y singular adición al cine LGTBIQ+ que juega con sus convenciones dando pie a múltiples interpretaciones.

7/10

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