13/3/17

Al pie de la acotación

Poster Fences

Dir.: Denzel Washington
Int.: Denzel Washington, Viola Davis, Stephen Henderson, Russell Hornsby, Mykelti Williamson, Jovan Adepo, Saniyya Sidney
¿De qué va?: Troy Maxon  es un trabajador del sistema de alcantarillado del Pittsburgh de los años 50 que de joven vio cómo su prometedora carrera como profesional de béisbol se truncó, dada la negativa de la liga profesional de admitir a jugadores negros. Ahora se tiene que conformar con una vida humilde, y aunque se esfuerza por ser un buen marido y padre, su frustración le corroe y amenaza con destrozar a su familia.

Reseña: La fidelidad está sobrevalorada. Me refiero en el cine, claro. Una película no tiene por qué ser estrictamente fiel a la obra en la que se basa. El proceso de adaptación entre un medio y otro puede ser más rico que la mera traslación al celuloide que muchos desean. Todo esto viene a cuento del miedo que los grandes estudios de Hollywood le tienen a los “talifanes”, a los que tienen que mantener contentos dada su capacidad para hundir una película antes de su estreno a través de su “influencia” en las redes sociales. Pero hay ocasiones en que esa literalidad en la traslación no tiene que ver con el público al que está destinado, sino con la profunda admiración que se tiene al material de origen. Si algo funciona, ¿para que cambiarlo?

FENCES

Probablemente fue eso lo que pensó Denzel Washington cuando se le ofreció la oportunidad de capitanear el salto al cine de Fences, aclamada obra teatral de August Wilson, figura clave de la dramaturgia afroamericana y que, para más inri, el doblemente oscarizado actor interpretó sobre las tablas de Broadway hace pocos años. Precisamente, esa falta de distancia que tiene Washington respecto a la obra es lo que termina por lastrar la propuesta, que es básicamente la misma pieza teatral representada en un decorado más realista. La película está tan teatralizada y es tan perezosa que los actores se mueven y se colocan como si estuvieran en el propio escenario del teatro, mientras que el ritmo se ralentiza hasta la exasperación por las larguísimas peroratas que suelta el protagonista de vez en cuando para entretener a sus colegas, con nada que aportar al conjunto. Washington se ha arriesgado tan poco que recurre al mismo reparto principal que lo acompañó en Broadway, siendo el montaje de imágenes que se suceden entre acto y acto lo único que probablemente sea nuevo respecto a su referente.

FENCES

El director y protagonista dispone de todos los elementos a su alcance para lucirse en un papel antipático y ególatra destinado a aglutinar premios. Sin embargo, Viola Davis le acaba comiendo la tostada a partir del momento en el que el conflicto estalla y su personaje también, sacando todas sus armas (voz rota, lágrimas, mocos, furia, tristeza, instinto maternal, resignación…) para robar cada escena, y esa empatía que desprende es lo que hace que la película mejore en su parte final, aunque nunca llegue a soltar el lastre de su herencia teatral. Y no es porque no trate temas suculentos e interesantes, como las consecuencias de la frustración personal, el hastío de la rutina, la envidia que puede sentir un padre de su hijo o los efectos colaterales del racismo, siendo este el gran elefante presente en cada uno de los escenarios en los que se desarrolla la historia. Pero a Fences le ha faltado alguien al que no le temblara el pulso a la hora de cortar diálogos y que aprovechase los recursos que el cine le brinda para ofrecer una interpretación diferente del texto de August Wilson, y en cambio, le ha sobrado veneración y respeto por este último

4,5/10

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