25/11/19

Historia de un matrimonio – De aquel amor, estos lodos



Dir.: Noah Baumbach
Int.: Adam Driver, Scarlett Johansson, Azhy Robertson, Laura Dern, Alan Alda, Ray Liotta, Julie Hagerty, Merritt Wever, Wallace Shawn
¿De qué va?: Nicole es una actriz que dejó una prometedora carrera en el cine comercial para trabajar en la compañía teatral de su marido Charlie, un director de teatro en pleno auge del que ahora se está divorciando. Con un hijo en común, la pareja acaba recurriendo a los abogados y tribunales para zanjar una vida en común llena de heridas abiertas.

Reseña: Chico conoce a chica. Se enamoran, se casan, tienen un hijo…. se acaba el amor. El nuevo film de Noah Baumbach empieza con postales de un romance pero pronto baja a la Tierra y a la cruda realidad: esta no es la historia de un matrimonio sino de su final. Baumbach se inspiró en el divorcio de sus padres para la película que lo colocó bajo el radar, Una historia de Brooklyn (2007), mientras que para el que probablemente sea su mejor trabajo hasta la fecha, el cineasta ha partido de su separación de la que fuese su esposa durante 8 años, la actriz Jennifer Jason Leigh. El conflicto es el mismo pero el punto de vista es diferente: ya no asistimos al desmoronamiento a través de la mirada de un adolescente, sino en primera persona y desde los lados opuestos de la trinchera.


Al principio Nicole y Charlie quieren separarse de forma amistosa, pero pronto afloran los viejos rencores, los reproches, los desencuentros, y todo adquiere una nueva dimensión cuando los abogados entran en juego. El retrato que se hace de ellos es feroz, mostrándolos como carroñeros que compartimentan estupendamente su vida y su trabajo: en el juzgado van directos a la yugular para destrozar a su oponente, pero fuera de él se llevan de fábula sin importar el reguero de víctimas que dejan atrás. Historia de un matrimonio es bastante ecuánime al abordar el punto de vista de la ex-pareja; cada uno ostenta su verdad, sus razones y sus errores. No nos costará demasiado entender a ambos, los motivos por los que se enamoraron y las razones de su separación, y por eso, verles discutir en una impresionante y verbalmente violenta escena, nos llega a doler como si se tratase de nuestros propios padres.


Buena parte del mérito de que Historia de un matrimonio resulte una experiencia tan inmersiva es de Baumbach, tanto por un sólido guion que alterna el drama y la comedia con una naturalidad pasmosa como por su excelente dirección de actores. En contadas ocasiones ha estado Scarlett Johansson tan bien aprovechada como aquí. Desborda emoción y carácter y mantiene una eléctrica química con Adam Driver que nace de la discrepancia. Él, siendo uno de los mejores actores de su generación, está más inmenso conforme su personaje se adentra cada vez más en la desesperación. A nadie que haya visto Big Little Lies le pillará por sorpresa lo que hace aquí Laura Dern, pero eso no va en contra de la elegancia, la garra y el carisma con los que abraza su personaje de abogada despiadada. Las aportaciones de Alan Alda, Merritt Wever, Ray Liotta y demás son significativas, pues todos gozan de momentos de lucimiento. El de Driver es una canción y un derrumbamiento, los de Johansson y Dern, sendos monólogos tan bien escritos como interpretados.


Historia de un matrimonio tiene momentos muy divertidos pero acaba sentando como una paliza. Solo se le puede poner un gran pero: lo que al principio parece una propuesta paritaria y ecuánime acaba centrándose en el punto de vista de él, mientras que el de ella se diluye y queda relegado a un segundo plano. Es comprensible hasta cierto punto, pues no deja de ser el relato de Baumbach sobre su propio proceso de divorcio, y al menos, el personaje de Johansson nunca queda desdibujado gracias a que el primer tramo del film le pertenece a ella. La melódica banda sonora compuesta por Randy Newman resulta tan irónica como el propio título de un film que su director ha rodado acentuando a través de la imagen la cada vez más profunda distancia emocional de su pareja protagonista. Es, en definitiva, la Kramer contra Kramer (1979) de aquellos que, en vez de ampararnos en romances aspiracionales, crecimos con ¡Olvídate de mí! (2004), Revolutionary Road (2008), (500) días juntos (2009) y Her (2013) como referentes; hemos dejado de creer en los finales felices, pero al menos, seguimos disfrutando del viaje.

9/10

24/11/19

El irlandés – El crepúsculo de los capos



Dir.: Martin Scorsese
Int.: Robert De Niro, Joe Pesci, Al Pacino, Stephen Graham, Bobby Cannavale, Harvey Keitel, Anna Paquin, Jesse Plemons, Aleksa Palladino, Jack Huston
¿De que va?: Frank Sheeran, veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y asesino a sueldo, recuerda su participación en el asesinato de Jimmy Hoffa. Uno de los grandes misterios sin resolver del país: la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa.

Reseña: Ahí va un secreto a voces: el cine de mafias no me entusiasma. No comparto esa fascinación hacia ese submundo testosterónico de padrinos, matones, dinero sucio, traiciones, asesinatos y chicas florero. Reconozco el gran valor artístico y cinematográfico de El padrino (1972) y su secuela, de Uno de los nuestros (1990) o Érase una vez en América (1984), pero como quien aprecia un cuadro famoso sin menosprecio pero con indiferencia. También siento un poco de rabia de que cada vez que vaya a comentar una película de este tipo tenga que pedir disculpas por antelación, como si de manera inconsciente supiera que soy corto de miras por no flipar con tales obras magnas. Por todo ello, encaré El irlandés más como un deber que por placer, sabiendo que no podía perderme uno de los acontecimientos cinematográficos de la temporada, pero sin compartir el entusiasmo generalizado porque Martin Scorsese haya regresado al cine de gangsters. 


Efectivamente, El irlandés es una clásica película de mafiosos, pero hay algo que la distingue de sus congéneres y que la hace particularmente interesante: una visión completamente desencantada de la vida criminal. Por supuesto que está bien cargada de corruptelas con múltiples jugadores poco fiables en las que es fácil perderse, pero también tiene espíritu crítico, cierto afán autoparódico y una ausencia absoluta de glamour que viene a confirmar que El irlandés supone para el cine de mafias lo que Sin perdón (1992) fue para el western; un homenaje y una carta de despedida a un género que tiempo atrás lo fue todo. La ambientación y el diseño de producción son, como cabría esperar, perfectos, pero sorprende que los espacios donde se desarrolla la trama sean tan sencillos, mundanales y humildes. Probablemente sea una de las pocas películas de mafiosos (quizás la única) en la que la circulación del dinero y la ostentación de él brille por su ausencia.


Para rematar la jugada, Scorsese ha juntado a tres actores cuya contribución ha sido clave para la mitificación del genero. Robert De Niro tiene que luchar contra unas lentillas que distraen y un efecto rejuvenecedor que no le sienta tan natural como a su compañeros de reparto, pero sale ganando con la que probablemente sea su mejor interpretación tanto de esta década como de la anterior; esa tristeza contenida que se va adueñando paulatinamente de su personaje no es nada fácil de conseguir. Lo de Joe Pesci se basa sobre todo en presencia y talante, mientras que Al Pacino se luce como hace muchísimo que no lo hacía con una interpretación carismática, desbordante y enérgica. Insufla humor al film sin caer nunca en la sobreactuación o la parodia, además de ser quien recita las mejores frases del guion. De lo mejorcito del reparto y del conjunto.


Puede que me hubiese gustado más El irlandés si durase 60 o 90 minutos menos. No es que sea una película densa de ver pero el que abarque varias décadas no justifica sus tres horas y media de duración; difícilmente cualquier película podría hacerlo. Pero curiosamente, se hace más llevadera en su último tramo, cuando termina de describir el ascenso criminal de su protagonista y se centra en su relación con Jimmy Hoffa y en las consecuencias de sus actos, en lo poco que queda por recoger de lo cosechado cuando el chiringuito se acaba. Con la estimable y reivindicable intervención de una silente Anna Paquin, la película concluye adentrándose con elegancia en la pérdida, la soledad, la incomunicación, la culpa, la lealtad y la muerte. Es, al fin y al cabo, el doloroso punto y final que Scorsese necesitaba poner a su relación con el mundo de la mafia.

7’5/10

21/11/19

Madre – El fin del luto



Dir.: Rodrigo Sorogoyen
Int.: Marta Nieto, Jules Porier, Alex Brendemühl, Anne Consigny, Fréderic Pierrot, Guillaume Arnault, Raúl Pietro, Blanca Apilánez
¿De qué va?: Elena recibe una llamada de su hijo de seis años, que le dice que está perdido en una playa en Francia y que no encuentra a su padre. Esas palabras desesperadas de su hijo fueron lo último que Elena supo de él. Diez años más tarde, Elena vive en la misma playa donde desapareció su hijo y conoce a un adolescente que le recuerda a él.

Reseña: Un plano secuencia, una habitación, dos mujeres y una angustiosa llamada telefónica. Con estos elementos, Rodrigo Sorogoyen rodó Madre (2017), un cortometraje cuyo impacto llegó a resonar en la última edición de los premios Óscar. No ganó la preciada estatuilla, pero dejó a todo el mundo intrigado con lo que podría ocurrir a continuación, pues a ese modélico ejercicio de suspense y tensión in crescendo le faltaba un desenlace. La respuesta viene en forma de largometraje homónimo que arranca con el propio corto y continúa con un salto temporal de diez años. Es solo la primera de una serie de elecciones narrativas que dejarán descolocado al espectador, y es que de entre los numerosos caminos por los que podía continuar la historia, Sorogoyen ha optado por uno de los más abruptos y arriesgados.


Madre es la historia de Elena, una mujer que ha sufrido una pérdida tan terrible que su vida ha pasado a girar en torno a la ausencia. Sus intentos de llevar una vida normal son en realidad concesiones de cara a la galería para que la dejen en paz y piensen que está bien. Pero no lo está. Sin embargo, un encuentro fortuito provoca que afloren sentimientos en ella que creía perdidos, y con ellos, una ínfima pero plausible esperanza de dar a la vida una segunda oportunidad. Madre muta de pesadilla a relato sobre la sanación, y lo hace transformando la incomodidad asfixiante del cortometraje por otro tipo de incomodidad, la que nace del desconcierto y de manipular los códigos morales. No es una película fácil, y muy pocos comulgarán con ella, así que prepárense para acalorados debates a la salida de la proyección.


Madre, la película, confirma la revelación que se produjo en el corto precedente: una actriz inmensa llamada Marta Nieto. No es que sea una recién llegada, pues formó parte del elenco de El camino de los ingleses (2016) hace ya más de diez años, pero no había tenido oportunidades de despuntar hasta ahora. Elena es un personaje complejo, antipático y esquivo que Nieto defiende con carácter, nervio y sensibilidad; solo necesita de pequeños gestos, como una sutil sonrisa que se disipa, o una mirada ausente, para expresar el gran abanico de emociones por los que atraviesa a lo largo del film. Si ya se merecía todos los premios por su interpretación en el corto, deberían lloverle las ofertas de trabajo por la fuerza, el magnetismo y la belleza con los que embruja la película.


Rodrigo Sorogoyen se mete de lleno en un poderoso e intimista drama femenino con el que sin embargo resulta complicado empatizar. La playa francesa donde se desarrolla la historia, los suaves movimientos de cámara, el brío de sus planos secuencia y las escasas pero hermosas notas musicales contribuyen a crear una atmósfera profundamente melancólica, pero su capacidad inmersiva se ve lastrada por una deliberada ausencia de asideros emocionales.La actitud de los personajes resulta caprichosa y supeditada a los cambios que demanda una narración que a ratos se torna monótona. Pese a sus problemas, no seré yo quien recrimine a Sorogoyen por haber hecho esta película de Madre y no la que muchos esperábamos, pues hay que reconocer su osadía por haber dado a un conflicto tremendo una vía de escape nada complaciente, pero retorcidamente hermosa.

7/10

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19/11/19

Ventajas de viajar en tren – Las capas de la cebolla




Dir.: Aritz Moreno
Int.: Pilar Castro, Ernesto Alterio, Luis Tosar, Quim Gutiérrez, Belén Cuesta, Javier Botet, Macarena García, Javier Godino, Stéphanie Magnin, Gilbert Melki
¿De qué va?: ¿Le apetece que le cuente mi vida? Con esta desconcertante pregunta la editora Helga Pato es abordada durante un viaje en tren. Su compañero de asiento es Ángel Sanagustín, un psiquiatra experto en trastornos de personalidad. Durante el viaje, Ángel le relata a Helga la sórdida y delirante historia del peor caso clínico al que se ha enfrentado jamás

Reseña: La comedia es el género que más dinero hace en el cine español. Pero no vale cualquier tipo de comedia. Tiene que hacer hincapié en las diferencias culturales, ya sea entre las diferentes regiones españolas o respecto al exterior. También tiene que haber algún tipo de enredo o engaño, que su humor sea blanco y familiar con alguna salida de tono escatológica y, muy importante, estar amparada por una cadena privada que la promocione hasta la extenuación y más allá en sus canales. Por eso, abracemos sin rubor la expresión cliché de “un soplo de aire fresco” al hablar de Ventajas de viajar en tren. Porque es una comedia (o algo) de las que no se hacen en España, diferente, rara y atrevida, con un reparto de lujo y una producción cuidada al detalle. Ahí va otro cliché perfecto para definirla: rara avis.


Basada en la novela homónima de Antonio Orejudo, el debut en largo de Aritz Moreno comienza con una extraña conversación en un tren para introducirse rápidamente en una historia que se introduce a su vez en otra historia y así sucesivamente hasta dar forma una especie de Origen (2010) donde realidad y ficción se entremezclan hasta que no se distingue dónde termina una y empieza la otra. Las historias que dan forma al conjunto son peculiares y descabelladas pero, en realidad, todas se basan en filias y trastornos psicológicos muy humanos, como la pérdida de la dignidad por alimentar una relación tóxica o las falsas expectativas que genera la cultura popular y el porno de cara a las relaciones sexuales. El cuidado diseño de producción colorista y de cuento de hadas colisiona armónicamente con la decrepitud y lo grotesco de los relatos, mientras que la sólida dirección de Moreno consigue que todo fluya con la peculiar naturalidad que despliega el film.


De la misma forma en la que el envoltorio choca (en el buen sentido) con el contenido, sorprende para bien ver a actores del star-system español como Luis Tosar o Quim Gutiérrez entregarse a personajes tan extremos e incluso ridículos. Todo el reparto está en perfecta sintonía con el tono de Ventajas de viajar en tren, pero destacan especialmente Ernesto Alterio, Javier Botet y Pilar Castro. Botet protagoniza la mejor historia y Castro la mejor secuencia, una que va acompañada musicalmente por El amor de Massiel, un himno desconocido de la música española que acompaña perfectamente la emoción creciente del momento en el que suena, al tiempo que encapsula en su letra todo el viaje emocional del personaje de Castro. De las mejores secuencias de la cosecha cinematográfica anual.


A Ventajas de viajar en tren le pesa sobre todo una trama que tiene que ver con niños que está innecesariamente estirada. Es el mayor inconveniente que le encuentro a una película extravagante, divertida y necesaria. Porque ya era hora de que el cine español nos obsequiara con un film que no sea apto para todos los públicos, que asquee y sorprenda, que se zambulla en la metaficción y que haga un humor absurdo y marciano que nos retrotraiga a la maravillosa Amanece, que no es poco (1989) tras ese intento fallido de recuperar su espíritu que fue Tiempo después (2018). Ojalá que Aritz Moreno pueda desarrollar una carrera tan estimulante como su insólita carta de presentación.

7’5/10

18/11/19

O.C: La posesión (1981)

¿De qué va?: Al volver de un viaje de negocios Mark descubre que su mujer, Anna, está cada vez más descontenta con su matrimonio y desea divorciarse. Aunque Anna lo niegue al principio, acaba confesando que tiene una aventura. Sin embargo, gracias a una compañía de detectives privados, Mark averiguará que hay una aterradora razón para el extraño comportamiento de su mujer.

Reputación: Andrej Zulawski escribió el guion de La posesión (Possession) en medio de su propio divorcio. Aunque le surgió la oportunidad de rodar la película en Estados Unidos, decidió que tuviese lugar en Alemania, ya que se encontraba cercano a su país y ciudad de origen. Zulawski siempre quiso a Isabelle Adjani para protagonizar el film, y aunque esta se negó en primer lugar, acabó siendo convencida por el director de fotografía, Bruno Nuytten. Si bien ganó el premio a mejor actriz tanto en el Festival de Cannes como en los César, Adjani declaró más adelante que le costó años superar al personaje de Anne y que jamás aceptaría un papel similar. Para Sam Neill, el co-protagonista masculino, parece que no fue una experiencia tan traumática, pues siempre ha dicho que es su película favorita de todas en las que ha participado. Para el diseño de la criatura que aparece en la película, Zulawski contó con Carlo Rambaldi, quien se había encargado anteriormente del aspecto de los extraterrestres de Encuentros en la tercera fase (1977) y de la cabeza del xenomorfo de Alien, el octavo pasajero (1979). La British Board of Film Classification (BBFC) incluyó La posesión en un listado denominado Videos Nasties compuesto por películas censuradas por su violencia gráfica, y no fue hasta el año 1999 que la cinta pudo ser estrenada en Reino Unido con su metraje original. También sufrió recortes en su lanzamiento norteamericano.


Comentario: La posesión es desconcertante, desagradable, excesiva, confusa, turbadora… y extrañamente hipnótica. Al igual que el Anticristo (2009) de Lars Von Trier, asistimos al derrumbe y la mutilación de un matrimonio condenado por fuerzas sobrenaturales que les superan. Con el muro de Berlín como telón de fondo, se produce el descenso a los infiernos de Anna (grandiosa Isabelle Adjani) arrastrando consigo a su marido y con su hijo en común como daño colateral. Doppelgängers, monstruosidades con erótico resultado, brotes psicóticos, el fin del mundo…  Las peores pesadillas se dan cita en un film esquizofrénico cuyo clímax tiene lugar en los pasillos de un metro, con la protagonista enfrascada en una coreografía demoníaca de gritos y viscosidades. Una película incapaz de dejar indiferente a nadie.

Próximo visionado: La mansión encantada (1963)

17/11/19

Doctor Sueño – Pálido resplandor



Dir.: Mike Flanagan
Int.: Ewan McGregor, Rebecca Ferguson, Kyliegh Curran, Cliff Curtis, Zahn McClarnon, Emily Alyn Lind, Zachary Momoh, Jocelin Donahue
¿De qué va?: Décadas después de sobrevivir al Hotel Overlook, Danny Torrance lucha por encontrar algo de paz a pesar de seguir irremediablemente marcado por aquel trauma. Pronto conocerá a Abra, una valiente niña dotada de un poderoso don extrasensorial que le pedirá ayuda para enfrentarse a la despiadada Rose la Chistera y a sus seguidores.

Reseña: Una hipotética secuela de El resplandor (1980) eran palabras mayores… salvo para Stephen King, que nunca se cortó al declarar que la versión cinematográfica que hizo Stanley Kubrick de su novela le horrorizaba… y no en el buen sentido. La continuación llegó a las librerías en 2013 bajo el título de Doctor Sueño (Doctor Sleep), y tras volver a ponerse de moda las adaptaciones de sus relatos gracias al éxito de It (2017), llegó el momento de hacerla realidad. También porque es muy probable que actualmente no haya alguien más idóneo para el encargo que Mike Flanagan, pues, además de haber ya adaptado material de King con buenos resultados en El juego de Gerald (2017), es uno de los mejores y más interesantes directores de cine de terror de la actualidad.


La clave de la eficacia de Flanagan es muy sencilla: está mas interesado en los personajes, su desarrollo y sus relaciones que en asustar al personal… pero cuando se propone meternos el miedo en el cuerpo lo consigue a lo grande, como se puede comprobar en su mejor obra hasta la fecha, la serie La maldición de Hill House (2018). En Doctor Sueño es evidente el interés de Flanagan por trasladar en imágenes la historia de Stephen King con claridad y fidelidad, otorgando tiempo para conocer y explorar los tres vértices sobre los que se sustenta la misma: Danny Torrance, Abra y Rose la Chistera. Sin embargo, tal es la dedicación de Flanagan por construir una narración sin trama ni cartón que en realidad se echa en falta algún golpe de efecto que anime una trama demasiado larga, pagada de sí misma y más previsible y obvia de lo que se cree.


Los únicos golpes de efecto que se reserva el film son alguna que otra escena macabra y las referencias a El resplandor, la película, que se concentran al principio y al final del metraje. Flanagan se ha acercado a la obra de Kubrick con reverencia pero tomando y manipulando sin pudor aquellos elementos que necesitaba para terminar de dar forma a Doctor Sueño. El resultado es una suerte de reconciliación entre King y Kubrick, aunque agrava la diferencia de chicha entre un material y otro, pues el interés hacia lo que ocurre en pantalla sube enteros con cada referencia a El resplandor, al menos para un servidor. Y no es por falta de temas: en Doctor Sueño se habla de la adicción, de la responsabilidad, de la culpa, de plantarle cara a nuestros miedos y de la redención, pero todo esto se traduce en una lucha entre el bien y el mal, entre personas con poderes y vampiros, que no luce demasiado.


Ewan McGregor como Danny Torrance está correcto, pero no hay nada especialmente reseñable en una interpretación que palidece ante la de Rebecca Ferguson, juguetona y perversa dando vida a la gran villana de la función. La actriz insufla vida a una película que, si bien consigue distanciarse lo suficiente de El resplandor, tampoco cuenta con suficientes virtudes y hallazgos como para destacar por sí sola. Aun así, sigo pensando que Mike Flanagan era el director más apropiado para la empresa, pues la cosa podría haber salido mucho peor, y quizás Doctor Sueño nunca estuvo llamada a resonar en la misma frecuencia que los pasillos del maquiavélico Hotel Overlook.

6/10

15/11/19

The Farewel – La familia que miente unida…



Dir.: Lulu Wang
Int.: Awkwafina, Shuzhen Zhoue, Tzi Ma, Jim Liu, Gil Perez-Abraham, Diana Lin, Yongbo Jiang
¿De qué va?: Billi es una mujer, de nacionalidad chino-americana, que regresa a su país natal cuando se entera de que su abuela padece un cáncer terminal y de que su familia ha decidido ocultárselo a la anciana. Billi debe apartar estos problemas a un lado para participar en una boda familiar que resultará ser el último gran evento en el que esté su abuela.

Reseña: Tras rodar varios cortometrajes, Lulu Wang dio el salto al cine en 2014 con Posthumous. La película, que versaba sobre un artista que ve cómo su obra se revaloriza cuando, por un error, se cree que se ha suicidado, no gustó y pasó muy desapercibida. Para su segundo largometraje, Wang se ha inspirado en su ámbito familiar, concretamente en la mentira que se creó para que su abuela no supiera que tenía cáncer.Sin embargo, le costó mucho encontrar financiación: los productores chinos la consideraban demasiado americana y los americanos no querían pagar una película con un elenco 100% asiático. Curiosamente, parte del conflicto de la protagonista de The Farewell, Billi, también tiene que ver con un choque de nacionalidades: al haberse mudado con sus padres a Estados Unidos siendo una niña, su sentimiento de pertenencia no está del todo claro.


Las cosas no le están yendo bien a Billi en Estados Unidos, y aunque le gustaría pasar todo el tiempo posible con su abuela… ¿que haría en China, si ni siquiera habla bien el idioma? Además, no está del todo convencida acerca de engañar a su abuela, la cual está enfrascada en la organización de una boda de pacotilla mientras el resto de la familia intenta poner buena cara. La directora acierta de pleno reparando tanto en los detalles y las situaciones en las que todos podemos vernos reflejados, sin importar nuestra procedencia, así como en aquello que caracteriza especialmente a la sociedad china. Una cultura que se empeña en guardar las formas y la compostura mientras los seres queridos están vivos, reservando la demostración a moco tendido de cuánto los querían para cuando ya no estén presentes. Este tipo de contradicciones, de sentimientos reprimidos y lealtad familiar son lo que hacen de The Farewell una película tan singular, íntima y moderada.


Sin embargo, la impresión que deja es que Lulu Wang podía haber ahondado más en la frágil estabilidad del clan, y sin embargo, siempre orbita sobre las dos mismas claves: la cuestionable ética de la gran mentira y el choque cultural entre América y China. De la misma forma en la que no se atreve a plantear conclusiones, tampoco carga las tintas en los elementos cómicos ni en los dramáticos de la historia. Por una parte, es de agradecer, puesto que The Farewell nunca cae ni en la autoparodia ni en el tremendismo, pero por la otra, un poco más de humor más allá del surgido en la incomodidad no le hubiese venido nada mal. Igualmente, la película está contada exclusivamente desde el punto de vista de Billi, mientras que, salvo por la abuela, los demás miembros de la familia están infrautilizados, cuando el conjunto podría haberse beneficiado por reparar un poco más en ellos.


The Farewell es una tierna y hospitalaria acogida a una familia reunida en torno a una mentira piadosa. Irónicamente, se siente legítima y sincera, aunque deje sin culminar parte de su potencial. Cuenta con un interpretación protagonista muy correcta por parte de Awkwafina, aunque en realidad la gran estrella es Shuzhen Zhao. En su exhibición de autoridad, protección, cariño, melancolía, perspicacia y testarudez, Zhao se convierte, no solo en la abuela que esta familia necesita, sino en la abuela por antonomasia; la que solo los más afortunados hemos tenido la suerte de disfrutar, aunque solo fuese por un breve período de tiempo.

6/10

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14/11/19

O.C: La mujer y el monstruo (1954)

¿De qué va?: Una expedición científica en busca de fósiles en el río Amazonas es interrumpida por un sorprendente e inesperado hallazgo: una criatura monstruosa mitad hombre mitad anfibio que se ha enamorado de la prometida de uno de los investigadores.

Reputacion: La idea de la película le llegó al productor William Alland cuando descubrió una leyenda suramericana sobre una criatura en el Amazonas que cada año rapta a alguna joven de las aldeas cercanas. La diseñadora Milicent Patrick creó el diseño de la criatura, pero fue un hombre, Bud Westore, que era el director del departamento de maquillaje de Universal de la época, el que se llevó el crédito. La criatura fue interpretada por dos especialistas diferentes: Ben Chapman, que rodaba las escenas donde el monstruo camina por tierra firme, y Ricou Browing, que se encargaba de las acuáticas. El traje era de caucho, estaba dividido en piezas articuladas, costaba 18.000 dólares y se necesitaban tres horas para montarlo. Dado el éxito que cosechó la película, se produjeron rápidamente dos secuelas: El regreso del monstruo (1955) y El monstruo vengador (1956). Por otra parte, influyó a directores como Steven Spielberg a la hora de rodar las escenas acuáticas de Tiburón (1975) y a Guillermo del Toro en La forma del agua (2017). También era una de las películas favoritas de Ingmar Bergman, que la visionaba siempre el día de su cumpleaños.


Comentario: La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon) es una producción de serie B con todas las de la ley pero con un buen puñado de hallazgos: la imagen de la protagonista nadando mientras es acechada por la criatura por debajo de ella resulta tan hermosa como inquietante; el propio bicho da bastante repelús, como se demuestra en el plano en el que mira fijamente a cámara cuando está atrapado en la jaula; y la película también da espacio a un pequeño debate personificado en los dos protagonistas masculinos (Richard Carlson y Richard Denning) acerca de si lo desconocido debe ser abordado con curiosidad científica o violencia. Si se visiona sin juzgar su ingenuidad añeja, comprobaremos que se trata de una película que a día de hoy sigue siendo muy disfrutable y que tiene mucho encanto.

Próximo visionado: La posesión (1981)

12/11/19

Estafadoras de Wall Street – Sirenas de Manhattan



Dir.: Lorene Scafaria
Int.: Constance Wu, Jennifer Lopez, Julia Stilers, Keke Palmer, Lili Reinhart, Madeline Brewer, Trace Lysette, Mette Towley, Cardi B, Lizzo
¿De qué va?: Un grupo de ex-strippers monta una banda para estafar a sus clientes de Wall Street.

Reseña: En todas las juergas que se corría Jordan Belfort en El lobo de Wall Street (2013) había mujeres despampanantes que ponían buena cara y que se movían al son de los billetes que les tiraban los ejecutivos de turno. Pero la cámara de Martin Scorsese nunca reparó en el rostro de esas mujeres cuando quedaban fuera de la vista de esos escualos lascivos; un rostro en el que probablemente se reflejaría la resignación y el hastío de trabajar como objeto sexual del capitalismo más viciado. Estafadoras de Wall Street (Hustlers) es la respuesta a la constante omisión del punto de vista femenino en el ‘modus operandi’ de los ejecutivos del distrito financiero de Manhattan, dando voz a un grupo de mujeres que aprovechó su condición de cebo para aprovecharse de los depredadores que gobiernan la pirámide alimenticia.



Basada en un artículo del 2015 de New York Magazine titulado The Hustlers at Scores, la película se centra en unas mujeres que se conocen trabajando en un club de striptease y en cómo la inestable situación económica las fuerza a encontrar nuevas y creativas formas de conseguir dinero cuando las propinas dejan de ser suficiente. Ellas también acaban engullidas dentro del sistema capitalista que las cosifica, en una espiral en la que nada es suficiente y el consumismo siempre va a más. Pero el film dirigido por Lorene Scafaria tiene tanto de criminal como de sororidad, pues toda su trama se construye en torno a la amistad que se forja entre Destiny, una recién llegada a la vida nocturna de Manhattan, y Ramona, una experimentada bailarina que la acoge bajo su abrigo de piel. Ramona enseña a Destiny, le presenta a las demás chicas, le ayuda a ganar más dinero y le lleva de la mano por los derroteros delictivos que toman sus vidas.



Tras el pelotazo que supuso Crazy Rich Asians (2018) en Estados Unidos, Constance Wu continúa afianzándose como estrella de Hollywood, liderando con aplomo el elenco de Estafadoras de Wall Street. Pero tiene un problema y es que queda eclipsada por Jennifer Lopez desde que esta aparece por primera vez, en una escena que aspira a ser la mejor presentación de un personaje de la cosecha cinematográfica anual. Jlo empieza coronándose como reina del pole dance y rápidamente se hace dueña y señora de toda la película con tanto carisma como presencia; su interpretación tiene las mismas vibraciones que desprendía Angelina Jolie cuando se erigió como jefa suprema de la institución psiquiátrica de Inocencia interrumpida (1999), así que la tan rumoreada nominación al Oscar para la estrella latina no se antoja para nada descabellada. También merecen una mención Keke Palmer y Lili Reinhart, pues tienen roles menores pero muy divertidos.



Estafadoras de Wall Street es una revisión contemporánea del mito de las sirenas. De cómo estos seres mitológicos atraen con su belleza y sus cánticos a incautos marineros que acaban saqueados pero contentos. Su guion a veces peca de reiterativo, pero la narración sale beneficiada de un sólido trabajo de dirección por parte de Scafaria y un elenco femenino completamente entregado. Es un divertimento ligero de moral ambigua pero frivolidad nula que sitúa la complicidad femenina como tabla de salvación de un mundo que ha cometido el grave error de infravalorar y despreciar a las mujeres durante demasiado tiempo. No volverá a ocurrir.

8/10

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11/11/19

La trinchera infinita – Vida de un topo



Dir.: Aitor Arregi, Jon Garaño, José Mari Goenaga
Int.: Antonio de la Torre, Belén Cuesta, Vicente Vergara, Manuel Poga, Enrique Asenjo, Emilio Palacios, Óscar Corrales
¿De qué va?: Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil. Es el año 1936 y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Aunque intentará huir, el miedo a ser detenido y a las posibles represalias, además del amor que siente por su mujer a la que no puede abandonar, les condenará a ambos a un encierro que se prolongará durante varias décadas.

Reseña: Conocer y entender el pasado es fundamental para no repetir los mismos errores. Muchos se quejan de que haya demasiadas películas sobre la guerra civil española, pero es evidente que ni hemos aprendido todas las lecciones que nos dejó, ni se han cerrado todas las heridas, pese a que haya líderes políticos que prefieran mirar para otro lado. Además, aún existen enfoques de este período histórico por explorar. Lo comprobamos recientemente en Mientras dure la guerra, que contaba el inicio del conflicto desde el punto de vista de Miguel de Unamuno, y lo vemos ahora con La trinchera infinita, un film que narra la persecución al bando republicano desde el punto de vista de un hombre que permanece escondido en su casa durante décadas.


Como si se tratase de un reverso claustrofóbico de Cuéntame cómo pasó, La trinchera infinita  abarca varias décadas de transformación de la sociedad española sin abandonar jamás el punto de vista de Higinio, un hombre cuyo único vínculo con el espacio exterior se encuentra en su esposa, Rosa, y en los medios de comunicación. A través de un gran manejo de la elipsis temporal y estructurando la historia en episodios, somos testigos del devenir de este matrimonio, el cual debe enfrentarse a conflictos que van más allá del miedo a ser descubiertos. Porque una vez que se controla la situación y se asienta la rutina surge la apatía, la soledad, el agotamiento emocional y la vergüenza de vivir entre las sombras en torno a una mentira y sin que se vislumbre una luz al final del camino. El guion cuenta con un buen puñado de situaciones y subtramas que impiden que la historia caiga en la monotonía; no obstante, la relación de Higinio y Rosa posee suficientes matices y sustancia como para haber sostenido el film por sí misma.


Como valor seguro del cine español que es, Antonio de la Torre hace un fantástico trabajo dando vida a Higinio, siendo Belén Cuesta la auténtica revelación al ser su primer papel dramático en el cine. Aunque su sufrimiento nervioso nos retrotraiga a sus interpretaciones cómicas, Cuesta aporta toda la verosimilitud, tristeza, frustración y rabia contenida que necesita su personaje, desprendiendo un gran magnetismo cada vez que aparece en pantalla. Tanto ella como de la Torre ponen un acento andaluz cerrado por el que no entendemos la mitad de lo que dicen, pero poco importa porque nos creemos a pie juntillas su matrimonio, el amor que se profesan, los rocen que surgen entre ellos y la evolución de su relación y caracteres a través del tiempo.


Tras las notables Loreak (2014) y Handía (2017), el triplete de directores vascos formado por Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga se consagra como uno de los mayores valores del cine español contemporáneo. La trinchera infinita es tan sólida a nivel narrativo como visual, pues todo, desde el tratamiento de la luz hasta la decoración de la casa donde se desarrolla la acción, está perfectamente alienado para crear una experiencia completamente inmersiva. Dada la extensa duración de casi dos horas y media, la fatiga puede surgir en la tercer acto, pero eso no impide que el viaje íntimo de este matrimonio desemboque en un final que, al cerrar el círculo, expone de manera sencilla y brillante que la fractura entre las dos Españas reside en el miedo que tiene la una de la otra.

8/10

9/11/19

O.C: El hombre que ríe (1928)

¿De que va?: Finales del siglo XVII. El noble Lord Clancharlie se niega a besar la mano del rey Jacobo II de Inglaterra. Como castigo, el soberano ordena asesinarle y desfigurar cruelmente a su hijo Gwynplaine. El resultado es una sonrisa terrorífica que espanta a todo el mundo. A pesar de esto, consigue enamorar a una chica ciega, un amor que se verá truncado cuando la Reina Ana descubra el origen nobiliario de Gwynplaine, a quien obligará a casarse con su hermana para castigarla.

Méritos: Adaptación al cine mudo de la novela The Man Who Laughs de Victor Hugo dirigida por el cineasta expresionista alemán Paul Leni. Universal decidió adquirir los derechos de la obra tras el rotundo éxito de otra adaptación de Victor Hugo, El jorobado de Notre Dame (1924). Lon Chaney fue seleccionado en primer lugar para encarnar al protagonista, pero cuando Universal tuvo problemas a la hora de adquirir los derechos de adaptación, Chaney fue liberado de su contrato y rodó en su lugar El fantasma de la ópera (1925). Tras el triunfo de esta última, el estudio volvió a poner en marcha el proyecto de El hombre que ríe pero con Conrad Veit asumiendo el rol protagonista. La sonrisa de Gwynplaine se logró con prótesis. Veit llevaba una dentadura postiza que tenía ganchos de metal para retraer las comisuras de su boca, y cuando la tenía puesta era incapaz de hablar. Tanto la macabra sonrisa como la inquietante apariencia de payaso de Gwynplaine fue una inspiración clave para el escritor de comics Bill Finger y para los artistas Bob Kane y Jerry Robinson a la hora de crear al archienemigo de Batman, el Joker.


Comentario: Sabiendo que es la principal inspiración del príncipe payaso del crimen, uno espera que el hombre que ríe sea un ser espeluznante al nivel de Nosferatu. Nada más lejos de la realidad: Gwynplaine es un cachito de pan, un hombre marcado y desfigurado por un error cometido por su padre y que, al ser denostado por la sociedad, solo es aceptado en un circo ambulante, donde al menos tiene el amor de una chica ciega con la que ha crecido, aunque él siente que no lo merece por su apariencia. El interés del film se desinfla cuando se mete de lleno en la enrevesada trama monárquica, pero el diseño de producción, el romance y, sobre todo, la formidable interpretación de Veit, son razones de peso para rescatar la película e impedir que caiga en el olvido.

Próximo visionado: La mujer y el monstruo (1954)

8/11/19

Parásitos – Frágil simbiosis



Dir.: Bong Joon-ho
Int.: Song Kang-ho, Lee Seon-gyun, Jang Hye-jin, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-sik
¿De qué va?: Ki-taek es el patriarca de una familia pobre que malvive en un piso bajo en Seúl, pagando las facturas a base de trabajos precarios y robando el wi-fi de los vecinos. Su situación cambia un día en el que su hijo logra que le recomienden para dar clases particulares de inglés en casa de los Park, una familia acaudalada.

Reseña: En Snowpiercer (2013), Bong Joon-ho planteaba un futuro distópico en el que lo que quedaba de humanidad viajaba en un tren en movimiento eterno en el que los pobres vivían en condiciones terribles en los últimos vagones, mientras que los ricos habitaban los primeros con todo tipo de privilegios. Pero tampoco hace falta recurrir a una distopía para hablar de la lucha de clases, pues ese delicado equilibrio sobre el que se sostiene el 'status quo' del capitalismo es nuestro pan de cada día. Parásitos marca el regreso de Joon-ho a su Corea del Sur natal tras un par de incursiones estadounidenses, y aun siendo una película intrínsecamente coreana, maneja un lenguaje cinematográfico y narrativo universal.


Parásitos es de esas películas que recompensan a quienes se enfrenten a ella lo más “vírgenes” posibles, así que no entraremos en detalles argumentales más allá de que su planteamiento se basa en la relación simbiótica entre las diferentes clases sociales: los pobres se aprovechan de la ingenuidad de los ricos, pero estos también sacan beneficio de los primeros dado que no son capaces de hacer nada por sí mismos. La película se toma su tiempo para asentar esta dinámica, para a continuación introducir una serie de giros a cada cual más sorprendente y desquiciado. Pocos films de la actualidad tienen esa capacidad de imprevisibilidad, de dejar al espectador sin la más remota idea de lo que puede pasar a continuación, y sin romper en ningún momento con la veracidad de la historia.


El tono del film también se adapta a cada mutación que experimenta la trama, alternando orgánicamente entre el drama, la comedia, el suspense e incluso el horror. Cada personaje de la galería que integra Parásitos está perfectamente definido e interpretado por su respectivo intérprete, siendo la lujosa casa donde se desarrolla gran parte de la acción uno más del elenco. Los espacios están tan bien planificados y la cámara se mueve con tanta agilidad por ellos que en poco tiempo conoceremos cada palmo del edificio. El trabajo de dirección de Bong Joon-ho solo puede considerarse como magistral, pues demuestra un control absoluto sobre lo que acontece en pantalla incluso cuando reina el caos, todo impecablemente facturado y servido.


Con Parásitos, Joon-ho ha obrado el milagro de concebir una película capaz de entusiasmar tanto al público gafapasta como al espectador casual. Su representación del conflicto de clases posee múltiples capas, lecturas y mala baba, y además es una película accesible, divertidísima, original y que deja poso. Es complicado buscarle peros, porque en las dos horas y diez minutos que dura lo único que chirría es aquello en lo que se sustenta la historia: la delicada co-dependencia entre los que no tienen nada y los que lo tienen todo, entre los que tienen mucho que ganar y los que tienen poco que perder, y entre los que sienten cada día todo el peso del mundo sobre sus hombros y los que flotan grácilmente sobre él.

9’5/10

5/11/19

Secretos de Estado – Contra los tres poderes



Dir.: Gavin Hood
Int.: Keira Knightley, Matt Smith, Ralph Fiennes, Adam Bakri, Matthew Goode, Rhys Ifans, Indira Varma, John Heffernan, Jeremy Northam
¿De qué va?: Es el año 2003, Katharine Gun es una especialista en inteligencia británica que filtra un comprometedor memorando clasificado que urge a espiar a miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para forzar una resolución para ir a la Guerra de Irak. Tachada como traidora por su propio gobierno, Gun y sus abogados están determinados a defender sus acciones.

Reseña: Ante la categórica posición en contra de la Guerra de Irak que asumió Hollywood, las películas que abordaban este vergonzoso momento histórico no se hicieron esperar. Paradójicamente, la gran mayoría de estas producciones se estrenaron sin pena ni gloria, siendo la más laureada la menos posicionada ideológicamente: En tierra hostil (2008). Ahora nos llega Secretos de Estado, y parece que lo hace a destiempo, cuando hace tiempo que se dejó de hablar tanto de la Guerra de Irak como de la filtración de datos confidenciales gubernamentales que tuvo a Snowden como su principal adalid. No obstante, las filtraciones son el pan de cada día durante el mandado de Donald Trump, y es que parece que nunca lograremos desprendernos de los gobiernos que mienten descaradamente a sus ciudadanos.



Estados Unidos tuvo a Valeria Plame, una agente de la CIA cuya identidad fue revelada por miembros de la Casa Blanca cuando su marido publicó un artículo sobre la inexistencia de las armas de destrucción masiva. Por su parte, Reino Unido tuvo a Katharine Gun, que filtró un documento en el que se instaba a presionar a miembros de las Naciones Unidas para obtener el apoyo a la invasión a Irak que Bush y Blair ansiaban. El caso de Valerie Palme fue llevado al cine en Caza a la espía (2010), un thriller tan correcto como genérico, mientras que el de Gun se ha traducido en una película cuyo mayor aliciente se encuentra en la forma en la que ensambla diferentes subgéneros: la película arranca como un thriller de espionaje, se transforma en uno periodístico  y concluye como uno judicial, mientras que de forma paralela transcurre el drama personal y familiar de Gun, que está casada con un inmigrante turco al que sitúan en el punto de mira tras estallar el escándalo de la filtración.


Secretos de Estado reflexiona acerca de si el patriotismo debería estar ligado o no al gobierno de turno y pasa demasiado tiempo admirando la incuestionable valentía de Katharine Gun. Es un thriller más que correcto que cuenta con un buen trabajo actoral por parte de Keira Knightley, Matt Smith, Ralph Fiennes y compañía, pero que tampoco logra destacar por nada en particular. Le habría venido bien algo del nervio que demostró Gavin Hood en su anterior largometraje, Espías desde el cielo (2015), y la rabia e indignación que debería suscitar un tema así. En cambio, tenemos la característica templanza británica que garantiza un entretenimiento adulto, robusto y sobrio pero un pelín desangelado.

6’5/10

3/11/19

La oveja Shaun. La película: Granjaguedón – Encuentros en el tercer balido



Dir.: Richard Starzak
¿De qué va?: La oveja Shaun encuentra una nueva forma de escapar de la rutina de la granja Mossy Bottom ayudando a una pequeña extraterrestre a encontrar el camino de regreso a su casa.

Reseña: No exagero cuando digo que La oveja Shaun: La película (2015) no solo me parece una gran cinta de animación, sino también una gran comedia y uno de los mejores films de su año. El espíritu de Charles Chaplin y el de Buster Keaton sobrevuelan por todo su metraje, velando por un conjunto, tan entrañable como ingenioso, que alterna las aventuras de las ovejitas en la gran ciudad con una parodia de las redes sociales y el trending topic. Con 100 millones de dólares recaudados a nivel mundial no puede considerarse un enorme éxito de taquilla, así que fue toda una sorpresa que se anunciase su secuela meses antes del estreno de Cavernícola (2018), la producción más floja de los creadores de Wallace & Gromit hasta la fecha.


Granjaguedón arranca como cualquier episodio de la oveja Shaun, con esta y su rebaño intentando salir de su rutina diaria saltándose las normas impuestas por su perro pastor, Bitzer. Lo extraordinario se produce cuando Shaun se encuentra con una criatura muy distinta a los animales que habitan su granja: una pequeña extraterrestre extraviada que está buscando el camino de regreso a su hogar. Efectivamente, el punto de partida es E.T., el extraterrestre (1982) en estado puro, pero no es la única referencia friki que maneja el director Richard Starzak y su equipo: Encuentros en la tercera fase (1977), 2001: Odisea en el espacio (1968), Señales (2002), la televisiva Expediente X o incluso La llegada (2016) son homenajeadas a través de diferentes gags y easter-eggs. Si se tratase de una película infantil convencional, estos guiños servirían para mantener entretenidos a los adultos que acompañan a los niños al cine. Pero esto es una película de Aardman Animation, lo que implica que, si bien los críos son su público objetivo, se ofrece un tipo de diversión que puede (y debe) ser disfrutado por cualquiera.


No obstante, Granjaguedón se queda un peldaño por detrás de su precedente ya que, pese a conservar su encanto y frescura, ya no cuenta con el factor sorpresa, y pierde un poco de la genialidad que derrochaba aquella. Además, reincide y expande lo peor que tenía la primera parte: las canciones. Si ya chirriaba la inclusión de dos temas cantados por aquel entonces, aquí, que aumentan en número, resulta más cargante aún. Y es que rompe la magia de un largometraje que se vale íntegramente de la imagen, de gruñidos y de sonidos guturales para narrar su historia y hacer que la sonrisa se mantenga en el rostro del espectador desde el primer minuto hasta pasado el fin de la proyección.


Si bien no resulta tan brillante como la cinta original, Granjaguedón es diversión de primer nivel y derrocha ternura a través de todos sus personajes de plastilina, incluyendo los atolondrados esbirros de una villana cuya historia de orígenes trae a colación un importante mensaje en contra del bullying. Aardman se recupera del tropiezo que supuso Cavernícola y vuelve a estar en plena forma para afrontar la secuela de su mayor éxito comercial hasta la fecha: Evasión en la granja (2000). Sin ser demasiado partidarios de la «secuelitis», tampoco le haríamos ascos a un tercer asalto a la gran pantalla de la oveja Shaun y su tropa…

7’5/10

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2/11/19

Itinerario de estrenos de noviembre 2019



Estafadoras de Wall Street: Una de las sorpresas cinematográficas de la temporada es esta comedia basada en hechos reales sobre un grupo de mujeres que se une para estafar a sus clientes, ricos magnates de Wall Street. Lorene Scafaria (Una madre imperfecta) dirige el film, protagonizado por Costance Wu (Crazy Rich Asians), Jennifer Lopez (Jefa por accidente), Julia Stiles (Jason Bourne), Lili Reinhart (Galveston), Keke Palmer (Scream Queens) y las cantantes Lizzo y Cardi B. Está funcionando muy bien en la taquilla americana y ha recibido críticas muy entusiastas que ensalzan especialmente la actuación de Jlo, cuya nominación al Oscar a mejor actriz de reparto ya se da por hecha.
Estreno: 8 de noviembre





Pequeñas mentiras para estar juntos: Secuela de Pequeñas mentiras sin importancia (2010) para la que regresa tanto su director, Guillaume Canet, como su reparto al completo: François Cluzet, Marion Cotillard, Gilles Lellouche, Laurent Lafitte, Benoît Magimel, Pascale Arbillot... La película se ambiente siete años después de los acontecimientos del film original, contando un nuevo reencuentro del grupo de amigos del fallecido Ludo para darle una sorpresa de cumpleaños a Max, si bien este no les recibe con los brazos abiertos al estar pasando por una muy mala época. Ha vuelto a triunfar en la taquilla gala pero las críticas no han sido tan positivas como las del film precedente, si bien combinación de drama y comedia sigue funcionando bastante. 
Estreno: 8 de noviembre





The Farewell: Lulu Wang (Posthumous) dirige y escribe esta película basada en una historia familiar verídica. Versa sobre una familia china que, al descubrir que la abuela padece un cáncer terminal, deciden ocultárselo y organizar una boda para reunirles a todos por última vez, algo que no logra comprender su nieta, Billi, que se mudó a Estados Unidos con sus padres cuando era muy pequeña y que ahora vuelve a China para despedirse de su abuela sin que esta lo sepa. Awkwafina (Paradise Hills) protagoniza la película, que ha obtenido una calurosa acogida tanto por la taquilla como por la crítica estadounidense, y que promete estar muy presente en la temporada de premios. Por lo pronto ha sido nominada a tres premios Gotham: mejor película, guion y actriz protagonista.
Estreno: 8 de noviembre





Madre: Rodrigo Sorogoyen (El reino) adapta al largo su cortometraje homónimo que llegó a estar nominado a los Oscar en la pasada edición. La película arranca con el propio corto y continúa siguiendo los pasos de la protagonista, encarnada por Marta Nieto (Litus), tras el traumático suceso vivido. Completan el reparto Jules Porier (Marvin ou la belle education), Àlex Brendemühl (El silencio de la ciudad blanca), Anne Consigny (Van Goh, a las puertas de la eternidad) y Frédéric Pierrot (Gracias a Dios). La película se presentó en el Festival de Venecia y a pesar de ganar el premio a mejor actriz de la sección Orizzonti, la respuesta crítica no estuvo a la altura de las expectativas generadas por el corto.
Estreno: 15 de noviembre





Frozen II: La inevitable secuela del mayor fenómeno Disney y animado de lo que llevamos de siglo, que llegó a recadar 1.300 millones de dólares a nivel mundial. Su argumento permanece en secreto más allá de que se indagará en el origen de los poderes de Elsa y en que serán la clave para salvar su mundo. Mismo equipo técnico y artístico, con Chris Buck y Jennifer Lee al frente y con reparto de voces encabezado por Idina Menzel, Kristel Bell y Jonathan Groff , para uno de los acontecimientos cinematográficos de estas Navidades.
Estreno: 22 de noviembre




Puñales por la espalda: Rian Johnson (Star Wars: Los últimos Jedi) dirige y escribe este relato de suspense en la línea de Agatha Christie sobre un detective que es reclutado para investigar el asesinato de un renombrado novelista de misterio y pilar de una familia en la que todos son sospechosos del crimen. Daniel Craig (Nación cautiva), Chris Evans (Vengadores: Endgame), Ana de Armas (Blade Runner 2049), Jamie Lee Curtis (La noche de Halloween), Toni Collette (Velvet Buzzsaw), Michael Shannon (La chica del tambor), Keith Stanfield (Perdona que te moleste), Don Johnson (Book Club), Christopher Plummer (Todo el dinero del mundo), Katherine Langford (Con amor, Simon) y Jaeden Martell (It. Capítulo 2) conforman el estelar reparto de la película, que recibió comentarios muy positivos durante su paso por el Festival de Toronto.
Estreno: 29 de noviembre