5/4/19

Dumbo – Al fin ya vi un elefante volar



Dir.: Tim Burton
Int.: Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green, Nico Parker, Finely Hobbins, Alan Arkin
¿De qué va?: Dumbo es un pequeño elefante nacido en el circo de Max Medici. Sus enormes orejas le convierten rápidamente en el hazmerreír de todos, excepto de dos niños, Joe y Milly, los hijos de Holt Farrier, una ex estrella de circo que acaba de regresar de la guerra y que debe hacer frente a los cambios de su vida mientras se ocupa de este pequeño animal. Pero la vida de este tierno paquidermo cambiará cuando descubra que precisamente gracias a sus grandes orejas puede volar.

Reseña: Este año se estrenan tres remakes de clásicos animados de Disney. La culpa de esta línea comercial la tiene Tim Burton cuando arrasó en taquilla con su revisión/secuela de Alicia en el país de las maravillas (2010). El estreno tardío de su secuela, Alicia a través del espejo (2016), ya sin Burton al frente, se saldó con un batacazo económico (recaudó 77 millones de dólares habiendo costado 100 millones más) que vino a demostrar que a casi nadie le había gustado la cinta anterior y, algo más importante aún, que estos remakes Disney tienen un impacto social y cultural demasiado efímero. Siempre habrá público que pagará su entrada movido por la curiosidad y la nostalgia hacia las películas con las que creció, pero mientras que el clásico animado permanece en el recuerdo, su revisión en carne y hueso probablemente se borre de la memoria unas semanas después.


Tim Burton, el hombre que lo empezó todo, vuelve a encargarse de otro remake en acción real de un clásico Disney, en este caso de Dumbo (1941). Muchos critican que el director haya pasado a estar en la nómina de Disney, que supedite su particular estilo gótico y macabro a la cada vez más poderosa multinacional, a lo que yo me pregunto: ¿Y si Tim Burton ya no tiene más historias que contar? Sería algo totalmente lógico y lícito que a este señor le siga apeteciendo dirigir pero, ante la falta de ideas propias, se dedique exclusivamente a hacer trabajos de encargo. Puede que haya llegado el momento de que el público acepte que ya no va a hacer otra Eduardo Manostijeras (1990), otro Big Fish (2003) u otro Ed Wood (1994) y deje de valorar sus nuevos trabajos en función de si son suficientemente “burtonianas” o no. El problema de Dumbo no es Tim Burton, que podría dirigir ésto con los ojos cerrados, sino el guion, perpetrado por Ehren Kruger, responsable de Scream 3 (2000), Operación Reno (2000) y de la segunda, tercera y cuarta parte de Transformers (lo único que salvaría de su carrera es el remake americano de The Ring).


La principal novedad de esta nueva versión con respecto a la película de animación es el componente humano, sustituyendo al ratón y los cuervos que cuidaban y ayudaban al pequeño elefante por una familia marcada por la guerra y la muerte de la figura materna. El problema es que este conflicto y la forma en la que se desarrolla ya lo hemos visto en multitud de películas anteriores, así como la introducción de una deslumbrante trapecista (Eva Green) que se postula como candidata moderada a suplir el hueco vacante de esa unidad familiar, y así reforzar el mensaje familiar y conservador de la historia; mejor nos quedamos con la más necesaria y agradecida crítica hacia los circos con animales y a la reivindicación de la autoestima a la hora de desarrollar nuestras capacidades. Había ganas y expectación ante el reencuentro de Tim Burton con Michael Keaton y Danny DeVito, siendo este último el miembro más destacado del reparto por su energía y por dar la impresión de que es quien mejor se lo ha pasado en el set de rodaje, el cual seguramente estaba repleto de pantallas verdes.


El Dumbo de Tim Burton no alcanza al que sigue siendo a día de hoy el mejor remake Disney, El libro de la selva (2016), sino que se sitúa al mismo nivel de corrección con algún que otro placer disfrutable de Cenicienta (2015). Su mayor hándicap está en la privación de algunos de los mejores momentos del film original (el trencito, la cogorza, los cuervos…) y su sustitución por meros guiños musicales o fuera de contexto, así como un plantel de humanos planos que nos importa bien poco. Eso sí, el Dumbo de CGI es adorable, enternecedor y expresivo a más no poder, completamente capaz de canalizar toda nuestra empatía hacia lo que estamos presenciando. Sin embargo, lo más curioso e interesante de la historia es ese paralelismo, intencionado o no, que se establece entre la realidad y la ficción, pues ese parque de atracciones dirigido por el personaje de Michael Keaton, que compra y absorbe pequeñas atracciones y fenómenos de los que se hace eco por los periódicos, se parece mucho a la propia Disney, que al ritmo que va, no solo será la dueña de Marvel, Fox, Star Wars, los Teleñecos o Tim Burton, sino también de nuestras vidas. Aunque si nos paramos a pensar en la influencia que ha ejercido en nosotros desde nuestra tierna infancia, puede que siempre le hayamos pertenecido.

6/10

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