31/3/20

La mejor defensa es un ataque – Karate Freak



Dir.: Riley Stearns
Int.: Jesse Eisenberg, Alessandro Nivola, Imogen Poots, Steve Terada, David Zellner, Phillip Andre Botello, Jason Burkey
¿De qué va?: Casey es atacado en la calle y decide alistarse en un dojo local, dirigido por un carismático y misterioso sensei, para aprender a defenderse. Así, descubre un mundo un tanto siniestro, de fraternidad, violencia, e hipermasculinidad, en el que otra discípula, Anna, está luchando por tener un lugar en él.

Reseña: En mi colegio podías apuntarte a diferentes clases extraescolares: piano, informática, kárate… Yo a la única a la que me apunté fue a… baile. Siempre he sido un poco bastante torpe para los deportes y el ejercicio físico, así que siempre miraba con algo de envidia las exhibiciones de la clase de kárate, sobre todo cuando pensaba en lo bien que me habrían venido cuando me hacían bullying. He recordado esta anécdota de mi infancia viendo La mejor defensa es un ataque (The Art of Self-Defense), pues la historia de su protagonista, Casey, arranca de forma similar: Casey es un hombre apocopado y solitario que una noche recibe una paliza de un grupo de desconocidos. Con la certeza de no querer sentirse así de desvalido nunca más, y ante la tentativa pasajera de comprarse un arma, Casey da por casualidad con un dojo en el que se imparten lecciones de kárate, y tras quedar embobado por el sensei y las clases, decide apuntarse.


Tras su interesante ópera prima, Faults (2014), Riley Stears dirige y escribe su segundo largometraje, una película que lleva el kárate al terreno de la comedia negra. Al principio somos testigos de la fascinación de Casey hacia el arte marcial, su disciplina y el sistema de colores de sus cinturones, y de cómo intenta aplicar lo que aprende en el dojo en su vida personal y profesional con desigual fortuna. Pero lo que al principio se presenta como una comedia de humor esquinado sobre empoderamiento, se va tornando más y más oscuro conforme se va revelando el verdadero carácter del carismático sensei, encarnado por un fantástico Alessandro Nivola que vuelve a destacar tras haber hecho otra gran interpretación en Disobedience (2017). Los cambios de tono del film pueden percibirse algo bruscos, pero una vez se asimila que va a ir por derroteros nada complacientes y moralmente controvertidos resulta bastante disfrutable.


Jesse Eisenberg protagoniza el film dando vida a un personaje introvertido y excéntrico como tantos otros que ha encarnado a lo largo de su carrera, pero este en particular tiene matices entre patéticos y entrañables, como en la escena en la que intenta hacerse valer ante un matón en el parking del supermercado, que le confieren una mayor simpatía de lo habitual. También está por ahí Imogene Poots, con la que siempre es un placer encontrarse, en una subtrama que aborda el desdén y el menosprecio hacia la mujer en deportes largamente asociados a los hombres, y sobre cómo las mujeres deben esforzarse el doble o el triple que los hombres para sobresalir aunque estén mejor preparados que estos. En definitiva, quizás La mejor defensa es un ataque sea demasiado rara y áspera para una mayoría, pero es precisamente eso lo que hará que encuentre un público que vibre con el adiestramiento, más exitoso en lo mental que en lo físico, de este entrañable perdedor.

7/10

29/3/20

Matthias & Maxime – El beso detonante



Dir.: Xavier Dolan
Int.: Xavier Dolan, Gabriel D’Almeida Freitas, Anne Dorval, Pier-Luc Funk, Harris Dickinson, Antoine Pilon, Marilyn Castonguay, Micheline Bernard
¿De qué va?:  Matt y Max, son dos amigos que se conocen desde que eran críos. Un día ayudan a la hermana de uno de sus amigos en un corto en el que tienen que besarse. Tras ese día, su relación cambia por completo y ambos empiezan a ver el mundo en el que viven de manera distinta.

Reseña: Tras el relativo éxito cosechado por su primera película protagonizada por estrellas del cine galo, Sólo el fin del mundo (2016), Xavier Dolan se vio preparado para rodar su primer film en inglés con un reparto de estrellas de Hollywood de ensueño. Sin embargo, la empresa le salió rana. Una complicada labor de edición provocó que el estreno se pospusiese varias veces y que se quedasen por el camino todas las escenas del personaje interpretado por Jessica Chastain. Finalmente, The Death & Life of John F. Donovan (2018) se estrenó en el Festival de Toronto, recibiendo las peores críticas de la carrera de Dolan, y ni siquiera ha llegado a estrenarse en España y en otros países. Con estos antecedentes, Matthias & Maxime se percibe como un “back to basics” del joven director: historia sencilla, elenco canadiense y él mismo asumiendo uno de los roles principales como ya hiciera en tres de sus primeros trabajos.


Durante un fin de semana de escapada con los colegas, dos amigos desde la más tierna infancia, Matthias y Maxime, se besan delante de una cámara para un proyecto audiovisual de la hermana de uno de ellos. Cada uno asimila lo sucedido en los días venideros de forma muy diferente: mientras Max parece tener la cabeza totalmente puesta en su inminente viaje a Australia y en resolver el conflicto que mantiene con su inestable madre, Matt intenta ganar puntos en un trabajo de oficina que le chupa la sangre y se muestra más atribulado por lo sucedido con su amigo. Dolan peca un poco de dispersión durante el nudo de la historia, hasta el punto en el que surge la duda de si se está alejando demasiado de su premisa, pero se anima a través de la inclusión del arquetipo que mejor sabe escribir: las madres, tanto las conflictivas y extremas (Anne Dorval, su actriz fetiche) como las intuitivas y cariñosas con un pelín de excentricidad (Micheline Bernard).


Pese a tener más minutos en pantalla, el grupo de amigos de Matt y Max no resulta tan interesante ni está tan bien dibujado como las madres de las protagonistas. Nada que objetar sobre estos últimos, pues están tan bien definidos como interpretados. Xavier Dolan demuestra una vez más que es un actor bastante competente, y el debutante en largo Gabriel D’Almeida Freitas también realiza un trabajo más que correcto. Los dos tienen química, lo que viene muy bien cuando la película los junta poco antes del desenlace para dinamitar toda la tensión que se ha construido poco a poco a lo largo del metraje. Es en ese último tercio cuando Dolan saca toda la artillería emocional a través de ese tipo de imágenes y secuencias en los que aúna la técnica con la belleza estética, y por los que se ha convertido en un director tan admirado como detestado.


Así, Xavier Dolan se resarce con Matthias & Maxime tras su tropiezo americano. No será de sus trabajos más memorables pero es un regreso a sus orígenes carente de la vanidad y la presuntuosidad que ya estaba en su ópera primera, Yo maté a mi madre (2009). Quizás la madurez y el fracaso le ha valido para ganar modestia y equilibrar la estética y la narración, logrando más que nunca que lo primero esté supeditado a lo segundo y no al revés. También es su historia más serena, con menos gritos de lo acostumbrado (aunque haberlos los hay), así que habrá que ver si esto es el comienzo de una etapa más moderada en la carrera cinematográfica del enfant terrible canadiense.

7/10

26/3/20

O.C: El imperio de los sentidos (1976)

¿De qué va?: Tokio, 1936. Sada Abe es una ex prostituta que ahora trabaja como servidumbre de un hotel. Allí conoce al propietario del hotel, Kichizo Ishida, con el que comienza un romance apasionado que evoluciona a una fuerte obsesión sexual por la que los dos serían capaces de renunciar a todo, incluso a la vida misma.

Reputación: Basada en un hecho ocurrido en Japón en la década de 1930, el explícito contenido sexual de El imperio de los sentidos (Ai no korîda) impidió que su producción finalizara en Japón debido a sus estrictas leyes de censura. Su director, Nagisa Ôshima, decidió registrar la película como francesa y pudo terminar su edición en el país galo. En su estreno en Japón, las escenas sexuales fueron censuradas y a día de hoy sigue sin editarse la versión íntegra en el país del sol naciente. Tras su premier alemana en la Berlinale, la película fue confiscada por las autoridades por presunta pornografía. Sin embargo, 18 meses después, un tribunal federal permitió su exhibición en cines sin cortes.  La demanda para ver el film en el festival de Cannes fue tan alta, que se organizaron 13 pases, algo que no ha conseguido ninguna otra película en la historia del festival. Ôshima fue acusado en Japón por obscenidad por publicar el guion de la cinta, pero fue absuelto tras un juicio que se prolongó durante 4 años. Los actores protagonistas también sufrieron represalias: Eiko Matsuda acabó mudándose a Francia tras sufrir un trato hostil por parte del público japonés, mientras que Tatsuya Fuji consiguió reanudar su carrera tras un período de dos años sin recibir oferta alguna.


Comentario: En el videoclub donde trabajé durante varios años no había sección de cine X, así que la gente que se quería llevar a casa algo “calentito” acababa decantándose por 9 Songs (2004) o El imperio de los sentidos. Ahora que por fin he visto la película japonesa entiendo por qué tenía tanto éxito... pero solo hasta cierto punto. Si bien es cierto que la película muestra sexo explícito de forma insólita para el cine no X, me cuesta creer que alguien pueda sentir excitación tras los primeros 30 minutos, cuando la relación de los protagonistas se torna más turbia y obsesiva, desembocando en ese torbellino donde el sexo y la muerte se entremezclan hasta alcanzar un clímax conjunto. No me ha escandalizado porque a estas alturas pocas cosas lo consiguen, pero tampoco me ha gustado especialmente porque es cutre en el apartado técnico, innecesariamente desagradable en algunos momentos, como cuando él abusa de las criadas mayores que pasan por ahí, y monótona a lo largo del nudo de la historia. Pero ahí sigue, 44 años después, como un clásico del cine erótico.

Próximo visionado: El hombre invisible (1933)

25/3/20

La dama y el vagabundo – Bella Notte renderizada



Dir.: Charlie Bean
Int.: Tessa Thompson, Justin Theroux, Kiersey Clemmons, Thomas Mann, Sam Elliot, Ahsley Jenson, Janelle Monáe, Benedict Wong, Yvette Nicole Brown, Adrian Martinez
¿De qué va?: Reina es una perrita cuya vida ha estado llena de cuidados y mimos por parte de sus dueños, una pareja de clase alta que solo tenía ojos para ella. Todo cambia con la llegada del hijo de ambos, que provoca que Reina pase a un segundo plano. Dolida, Reina comienza a juntarse con Golfo, un perro vagabundo que solo conoce el mundo de la calle. A pesar de venir de entornos tan diferentes, sin embargo, ambos comienzan a tener una fuerte conexión.

Reseña: Por fin aterrizó en España Disney+, la plataforma de streaming que concentra un gran contenido de Disney, Pixar, Star Wars y Marvel, con la serie The Mandalorian como el plato estrella. De momento no hay mucho más contenido original, aunque sí que está el live action de La dama y el vagabundo (1955), rodada expresamente para engrosar el catálogo de la plataforma cuando esta se lanzó en Estados Unidos el pasado mes de noviembre. La dama y el vagabundo es un clásico Disney muy popular pero quizás no uno de los más recordados, y tal vez esa haya sido la razón por la que se han ahorrado un paso por los cines que probablemente no hubiese tenido tan buen rendimiento económico como el resto de remakes en acción real de la casa. Esa falta de confianza en el producto se percibe desde la elección del director, Charlie Bean, cuyo currículum en cine se reduce a La LEGO Ninjago película (2017), film que sepultó la franquicia cinematográfica de los LEGO.


La dama y el vagabundo sigue el modelo de sus predecesoras, alternando recreaciones CGI de los momentos más míticos del original (en este caso, el beso espagueti) y añadiendo trama para que una historia que duraba unos ajustados 75 minutos pase a durar 102. Lo  más imperdonable del remake es que hayan cambiado la escena y la canción de los sibilinos gatos siameses por otros hiperactivos sin una pizca de la personalidad que tenían aquellos, algo que también se extiende al conjunto del film: todo es tan inocuo que se ve con agrado, sin provocar vergüenza ajena pero tampoco ninguna emoción genuina más allá de ternura y risas esporádicas. Pero tiene cierto encanto kitsch, pues que los perretes hablen nos retrotrae a clásicos del cine familiar tan infravalorados como Un chihuahua en Beverly (2008) o Como perros y gatos (2001), y resulta más fácil empatizar con estos que con los animales de la sabana de El rey león (2019).


Podría decirse que este remake de La dama y el vagabundo es un tanto mediocre, pero tampoco dista demasiado de los remedos Disney que sí llegan a las salas. Al menos contiene una siempre necesaria crítica hacia el abandono animal y cuenta en su versión original con un elenco de voces de primera encabezado por Tessa Thompson, Justin Theroux y Sam Elliott, además de Janelle Monáe, que impregna de su personalísimo estilo a la canción de He’s a Tramp. Sin embargo, este número musical evidencia el gran mal de estas películas, y es que, por mucho CGI y realismo que le metan, son incapaces de transmitir toda la emoción, la expresividad y la gracia de su referente bidimensional. Pero como estamos empeñados en consumir nostalgia con un filtro realista, seguiremos reviviendo los clásicos de nuestra infancia de esta manera tan atractiva como generalmente insustancial.

5’5/10

23/3/20

Frankie – Paseos por Sintra



Dir.: Ira Sachs
Int.: Isabelle Huppert, Marisa Tomei, Brendan Gleeson, Greg Kinnear, Jérémie Renier, Pascal Greggory, Vinette Robinson, Sennia Nanua, Ariyon Bakare
¿De qué va?: Tres generaciones lidian con una experiencia que cambiará sus vidas durante un día de vacaciones en Sintra, Portugal, una ciudad histórica conocida por sus jardines, villas y palacios de ensueño.

Reseña: Si se planea un viaje a Lisboa, pasar un día en Sintra es obligatorio. En un viaje en tren de 50 minutos pasas de la belleza decadente de la capital portuguesa a una pequeña villa en las montañas con un majestuoso circuito de jardines, palacios y murallas. Sin embargo, como pasa con todo lugar de alto valor turístico, la experiencia puede resultar un tanto agotadora dada la cantidad de gente que se concentra allí, sobre todo en verano, y a las atenciones recibidas; nada más salir de la estación de tren, sientes el acoso de los conductores de tuk tuk que ofrecen sus servicios para que evites el autobús y caminar por las empinadas cuestas. Con todo, Sintra tiene un encanto peculiar, bucólico y arraigadamente portugués del que se impregna Frankie, el último trabajo del director Ira Sachs.


Isabelle Huppert, quien hace tres años asistió como homenajeada a un festival de cine que se celebra entre Sintra y Lisboa, encarna en la película a su álter ego, la Frankie del título, una célebre actriz que reúne a su familia para unas vacaciones en Sintra con motivo de una devastadora noticia que acaba de recibir. Hasta que llegue la hora de la tarde en los que los ha citado a todos, cada uno va explorando la ciudad por su cuenta, coincidiendo y separándose cada dos por tres. La película es así de sencilla: encuentros, desencuentros, paseos y conversaciones a través de los cuales se revalúan los vínculos que los unen, y el amor es mostrado desde su concepción más pura hasta cuando ya no da más de sí. Frankie entraría en esa categoría de “films en los que no pasa nada”, y lo cierto es que su levedad, la escasa trascendencia de la historia y lo poco que tiene que añadir a los temas que aborda complican el poder sacarla de ahí.


No obstante, la película de Sachs tiene dos grandes puntos a su favor: uno es la ubicación, pues Sintra es un escenario muy vistoso que apenas ha sido visto en el cine, y el director lo filma sin excederse en el afán de promoción turística. Las largas carreteras, los senderos, los recovecos de sus callejones, su arquitectura, los bosques… todo está plasmado de forma natural, sin vanidad alguna. El otro punto fuerte de Frankie no es Huppert por increíble que parezca, sino Marisa Tomei. Huppert, al fin y al cabo, interpreta un papel muy similar pero menos memorable a lo que ha hecho hasta ahora. En cambio, Tomei, que encarna a una amiga maquilladora de la protagonista, aparece en Sintra un tanto desubicada, con un novio cineasta con el que no termina de encajar (Greg Kinnear), y está tremendamente encantadora, visceral y sí, muy humana, por muy ridículo que suene. Ella se recorre Sintra de una punta a otra con su vestido de flores y calzada con sus Vans y son sus escenas las que prevalecen en esta pequeña y curiosa película que se contagia de la característica melancolía portuguesa.

6’5/10

21/3/20

O.C: Harakiri (1962)

¿De qué va?: En 1630, miles de samuráis han quedado sin amos en Japón y tienen que vivir en lahara-kiri, un ritual de suicidio honorable. Es recibido por Umenosube Kawabe, que le cuenta la historia de otro samurái que llegó hace un tiempo a la casa pidiendo lo mismo solo para obtener unas monedas que le permitieran seguir con vida pobreza absoluta. El ronin Hanshiro Tsugumo llega a la casa de Lord Lyi pidiendo un lugar para poder cometer

Reputación: Adaptación cinematográfica de la novela Ibun rônin-ki de Yasuhiko Takiguchi dirigida por Tatsuya Nakadai. Nakadai lo pasó bastante mal durante el rodaje de todas las escenas de combate, pues se utilizaron katanas de verdad, una práctica que hoy en día está prohibida en Japón. Su preocupación no fue aliviada ni cuando se contrataron espadachines profesionales para filmar las coreografías de acción. El titulo original del film es Seppuku, mientras que para el mercado internacional se cambió por Harakiri; ambos significan cometer un ritual de suicidio en japonés. Sin embargo, seppuku es el término formal, derivado de los caracteres kanji para “hara” (barrriga) y “kiri” (cortar); harakiri es una forma más cruda y menos amable de referirse a este acto. Los actores Tatsuya Nakadai y Rentarô Mikuni no se ponían de acuerdo a la hora de decidirse por un volumen consensuado de sus diálogos: mientras que Nakadai utilizaba un tono un muy alto, Mikuni hablaba muy bajito, lo cual resultaba muy raro. El director detuvo el rodaje y avisó de que no lo pensaba reanudar hasta que se pusieran de acuerdo. Tres días después pudieron continuar. La película ganó el Premio del Jurado del Festival de Cannes de 1963, certamen donde también se estrenó en 2011 un remake en 3D dirigido por Takashi Miike que recibió buenas críticas.


Comentario: Sorprende lo poco conocida que es Harakiri cuando casi siempre figura en los listados tanto de las mejores películas japonesas como de la cinematografía mundial. Harakiri podría definirse como película de samuráis crepuscular, pues muestra la situación de extrema pobreza y desesperación en la que se vieron sumidos estos guerreros cuando se quedaron sin amo al que servir durante el período de paz que se produjo en Japón en el siglo XVII. Debo admitir que la película se me hizo un poco cuesta arriba en su primera hora y pico, porque se toma su tiempo para exponer el contexto y la historia a través de flashbacks y largas conversaciones, pero lo mejor llega a partir de una gran revelación que da significado completo al film. Dos secuencias memorables se producen a continuación: un duelo en el campo de imágenes bellísimas, en el que el sonido del viento se funde con el de las katanas, y un “uno contra todos” demoledor del que Quentin Tarantino sacó muchas ideas para la batalla de La Novia contra los 88 Maníacos en Kill Bill Vol. 1 (2003). Ya solo por estas dos secuencias, Harakiri merece estar en los altares.

Próximo visionado: El imperio de los sentidos (1976)

15/3/20

Onward – En busca de la gratitud perdida



Dir.: Dan Scanlon
¿De qué va?: Pese a estar poblado de elfos, hadas, trolls, pegasos y unicornios, el mundo ha perdido la magia por completo. Pero dos elfos adolescentes, Ian y Barley, están dispuestos a descubrir si hay alguna manera de recuperarla cuando descubren que existe la posibilidad de pasar un día con su difundo padre.

Reseña: Cuando la excelencia es la costumbre, todos los ojos se concentran en presenciar el tropiezo. Que Meryl Streep haga una mala interpretación sería más sonado que si volviese a ser nominada al Oscar. Lo mismo pasa con Pixar: el estudio de animación de Disney ha hecho películas tan buenas y redondas, que parece que todos estamos pendientes de endosarle a alguna el calificativo de “la peor de Pixar”. Hace unos años se intentó inmerecidamente con El viaje de Arlo (2015) y ahora vuelve a ocurrir lo mismo con Onward, que si bien tampoco puede ser considerada como de lo mejor de la casa, no es tan prescindible ni mucho menos como algunos nos han hecho creer.


Siguiendo con la premisa/meme de que todas las obras de Pixar se basan en “¿qué pasaría si los juguetes/coches/bichos/robots etcétera tuvieran sentimientos?”, Onward se ambienta en un mundo en el que seres fantásticos y mitológicos tienen sentimientos, sí, pero también han abandonado la magia por las comodidades que les otorga la tecnología moderna. Puede sonar tan rancio como aquellos baby boomers que se quejan desde sus iPhones de que los niños ya no salen a la calle a jugar a la pelota, pero afortunadamente la película no incide demasiado en ello, pero sí que aborda otros males de la sociedad capitalista como la domesticación a la que nos somete. No obstante, todo esto es tan solo el trasfondo de la historia de dos hermanos muy diferentes entre sí que se embarcan en una aventura con la esperanza conjunta de reencontrarse con su difunto padre, aunque solo sea por unas horas.


Con una estructura muy influenciada por las road movies de la década de los 80 y de los 90, Onward muestra el viaje de descubrimiento que realizan los hermanos Ian y Barley, tanto sobre sí mismos como sobre el otro. Los dos adquieren confianza en el camino, uno por salir del cascarón antisocial en el que se había recluido y el otro por descubrir que sus conocimientos mitológicos aprendidos durante todas las horas que pasaba enfrascado en juegos de rol le han servido para algo. Por otra parte, el viaje les ayuda a entender, sobre todo a Ian, la verdadera naturaleza de su relación fraternal y lo crucial que ha sido para su crecimiento, aunque nunca se hayan percatado de ello. La película cuenta con una carga emocional muy potente que se va haciendo más y más grande conforme se acerca el desenlace, explotando finalmente de una manera controlada, sencilla y conmovedora. Pixar demuestra una vez más lo bien que se le da gestionar las emociones humanas.


Onward no es tan ingeniosa e hilarante en el apartado humorístico como la gran mayoría de las producciones de Pixar, y la animación está muy bien, pero no alcanza nuevas cotas de ambición para el estudio. Son los principales inconvenientes de una película que reúne más que suficientes virtudes como para considerarla otro trabajo notable de Pixar, y que merecerá una segunda oportunidad cuando toda esta experiencia insólita e histórica que nos ha tocado vivir termine. Porque al final se puede sacar la misma conclusión de una y otra, y es que no valoramos suficiente el esfuerzo de aquellas personas que siempre han estado y estarán ahí velando por nosotros.

7/10

12/3/20

El hombre invisible – Un monstruo tristemente real



Dir.: Leigh Whannell
Int.: Elisabeth Moss, Oliver Jackson-Cohen, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Storm Reid, Michael Dorman
¿De qué va?:  Cecilia es una mujer atrapada en una tóxica relación con Adrian Griffin, un rico y brillante científico, que también resulta ser un sociópata manipulador. Cuando este se quita la vida y empiezan a producirse una serie de sucesos inquietantes, la cordura de Cecilia comenzará a desmoronarse.

Reseña: El fracaso comercial de La momia (2017) dio al traste con los planes de Universal de conformar su propio universo cinematográfico compuesto por los monstruos míticos de la casa. Finalmente, el estudio decidió dar una nueva oportunidad a sus personajes a través de Blumhouse, la exitosa compañía especializada en cine de terror con un coste medio de 5 millones de dólares por proyecto. Así es como la nueva versión de El hombre invisible pasó de ser un proyecto a mayor gloria de Johnny Depp a ser una producción modesta con trasfondo social y una mujer como protagonista.


Si en el clásico de 1933, Griffin era un científico que inventa el suero invisible para conseguir la admiración de la mujer a la que corteja, en la nueva versión utiliza el poder de la invisibilidad para torturar a su ex, que ha decidido huir de él y acabar con su abusiva relación. La película expone el modus operandi de un agresor machista a través de las acciones de esa presencia invisible que acosa a Cecilia, mientras la salud mental de esta es puesta en duda por los que la rodean. La sospecha de que todo pueda ser producto de su imaginación habría estado mejor aprovechada si no resultase tan evidente, desde la misma campaña promocional, de que no es el caso. No obstante, su director, Leigh Whannell, hijo pródigo de la casa Blumhouse, saca partido de la puesta en escena y la posición de la cámara para generar paranoia al jugar constantemente con la posibilidad de que haya alguien más en escena al que somos incapaces de ver.


Quien sí se deja ver, y mucho, en el film es Elisabeth Moss. Cualquiera que haya visto su trabajo en las series Mad Men y/o El cuento de la criada no se llevará ninguna sorpresa ante la ostentación interpretativa que realiza la actriz en El hombre invisible. Pocos aguantan un primerísimo primer plano como lo hace ella, y teniendo en cuenta que nunca se muestra al antagonista, la película aprovecha para confiar todo el peso dramático en Moss, quien no deja pasar la oportunidad para lucirse, perpetuando el linaje de grandes personajes femeninos que nos ha brindado el cine fantástico y de terror en los últimos años en títulos como La bruja (2015), Hereditary (2018), Nosotros (2019) o Midsommar (2019).


El hombre invisible arranca muy bien, como un inquietante drama psicológico, alcanza su clímax hacia la mitad con un momento capaz de desencajar mandíbulas, y luego se torna un tanto más convencional, con sorprendentes revelaciones que no lo son tanto. Si bien resulta mas turbadora que terrorífica, la película supone una actualización inteligente y comprometida de la novela de H.G. Wells, así como un triunfo para Blumhouse, Elisabeth Moss y Liegh Whannell, cuyo anterior film, Upgrade (2018), merece más atención de la que tuvo, pues resultó ser tan “invisible” que ni llegó a pasar por los cines españoles.

7/10

9/3/20

O.C: ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964)

¿De qué va?: Un general americano está convencido de que los comunistas intentan contaminar los Estados Unidos. Por ello, ordena en un arrebato impulsivo de locura, un ataque aéreo nuclear contra la Unión Soviética. Mientras tanto, el Presidente estadounidense se pone en contacto con la capital rusa para convencer al país "enemigo" de que el ataque sorpresa es un completo error. Por otro lado, el asesor del Presidente, confirma la existencia de una máquina de represalia rusa capaz de erradicar a la humanidad para siempre…

Reputación: Adaptación cinematográfica de la novela Red Alert de Peter George de la que se encargó Stanley Kubrick tras el escándalo que se formó en torno al estreno de Lolita (1962). Kubrick inició una demanda por plagio cuando descubrió que Sidney Lumet iba a rodar al mismo tiempo Punto límite (Fail-Safe), adaptación de un libro de Eugene Burdick y Harvey Wheeler que tenía varios elementos en común con la novela de Peter George. Finalmente la cosa quedó en nada, pues, además de que el tono de ambos films era muy diferente, Columbia Pictures separó sus estrenos lo suficiente para que no se perjudicaran. Columbia accedió a financiar el film a cambio de que Peter Sellers interpretara al menos tres papeles en la cinta.; el actor también iba a interpretar a un cuarto personaje, el piloto del bombardero, pero tuvo que abandonar el papel cuando se lesionó la rodilla, siendo sustituido por Slim Pickens. Pickens no sabía que estaba rodando una comedia, pues nadie se lo dijo y solo conocía sus escenas, así que rodó sus escenas pensando que se trataba de un thriller. Por su parte, Sellers cobró 1 millón de dólares, el 55% del presupuesto del proyecto.


Se barajaron títulos como Al borde del abismo y El delicado equilibrio del terror antes de quedarse con el delirante Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, si bien en España lo cambiaron por ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú. La película fue nominada a 4 Oscar: película, director, actor protagonista y guion adaptado, pero no se llevó ninguno. En 1995, Kubrick pidió a Terry Southern, uno de guionistas del film, que escribiera el libreto de una secuela titulada Son of Strangelove con la idea de que Terry Gilliam lo dirigiera. El guion nunca se completó, puesto que Southern murió poco después, y Gilliam no supo de las intenciones de Kubrick hasta después del fallecimiento de este último, si bien declaró que le hubiera encantado rodarla.


Comentario: Salvo por el género western y el musical, Stanley Kubrick probó todos los géneros cinematográficos y triunfó en cada uno de ellos. ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú es una afilada sátira política reforzada por el talento cómico de Peter Sellers, que logra la hazaña de interpretar a tres personajes diferentes y que resulte complicado identificar que se trata del mismo actor. Esta es una de esas comedias que son más propensas a ser admiradas por su inteligencia que realmente disfrutadas por las carcajadas que es capaz de arrancar. Demasiado monótona para durar hora y media y con algunas escenas de relleno, pero su mensaje crítico hacia la estupidez humana en general y de la clase política en particular, y a la creciente tensión entre naciones que acabará algún día con nosotros si no lo hace antes el cambio climático, sigue igual de vigente antaño como hoy en día, puede que incluso más. Por otra parte, frases como “¡Caballeros, aquí no se pueden pelear! ¡Están en la Sala de la Guerra!” resultan ciertamente impagables.

Próximo visionado: Harakiri (1962)

8/3/20

Sonic: La película – ¡SEEEGAAA!



Dir.: Jeff Fowler
Int.: Ben Schwartz, James Marsden, Jim Carrey, Tika Sumpter, Adam Pally, Neal McDonough, Leanne Lapp, Shannon Chan-Kent
¿De qué va?: Sonic es un particular erizo azul con la habilidad de correr superrápido y que ha vivido durante varios años escondido en el planeta Tierra, escondido de aquellos que quieren aprovecharse de su poder. Pero cuando las autoridades humanas se percatan de su existencia, Sonic se aliará con un humano para escapar de las garras del malvado Doctor Robotnik.

Reseña: Siendo la Mega Drive la consola de mi infancia, no es de extrañar que Sonic haya sido el videojuego que me marcó, hasta el punto de que dirigí y escribí una obra de teatro escolar bastante pésima para la que me reservé el papel de su compañero de fatigas, Tails. Sin embargo, todo el revuelo que se formó cuando se publicaron las imágenes del aspecto que tendría el erizo azul de Sega en su primera película de acción real me dieron bastante igual. Ya no es solo porque no me considero una de esas personas de infancia frágil que se arruinan cada dos por tres, sino porque el fan de Sonic ya está acostumbrado a productos infames protagonizados por el personaje. Pero aunque no esperemos nada, la decepción de que Sonic no siempre haya conseguido adaptarse a las nuevas tecnologías y modas como sí ha hecho su “frenemy” Super Mario es real. Por todo esto, me daba igual que Sonic fuese a lucir finalmente un aspecto mucho más afín a su diseño original; la cosa no pintaba demasiado bien. Y oigan, qué grata sorpresa me he llevado.


Sin salirse nunca de los cánones de la aventura familiar manufacturada en Hollywood, la película traslada a Sonic al mundo de los humanos sin dar tanta vergüenza ajena como otros títulos que combinaban acción real y animales en CGI como Canguro Jack (2003) o Alvin y las ardillas (2007). Sí, hay gags muy infantiles, y Sonic no deja de ser un niño hiperactivo que se esfuerza por caer bien y ser guay, pero eso se justifica bastante con la década en la que el erizo ha pasado escondido de la sociedad, espiando a sus vecinos y leyendo cómics de Flash. La voz de Ben Schwartz le sienta francamente bien a Sonic, y aunque no estoy completamente convencido de que el público deba tener tanto poder decisión en la producción de un largometraje, es un indudable acierto que hayan decidido cambiar su aspecto, pues el anterior habría quedado ridículo, sobre todo en los momentos tiernos y emotivos.


James Marsden ya lidió con un animalito en CGI en Hop (2011), así que aquí vuelve a aportar profesionalidad a un producto que quizás esté por debajo de un talento que no se ha sabido encauzar, demostrando asimismo que los años no pasan por él. En cuanto a Jim Carrey, hace lo mejor que sabe hacer, que no es otra cosa que estar desatado, ser histriónico y poner caras. Dando vida a un villano tan de manual como el Doctor Robotnik me funciona, y los fans del actor están de enhorabuena por tener su faceta cómica más clásica de vuelta. Eso sí, su ejército de drones no son ni la mitad de carismáticos que los robots a los que se enfrenta Sonic en los juegos... ni que el personaje de la cuñada de Marsden, tan cliché como efectivo.


Sonic: La película es lo que es. La sorpresa no llega porque sea algo diferente de lo esperado, sino porque sea mucho más decente de lo que cabría esperar dada su naturaleza anacrónica: es más propia de principios de los años 2000 que de los tiempos que corren. No obstante, es un entretenimiento apto para todos los públicos con gags que funcionan, corazón y algunos guiños al videojuego que harán las delicias de los que hemos jugado al Sonic desde nuestra más tierna infancia. Para ellos también va dedicada una escena entre los créditos finales que convierte la posibilidad de una secuela en una necesidad. Quién nos lo iba a decir.

6’5/10

3/3/20

La famosa invasión de los osos en Sicilia – Bailando con osos



Dir.: Lorenzo Mattotti
¿De qué va?: Léonce, el rey de los osos, decide invadir la tierra de los hombres cuando su hijo es raptado por unos cazadores en las montañas sicilianas.

Reseña: Dos artistas ambulantes, un padre y su hija, se protegen de una nevada en una cueva donde se topan con un oso. Para tranquilizarlo, deciden representar para él un viejo mito, de cuando unos antepasados suyos invadieron la tierra de los hombres en busca del hijo raptado de su líder. Así arranca La famosa invasión de los osos en Sicilia, co-producción entre Francia e Italia, basada en un cuento de Dino Buzzati, y dirigida por Lorenzo Mattotti, ilustrador que ya hizo sus pinitos en el cine a través de las películas colectivas Eros (2004) y Fear[s] of the Dark (2007). Además de sus novelas gráficas, sus trabajos han sido publicados en medios como Vogue, Le Monde o The New Yorker. La animación del film, basada en trazos sencillos, líneas rectas y una amplia gama de colores vivos, podría haber salido de una portada de la última revista mencionada. También su espíritu, cargado de ironía y desencanto aunque se trate de una película basada en un cuento infantil.


El cuento narrado dentro de la película sigue las andanzas de un simpático grupo de osos que aprovecha cualquier victoria, por muy nimia que sea, para bailar. Lo único que quiere su rey es reencontrarse con su hijo, y mientras tanto, el rey de los hombres intenta por todos los medios detener su avance. La frescura que posee La invasión de los osos en Sicilia en su primera parte se pierde un poco en la segunda, en la que el narrador cambia y el tono se vuelve más lúgubre. Sin embargo, aunque el devenir de la narración se resienta, la parábola sobre el colonialismo cobra un sentido más completo al abordar las consecuencias a largo plazo del conflicto entre osos y humanos. Los osos, que se nos presentan como seres libres y en armonía con la naturaleza, empiezan haciéndose con las armas de los hombres y acaban heredando sus ansias de poder, su paranoia y su desconexión de la realidad.


La famosa invasión de los osos en Sicilia es una película apta para el disfrute de toda la familia, aunque con un contenido más adulto que infantil. Recuperando la tradición de los clásicos, no tiene reparos en introducir algunas escenas que puedan asustar a algún que otro niño desprevenido, además de abordar la muerte y la relación entre padres e hijos con serenidad y honestidad. Mattotti firma una película pequeña ilustrada con mimo y buen gusto que da lustre a una historia que, aunque palidece en su tramo final, nos habla de las contradicciones y flaquezas de la naturaleza humana a través de unos entrañables osos.

7/10

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2/3/20

Itinerario de estrenos de marzo 2020



Onward: La nueva película de Pixar viene firmada por Dan Scanlon (Monstruos University) y está ambientada en un mundo de fantasía donde dos hermanos elfos se embarcan en una aventura para descubrir si existe algún tipo de magia en el mundo que les permita pasar un último día con su padre, que falleció cuando aún eran muy pequeños para recordarlo. Tom Holland (Spider-Man: Lejos de casa), Chris Pratt (Jurassic World: El mundo caído) y Julia Louis-Dreyfuss (Veep) prestan sus voces a los personajes principales del film, que ha gustado mucho a la crítica, pero no con la rotundidad acostumbrada con los trabajos de Pixar.
Estreno: 6 de marzo





El ritmo de la venganza: Reed Morano (¿Estamos solos?) dirige esta adaptación cinematográfica de una serie de novelas de Mark Burnell que gira en torno a una mujer que le dará un nuevo y vengativo sentido a su vida cuando descubre que el accidente de avión donde perdió a su familia fue premeditado. Blake Lively (Un pequeño favor), Jude Law (Día de lluvia en Nueva York) y Sterling K. Brown (Un momento en el tiempo) protagonizan la película lanzada en más de 3.000 cines americanos que peor recaudación ha obtenido en su primer fin de semana: 2,8 millones de dólares. Las críticas también han sido bastante negativas.
Estreno: 6 de marzo




Un lugar tranquilo: Parte 2: Secuela de uno de los éxitos sorpresa del 2018, y que arranca poco después de donde terminó aquella, con la familia Abbot intentando encontrar un lugar donde protegerse de las criaturas que les acechan. Sin embargo, pronto se darán cuenta de que los bichos que cazan orientados por el sonido no son la única amenaza de la que deberán protegerse. John Krasinski vuelve a encargarse de la dirección, mientras que Cillian Murphy (Anna) se incorpora al elenco, en el que repiten Emily Blunt, Noah Jupe y Millicent Simmonds. Aún no hay críticas disponibles.
Estreno: 19 de marzo




Un amigo extraordinario (A Beautiful Day in the Neighbourhood): Marielle Heller (¿Podrás perdonarme algun día?) dirige esta película basada en un artículo de Tom Junod en el que este relata su experiencia escribiendo un perfil sobre Fred Rogers, creador y presentador de un popular programa de televisión para niños en los años 60. Matthew Rhys (The Report) y Tom Hanks (Los archivos del Pentágono) son los protagonistas de una película cuya presencia en la temporada de premios se ha limitado a la nominación a actor de reparto para Hanks, pese a las estupendas criticas recibidas.
Estreno: 20 de marzo




Temblores: Drama guatemalteco dirigido por Jayro Bustamante (Ixcanul) que cuenta la historia de Pablo, un hombre que abandona a su devota familia evangélica para irse a vivir con su amante… que se llama Francisco. Sin embargo, sus familiares están convencidos de que pueden curar a Pablo de su homosexualidad y harán todo lo posible para traerlo de vuelta. Muy buenas críticas para una película bastante fuertecita que muestra las chocantes terapias de conversión que se siguen llevando a cabo hoy en día. En breve, reseña.
Estreno: 20 de marzo




Mulán: Live-action del clásico Disney de 1998 dirigido por Niki Caro (La casa de la esperanza). Liu Yifei (El soldado perdido) protagoniza el film dando vida a la legendaria guerra china Hua Mulan, que se alista en el ejército imperial haciéndose pasar por un hombre para evitar que su padre enfermo combata en el frente. La película promete cambios respecto a la cinta de animación que incluyen la eliminación del carismático personaje de Mushu. Por lo pronto su estreno en China ha sido cancelado en China debido a la expansión del Coronavirus por el país asiático.
Estreno: 28 de marzo



1/3/20

Actor del mes: Tom Hanks



Nombre completo: Thomas Jeffrey Hanks

Fecha de nacimiento: 9 de julio de 1956

Lugar de nacimiento: Concord, California (EE.UU.)

Filmografía completa:

Untitled Elvis Presley Project (2021)
News of the World (2020)
BIOS (2020)
Greyhound (2020)

Un amigo extraordinario (2019)
Toy Story 4 (solo voz) (2019)
Los archivos del Pentágono (2017)
Inferno (2016)
Sully (2016)
Esperando al rey (2016)
El puente de los espías (2015)
Al encuentro de Mr. Banks (2013)
Capitán Phillips (2013)
El atlas de las nubes (2012)
Tan fuerte, tan cerca (2011)
Larry Crowne: Nunca es tarde (2011)
Toy Story 3 (solo voz) (2010)
Ángeles y demonios (2009)
La guerra de Charlie Wilson (2007)
El código Da Vinci (2006)
Polar Express (2004)
La terminal (2004)
Ladykillers (2004)
Atrápame si puedes (2002)
Camino a la perdición (2002)
Náufrago (2002)
La milla verde (1999)
Toy Story 2 (solo voz) (1999)
Tienes un e-mail (1998)
Salvar al soldado Ryan (1998)
The Wonders (1996)
Toy Story (solo voz) (1995)
Apolo 13 (1995)
Forrest Gump (1994)
Philadelphia (1993)
Algo para recordar (1993)
Ellas dan el golpe (1992)
La hoguera de las vanidades (1990)
Joe contra el volcán (1990)
Socios y sabuesos (1989)
No matarás… al vecino (1989)
Big (1988)
Dos sabuesos despistados (1987)
Esta casa es una ruina (1986)
Un, dos, tres… Splash (1984)


Méritos: Fred Rogers fue el popular presentador de un programa de televisión norteamericano para niños durante 33 años. Jamás se encontraron cadáveres en el armario de Rogers, cuya reputación siempre se mantuvo intachable, algo que también podríamos decir del actor que le da vida en Un amigo extraordinario (A Beautiful Day in the Neighbourhood): Tom Hanks. Su profesionalidad no ha demostrado ningún síntoma de debilidad en las cuatro décadas de carrera que tiene a sus espaldas, y su simpatía ya prácticamente legendaria y avalada por compañeros, profesionales de la industria cinematográfica y prensa, no ha hecho más que consolidarlo como un tesoro nacional. Tan sólida ha sido su imagen pública como su carrera profesional y su matrimonio con Rita Wilson, con la que lleva más de 30 años casado.

Aun siendo el único actor de la segunda mitad del siglo XX en haber ganado dos Óscares consecutivos, a Hanks le ha costado mucho a volver a ser reconocido por la Academia, y no es por falta de interpretaciones premiables precisamente. El milagro lo ha obrado Un amigo extraordinario de Marielle Heller, que llega a la cartelera española con la temporada de premios ya concluida. Sin embargo, el 2020 se presenta como un año bastante prolífico para Hanks, pues estrenará tres películas más: en mayo llegará Greyhound, un thriller bélico basado en la novela The Good Shepherd de Cecil Scott Forester cuya adaptación a guion ha corrido a cargo del propio actor. El 2 de octubre se estrenará al menos en Estados Unidos BIOS, una de ciencia ficción post-apocalípitica dirigida por Miguel Sapochnik (Juego de tronos), mientras que el día de Navidad debutará News of the World, lo nuevo de Paul Greengrass (Jason Bourne). Como no podía ser de otro modo, el 2021 también pinta estupendo para Tom Hanks, pues lo veremos dando vida al mánager de Elvis Presley en el biopic sobre el mítico cantante que ya está rodando Baz Luhrmann. A sus 63 años, Tom Hanks goza de un estatus inalcanzable para el resto de los mortales, y aún así, se vale de él para ser buen actor y mejor persona.



Extras:

Tráiler de Un amigo extraordinario

Entrevista sobre Toy Story 4

Carly Rae Jepsen – I Really Like You

Ganando el Oscar por Philadelphia

Ganando el Oscar por Forrest Gump

James Corden y Tom Hanks interpretan la filmografía de Tom Hanks