26/1/16

Las arrugas de la nostalgia

Poster La juventud

Dir.: Paolo Sorrentino
Int.: Michael Caine, Harvey Keitel, Rachel Weisz, Paul Dano, Jane Fonda, Madalina Diana Ghenea, Alex Macqueen, Ed Stoppard
¿De qué va?: Fred Ballinger, un director de orquesta retirado, pasa unos días en un hotel de los Alpes junto a su hija, Lena, y su amigo Mick, un director de cine que se ha llevado con él a un grupo de guionistas para completar el libreto de su último trabajo. Aunque Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, recibe a un emisario de la reina Isabel que intenta convencerlo de dar un concierto en el Palacio de Buckingham.

Reseña: Con La gran belleza, Paolo Sorrentino filmó la versión actualizada de La dolce vita, demostrando que no hay tanta diferencia entre el hastío y la decadencia de la clase alta e intelectual italiana de los años 60 y la de la actualidad. Tras ser bendecido con el Oscar, el cineasta italiano vuelve a invocar el espíritu de Feredico Fellini, el de Ocho y medio esta vez, para explorar una vez más la etapa crepuscular de la vida, reincidiendo en los mismos temas (la exaltación de la belleza, el amor nostálgico, el cansancio vital…) pero reordenados de forma que la reflexión se centre en la búsqueda de la inspiración perdida y la identificación del momento en el que toca retirarse para pasar lo que queda de vida en presunta paz y armonía.

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Para ello se vale de las figuras de sus protagonistas, dos amigos que representan dos posturas contrarias: uno, director de orquesta, dejó su profesión mientras aún se encontraba en la cima, con la firma convicción de no retormarla jamás, pese a que siga sintiendo la pasión por ella en su itnterior. El otro, director de cine, lleva una racha de fracasos que intenta finiquitar con una gran película que podría convertirse en su gran testamento fílmico. Ambos se encuentran en un hotel de lujo aislado en los Alpes en el que parece que el tiempo está detenido, así como sus huéspedes, silenciosos y sosegados, al menos dentro de sus límites. El escenario es la viva descripción del dilema al que están sometidos sus protagonistas, cada uno en un lado opuesto: ¿qué es mejor, una apacible retirada a tiempo o seguir al pie del cañón hasta que ya no se pueda más?

La juventud

Michael Caine y Harvey Keitel ofrecen un par de interpretaciones majestuosas como esos señores cansados por llevar un gran bagaje emocional a cuestas, con tantos éxitos como fracasos, y un poco aterrorizados por lo que está por venir, el último capítulo de sus vidas. Junto a ellos, se encuentra Paul Dano dando vida a una estrella de cine, un joven con alma de anciano, frustrado por ser tan sólo reconocido por el papel que considera más insignificante de su carrera, y Rachel Weisz como la hija y asistenta de Caine, que sufre el primer síntoma de la madurez: ser abandonada por una chica más joven. Ambas subtramas son variantes en clave iniciática del tema principal, el cual Sorrentino se empeña en subrayar y evidenciar a través de todos los recursos de los que dispone, desde ensoñaciones estilizadas hasta anecdóticos inquilinos del hotel. Mención aparte para una Jane Fonda que sólo necesita de diez minutos para revolucionar toda la película a media hora de que se termine, aunque su escena epílogo resulte algo innecesaria (el gusto de Sorrentino por el subrayado que mencioné antes).

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La juventud es una obra menor frente a La gran belleza. Aunque aquella surgía del ruido y ésta del silencio, comparten esa fascinación por el barroquismo estético y su falta de sutileza a la hora de exponer su tesis argumental, sin embargo, en esta última los engranajes saltan más a la vista y todo resulta demasiado obvio, premeditado y hasta un pelín pedante, salvo esa Simple Song #3 que es pura poesía operística y cierra el film por todo lo alto. También es de agradecer que una película muestre una visión optimista e integradora (dentro de lo que cabe) de la tercera edad, y sin caer en el terreno de la comedieta chorra de abuelos con mucha marcha.

6’5/10

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