26/10/18

Duelo lunar

Poster First Man


Dir.: Damien Chazelle
Int.: Ryan Gosling, Claire Foy, Jason Clarke, Kyle Chandler, Corey Stoll, Patrick Fugit, Christopher Abbott, Ciarán Hinds, Olivia Hamilton, Lukas Haas
¿De qué va?: Neil Armstrong fue un astronauta que formó parte del programa espacial que desarrolló la NASA entre los años 1961 y 1969, culminando con la misión del Apolo 11 que le permitió convertirse en el primer hombre en caminar sobre la Luna.

Reseña: Mientras que para todos los directores que realizan una potente ópera prima, la prueba de fuego reside en la segunda película, para Damien Chazelle se encuentra en la tercera. La La Land (2016) era un proyecto que tenía en mente desde antes de haber debutado con Whiplash (2014), y el éxito de ésta lo hizo posible. Aquel musical fue un proyecto personal que llegó a muchísima gente, la confirmación de estar ante uno de lo directores más talentosos de la última promoción de Hollywood, si no el que más. First Man, por el contrario, es su primer trabajo que parte de un guion ajeno, y a su vez se basa en una historia que pertenece a la historia de Estados Unidos en particular y a la de la humanidad en general. Sin embargo, el biopic del primer hombre que caminó sobre la superficie de la Luna no es tan diferente temáticamente hablando a los anteriores films de Chazelle como podría parecer a primera vista. Al igual que el ambicioso baterista de Whiplash o que Sebatian y Mia, Neil Armstrong tiene una fuerte ambición, un sueño que cumplir, y está convencido de que debe dejar de lado su vida afectiva y familiar para alcanzarlo.

First Man2

Armstrong se enrola en el ambicioso proyecto del alunizaje de la NASA como una válvula de escape a una tragedia personal que es incapaz de gestionar. La película muestra al astronauta como un hombre tan opaco como la Luna y que se ha autoimpuesto una misión, y ni el fallecimiento de sus amigos y compañeros en pruebas que acaban terriblemente mal, ni experiencias propias cercanas a la muerte, ni el enorme riesgo de que su esposa e hijos le pierdan, harán que tire la toalla.  El discurso y la motivación patrióticas brillan por su ausencia, dejando claro que todo se lucubró para ganarle la carrera espacial a los rusos, e incluso mostrando la respuesta crítica de la ciudadanía ante la enorme inversión del gobierno norteamericano en el proyecto de la NASA, cuando había problemas colectivos que necesitaban más atención. El contexto político y social está presente, pero First Man es en realidad sobre cómo un hombre gestiona el duelo intentando llevar a cabo la misión más increíble llevada a cabo por el ser humano.

First Man

Chazelle orquesta la película de tal forma que el espectador vive la historia de Armstrong en primerísima persona, siendo testigo tanto de los momentos en los que flaquea fuera de la vista del resto del mundo como en las diferentes incursiones al espacio que realizó. La experiencia de subirse a una nave y ser lanzado al firmamento está desprovista del glamour y la sofisticación que se le suele atribuir para ser mostrada como una situación tremendamente claustrofóbica, agobiante y aparatosa, con un margen de error y fracaso demasiado elevado. Las secuencias de vuelo exhiben la enorme habilidad técnica y visual que posee su realizador, mientras que las escenas familiares demuestran que también es un gran director de actores. Chazelle consigue exprimir todo el jugo posible a la vertiente impasible de Ryan Gosling, y para llegar donde éste no puede, cuenta con la inestimable ayuda de Claire Foy. Su personaje no deja de ser el de esposa preocupada, y aunque no sea su historia la que se cuenta en la película, proyecta una enorme fuerza a través de su mirada, al tiempo que refleja el amor hacia su marido, la inquietud que sufre y la perseverancia que necesita tanto para ser una buena madre como el apoyo que Neil necesita.

First Man (2018)

First Man no es Whiplash, ni La La Land, pero tampoco aspira a serlo. Damien Chazelle ha sabido coger un material ajeno y hacerlo suyo, con la inestimable ayuda de sus colaboradores habituales, Linus Sandgren en la fotografía y Justin Hurwitz en la banda sonora, este último creando una de las mejores partituras del año. Sus talentos combinadps dotan tanto de épica como de melancolía a una de las hazañas más increíbles realizadas por el ser humano. Chazelle sigue con su obsesión por el sacrificio personal, aunque la historia de amor de Neil y Janet le ha permitido contar una visión más optimista al respecto; una en la que a pesar de la pérdida, la incomunicación y el distanciamiento, la comprensión y la paciencia son suficientemente fuertes como para que, por una vez, el amor no sea el peaje que hay que pagar por alcanzar la gloria.

8/10

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