8/1/16

Bodas de zafiro

Poster 45 años

Dir.: Andrew Haigh
Int.: Charlotte Rampling, Tom Courtenay, Geraldine James, Dolly Wells, Richard Cunningham
¿De qué va?: Kate está sumida en las preparaciones de su 45 aniversario de boda, cuando su marido Geoff recibe una noticia que le obliga a volver al pasado. Geoff se cierra en sus recuerdos y Kate intenta controlar con pragmatismo un ataque de celos. Por fuera, todo parece normal, pero su matrimonio ya no volverá a ser el mismo.

Reseña: En los tiempos que corren, una relación de pareja que dura más de tres años se considera como algo inaudito. Tenemos tan asumido que el amor tiene fecha de caducidad, y que ya no estamos para aguantar tonterías de nadie, que las relaciones a largo plazo se contemplan como un auténtico logro, una muestra material de que el amor verdadero sigue existiendo, y que está al alcance de todos si logramos dar con él y cuidarlo como si de una planta se tratase. Sin embargo, muchas veces se nos olvida que, de puertas para dentro, una relación puede ser muy distinta a esa imagen idílica que proyecta al mundo.

45 años

Andrew Haigh juega con la dualidad entre la vida social y la  doméstica a través de la pareja protagonista de 45 años, sin excesos dramáticos (estamos en territorio del ‘decoro british’), al tiempo que estructura la historia como una cuenta atrás para la celebración de casi medio siglo de matrimonio, toda una vida en pareja cimentada sobre una base que se empieza a resquebrajar cuando regresa un fantasma del pasado que despierta en el hombre, Geoff, unos sentimientos que habían permanecido latentes durante mucho tiempo, y en la mujer, Kate, los celos producidos al darse cuenta de que tal vez no sea el amor de la vida de su marido, y que no puede competir ante la imagen idealizada de un amor que nunca culminó.

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Haigh se ha marcado un notable y certero díptico sobre el principio y el fin del amor con Weekend (2011) y 45 años. Si la primera giraba en torno a la impotencia de ir más allá con un breve y prometedor idilio, la segunda versa sobre el infierno emocional de haber vivido un largo y estable romance basado en un premio de consolación. Para dotar de profunidad al conflicto, el director encuentra a su mejor aliado en el rostro de Charlotte Rampling, rebosante de veracidad, tristeza y desasosiego en su contención interpretativa. Su mirada demuestra que entre el cariño y el repudio sólo hay unos matices de distancia, contagiándonos del cúmulo de emociones que podemos experimentar al sufrir una catarsis de ese tipo: la vergüenza, la decepción, el esfuerzo de mantener las apariencias o el miedo de que sea demasiado tarde para una segunda vida, de una segunda oportunidad.

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Tom Courtenay también realiza un gran trabajo como ese marido cascarrabias que parece no preocuparse por los sentimientos de su esposa, marcando la diferencia entre aquellos que  pueden pasar página con facilidad (cualidad eminentemente masculina) frente a los que son incapaces de hacer como si no hubiera ocurrido nada, pero es Rampling quien acapara la atención, porque asistimos al hundimiento del matrimonio desde su lado de la cama. 45 años es una pequeña película a la que no le sobra ni le falta nada para apuntalar, con economía narrativa y emocional, que sobre cuestiones de amor y pareja, no existen garantías a largo plazo.

8/10

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