15/3/20

Onward – En busca de la gratitud perdida



Dir.: Dan Scanlon
¿De qué va?: Pese a estar poblado de elfos, hadas, trolls, pegasos y unicornios, el mundo ha perdido la magia por completo. Pero dos elfos adolescentes, Ian y Barley, están dispuestos a descubrir si hay alguna manera de recuperarla cuando descubren que existe la posibilidad de pasar un día con su difundo padre.

Reseña: Cuando la excelencia es la costumbre, todos los ojos se concentran en presenciar el tropiezo. Que Meryl Streep haga una mala interpretación sería más sonado que si volviese a ser nominada al Oscar. Lo mismo pasa con Pixar: el estudio de animación de Disney ha hecho películas tan buenas y redondas, que parece que todos estamos pendientes de endosarle a alguna el calificativo de “la peor de Pixar”. Hace unos años se intentó inmerecidamente con El viaje de Arlo (2015) y ahora vuelve a ocurrir lo mismo con Onward, que si bien tampoco puede ser considerada como de lo mejor de la casa, no es tan prescindible ni mucho menos como algunos nos han hecho creer.


Siguiendo con la premisa/meme de que todas las obras de Pixar se basan en “¿qué pasaría si los juguetes/coches/bichos/robots etcétera tuvieran sentimientos?”, Onward se ambienta en un mundo en el que seres fantásticos y mitológicos tienen sentimientos, sí, pero también han abandonado la magia por las comodidades que les otorga la tecnología moderna. Puede sonar tan rancio como aquellos baby boomers que se quejan desde sus iPhones de que los niños ya no salen a la calle a jugar a la pelota, pero afortunadamente la película no incide demasiado en ello, pero sí que aborda otros males de la sociedad capitalista como la domesticación a la que nos somete. No obstante, todo esto es tan solo el trasfondo de la historia de dos hermanos muy diferentes entre sí que se embarcan en una aventura con la esperanza conjunta de reencontrarse con su difunto padre, aunque solo sea por unas horas.


Con una estructura muy influenciada por las road movies de la década de los 80 y de los 90, Onward muestra el viaje de descubrimiento que realizan los hermanos Ian y Barley, tanto sobre sí mismos como sobre el otro. Los dos adquieren confianza en el camino, uno por salir del cascarón antisocial en el que se había recluido y el otro por descubrir que sus conocimientos mitológicos aprendidos durante todas las horas que pasaba enfrascado en juegos de rol le han servido para algo. Por otra parte, el viaje les ayuda a entender, sobre todo a Ian, la verdadera naturaleza de su relación fraternal y lo crucial que ha sido para su crecimiento, aunque nunca se hayan percatado de ello. La película cuenta con una carga emocional muy potente que se va haciendo más y más grande conforme se acerca el desenlace, explotando finalmente de una manera controlada, sencilla y conmovedora. Pixar demuestra una vez más lo bien que se le da gestionar las emociones humanas.


Onward no es tan ingeniosa e hilarante en el apartado humorístico como la gran mayoría de las producciones de Pixar, y la animación está muy bien, pero no alcanza nuevas cotas de ambición para el estudio. Son los principales inconvenientes de una película que reúne más que suficientes virtudes como para considerarla otro trabajo notable de Pixar, y que merecerá una segunda oportunidad cuando toda esta experiencia insólita e histórica que nos ha tocado vivir termine. Porque al final se puede sacar la misma conclusión de una y otra, y es que no valoramos suficiente el esfuerzo de aquellas personas que siempre han estado y estarán ahí velando por nosotros.

7/10

No hay comentarios: