5/2/18

Prensa sin mordaza

Poster The Post


Dir.: Steven Spielberg
Int.: Meryl Streep, Tom Hanks, Sarah Paulson, Bob Odenkirk, Tracy Letts, Bruce Greenwood, Matthew Rhys, Alison Brie, Carrie Coon, Jesse Plemons
¿De qué va?: En junio de 1971, la primera mujer editora del Washington Post, Katherine Graham, y el director Ben Bradlee tuvieron que tomar la complicada decisión de si publicar o no los documentos filtrados que revelaban que la Casa Blanca había estado mintiendo a los americanos sobre la Guerra de Vietnam durante varios años, con amenaza de pena de cárcel por parte de la Administración Nixon.

Reseña: Steven Spielberg es especialmente venerado por ser uno de los directores clave en la formulación del cine norteamericano comercial de los años 70 en adelante, pero también tiene una faceta política y comprometida importante que es la que, al fin y al cabo, le ha granjeado el respeto y la admiración de la Academia de Cine sin cortapisas, porque por muy icónicas que sean Tiburón  (1975), E.T. El extraterrestre (1982) o la trilogía de Indiana Jones, la película que lo consagró de forma definitiva fue La lista de Schindler (1993). Aún con todo, decir que el cine “liviano” de Spielberg está libre de carga política y social resulta absurdo, pero el caso es que, en lo que se realizaba la costosa posproducción de su próximo blockbuster, Ready Player One, el director sacó tiempo para rodar otra película totalmente diferente que incluso ha llegado a estrenarse antes.

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¿Y por qué las prisas? Pues porque Spielberg, que no tiene ni un pelo de tonto (y seguramente ni de republicano), ha visto que hay un más que evidente paralelismo entre la guerra que se libró entre el presidente Nixon y la prensa americana en los albores del caso Watergate con la que se está librando ahora entre Trump y los medios, a quienes el primero llegó a definir como “el enemigo del pueblo americano”. Así pues, Los archivos del Pentágono es exactamente lo que se espera de ella: una película narrada con maestría en la que se ensalza el poder y la importancia de la prensa libre. Un poco lo mismo que contaba Spotlight hace un par de años pero centrándose más en quiénes que en el qué. Si en la oscarizada película periodística los reporteros eran prácticamente trabajadores anónimos al servicio de una investigación pormenorizada, en el film de Spielberg se cargan las tintas en el heroísmo de aquellos individuos que se enfrentan a las esferas de poder por la defensa de unos valores que se olvidan cuando entran en juego factores externos pero decisivos, como la rentabilidad del negocio, los intereses políticos o la presión judicial.

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Spielberg no sólo aprovecha la ocasión para dar un paso al frente contra la administración Trump, sino también para rodar la que seguramente sea la película con la presencia y voz femenina más potente de una filmografía en la que escasean las mujeres protagonistas. Porque la decisión de publicar o no la información de los documentos filtrados acaba dependiendo de una señora que hasta entonces había intentado en vano imponerse en un negocio conducido íntegramente por hombres, reconocida por ser una excelente anfitriona de fiestas pero minusvalorada al considerar que su trabajo de editora le viene grande y le ha tocado simplemente por una cuestión de herencia. Alabar a esta alturas la labor de Meryl Streep ya resulta algo rutinario, pero hay que hacerlo, porque la última vez que estuvo tan bien fue en La duda, y de eso ya ha pasado una década; tal vez tenga algo que ver también que los directores con los que ha trabajado durante estos años no están a la altura de Spielberg, ni mucho menos. Streep brilla, sobre todo cuando su personaje se debate entre hacer un salto de fe o no, y forma una dupla fantástica con Tom Hanks, cuya ausencia en las nominaciones a los Oscar resulta verdaderamente inexplicable. La película también sale reforzada de un amplio elenco de secundarios, la mayoría de lo mejorcito que nos podemos encontrar en el panorama televisivo actual: Sarah Paulson, Carrie Coon, Matthew Rhys, Alison Brie, Bob Odenkirk, Jesse Plemons… Aunque todos sean roles de apoyo, da gusto verlos en una producción de esta envergadura.

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Los archivos del Pentágono se toma su tiempo en asentar el contexto, el conflicto y el posicionamiento de cada personaje principal, pero una vez están colocadas todas las piezas en el tablero, la película toma al fin el vuelo y alcanza esas cotas épicas que solo Spielberg es capaz de lograr. Algunos aspectos chirrían, como esas apariciones guiñolescas de Nixon al teléfono, o lo poco destacable que resulta la película a nivel técnico y visual más allá del don que tiene su director para colocar la cámara en el ángulo exacto para enfatizar la narración, pero esto es, al fin y al cabo, cine adulto con dos dedos de frente y de regusto clásico, aquel que alimenta el espíritu progresista y defiende a capa y espada sus ideales por muy anticuados o ingenuos que parezcan. Quedémonos con eso y no con esa triste verdad de que la historia siempre se repite, al demostrarse la torpeza que tienen los norteamericanos a la hora de elegir a sus líderes.

8/10

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