27/7/17

Dieciséis telarañas

Poster SpiderMan Homecoming

Dir.: Jon Watts
Int.: Tom Holland, Michael Keaton, Robert Downey Jr., Jacob Batalon, Marisa Tomei, Laura Harrier, Zendaya, Tony Revolori, Jon Favreau, Logan Marshall-Green, Donald Glover, Michael Chernus
¿De qué va?:  Emocionado tras haber luchado junto a los Vegadores, Peter Parker regresa a su rutina junto a la tía May, pero esta vez, bajo la atenta mirada de su mentor, Tony Stark. Peter intenta llevar una vida normal como cualquier joven de su edad, pero esto se volverá una tarea imposible cuando un nuevo villano, el Buitre, se cruza en su camino, resultando ser una amenaza mucho mayor que todas a las que se había enfrentado el joven enfundado en el traje de Spiderman.

Reseña: En una escena del Spider-Man 2 de Sam Raimi, el trepamuros comentaba las incomodidades de su traje con un hombre cualquiera, montado en un ascensor que se veía obligado a coger al fallarle sus poderes. La película se centraba en los malabarismos que tenía que hacer Peter Parker para cumplir como universitario, superhéroe, repartidor de pizzas y fotógrafo al tiempo que intentaba recuperar a la chica de sus sueños, pero el pobre no daba pie con bola. Por esta y otras muchas razones, Spider-Man 2 continuaba siendo la mejor película sobre el personaje que se ha hecho… hasta que Marvel ha llegado para sembrar la duda con el primer film en el que la Casa de las Ideas participa directamente en su proceso creativo. La productora se esforzó en demostrar en Capitán América: Civil War que el nuevo Spider-Man no iba a ser más de lo mismo, pero la prueba de fuego tenía que llegar con Homecoming, la cual no sólo presenta innovaciones respecto a las anteriores películas de la saga, sino que consigue labrarse una identidad propia dentro del cada vez más saturado universo cinematográfico de Marvel.

Homecoming3

El grueso de las novedades se puede resumir en dos palabras: pequeña escala. Peter es un chaval un poco pringado con muñecos de Star Wars en su cuarto y que pasa casi todo el tiempo con un amigo tan leal como inocente y gracioso, mientras suspira por una guapísima compañera de clase. Su vida estudiantil bebe mucho de las fuentes del cine juvenil de John Hughes, con referencia explícita a una de sus películas incluida, de tal forma que se recrea en los conflictos propios de la edad del pavo sin caer nunca en la antipatía o la estupidez. Marvel sabe que la gente ya está más que harta de las historias de orígenes, y acierta al obviar la forma en la que Peter consiguió sus poderes (exceptuando un gag a su costa) y ni siquiera se menciona en ningún momento al malogrado tío Ben. En cuanto a la faceta superhéroica, Spider-Man es más amigo y vecino que nunca, dedicándose a luchar contra criminales de poca monta hasta que se topa con el Buitre, quien no resulta ser tan insustancial como la gran mayoría de villanos de Marvel gracias, tanto al trabajo de Michael Keaton, como a que no resulte ser un villano unidimensionalmente maligno y todopoderoso, sino un tipo corriente salido de la clase obrera que roba la chatarra a los poderosos para sobrevivir.

SPIDER-MAN™: HOMECOMING


A pesar de que los avances presagiaban una especie de ‘buddy movie’ con Spider-Man y Iron-Man, las apariciones de este último son más bien esporádicas y casi todas a través de telecomunicaciones. Robert Downey Jr. se mantiene en segundo plano y nunca le roba el protagonismo a un Tom Holland que confirma lo que ya demostró en Civil War: es el Spider-Man definitivo. Más joven, más torpe y mucho menos “reinona del drama” que sus predecesores, Holland se muestra dinámico, carismático y divertido como el trepamuros, generándonos interés por ver qué le depara el futuro y cómo evolucionará en las siguientes entregas. Jacob Batalon se revela como un fantástico escudero, mientras que Zendaya se limita a hacer una buena presentación con vistas de ganar protagonismo más adelante. En cuanto a Marisa Tomei… ¿quién no la querría tener como tía y tutora con lo guay que es?

Homecoming


Spider-Man: Homecoming
compensa los momentos de “más de lo mismo” con una frescura juvenil inexistente en el universo Marvel hasta la fecha. Que el espectacular enfrentamiento final sea lo menos emocionante de la película que ha rodado de forma competente y cariñosa el novato John Watts dice mucho sobre sus virtudes, que radican en las situaciones cómicas, las escenas de acción donde Spidey hace uso de su labia juguetona y en aquellos momentos en los que Peter se comporta, efectivamente, como un chico de su edad llevando un traje que aún le queda un poco grande. Ha costado pero, sin desmerecer a las encarnaciones anteriores, Spider-Man ha encontrado por fin su hueco y su identidad propia en el género de superhéroe que él mismo se encargó de establecer hace 15 años. Y además, tiene la que quizás sea la mejor secuencia de créditos finales de las películas de Marvel, o al menos la que más encanto tiene, lo cual, con perdón a los Guardianes, también se podría atribuir a todo su conjunto.

8/10

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