6/8/19

Súper empollonas – Todo en una noche


Dir.: Olivia Wilde
Int.: Kaitlyn Dever, Beanie Feldstein, Jason Sudeikis, Billie Lourd, Jessica Williams, Lisa Kudrow, Will Forte, Skyler Gisondo
¿De qué va?: Dos estudiantes de último año de instituto se dan cuenta de una terrible verdad el día antes de su graduación: han trabajado tanto que no han sido capaces de divertirse. Las dos jóvenes deciden hacer todo lo posible para convertir la noche de la graduación en una velada tan épica que consiga compensar los cuatro sacrificados años a los que se han visto sometidas.

Reseña: Yo fui un adolescente muy responsable. Tanto, que no probé gota de alcohol hasta la noche de mi decimo octavo cumpleaños. Meses antes, en un viaje de instituto, mis amigos se emborracharon y yo me mantuve abstemio. “Alguien tenía que vigilarlos” y “yo ya me lo paso bien viéndolos a ellos” eran mis excusas. Luego descubrí cuán equivocado estaba. Con esto no quiero defender el alcoholismo juvenil, sino señalar que existen ritos de iniciación por los que tenemos que pasar para llegar a la “meta” de la madurez. Y de eso trata la divertidísima y refrescante ópera prima como directora de Olivia Wilde titulada Smartbook, o como la han llamado en España, Súper empollonas.


Amy y Molly son dos amigas que han sacrificado las fiestas para centrarse única y exclusivamente en sacar los sobresalientes que les abran la puertas de las mejores universidades de los Estados Unidos. Pero cuando descubren que sus compañeros, a los que miran por encima del hombro, también van a ir a facultades estupendas sin haber necesitado encerrarse en la biblioteca, deciden que van a experimentar todo lo que se han perdido en una fiesta la noche previa a la graduación. Con esta premisa arranca una odisea nocturna en la que no solo se producirán situaciones disparatadas y surrealistas, sino en la que además, Amy y Molly descubrirán facetas desconocidoa de los demás, de ellas mismas y de su amistad. Es fácil definir la película como una respuesta femenina a Supersalidos (2007), puesto que los paralelismos entre ambas son más que evidentes, pero Smartbook se beneficia de la década que le saca a la otra, lo que se traduce en un enfoque de la adolescencia más moderno y acorde a los tiempos que corren; sin ir más lejos, no todo gira en torno al sexo, y la homosexualidad de una de las protagonistas se presenta y lleva en la trama de una forma tremendamente natural, y sin que suponga nunca motivo de conflicto.


La historia tiene una estructura de clásica comedia gamberra americana, con diálogos más elaborados de lo habitual y un abanico de secundarios a cada cual más excéntrico. Esa tendencia a la hipérbole no era necesaria, aunque Billie Lourd esté fantástica como colgada omnipresente, puesto que las protagonistas, Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein, conducen perfectamente la película con un torrente de carisma, química y ternura. Ellas son el corazón de la película, mientras que el músculo es Olivia Wilde, revelándose como una directora muy hábil, que resuelve con técnica y creatividad las mejores secuencias de una película rodada de forma impecable para tratarse de un primer trabajo tras las cámaras. Véase por ejemplo la escena de una discusión, en la que llega un momento en el que los gritos se silencian para enfatizar el dolor y la rabia implícitas en la disputa entre dos personas que se quieren muchísimo.


Habrá quien no vea nada especial en Smartbook, y que no detecte nada que la distinga de todas las películas ‘Coming-of-Age’ que aterrizan habitualmente en la cartelera, pero en realidad, se trata de una cinta que no solo resulta valiosa como divertimento alocado, sino también por la forma en la que captura ese momento en el que empieza a brotar la nostalgia por una época que sabes que está llegando a su fin, y que un día rememorarás con cariño y tristeza. Y por supuesto, vale su peso en oro como oda a la amistad femenina y a la complicidad que ayuda a superar todos los ritos de paso necesarios para convertirnos en los adultos que aspiramos ser.

8/10

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