7/10/19

Noche de bodas – La liebre y los galgos



Dir.: Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett
Int.: Samara Weaving, Adam Brody, Mark O’Brien, Henry Czerny, Andie McDowell, Melanie Scrofano, Kristian Bruun, Nicky Guadagni
¿De qué va?: Durante su noche de bodas, una novia recibe una extraña invitación de la rica y excéntrica familia de su marido. Todo toma un giro siniestro cuando la obligan a participar en una tradición ancestral, que se convierte en un juego letal en el que tendrá que luchar por su supervivencia.

Reseña: Es fácil odiar a los ricos y privilegiados. Repudiamos el afán por exhibirse, la altivez, el sentimiento de superioridad y la cuna de oro donde muchos han nacido. Pero al mismo tiempo, sentimos cierta fascinación hacia sus rituales sociales, sus excesos y al lujo del que están rodeados. Leemos sobre sus miserias en la prensa y no podemos evitar jactarnos de aquellos que caen en picado después de haberlo tenido todo. Mi abuelo solía decir que “la gente rica es el demonio”; una expresión un tanto exagerada como cualquier muestra de sabiduría del refranero popular, pero que no deja de evidenciar el escepticismo que siempre ha sentido la clase obrera hacia la alta. Esta lucha de clases está presente en Noche de bodas (Ready or Not), una comedia negrísima con todos los ingredientes para convertirse en película de culto.


Tras un perturbador prólogo, el film dirigido a cuatro manos por Matt Bettinelly-Olipn y Tyler Gillett arranca en las horas previas a la boda entre Grace y Alex. Se da la situación de que Alex pertenece al clan Le Domas, que ha sustentado su imperio económico en la industria de los juegos de mesa a lo largo de varias generaciones. También tienen una peculiar tradición: en la noche de bodas, el recién llegado a la familia debe sacar una carta de una máquina en la que se indica el juego al que todos los miembros deberán jugar. A la pobre de Grace le tocará un juego a vida o muerte que emparenta la película con el estupendo slasher Tú eres el siguiente(2011), y si bien ambas revierten el rol de víctima que siempre se le ha adjudicado a la ‘final girl’, Noche de bodas no intenta infundir miedo ni se preocupa por generar sustos, lo cual puede decepcionar a aquellos que busquen una propuesta de terror al uso.


Pero aquellos que consigan entrar en el juego que propone el film se encontrarán con una sátira divertidísima con tanta mala uva como socarronería. El guion viene co-escrito por Ryan Murphy (American Horror Story), notándose su impronta tanto al sacar tiempo para desarrollar las personalidades de cada personaje en el caos que no tarda en generarse como en la caricaturización en la que cae alguno de ellos. No obstante, si bien es genial que se recupere  para la ocasión a Adam Brody y a Andy McDowell en un rol muy diferente al que estamos acostumbrados a verla, la película pertenece a Samara Weaving, la desafortunada novia. La actriz australiana, que ya demostró lo bien que se le da aunar comedia y terror en The Babysitter (2017), nos conquista progresivamente a lo largo del metraje gracias al cursillo acelerado de empoderamiento al que su personaje debe someterse si quiere sobrevivir a su noche de bodas, armada con lo que buenamente puede agarrar, con sus Converses amarillas, y con una personalidad irresistible con la que consigue que nos preocupemos seriamente de que se mantenga con vida… porque nos encantaría llevárnosla de fiesta a celebrarlo.


En resumidas cuentas, Noche de bodas parte de la preocupación sobre cómo encajar en la familia política para desarrollar a posteriori una jornada de caza que se vuelve en contra del depredador, quien a su vez sufre un miedo atroz a caerse del eslabón más alto de la cadena alimenticia. La película hace sufrir a las clases privilegiadas, le da material a Samara Weaving para que nunca más la confundamos con Margot Robbie y construye una trama tensa llena de giros y humor absurdo que no explota hasta culminar en un impactante clímax difícilmente superable. Te quedarás con ganas de echar otra partida.

7’5/10

1 comentario:

Janice Aliena dijo...
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