18/11/19

O.C: La posesión (1981)

¿De qué va?: Al volver de un viaje de negocios Mark descubre que su mujer, Anna, está cada vez más descontenta con su matrimonio y desea divorciarse. Aunque Anna lo niegue al principio, acaba confesando que tiene una aventura. Sin embargo, gracias a una compañía de detectives privados, Mark averiguará que hay una aterradora razón para el extraño comportamiento de su mujer.

Reputación: Andrej Zulawski escribió el guion de La posesión (Possession) en medio de su propio divorcio. Aunque le surgió la oportunidad de rodar la película en Estados Unidos, decidió que tuviese lugar en Alemania, ya que se encontraba cercano a su país y ciudad de origen. Zulawski siempre quiso a Isabelle Adjani para protagonizar el film, y aunque esta se negó en primer lugar, acabó siendo convencida por el director de fotografía, Bruno Nuytten. Si bien ganó el premio a mejor actriz tanto en el Festival de Cannes como en los César, Adjani declaró más adelante que le costó años superar al personaje de Anne y que jamás aceptaría un papel similar. Para Sam Neill, el co-protagonista masculino, parece que no fue una experiencia tan traumática, pues siempre ha dicho que es su película favorita de todas en las que ha participado. Para el diseño de la criatura que aparece en la película, Zulawski contó con Carlo Rambaldi, quien se había encargado anteriormente del aspecto de los extraterrestres de Encuentros en la tercera fase (1977) y de la cabeza del xenomorfo de Alien, el octavo pasajero (1979). La British Board of Film Classification (BBFC) incluyó La posesión en un listado denominado Videos Nasties compuesto por películas censuradas por su violencia gráfica, y no fue hasta el año 1999 que la cinta pudo ser estrenada en Reino Unido con su metraje original. También sufrió recortes en su lanzamiento norteamericano.


Comentario: La posesión es desconcertante, desagradable, excesiva, confusa, turbadora… y extrañamente hipnótica. Al igual que el Anticristo (2009) de Lars Von Trier, asistimos al derrumbe y la mutilación de un matrimonio condenado por fuerzas sobrenaturales que les superan. Con el muro de Berlín como telón de fondo, se produce el descenso a los infiernos de Anna (grandiosa Isabelle Adjani) arrastrando consigo a su marido y con su hijo en común como daño colateral. Doppelgängers, monstruosidades con erótico resultado, brotes psicóticos, el fin del mundo…  Las peores pesadillas se dan cita en un film esquizofrénico cuyo clímax tiene lugar en los pasillos de un metro, con la protagonista enfrascada en una coreografía demoníaca de gritos y viscosidades. Una película incapaz de dejar indiferente a nadie.

Próximo visionado: La mansión encantada (1963)

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