9/3/09

Imaginación versus realidad


Adaptar un texto literario a la gran pantalla puede ser un trabajito más engorroso de lo que se podría pensar, y más aún si se trata del best-seller del momento. El director Mark Herman (Hope Springs), sin mucha experiencia reconocida, fue el elegido para llevar al cine la novela El niño con el pijama de rayas, de gran éxito gracias al fenómeno del "boca-oreja".

El resultado ha sido bastante satisfactorio, contando con la aprobación de la mayoría de los lectores. A Herman tan sólo le ha bastado mantener la fidelidad al original (pese a algunas perdonables licencias), y disponer de un reparto escogido cuidadosamente para encarnar a cada personaje (Rupert Friend, novio de Keira Knightley, está perfecto como el mezquino teniente Kotler).


Sin embargo, hay algo que impide que esta película se desentienda del manoseado tópico de "el libro es mucho mejor que la peli". La novela está narrada siempre desde el punto de vista del niño protagonista, por lo que vas conociendo la historia de su mano, no en vano, desconoces que en realidad se trata de un campo de concentración hasta bien avanzado el relato, algo de lo que evidentemente carece la película en la que el poder de las imágenes resta el impacto que poseía el original (en la misma contraportada no te explicaban de qué iba el libro).


De todas formas, a no ser que vivas desconectado/a del mundo a estas alturas sabrás perfectamente de qué va el asunto. Si leer te produce urticaria (muy mal hecho) te gustará la peli, y si ya te lo has leído te parecerá correcta, pero ten por seguro que no te provocará ese torrente de emociones que te produjo el libro cuando lo leíste.

***1/2

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