25/5/13

O.C: La sombra de una duda (1943)

Poster La sombra de una duda¿De qué va?: A la tranquila ciudad de Santa Rosa, en California, llega Charlie, un inteligente, cariñoso y elegante individuo que es sumamente admirado por su familia y en especial por su sobrina Charlie, que se llama igual que él. Poco a poco y tras los sucesos que irán acaeciendo, esta última comienza a sospechar que su venerado tío lleva una espeluznante doble vida.

Reputación: La sombra de una duda es considerada por muchos como la primera película verdaderamente americana de Alfred Hitchcock, puesto que a pesar de ya haber rodado varias películas en Hollywood ésta es la primera protagonizada por personajes típicamente estadounidenses. Para lograr ese tono yanqui, el cineasta contrató los servicios del dramaturgo Thornton Wilder, famoso por mostrar la vida de una pequeña ciudad en Our Town, y éste a su vez tomó como base una idea del novelista Gordon MacDonell, al que se le ocurrió la historia de un asesino que vuelve a la casa de su familia. No obstante, Hitchcock también contó con la ayuda de su esposa, Alma Reville, y de la periodista Sally Benson para pulir el guión. Hitchcock manifestó en más de una ocasión que La sombra de una duda era, de todos sus filmes, el que él prefería. Quizá porque, como apuntó Truffaut en su libro El cine según Hitchcock: “Nos encontramos ante la película más autobiográfica de su carrera, en la que quedan plasmadas todas sus influencias literarias, culturales y personales”. La historia de Stoker, actualmente en cartelera, está ligeramente inspirada en esta película.

La sombra de una duda

Comentario: Pese al cariño que le tenía Hitchcock a La sombra de una duda, no es de sus películas más recordadas y admiradas. Eso no quita que sea otra muestra más de su sobresaliente forma de dirigir, de su habilidad a la hora de manejar el suspense (la forma de colocar elementos y detalles que ganarán importancia posteriormente) o de su buen ojo para componer planos. Sin embargo, hay algo por lo que la película se encuentra un escalón por debajo de sus obras maestras, como Vértigo, Rebeca o Los pájaros. Tal vez sea porque su historia no tiene tanta garra como aquellas o porque no acabamos de simpatizar con su heroína al no entender del todo su forma de actuar y, en cambio, hasta podemos sentir simpatía por su siniestro tío, cuyo personaje queda dibujado a la perfección (gran escena en la que justifica sus actos de forma indirecta). Con todo, una muestra más de las muchas que hay sobre la maestría de Hitchcock, quien ya demostraba muchos años antes de Psicosis que tenía especial interés por el desconocido lado oscuro del hombre corriente.

Próximo visionado: Los santos inocentes (1984)

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