18/5/13

Aprendiendo a intimar

Poster Las sesionesAl igual que hay películas que parecen estar preconcebidas para ganar premios también hay papeles que funcionan como pasaporte para conseguir un Oscar. Normalmente los mejor valorados suelen ser personajes históricos que requieran muchas sesiones de maquillaje y un cambio de acento (Lincoln, La dama de hierro, Truman Capote…) o de los que compensan algún tipo de discapacidad con un gran afán de superación (Forrest Gump, Mi pie izquierdo…). John Hawkes interpreta en Las sesiones a Mark O’Brien, un periodista y poeta tetrapléjico que a los 38 años decidió contactar con una terapeuta sexual para perder la virginidad.

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Su papel reunía todas las cualidades de un nominado al Oscar y, sin embargo, se quedó fuera del quinteto finalista. ¿Le pasó por ser desconocido? Ya fue nominado hace unos años por Winter’s Bone así que esa excusa no vale. ¿Es que no lo hace bien? Para nada; Hawkes se mimetiza por completo con el personaje, sin sobreactuar, y cae simpático desde el primer minuto. ¿Entonces cuál es el problema? Yo creo que la auténtica razón de su ausencia en la terna es que su interpretación no cuenta con una de esas escenas en las que el personaje explota, llora y grita maldiciendo su enfermedad. ¿Es eso algo malo? En absoluto. El guión del filme no se permite ninguna escena para mostrar condescendencia respecto a la afección de su protagonista, no lo compadece, y en cambio se decanta por dotarlo de un gran sentido del humor, sano y autoparódico.

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Su otra gran virtud es su modo de enfocar el tema del sexo, tan honesto, íntimo y natural como se muestra una desacomplejada Helen Hunt, a la que no veíamos tan resplandeciente desde Mejor… imposible. Aunque esta franqueza sexual tiene truco, pues a John Hawkes no se le ve nada de cintura para abajo. A Las sesiones se le nota su deje buenrollista con una galería de secundarios tremendamente amables y simpáticos (los únicos que podrían resultar negativos desaparecen en pocos minutos) pero como celebración de la vida y del despertar sexual de Mark O’Brien resulta enternecedor, sincero, agradable y optimista.

7/10

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