4/2/12

La sombra del poder

Poster J. Edgar1

Dir.: Clint Eastwood
Int.: Leonardo DiCaprio, Armie Hammer, Naomi Watts, Judi Dench, Josh Lucas, Jeffrey Donovan, Ed Westwick, Dermot Mulroney
¿De qué va?: En 1924, con sólo 29 años, Edgar Hoover fue nombrado director general del FBI para que reorganizara la institución. Ocupó el cargo hasta su muerte en 1972, siempre acompañado de su leal secretaria Helen Gandy y de su mano derecha, Clyde Tolson. Hoover utilizó información confidencial y el poder del miedo para ejercer su influencia en los líderes políticos y convertirse en uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos.

Reseña: Siempre nos ha gustado ver cómo caen los poderosos, pero de aquellos que no conseguimos bajarlos de lo más alto nos contentamos con ver los esqueletos que esconden en el armario. Si en La dama de hierro le quitaban hierro a la Thatcher, valga la redundancia, mostrándonos el incondicional y eterno amor que sentía por su marido, en J. Edgar nos vienen a decir que uno de los personajes más destacados, tiránicos y retrógrados de la historia americana reciente sufrió por la influencia de una madre castrante y una sexualidad reprimida. Para tratar una vida tan ambigua como la de Edgar Hoover se necesita osadía, pero puede que en este biopic hayan malentendido dicho concepto.

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Condensar 24 años de vida de un personaje y una institución en poco más de dos horas no es tarea fácil. El método escogido por Clint Eastwood y el guionista Dustin Lance Black es bastante similar al que utilizara Oliver Stone en la infravalorada Alejandro Magno: una grandilocuente voz en off define el carácter del protagonista a través de sus grandes gestas y sus complicadas relaciones familiares y sentimentales, situadas en diferentes puntos de una larga línea temporal. Lo bueno es que la alternancia del presente y el pasado da pie a que comprendamos mejor la evolución del comportamiento de los personajes, lo malo es que dicha narración en off suena demasiado relamida y teórica, que hay situaciones a las que se les otorga excesiva importancia sin razón de peso y otras que se tratan muy por encima y, sobre todo, que como tengas muy poca idea de historia yanqui (muy mal hecho, aunque si no es tu país tampoco te ves en la obligación) vas a sentirte perdido la mayor parte del tiempo.

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Si Meryl Streep era el principal valor de La dama de hierro, Leonardo DiCaprio lo es de J. Edgar. El actor vuelve a demostrar que, al igual que hizo en El aviador, es capaz de adaptarse a un personaje aunque su físico no sea el adecuado, realizando una interpretación profunda, que va más allá de la superficie. Lástima que su doblaje en español no sea el más adecuado para las escenas en las que está caracterizado de anciano y que la labor de maquillaje sea bastante deficiente; en el caso de Armie Hammer llega a ser sangrante, parece un muñeco de cera y le quita toda la expresividad de la cara. Tanto éste como Naomi Watts y Judi Dench cumplen con sus respectivos papeles, aunque quedan un tanto ensombrecidos y deslucidos porque tan sólo actúan como comparsas de la figura central del filme.

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Eastwood filma con su habitual clasicismo: encuadres ajustados, melancólicas notas de piano que componen la banda sonora, fotografía de postal antigua… Sin embargo, el guión no va acorde con su sutilidad, propiciando momentos que, aun guardando relación con lo poco que se sabe de la vida privada de Hoover, desentonan de lo grotescas que pueden resultar. Entendemos lo que nos quiere transmitir, las contradicciones y sombras del personaje, pero nunca se llega a rematar la faena por la distancia y la generalización con la que se abarca su obra y milagros. En cierta manera, cae en el mismo error que La dama de hierro, que de querer humanizar tanto a una figura tan antipática, han acabado convirtiéndola en una caricatura.

6/10

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