3/6/11

O.C: ¿Quién puede matar a un niño? (1976)

Poster Quien puede matar a un niño¿De qué va?: Tom y Evelyn son una pareja de turistas ingleses que  viajan hasta  una población costera española para disfrutar de unas vacaciones tranquilas, pero cuando llegan descubren que la localidad está celebrando sus fiestas y les va a resultar imposible descansar. Deciden entonces alquilar una barca para visitar una pequeña isla cercana donde estuvo Tom cuando era joven. Su sorpresa será mayúscula cuando descubran que los únicos habitantes de la isla son unos niños que actúan de forma extraña y violenta.

Reputación: ¿Quién puede matar a un niño? es una película de terror española de culto. Ésta y La residencia son los dos únicos trabajos para el cine que ha rodado el director Narciso Ibáñez Serrador, cuya carrera ha estado más centrada en producciones televisivas como Historias para no dormir o Historia de la frivolidad. La película está basada en el relato El juego de los niños de Juan José Plans, que también gozó de una versión radiofónica de seis capítulos emitida por Radio Nacional y realizada por el propio escritor. Se dice que el director quería para el rol masculino protagonista a Anthony Hopkins y que no quedó satisfecho con la interpretación del que finalmente se quedó con el papel, Lewis Flander. El filme está prohibido en Finlandia e Islandia y estuvo censurado en Argentina, Australia, Francia, Suecia, Estados Unidos y España. En Argentina recibió calificación X.

Quien puede matar a un niño 
Comentario: La película arranca con una serie de terribles imágenes de desgracias ocasionadas por el hombre en las que los inocentes infantes son los que se llevan la peor parte. ¿Y si los niños se revelaran contra los adultos por todo el daño causado? ¿Seríamos capaces de arremeter contra unas criaturas tan aparentemente cándidas? Ibáñez Serrador sugiere estas cuestiones a lo largo de la cinta, que cuenta con bastantes pasajes terroríficos a plena luz del día y con el acompañamiento de una espeluznante banda sonora compuesta por Waldo de los Ríos; la escena en la que el protagonista descubre cómo se entretienen los niños en un granero es una de las más horripilantes que recuerdo haber visto en la vida. Lo malo es que acarrea algunos vicios propios del género, como múltiples escenas de tensión sostenida que no llegan a nada o decisiones ilógicas de los personajes. A pesar de ello, sigue siendo un ejercicio de terror brutal, descarnado y modélico.

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