28/9/08

Asesinatos que pasaron a la historia


Dos asesinatos de personajes míticos desde el punto de vista de sus homicidas, supuestos seguidores que confundieron la admiración con la envidia y el odio hacia sus víctimas. Ambos se hicieron famosos por sus crímenes pero desgraciadamente para ellos la poca popularidad que les queda se diluye, no así el odio hacia ellos. Estas películas son un análisis de de sus respectivas personalidades:


El asesinato de John Lennon: Jared Leto se sometió a una tremenda transformación para meterse en las carnes de Mark Chapman, el hombre que asesinó a sangre fía a John Lennon , uno de los músicos más importantes y queridos de la historia. La película trajo polémica porque los fans de Lennon la acusaron de ensalzar la figura del asesino de su ídolo, pero en realidad ocurre todo lo contrario. No se le justifica en ningún momento sino que se le intenta buscar una lógica o razonamiento a su comportamiento. El problema es que no existe tal cosa, así que el director intenta llenar ese vacío centrándose en la obsesión que tenía Chapman por El guardían entre el centeno, un famoso libro que aún no he leído (¡Will me lo tienes que prestar!) y del que parece que se han tomado referencias para algunos de los pasajes de la película.


La película, a pesar de su corta duración, se vuelve reiterativa y sólo deja claro que no hay nada claro respecto al turbio Mark Chapman, aunque el esfuerzo de Jared Leto sea enorme. Cabría destacar a Lindsay Lohan en un pequeño papel en el que brilla con luz propia y con total naturalidad, como pocas veces ha hecho. Quizás porque no requería mucho esfuerzo.

**1/2


El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford: Lo que diferencia esta película de todas las demás que se han hecho sobre la figura de Jesse James es por una parte la demistificación que se hace del personaje y por otro la importancia que se le da a su asesino y el profundo análisis psicológico de ambos. Los que estén buscando emociones fuertes mejor busquen otra película porque en este atípico western la acción es nula, dejando paso a una película centrada en los personajes cocinada a fuego lento, quizás demasiado.


Y es que las dos horas y media que duran la película se me antojan demasiado largas, y aunque la fotografía y la música son preciosas es imposible que la fatiga no aparezca entre tanto diálogo alargado. Dejando a un lado la notable presentación del pistolero Jesse James y la última media hora de la película, que es la mejor parte del metraje y la que da verdadero sentido al film (aunque resulte un poco obvia), el resto no es más que una historia de traiciones, paranoias y falsas apariencias que podría haberse recortado por el bien de nuestra capacidad de atención. Por suerte, tenemos un duelo interpretativo de altura protagonizado por Brad Pitt y Casey Affleck, en el que ambos están geniales a la par.
Una película muy interesante si te armas de paciencia.

***

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