29/10/11

Vida y muerte del clan Fisher

Six Feet Under 
Creador: Alan Ball
Int.: Peter Krause, Michael C. Hall, Lauren Ambrose, Frances Conroy, Rachel Griffiths, Freddy Rodríguez, Mathew St. Patrick, Richard Jenkins
Emisión: 2001-2005
5 temporadas (Disponibles en DVD)

A diferencia de la mayoría de enganchados a la ficción televisiva americana, yo no soy de los que ven las series al ritmo de su emisión; me tomo mi tiempo, lento pero constante, para ver mis programas favoritos y a veces tengo un hueco para recuperar viejas joyas que en su momento dejé pasar. Empecé a ver A dos metros bajo tierra en 2009, cuatro años después de su final, y me ha llevado dos años terminarla. No es una serie demasiado larga, se puede ver en menos de 6 meses, pero la he tomado con tranquilidad y paciencia porque mi interés no ha sido siempre constante y a veces me sentía tan contagiado por su pesadumbre que necesitaba descansar de ella por un tiempo.

Poster Six Feet Under Una de las grandes genialidades de A dos metros bajo tierra es que habla de la vida desde el punto de vista de la muerte. Cada capítulo comienza con el fallecimiento de alguien, algunos casos son verdaderamente curiosos e insólitos, reflejando con ironía la fragilidad de nuestra existencia, la cual en cualquier momento puede fundirse a negro, o a blanco como ocurre en la serie. El difunto de cada prólogo es llevado a la funeraria de los Fisher y mientras presenciamos las múltiples actitudes que las familias asumen respecto a la muerte de sus seres queridos asistimos al día a día de ese clan que ha vivido desde siempre con cadáveres maquillados en el sótano.

A dos metros bajo tierra

La defunción del patriarca es el punto de partida desde donde empezamos a conocer a los distintos miembros de la familia Fisher: Ruth (Frances Conroy), a la que las circunstancias le harán cambiar sus tradicionales valores, sacando a relucir a la mujer que siempre había permanecido soterrada; David (Michael C. Hall), al que le espera un largo camino para aceptar su homosexualidad y llevar una vida sin encubrimientos; Nate (Peter Krause), que tras haberse alejado de su familia  por un tiempo se ve obligado a hacerse caso del negocio mientras comienza una relación con Brenda (Rachel Griffiths), una mujer que también proviene de una familia disfuncional, y por último Claire (Lauren Ambrose), que pasará tanto por etapas de autodestrucción como por otras en las que intentará descubrirse a sí misma a través del arte.

A dos metros bajo tierra3 
Tampoco nos podemos olvidar de Rico (Freddy Rodríguez), el embalsamador de la funeraria, ni de Keith (Mathew St. Patrick), novio de David, o de Billy (Jeremy Sisto), el hermano bipolar de Brenda, ni de muchos otros personajes secundarios encarnados por grandes actores como Patricia Clarkson, Kathy Bates o James Cromwell. De una manera u otra, todos influyen en la evolución de los Fisher, con los que llegaremos a compartir sus alegrías, triunfos, penas y demás a lo largo de las cinco temporadas que componen la serie. Recuerdo que cuando comenzó su emisión la compararon directamente con American Beauty, que se había estrenado dos años antes, y no iban mal encaminados, porque además de que su creador, el brillante Alan Ball, es guionista de aquella, en A dos metros bajo tierra también se disecciona el concepto tradicional de familia americana, sacando a relucir sus miserias y contradicciones con una sorprendente franqueza y un humor negrísimo. 

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Poster 2 Six Feet UnderA dos metros bajo tierra es una serie fascinante, de una producción  impecable, pero tampoco considero que sea perfecta en todos los aspectos. A veces se pasa de pedante, aunque sea una de las particularidades de la serie tanto para bien como para mal, en ciertos momentos abusa de las conversaciones con fantasmas para mostrar los pensamientos de los personajes y la tercera y cuarta temporada están un escalón por debajo de las otras tres, con fuertes bajadas de ritmo.

Sin embargo, hay que decir que los 6 últimos minutos del episodio final son de lo mejorcito que he visto en la ficción tanto televisiva como cinematográfica, por no decir que es uno de los mejores desenlaces de series jamás visto. Las altas expectativas que tenía en torno a ese final se han visto cumplidas, vale la pena ver toda la serie por disfrutarlo, porque además de ser una celebración melancólica sobre todo el proceso vital es imposible no emocionarse tras haber compartido tanto con la familia Fisher. En definitiva, A dos metros bajo tierra es  atemporal y vivirá eternamente en el panteón de las mejores series de la historia, justo donde merece permanecer por si algún despistado como un servidor decide descubrirla, mejor tarde que nunca.

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