19/1/16

O.C: La escopeta nacional (1978)

Poster La escopeta nacional¿De qué va?: Un fabricante catalán de porteros electrónicos viaje con su secretaria (que en ralidad es su amante) a Madrid para asistir a una cacería pagada por él mismo, con el fin de poder relacionarse con gente de la alta sociedad para promocionar su negocio. Una vez allí, descubre que en la finca todo son sobresaltos y apariciones de personajes a cada cual más pintoresco.

Reputación: Una cacería real de Franco y su familia, en la que uno de los invitados disparó su arma, accidentalmente, en las nalgas de la hija del Generalísimo,  inspiró a Luis García Berlanga para escribir el guión de La escopeta nacional junto a Rafael Azcona. Fue su primera película tras la muerte del dictador, ya sin el lastre de la censura que le obligó a trabajar la sutilidad de su sentido crítico en trabajos como Plácido (1962) o El verdugo (1963), y fue la primera parte de la conocida como trilogía del Marqués de Leguineche, no planteada en un principio y continuada con Patrimionio nacional (1981) y Nacional III (1982), en las que Berlanga satirizó a costa de las miserias del tardofranquismo, los nuevos ricos y la entrada del PSOE al poder en 1982. El propio director afirmó que si no hubiese fallecido el actor Luis Escobar (el Marqués de Laguineche), habría rodado muchas más películas sobre el clan nobiliario. La película cosechó un gran éxito de público (más de dos millones de espectadores) y obtuvo el premio del Cículo de Escritores Cinematográficos a mejor película, fervor que no despertó ninguna de sus continuaciones.

La escopeta nacional

Comentario: Buena parte de la genialidad de las obras cumbre del cine de Berlanga procede de ese esfuerzo que tuvo que hacer para evitar que la censura se percatase de los dardos envenados que lanzaba, y así no ceder ante ella. ¡Bienvenido, Míster Marshall!, Plácido y El verdugo son películas que esconden bajo su apariencia de alegría folklórica una tremenda amargura que cala más hondo gracias a unos personajes muy entrañables. Pues bien, en La escopeta nacional, Berlanga deja la sutilidad a un lado y apuesta por el esperpento sin cortapisas, a través de un reparto coral que es la viva representación del mamoneo marca España y de los sinsentidos y las contradicciones de la burguesía patria. El resultado es irregular pero reseñable gracias a la entrega de sus intérpretes, capitaneados por el gran José Sazatornil, demostrando una vez más que la comedia es un tema muy serio, a absurdeces tan hilarantes como la particular colección del Marqués, y a que, tristemente, es una película que a día de hoy no ha perdido ni un ápice de su vigencia a la hora de retratar cómo funcionan las cosas en nuestro país.

Próximo visionado: Rocky (1976)

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