19/11/11

O.C: Encadenados (1946)

Poster Encadenados¿De qué va?: Tras la 2ª Guerra Mundial, el espía norteamericano Devlin y su jefe Paul Prescott convencen a Alicia Huberman, hija de un simpatizante nazi condenado a prisión por traición a los Estados Unidos, para que les ayude a desmantelar una organización de nazis afincada en Río de Jainero, de la que forma parte un antiguo admirador suyo, Alexander Sebastian.

Reputación: Notorious (o Encadenados, como se tituló en España) no es tan popular como otras obras de Alfred Hitchcock como Psicosis, Los pájaros o La ventana indiscreta pero sí una de las más aclamadas y taquilleras. Fue la novena producción que realizó el director en Norteamérica y su éxito le ayudó a asentarse definitivamente en la industria de Hollywood. Hitchcock evitó la censura de la época en una de las escenas más emblemáticas de la película, en la que los protagonistas, Cary Grant e Ingrid Bergman, no dejan de besarse. Aunque estaba prohibido que los besos duraran más de dos o tres segundos, el director consiguió sortear la restricción haciendo que los personajes separaran sus labios para decir una palabra cada vez que el tiempo llegaba a su fin y volver a unirlos otra vez, todo rodado en un plano secuencia que se convertiría en el beso fílmico más largo hasta la fecha. La película estuvo nominada a dos Oscar, mejor guión original  y actor de reparto para Claude Rains, pero como pasó con la mayoría de los filmes de Hitchcock no obtuvo el reconocimiento merecido. El cineasta François Truffaut llegó a afirmar que Encadenados era su película favorita de la filmografía de Hitchcock.

Encadenados 
Comentario: En Encadenados reside el ejemplo más recurrido a la hora de explicar el término McGuffin, inventado por el propio Hitchcock para referirse a un objeto o elemento de la trama que sirve para que avance la acción pero que en realidad tiene tan poca importancia que podría desaparecer a mitad de la película sin que la narración se resienta. En este caso, se trata del desenmascaramiento del villano y el secreto que esconde su organización nazi, lo que en realidad sirve como excusa para desencadenar el tema principal del filme, que no es otro que la tensa relación amorosa entre el espía Devlin y la infiltrada Alicia. En un principio nos puede chocar que estos personajes se enamoren tan rápidamente pero es un detalle que se puede pasar por alto gracias a la gran química que desprenden los actores y lo que aún está por llegar: un magnífico y sencillo (que no simplista) juego de espías salpicado por celos, mentiras, encubrimientos y mucho suspense y tensión, todo reunido en la ejemplar secuencia de la bodega. Hitchcock en estado puro.

Próximo visionado: La gran ilusión (1937)

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