31/5/20

O.C: Toro salvaje (1980)

¿De qué va?: Joey La Motta es un manager que dirige la carrera de su hermano Jake, un joven boxeador que aspira a convertirse en el campeón de los pesos medios. Gracias a un entrenamiento exhaustivo y al trabajo de marketing de su hermano, Jake ha subido varios peldaños de la empinada escalera del éxito. Sin embargo, sus frustraciones sexuales y complejos psicológicos le afectan profundamente, y ya ha experimentado algún arranque de violencia fuera del ring.

Reputación: Durante el rodaje de El padrino: Parte II (1974), Robert De Niro leyó la autobiografía de Jake La Motta e inmediatamente vio el potencial para una gran película. Sin embargo, tardó más de cuatro años en convencer a todos, incluyendo a Martin Scorsese, de rodar la película. Por aquel entonces, el director sufría una adicción a la cocaína que le condujo a una sobredosis que casi lo mata, y siempre ha afirmado que la insistencia de De Niro de que volviese a trabajar le salvó la vida. Para preparar su papel, el actor realizó un duro entrenamiento físico que le hizo ganar alrededor de 27 kilos, llegando a participar en tres campeonatos de boxeo de Brooklyn de los cuales ganó dos. Durante la filmación de una escena, De Niro y Joe Pesci realmente se dieron puñetazos , mientras que en otra, el primero le rompió una costilla al segundo de forma accidental. A pesar de ello, los dos actores se hicieron muy amigos y mantienen una estrella relación desde entonces. Toro salvaje fue nominada a ocho Oscar, incluyendo el de mejor película y director, de los cuales ganó el de mejor actor para Robert De Niro y el de mejor montaje. Cuando el Jake La Motta real vio la película, se dio cuenta por primera vez de lo mala persona que llegó a ser. Le preguntó a Vicky LaMotta si él fue así en realidad, a lo que ella respondió que había sido incluso peor.


Comentario: Toro salvaje comienza con una imagen tan sencilla como espectacular, con Jake La Motta preparándose en el ring mientras una espesa niebla se cierne a su alrededor. La cinematografía de esta película es alucinante, pero no logro conectar nada con ella en el plano emocional. Creo que ya he suplido mi cuota de películas de Scorsese protagonizadas por hombres arrogantes y misóginos, y aunque la interpretación de De Niro es fabulosa y hay que agradecer que su director y guionista no intente blanquear el personaje, es tal la animadversión que siento hacia el personaje que hasta su caída en desgracia y su atisbo de redención me producen completa indiferencia. Se puede acusar a Rocky (1976) de ser más “peliculero”, pero lo que con él era un viaje de superación y de muy sentidas victorias y derrotas, aquí consiste en convivir con un hombre violento, celoso y constantemente enfadado al que me cuesta encontrarle el carisma. Como dirían los ingleses, “no es mi taza de té”.

Próximo visionado: La regla del juego (1939)

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