24/5/20

O.C: El bueno, el feo y el malo (1968)

¿De qué va?: Durante la Guerra de Secesión, tres hombres se lanzan en busca de un arca que contiene 200.000 dólares en monedas de oro robadas al ejército sudista. Tuco sabe que el tesoro se encuentra en un cementerio, mientras que Joe conoce el nombre inscrito sobre la lápida sepulcral que sirve de escondite. Se necesitan el uno al otro. Pero aparece un tercer hombre: Setenza, un desalmado que no vacila en masacrar a mujeres y niños para conseguir lo que quiere.

Reputación: Tercera y última película de la llamada Trilogía del dólar, que fue precedida por Por un puñado de dólares (1964) y La muerte tenía un precio (1965). Clint Eastwood llevó el mismo poncho en las tres películas sin cambiarlo ni lavarlo. Sergio Leone tenia pensado titularla The Magnificent Rogues o The Two Magnificent Traps. Sin embargo, en una sesión de pitching con los ejecutivos de United Artists, improvisó el título definitivo y les encantó, ofreciéndole entre 1,2 y 1,6 millones de dólares de presupuesto, una cifra bastante elevada para la época. El rodaje de la película se llevó a cabo entre las provincias de Madrid, Burgos, Granada y Almería, con algunas escenas de interior rodadas en los estudios Cinecittà de Roma. El cementerio de Sad Hill, lugar donde se rodó la escena final, se encuentra en Burgos, en el término municipal de Santo Domingo de Silos, a escasos kilómetros de Contreras. En 2016 se sometió a un proceso de restauración para convertirlo en lugar turístico y de encuentro de los fans de la película, lo cual quedó recogido en el documental Desenterrando Sad Hill (2017). 


La banda sonora fue compuesta por Ennio Morricone, que también había creado la música de las anteriores entregas de la trilogía. Morricone utilizó disparos, silbidos y yodel para varias canciones, y creó el archiconocido tema principal para que se asemejara al aullido de un lobo. Eastwood terminó el rodaje cansado del perfeccionismo y las exigencias de Leone, por lo que, además de declarar que no quedó contengo con el resultado final, no volvió a trabajar con el director, aunque este intentó que participara en Hasta que llegó su hora (1968).


Comentario: El bueno, el feo y el malo es una de esas películas que aunque no se haya visto resulta muy familiar. Ya sea por su sobreutilizado tema principal, su tenso duelo de miradas (presente en cualquier curso de cine o comunicación audiovisual que se precie), su título o la icónica imagen de Clint Eastwood con su poncho. Pero es que además, la película hace justicia a su fama y legado. Es un western divertidísimo, dirigido con tanta solvencia como inteligencia, con una trama muy sencilla pero suficientemente atractiva como para seguir las desventuras del “bueno” y el “feo” a través del oeste norteamericano y la Guerra de Secesión. Eastwood aporta chulería y carisma sin que apenas necesite esforzarse, pero el mejor del trío protagonista es Eli Wallach, que con su picardía y mala fortuna acaba convirtiéndose en el personaje preferido del público (o al menos eso quiero creer). En cambio, Lee Van Cleef como el “malo” sale perdiendo porque tiene muy pocas escenas. En definitiva, es justo reconocer que esa película que nuestros padres y abuelos ven cada vez que se emite por televisión está francamente muy bien.

Próximo visionado: Toro salvaje (1980)

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