28/10/20

O.C: Pink Flamingos (1972)

¿De qué va?: Divine vive bajo el pseudónimo de Babs Johnson en una caravana desde que se hizo famosa al ser nombrada la persona más inmunda del planeta por un periódico local. Pero los Mable, un matrimonio que vende heroína en los colegios y bebés a parejas de lesbianas, sienten envidia de su título y harán todo lo posible por quitárselo.

Reputación: Una de las obras más icónicas del cine underground de los 70. La idea le surgió a John Waters en un viaje por las carreteras de California en el que descubrió uno de los típicos campos de caravanas en los que residían miles de familias norteamericanas, lo que le llevó a preguntarse cómo sería vivir allí. Waters recurrió a su padres para financiar un film que nunca llegaron a ver a petición del propio director. Los 12.000 dólares que le concedieron no parece una suma tan raquítica si tenemos en cuenta que el anterior trabajo de Waters, Multiple Maniacs (1970), se pagó con monedas. Pink Flamingos fue su primera película en color, por lo que se rodeó de un equipo profesional y contrató a un camarógrafo al que terminó despidiendo para encargarse él mismo de mover la cámara. Según el director de arte, Vincent Paranio, su departamento contaba con 200 dólares de presupuesto; la mitad fueron para comprar la caravana y la otra mitad para decorarla. Tras gastarse el dinero, si necesitaban algo lo robaban. Divine, protagonista del film y musa de Waters, fue arrestada en uno de esos hurtos y se defendió ante la policía alegando que era actor de método.

La película se rodó a lo largo de seis meses, solo durante los fines de semana, puesto que, salvo Waters, el resto del equipo tenía otros trabajos que atender de lunes a viernes. Pasó de ser un film underground que solo se exhibía en el circuito de las Midnight Movies a ser incluido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Waters escribió una secuela, llamada Flamingos Forever, ambientada 15 años después de los acontecimientos de la cinta original, pero nunca llegó a rodarse debido a la muerte de Edith Massey, y más tarde la de Divine.

Comentario: Tengo una historia curiosa con Pink Flamingos: mi profesora de psicología en bachiller nos la puso en clase mientras ella se tomaba el café en su despacho. Cuando llegamos a la escena de sexo con gallinas de por medio la paramos, y yo me empecé a sentir tan mal que me fui a mi casa en el recreo y vomité. Le cogí una manía terrible y jamás entendí por qué a nuestra profesora le había parecido buena idea poner esta película a cuatro adolescentes de 16 años. Una década y media más tarde, he logrado superar ese trauma de mi juventud viendo la película entera, y he decir que la he disfrutado muchísimo. Es evidente que Waters se propuso rodar la película más asquerosa de la historia del cine y lo consiguió. Pink Flamingos es un acto de rebeldía ante la dictadura del buen gusto llena de frases míticas, interpretaciones exageradas y escenas memorables (algunas, a nuestro pesar). Eso sí, puedo excusar la coprofagia, el exhibicionismo, el canibalismo, el incesto, el secuestro y la venta de bebés, pero no la crueldad animal… aunque Waters se justifique diciendo que esas gallinas iban a morir igualmente y al menos lo han hecho follando.

Próximo visionado: Karate Kid (1984)

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