16/3/21

O.C: Sombrero de copa (1935)

¿De qué va?: Jerry Travers, bailarín americano, actúa para su productor británico en Londres. Así es como despierta a su vecina de abajo. Enfadada, Dale Tremont sube al piso para protestar, pero al conocerse, sienten una irresistible atracción el uno por el otro.

Reputación: La comedia musical más exitosa de Fred Astaire y Ginger Rogers. Fue la primera ocasión en la que la pareja contaba con un guion escrito específicamente para ellos. Astaire reaccionó negativamente a las primeras versiones del guion escrito por Dwight Taylor, dado que le recordaba bastante a la historia de La alegre divorciada (1934) y que su personaje le parecía demasiado antipático. Allan Scott fue entonces contratado para reescribirlo; se trataba de su primer proyecto de envergadura, pero a partir de este volvió a trabajar en otras seis películas del tándem Astaire-Rogers. El director, Mark Saldrich, dirigió cinco musicales de la pareja y era físico antes de dedicarse al cine; diseñaba planos para cada escena y así sabía exactamente dónde colocar la cámara y a los actores. Igualmente, Fred Astaire supervisaba cada aspecto del departamento musical, desde la orquestación hasta el rodaje y la edición; era particularmente firme en cómo debían grabarse los números, pues no le gustaba interrumpir el baile con ángulos de cámara inusuales, cortes a la cara y a los pies de los bailarines o planos de reacción del público. Sombrero de copa fue uno de los mayores éxitos cinematográficos de 1935, con 3 millones de dólares recaudados, y fue nominada al Oscar a mejor película, dirección artística, coreografía y canción, pero no se llevó ninguno.

Comentario: Sombrero de copa es tanto un musical ¡ como una comedia de enredo y deslumbra en ambos frentes por igual. Los diálogos son divertidísimos, cargados de dobles lecturas y grandes réplicas, y aunque están concebidos para el lucimiento de Astair y Rogers, Edward Everett, Erik Rhodes y Helen Broderick no se quedan atrás en sus roles secundarios. Por su parte, el repertorio musical es una delicia, con Cheek to Cheek como la canción más mítica, pero cada número está deliciosamente interpretado y coreografiado; no falta ni sobra nada. Esa Venecia idealizada y fantasiosa donde transcurre gran parte de la acción es la metáfora perfecta de lo que Sombrero de copa es en realidad: un sueño de celuloide al que se puede acudir para ser feliz durante poco más de hora y media y evadirse de los problemas del mundo real.

Próximo visionado: Cita en San Luis (1944)

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