19/6/20

O.C: América, América (1963)

¿De qué va?: Un joven griego llamado Stavros tiene un único objetivo en su vida: vivir en los Estados Unidos. Está dispuesto a cumplir su sueño y para ello viaja hasta Constantinopla. Allí tiene que reunir el dinero suficiente para comprar el billete de barco que le lleve a su tierra prometida.

Reputación: Película dirigida, escrita y producida por Elia Kazan e inspirada en la vida de su tío, Avraam Elia Kazantzoglou. Kazan contrató actores desconocidos y centró toda la historia en el personaje interpretado por Stathis Giallelis, que con 22 años y siendo su primer trabajo como actor, está presente en prácticamente todas las escenas de una película que dura casi tres horas. Tras un comienzo de producción accidentado por la pérdida de los productores iniciales, Kazan empezó a rodar en Estambul, pero las autoridades turcas estaban preocupadas del retrato que haría un director griego de la Turquía del siglo XX. Para evitarse problemas, el director decidió mover el rodaje a Grecia, pero estuvo a punto de perder las latas que contenían el metraje ya filmado al ser confiscadas por las autoridades aduaneras. Afortunadamente, una confusión entre las etiquetas de negativos usados y sin usar salvó la valiosa carga. La película ganó el Globo de Oro a mejor director y mejor promesa masculina y fue nominada a cuatro Óscar: mejor película, director, guion y dirección artística en blanco y negro, de los cuales ganó este último. América, América fue recuperada y restaurada por The Film Foundation, compañía fundada por Martin Scorsese encarga de rescatar joyas del cine clásico en peligro.


Comentario: La película más personal de la carrera de Elia Kazan es un viaje a través de Anatolia y Constantinopla de un chaval que está decidido a cumplir su sueño de dejar atrás la pobreza para encontrar una vida mejor en la tierra de las oportunidades, América. Kazan rinde homenaje a sus antepasados en una película que muestra la brutal opresión de los turcos hacia el pueblo armenio, haciendo que, por azares del destino, su héroe, Stavros, experimente tanto la pobreza más absoluta como las comodidades de la clase alta de la capital del país. Lástima que la veracidad de la historia se vea lastrada por hacer que los actores hablen inglés en vez de su propio idioma, una decisión que seguramente haya sido tomada para no afectar negativamente a la carrera comercial del film, aunque queda un poco raro. Además, el interés que desprende la historia es un tanto irregular a lo largo de las extensas casi tres horas de metraje. Con todo, la magistral dirección de Kazan se nutre del amor que siente este hacia una exitosa historia de inmigración, personalmente, prefiero aquellas que indagan en el lado oscuro del sueño americano.

Próximo visionado: Scarface, el terror del Hampa (1932)

No hay comentarios: